sábado, 22 de febrero de 2020

No hay derecho (Hechos 22)

Ayer vimos que Pablo quedó preso sin haber hecho nada que ofendiera a los judíos que le querían matar. Este último relato del libro de los Hechos continúa durante varios capítulos. Es una historia llena de injusticias.

- Primero la captura de Pablo cuando cumplía unos simples deberes religiosos. Pero, siendo Pablo, no va a dejar pasar la oportunidad de compartir el Evangelio, que es lo que vemos aquí en el capítulo 22.
- Injusto es el intento otra vez (v 22) de conseguir la muerte de Pablo.
- Injusto también es el trato por parte del comandante romano, que, incumpliendo su responsabilidad, va a torturar al preso.

Sabemos que así es como funciona la justicia del mundo. Lo que cuenta es el poder, no el derecho. Incluso en los países que consideramos modelos del "estado de derecho" cuentan el dinero y el enchufe y los videos secretos. El dios de este mundo, Satanás (2 Corintios 4:4) va llevando a cabo su trama de injusticias para mantener su control y bloquear el mensaje del Evangelio. También a este personaje se le llama cosmokrátor (Efesios 6:12), el que domina sobre el cosmos. Pero hay otro poder mayor, el pantokrátor (2 Corintios 6:18), es decir el todopoderoso. Lo que pasa es que las cuentas se saldan, no en tribunales humanos, sino en el juicio final (2 Timoteo 4:8). Por eso Pablo aguanta estas injusticias, que Dios permite, sabiendo que todas las cosas nos ayudan para bien (Romanos 8:28). Por ejemplo el trato totalmente injusto de Jesús sirvió para nuestra redención. ¡Alabado sea nuestro gran Dios!

Sigamos con la lista de cosas que vamos a ver:

- Pablo recibe un golpe en la boca que no merece (23:2).
- Pablo está en peligro de ser despedazado (23:10) por causa de discusiones internas entre los jefes de los judíos.
- Complot para matar a Pablo (23:12)
- El comandante tapa su error (23:27) y presenta su actuación como meritoria por motivos políticos.
- Por fin (23:29) los romanos reconocen que Pablo debería estar libre pero ceden ante la presión de los judíos.
- Para los romanos Pablo es un objeto de juego y entretenimiento (c 24) mientras los judíos presentan acusaciones falsas.
- Los acusadores originales (24:18) ni siquiera se presentan.
- El gobernador Félix lo pone en lista de espera, probablemente por no ofender a los judíos (24:22)
- Lo vuelve a dejar esperando (24:25).
- Félix espera un soborno (24:26), y Pablo no colabora.
- Cuando Félix es relevado deja preso a Pablo por quedar bien con los judíos (24:27).
- El nuevo gobernador Festo repite la misma investigación (25:6)
- Los judíos siguen sin presentar ninguna prueba (25:7)
- Festo, también intimidado por los judíos, ofrece remover el juicio a Jerusalén, donde habían planificado matar a Pablo, quien se ve obligado a utilizar su derecho de apelar directamente a Roma.
- Otra vez utilizan a Pablo como diversión para los gobernantes (25:23) y Pablo aprovecha la ocasión de forma brillante y convincente (26:2-23).
- Festo trata de escurrir el bulto, dejando que el rey Agripa decida (25:26)
- Los gobernantes (26:31) reconocen que Pablo ha sido apresado injustamente pero su destino ya está sellado.

No he contado todos estos incidentes de desviación de justicia pero si piensas que hay corrupción donde tú vives, tienen buen modelo de ello en el impero romano. No hay derecho.

 22:1- –Hermanos y padres, escuchad lo que os digo en mi defensa. 2- Al oir que les hablaba en hebreo, el silencio se hizo aún mayor. Pablo continuó: 3- “Yo soy judío. Nací en Tarso de Cilicia, aunque me crié aquí en Jerusalén, y estudié bajo la dirección de Gamaliel, muy de acuerdo con la ley de nuestros antepasados. Siempre he procurado servir a Dios con todo mi corazón, así como todos vosotros lo hacéis hoy en día. 4- Perseguí a muerte a quienes seguían este nuevo camino: perseguí y metí en la cárcel a hombres y mujeres. 5- El jefe de los sacerdotes y todos los ancianos son testigos de esto, pues ellos me dieron cartas para nuestros hermanos judíos de Damasco y yo fui allá en busca de creyentes, para traerlos aquí, a Jerusalén, y castigarlos.

