Texto de la semana – Hechos 13:1-3
Menú completo Hechos 14
Si Hechos 13 cuenta el tremendo poder del testimonio de Pablo y Bernabé en la obra pionera del evangelio, el capítulo 14 demuestra que esa experiencia se puede repetir. Tanto a la reacción negativa como la positiva. En la primera parada experimentaron fuerte oposición por parte de judíos rebeldes. Lo mismo pasó en Iconio, Listra, y Derbe. Y en todos estos sitios encuentran gente preparada para recibir el evangelio. Así será en todos los viajes de Pablo.
Esta es la obra a la que el Espíritu Santo les ha llamado. ¿Te has fijado que quien habla casi exclusivamente es Pablo? Cuando Bernabé fue enviado por los apóstoles de Jerusalén a Antioquía, él llevaba la voz cantante (nunca mejor dicho, siendo levita). No hay problema para él en que su alumno resulte más destacado que el maestro. Como Juan Bautista, que dijo de Jesús, es necesario que él crezca y que yo disminuya. El mismo Espíritu Santo, quien llamó a Pablo para ser apóstol a los gentiles, llamó a Bernabé a preparar apóstoles. ¡Qué bueno es saber tu vocación, y no tener que copiar a otros ni sentir ganas de protagonismo. Se verá en el siguiente capítulo un curioso giro en el ministerio de Bernabé.
La obra que realiza este equipo es completa. Presentan a Cristo de tal manera que la sinagoga, con judíos y simpatizantes, se divide entre los que aceptan el mensaje y los que se oponen. A continuación instruyen a los creyentes en lo que es ser iglesia, la novia de Cristo. Y sin demorar, nombran a los más aptos para llevar la dirección. Parece que su propia iniciación, de apartar un tiempo de ayuno (Hechos 13), sirve de modelo para el nombramiento de presbíteros (14:23). Es un sistema que promete.
¿Sirvo a Dios por vocación o por llenar un hueco, o evito cumplir con mi llamamiento?
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