Pablo cuenta su conversión

 6- “Pero mientras iba de camino, estando ya cerca de Damasco, a eso del mediodía me envolvió de repente una fuerte luz del cielo 7- y caí al suelo. Oí una voz que me decía: ‘Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?’ 8- Yo pregunté: ‘¿Quién eres, Señor?’, y la voz me contestó: ‘Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues.’ 9- Los que iban conmigo vieron la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba. 10- Pregunté: ‘¿Qué debo hacer, Señor?’, y el Señor me dijo: ‘Levántate y sigue tu viaje a Damasco. Allí se te dirá todo lo que debes hacer.’ 11- Como la luz me había dejado ciego, mis compañeros me llevaron de la mano a Damasco. 12- “Había en Damasco un hombre llamado Ananías, que era muy piadoso y cumplidor de la ley de Moisés. Todos los judíos que vivían allí hablaban muy bien de él. 13- Ananías vino a verme y me dijo al llegar: ‘Hermano Saulo, recibe de nuevo la vista.’ En aquel mismo momento recobré la vista y pude verle. 14- Luego añadió: ‘El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad y para que veas al que es justo y oigas su voz de sus propios labios. 15- Pues vas a ser testigo suyo ante todo el mundo, y vas a contar lo que has visto y oído. 16- Ahora no esperes más. Levántate y bautízate invocando el nombre del Señor, para limpiarte de tus pecados.’

Pablo cuenta cómo fue enviado a los no judíos

17- “Cuando regresé a Jerusalén, fui al templo a orar y tuve una visión. 18- Vi al Señor, que me dijo: ‘Date prisa, sal en seguida de Jerusalén porque no van a hacer caso de lo que dices de mí.’ 19- Yo le respondí: ‘Señor, ellos saben que yo iba por todas las sinagogas para encarcelar y torturar a los que creían en ti. 20- Además, cuando mataron a tu siervo Esteban, que daba testimonio de ti, yo mismo estaba allí aprobando que lo mataran; e incluso cuidé la ropa de quienes lo mataron.’ 21- Pero el Señor me dijo: ‘Ponte en camino, pues voy a enviarte a naciones lejanas.’”

Pablo ante el comandante

22- Hasta este momento le escucharon, pero entonces comenzaron a gritar:
–¡Ese hombre no debe vivir! ¡Quítalo de en medio! 23- Y como seguían gritando y sacudiendo sus ropas y lanzando polvo al aire, 24- el comandante ordenó que metieran a Pablo en el cuartel y que le azotaran para averiguar por qué la gente gritaba en contra suya. 25- Pero cuando ya lo tenían atado para azotarle, Pablo preguntó al centurión allí presente:
–¿Tenéis autoridad para azotar a un ciudadano romano, sin ni siquiera haberle juzgado? 26- Al oir esto, el centurión fue a dar aviso al comandante, diciéndole:
–¿Qué vas a hacer? ¡Ese hombre es ciudadano romano! 27- Entonces el comandante se acercó a Pablo y le preguntó:
–¿Es cierto que tú eres ciudadano romano?
–Sí –le contestó Pablo. 28- El comandante le dijo:
–A mí me costó mucho dinero hacerme ciudadano romano.
Pablo respondió:
–Pues yo lo soy por nacimiento. 29- Con esto, los que iban a azotar a Pablo se apartaron de él; y aun el propio comandante, al darse cuenta de que era ciudadano romano, tuvo miedo por haberle encadenado.

Pablo ante la Junta Suprema

30- Al día siguiente, el comandante, queriendo saber con exactitud de qué acusaban los judíos a Pablo, le quitó las cadenas y mandó reunir a los jefes de los sacerdotes y a toda la Junta Suprema. Luego sacó a Pablo y le hizo comparecer ante ellos.

viernes, 21 de febrero de 2020

Por un malentendido y unos malintencionados (Hechos 21)

Hoy vemos el comienzo del proceso que llevará a Pablo a la cárcel, primero en Cesarea, y después en la misma Roma.

¿Alguna vez te han acusado de algo que no hiciste, porque no tenían información exacta? Eso duele. Esto es lo que pasa aquí. V 29 - Pensaban que Pablo había colado a un griego en el templo (Cosa que Pablo niega - 24:12-20). Nadie cuestiona la acusación y se procede con intenciones de matar a Pablo.

Pablo estaba preparado. En todos los lugares en este último viaje había escuchado mensajes proféticos de que iba a caer preso en Jerusalén (20:23). Al final, en Cesarea (v 11) le presentan una solución sencilla: "Pablo, no vayas a Jerusalén". Pero la advertencia profética no era para que esquivara el problema, sino que Dios le estaba preparando como había pasado en otras ocasiones. Sus amigos lo reconocen y en vez de seguir diciendo "no vayas", dicen, "que se haga la voluntad del Señor".

Desde el día de su conversión Pablo estaba preparado. Él sabía por su propia actuación contra los cristianos lo que era el odio que albergaban los líderes judíos hacia Jesúsy hacia los cristianos. El mensaje doble de parte de Dios cuando se convirtió era, "Tú eres un instrumento escogido" y "Vas a sufrir mucho" (Hechos 9:15-16).

Jesús dijo que los hombres prefieren las tinieblas a la luz (Juan 3:19). Pero no por eso hemos de dejar de ser luz.

6. Prisión de Pablo y viaje a Roma

Viaje de Pablo a Jerusalén

21:1- Después de dejar a los hermanos, nos embarcamos para ir directamente a Cos. Al día siguiente llegamos a Rodas y de allí fuimos a Pátara. 2- En Pátara encontramos un barco que iba a Fenicia, y en él nos embarcamos. 3- Al pasar vimos la isla de Chipre, pero dejándola a nuestra izquierda navegamos a Siria y llegamos a Tiro, donde el barco tenía que descargar. 4- Encontramos allí a los creyentes, y nos quedamos siete días en su compañía. Ellos, advertidos por el Espíritu, dijeron a Pablo que no debía ir a Jerusalén; 5- pero pasados los siete días, partimos. Todos, con sus mujeres y niños, nos acompañaron hasta las afueras de la ciudad. En la playa nos arrodillamos y oramos; 6- luego nos despedimos y subimos al barco mientras ellos regresaban a sus casas. 7- Terminamos nuestro viaje por mar yendo de Tiro a Tolemaida, donde saludamos a los hermanos y nos quedamos un día con ellos. 8- Salimos al día siguiente y llegamos a Cesarea. Aquí visitamos en su casa a Felipe el evangelista, uno de los siete ayudantes de los apóstoles, y nos quedamos en su casa. 9- Felipe tenía cuatro hijas solteras que eran profetisas. 10- Hacía varios días que estábamos allí, cuando vino de Judea un profeta llamado Agabo. 11- Este vino a vernos, tomó el cinturón de Pablo, se ató con él las manos y los pies y dijo:
–El Espíritu Santo dice que en Jerusalén los judíos atarán así al dueño de este cinturón, y le entregarán en manos de los extranjeros. 12- Al oir esto, nosotros y los de Cesarea rogamos a Pablo que no fuera a Jerusalén; 13- pero Pablo contestó:
–¿Por qué lloráis y me entristecéis? Estoy dispuesto, no solamente a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por causa del Señor Jesús. 14- Como no pudimos convencerle, le dejamos, diciendo:
–Que se haga la voluntad del Señor. 15- Después de esto nos preparamos y nos fuimos a Jerusalén. 16- Algunos creyentes de Cesarea nos acompañaron a casa de un hombre de Chipre llamado Mnasón, que era creyente desde hacía mucho tiempo y que iba a darnos alojamiento.

Pablo visita a Santiago

17- Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con alegría. 18- Al día siguiente, Pablo fue con nosotros a visitar a Santiago, y a esta reunión acudieron también todos los ancianos. 19- Pablo los saludó, y luego les contó detalladamente las cosas que Dios había hecho por medio de él entre los no judíos. 20- Ellos, al oirlo, alabaron a Dios y dijeron a Pablo:
–Bueno, hermano, ya ves que entre los judíos hay muchos miles que han creído, y todos insisten en que es necesario seguir la ley de Moisés. 21- Les han informado que tú enseñas a los judíos residentes en el extranjero a no hacer caso de lo dispuesto por Moisés, y que les dices que no deben circuncidar a sus hijos ni seguir nuestras costumbres. 22- ¿Qué hay de eso? Pues, sin duda, la gente va a saber que has venido. 23- Lo mejor que puedes hacer es esto: Aquí, entre nosotros, hay cuatro hombres que han de cumplir una promesa. 24- Llévalos contigo, purifícate juntamente con ellos y paga sus gastos, para que puedan hacerse cortar el cabello. Así todos verán que no es cierto lo que se dice de ti, sino que, al contrario, tú también cumples la ley. 25- En cuanto a los no judíos que se han hecho creyentes, ya les hemos escrito nuestra decisión: no deben comer carne que haya sido sacrificada a los ídolos, ni sangre, ni carne de animales ahogados, y deben evitar toda inmoralidad sexual.

Pablo es arrestado en el templo

 26- Entonces Pablo se llevó a los cuatro hombres, y al día siguiente se purificó juntamente con ellos; luego entró en el templo para fijar el término de los días en que había de cumplirse la promesa, es decir, el momento en el que cada uno de ellos tendría que presentar su ofrenda. 27- A punto de cumplirse los siete días, unos judíos de la provincia de Asia vieron a Pablo en el templo y alborotaron a la gente. Se lanzaron contra Pablo 28- gritando:
–¡Israelitas, ayudadnos! Este es el hombre que anda por todas partes enseñando a la gente cosas que van contra nuestro pueblo, contra la ley de Moisés y contra este lugar. Además ha metido ahora en el templo a unos griegos, profanando este lugar santo. 29- Decían esto porque antes le habían visto en la ciudad en compañía de Trófimo de Éfeso, y pensaban que Pablo lo había introducido en el templo. 30- Toda la ciudad se alborotó y la gente llegó corriendo. Agarraron a Pablo y lo arrastraron fuera del templo, cerrando inmediatamente las puertas. 31- Estaban a punto de matarlo, cuando al comandante del batallón romano le llegó la noticia de que toda la ciudad de Jerusalén se había alborotado. 32- El comandante reunió a sus soldados y centuriones, y fue corriendo a donde estaba la gente. Cuando vieron al comandante y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo. 33- Entonces el comandante se acercó, detuvo a Pablo y mandó que lo sujetaran con dos cadenas. Después preguntó quién era y qué había hecho, 34- pero unos gritaban una cosa y otros otra, y como el comandante no lograba aclarar nada a causa del ruido, ordenó que lo llevaran al cuartel. 35- Al llegar a la escalinata, los soldados tuvieron que llevar en volandas a Pablo, debido a la violencia de la gente, 36- porque todos iban detrás, gritando: “¡Muera!”

Discurso de Pablo ante el pueblo

37- Cuando ya estaban a punto de meterle en el cuartel, Pablo preguntó al comandante del batallón:
–¿Puedo hablar contigo un momento?
El comandante le contestó:
–¿Sabes hablar griego? 38- Entonces, ¿no eres tú aquel egipcio que hace algún tiempo organizó una rebelión y se echó al desierto con cuatro mil guerrilleros? 39- Pablo le dijo:
–Yo soy judío, natural de Tarso de Cilicia, ciudadano de una población importante. Pero, por favor, permíteme hablar a la gente. 40- El comandante le dio permiso, y Pablo, de pie en lo alto de la escalinata, con la mano pidió que la gente se callase. Cuando se hizo el silencio, les habló en hebreo diciendo:

jueves, 20 de febrero de 2020

El corazón de un cristiano (Hechos 20)

Lee despacio Hechos 20. En este mapa he pintado en amarillo y verde el viaje que hace Pablo en este capítulo. Desde Éfeso hasta Corinto (unos 1.500 km.) y de regreso a Mileto. A pie y en barco de vela. Y si no te gustan los mapas podrías hacer una excursión por la misma ruta.
He puesto como título El corazón de un cristiano y no el corazón de Pablo. Él instruye a los de Filipos (Allí arriba en Macedonia) que le imiten a él. Filipenses 3:17 -  Hermanos, seguid mi ejemplo y fijaos también en quienes viven según el ejemplo que os hemos dado. Recordemos que en esos 3 años en Éfeso él trabajaba en un taller de producción de tiendas de campaña. De modo que el tener que ganarte la vida trabajando no es excusa para no ocuparte de las necesidades espirituales de tus hermanos. Es cuestión de corazón y no de ser clero profesional. Pablo está pensando en Lidia y en el carcelero (Hechos 16) y en lo que han sufrido por su fe los tesalonicenses y en la nobleza de corazón de los de Berea y en los muchos problemas que tienen en Corinto, que son bebés espirituales todavía. Y como una madre está dispuesto a gastar toda su fuerza para darles más alimento.

¿Qué error podríamos asumir en esta ilustración de Hechos 20:36?

Podríamos pensar que hubo un grupito de 6 personas en la despedida de Pablo. Pero como vimos ayer los comentaristas piensan que que había más de 100 grupos de creyentes en Éfeso, cada uno con su responsable.

Pablo recorre Macedonia y Grecia

 20:1- Calmado ya el alboroto, Pablo llamó a los creyentes para darles algunos consejos. Luego se despidió de ellos y se fue a Macedonia. 2- Visitó todos aquellos lugares animando mucho con sus palabras a los hermanos, y después llegó a Grecia, 3- donde se quedó tres meses. Ya estaba a punto de embarcar para Siria cuando tuvo conocimiento de que los judíos habían hecho planes contra él; así que decidió regresar por tierra pasando otra vez por Macedonia. 4- Le acompañaron Sópatro, de Berea, hijo de Pirro; Aristarco y Segundo, de Tesalónica; Gayo, de Derbe; Timoteo, y también Tíquico y Trófimo que eran de la provincia de Asia. 5- Estos hermanos se adelantaron y nos esperaron en Tróade. 6- Nosotros, pasados los días en que se come el pan sin levadura, partimos de Filipos en barco y a los cinco días los alcanzamos en Tróade. Allí nos quedamos siete días.

Pablo en Tróade

7- El primer día de la semana nos reunimos para partir el pan, y Pablo estuvo hablando a los creyentes. Como tenía que salir al día siguiente, prolongó su discurso hasta la medianoche. 8- Nos hallábamos reunidos en un cuarto del piso alto, donde había muchas lámparas encendidas. 9- Un joven llamado Eutico estaba sentado en la ventana, y como Pablo habló durante largo rato, le entró sueño al muchacho, que al fin, profundamente dormido, cayó desde el tercer piso abajo. Cuando lo levantaron, estaba muerto. 10- Entonces bajó Pablo, se tendió sobre el muchacho y lo rodeó con los brazos. Y dijo a los hermanos:
–No os asustéis. Está vivo. 11- Luego Pablo volvió a subir, partió el pan, comió y siguió hablando hasta el amanecer. Entonces se fue. 12- En cuanto al muchacho, se lo llevaron vivo, y esto les animó mucho.

De Tróade a Mileto

13- Nosotros nos adelantamos y fuimos en barco hasta Aso para recoger a Pablo, según se había convenido, porque él quiso ir por tierra. 14- Nos encontramos, pues, con él en Aso, donde se embarcó con nosotros para ir a Mitilene. 15- Salimos de aquí y al día siguiente pasamos frente a Quío, llegando uno después al puerto de Samos. Viajamos un día más y llegamos a Mileto. 16- Lo hicimos así porque Pablo, para no demorarse mucho en Asia, no quiso hacer escala en Éfeso, pues deseaba llegar pronto a Jerusalén y, a ser posible, estar allí el día de Pentecostés.

Discurso de Pablo a los ancianos de Éfeso

 17- Hallándose en Mileto, Pablo mandó llamar a los ancianos de la iglesia de Éfeso. 18- Cuando llegaron, les dijo: “Vosotros sabéis cómo me he portado desde el primer día que vine a la provincia de Asia, 19- cómo he estado entre vosotros sirviendo siempre al Señor con toda humildad, con muchas lágrimas y en medio de muchas pruebas que me vinieron por lo que querían hacerme los judíos. 20- Pero no dejé de anunciaros nada que pudiera seros provechoso, ni de enseñaros en público y en privado. 21- A judíos y a no judíos les he dicho que se conviertan a Dios y crean en nuestro Señor Jesús. 22- Y ahora me dirijo a Jerusalén obligado por el Espíritu, sin saber lo que allí me ha de suceder. 23- Lo único que sé es que, en todas las ciudades a donde voy, el Espíritu Santo me dice que me esperan la cárcel y muchos sufrimientos. 24- Para mí, sin embargo, mi propia vida no cuenta, con tal de que yo pueda correr con gozo hasta el fin de mi carrera y cumplir el encargo que el Señor Jesús me dio de anunciar la buena noticia del amor de Dios. 25- “Y ahora estoy seguro de que ninguno de vosotros, entre quienes he anunciado el reino de Dios, volverá a verme. 26- Por esto quiero deciros hoy que no me siento culpable respecto de vosotros, 27- porque os he anunciado todo el plan de Dios, sin ocultaros nada. 28- Por lo tanto, estad atentos y cuidad de toda la congregación sobre la que el Espíritu Santo os ha puesto como obispos para que cuidéis de la iglesia de Dios, la cual compró él con su propia sangre. 29- Sé que cuando me vaya vendrán otros que, como lobos feroces, querrán acabar con la iglesia. 30- Aun entre vosotros mismos se levantarán algunos que enseñarán mentiras para que los creyentes los sigan. 31- Estad alerta y recordad que durante tres años no dejé de aconsejar día y noche, con lágrimas, a cada uno de vosotros. 32- “Ahora, hermanos, os encomiendo a Dios y al mensaje de su amor. Él tiene poder para haceros crecer espiritualmente y para daros todo lo que ha prometido a su pueblo santo. 33- No he deseado para mí mismo ni el dinero ni las ropas de nadie. 34- Por el contrario, bien sabéis que he trabajado con mis propias manos para conseguir lo necesario para mí y para los que estaban conmigo. 35- Siempre os he enseñado que así se debe trabajar y ayudar a los que se encuentran en necesidad, recordando aquellas palabras del Señor Jesús: ‘Hay más felicidad en dar que en recibir.’ ” 36- Dicho esto, Pablo se puso de rodillas y oró junto con todos ellos. 37- Todos, llorando, abrazaron y besaron a Pablo. 38- Se sentían muy tristes porque les había dicho que no volverían a verle. Luego le acompañaron hasta el barco.

miércoles, 19 de febrero de 2020

¿Qué sabes de los efesios? (Hechos 19)



  • Pablo sabía que algunos de los líderes de la iglesia de Éfeso (Hechos 20:30) iban a intentar crear grupos particulares alrededor de su persona.
  • Pablo pasó más tiempo allí que en ninguna otra iglesia (3 años).
  • Pablo realizaba curaciones "a distancia", debido a que estaba dedicado a su trabajo de fabricar tiendas de campaña.
  • El último encargo de Pablo a su ayudante Timoteo fue ubicarse allí para enderezar la iglesia.
  • La historia nos relata que el apóstol Juan con María la madre de Jesús fueron allí a vivir.
  • Algunos piensan que el Evangelio de Juan se escribió inicialmente para la iglesia de Éfeso.
  • Una de las epístolas más sublimes fue dirigida a esta iglesia.
  • La obra en Éfeso comienza con un "Nuevo Pentecostés". Como en Jerusalén, Samaria y Cesarea, el Espíritu Santo viene sobre el grupo y hablan en lenguas. (Aunque en esta ocasión no está presente Pedro.)
  • Hubo un movimiento importante en contra de la iglesia por parte de los fabricantes de ídolos, que la consideraban una amenaza para su negocio.
  • No tenían edificio para reunirse y utilizaban casas particulares, algunos piensan que había cientos de estos grupos, cada uno con su presbítero. Gran parte de la obra de Timoteo consistía en el nombramiento y supervisión de estos líderes.
  • Éfeso es la principal iglesia de las 7 a las que va dirigido el libro del Apocalipsis.
  • Durante el primer siglo es la iglesia cristiana principal.

Por fin Pablo cumple su deseo de predicar el Evangelio en Asia donde Éfeso es la ciudad más importante


Pablo en Éfeso
19:1- Mientras Apolos se hallaba en Corinto, Pablo atravesó la región montañosa y llegó a Éfeso. Encontró allí a varios creyentes, 2- a quienes preguntó:
–¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando os hicisteis creyentes?
Ellos contestaron:
–Ni siquiera habíamos oído hablar del Espíritu Santo. 3- –Pues ¿qué bautismo recibisteis? –les preguntó Pablo.
Le respondieron:
–El bautismo de Juan. 4- –Sí –les dijo Pablo–, Juan bautizaba a los que se convertían a Dios, pero les decía que creyeran en el que vendría después de él, es decir, en Jesús. 5- Habiendo oído esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús; 6- y cuando Pablo les impuso las manos vino sobre ellos el Espíritu Santo, y hablaban en otras lenguas y comunicaban mensajes proféticos. 7- Eran en total como unos doce hombres. 8- Durante tres meses, Pablo estuvo acudiendo a la sinagoga, donde anunciaba el mensaje sin ningún temor, y hablaba y trataba de convencer a la gente acerca del reino de Dios. 9- Pero como algunos se negaban tercamente a creer, y ante la gente hablaban mal del nuevo camino, Pablo se apartó de ellos y llevó a los creyentes a la escuela de un tal Tirano. Allí hablaba todos los días, 10- y así lo hizo durante dos años, de modo que cuantos vivían en la provincia de Asia, tanto judíos como no judíos, oyeron el mensaje del Señor. 11- Y Dios hacía tan grandes milagros por medio de Pablo, 12- que hasta los pañuelos o las ropas que habían sido tocadas por su cuerpo eran llevadas a los enfermos, y estos se curaban de sus enfermedades y los espíritus malignos salían de ellos. 13- Pero algunos judíos que andaban por las calles expulsando espíritus malignos trataron de usar para ello el nombre del Señor Jesús. Decían a los espíritus: “¡En el nombre de Jesús, a quien Pablo anuncia, os ordeno que salgáis!” 14- Esto hacían los siete hijos de un judío llamado Esceva, que era un jefe de los sacerdotes. 15- Pero en cierta ocasión les contestó el espíritu maligno:
–Conozco a Jesús y sé quién es Pablo, pero vosotros, ¿quiénes sois? 16- Al propio tiempo, el hombre que tenía el espíritu maligno se lanzó sobre ellos, y con gran fuerza los dominó a todos, maltratándolos con tanta violencia que huyeron de la casa desnudos y heridos. 17- Todos los que vivían en Éfeso, judíos y no judíos, se enteraron de lo ocurrido y se llenaron de temor. De esta manera crecía la fama del nombre de Jesús. 18- También muchos de los que creyeron llegaban confesando públicamente todo lo malo que antes habían hecho, 19- y muchos que habían practicado la brujería trajeron sus libros y los quemaron en presencia de todos. Calculado el valor de aquellos libros, resultó ser como de unas cincuenta mil monedas de plata. 20- El mensaje del Señor iba así extendiéndose y demostrando su poder. 21- Pasado todo esto, Pablo decidió recorrer Macedonia y Acaya y continuar luego su viaje hasta Jerusalén. Y se decía a sí mismo que después de ir a Jerusalén tendría que ir también a Roma. 22- Envió entonces a Macedonia a dos de sus ayudantes, Timoteo y Erasto, en tanto que él se quedaba por algún tiempo más en la provincia de Asia.

El alboroto de Éfeso

23- Por aquel tiempo, y a causa del nuevo camino, hubo en Éfeso un gran alboroto 24- provocado por un platero llamado Demetrio. Este hombre fabricaba figuritas de plata que representaban el templo de la diosa Artemisa, con lo que proporcionaba buenas ganancias a los que trabajaban con él. 25- Reunió, pues, a estos y a otros que trabajaban en oficios semejantes y les dijo: “Compañeros, todos sabéis que nuestro bienestar depende de este oficio. 26- Pero, como podéis ver y oir, ese tal Pablo anda por ahí diciendo que los dioses fabricados por los hombres no son dioses, y ha convencido a mucha gente, no solamente aquí en Éfeso sino en casi toda la provincia de Asia. 27- Esto es muy peligroso, porque nuestro negocio puede venirse abajo. Además, incluso el propio templo de la gran diosa Artemisa puede perder su prestigio, y entonces será despreciada la grandeza de esta diosa que se adora en toda la provincia de Asia y en el mundo entero.” 28- Al oir esto, los reunidos se llenaron de furor y gritaron:
“¡Viva la Artemisa de los efesios!” 29- Se produjo así una confusión en toda la ciudad. La gente se lanzó sobre Gayo y Aristarco, los dos hombres de Macedonia que acompañaban a Pablo, y los arrastraron hasta el teatro. 30- Pablo quería entrar allí para hablar a la gente, pero los creyentes no le dejaron. 31- También algunos amigos suyos de entre las autoridades de Asia le mandaron aviso de que no se metiera allí. 32- Entre tanto, en la reunión, unos gritaban una cosa y otros otra, pues la gente estaba alborotada, aunque la mayoría ni siquiera sabía para qué se habían reunido. 33- Pero algunos de ellos explicaron el asunto a Alejandro, a quien los judíos habían empujado al frente de todos. Alejandro hizo señas con la mano para pedir silencio y hablar en defensa de los judíos delante del pueblo: 34- pero al darse cuenta de que también él era judío, gritaron todos durante un par de horas: “¡Viva la Artemisa de los efesios!” 35- Cuando por fin el secretario de la ciudad logró calmar a la gente, dijo: “Ciudadanos de Éfeso, todo el mundo sabe que esta ciudad ha sido encargada de cuidar el templo de la gran diosa Artemisa, y la imagen de ella que cayó del cielo. 36- Nadie puede negar esto, así que calmaos y no hagáis nada sin pensarlo bien. 37- Porque estos hombres que habéis traído no han profanado el templo ni han hablado mal de nuestra diosa. 38- Si Demetrio y los que trabajan con él tienen alguna queja contra alguien, ahí están los jueces y los juzgados: que reclamen ante las autoridades y que cada cual defienda sus derechos. 39- Y si demandáis alguna otra cosa, trátese de ello en una asamblea legal. 40- Con esto que hoy ha sucedido corremos el peligro de ser acusados de agitadores, pues no hay razón que podamos alegar si se nos pregunta por la causa de este alboroto.” 41- Dicho esto, disolvió la asamblea.

martes, 18 de febrero de 2020

¿Cuando hay que parar? (Hechos 18)

Pablo no para. Va en busca de más oportunidades para el Evangelio, más conversiones, más persecuciones. Corinto debió ser uno de los lugares más duros. Como él les escribe después, 2 Corintios 6:4-5 En todo damos muestras de que somos siervos de Dios, soportando con mucha paciencia los sufrimientos, las necesidades, las estrecheces,  5-  los azotes, las prisiones, los alborotos, el trabajo duro, los desvelos y el hambre

Y no sé si alguna vez se acostumbró al continuo rechazo por parte de los judíos. Aquí, en el v 6 abandona el intento de compartir con ellos el Evangelio. 

Pablo tiene súper claro cuál es su vocación. Cada uno de nosotros tenemos también nuestra misión en la tierra. Aquila y Priscila encuentran su misión en Corinto. Ellos luego ayudan a Apolos a descubrir la suya. Si hemos conocido el amor de Dios, nuestra misión en la vida es compartir ese amor y ese mensaje con las personas que nos rodean. Todas las demás actividades traen sólo beneficios terrenales. El invertir en las vidas produce beneficios eternos. Cuanto más sentimos ese amor, más seremos como Pablo, que no podía parar mientras quedaba alguien que necesitaba de su mensaje. 

Pablo en Corinto

 18:1- Después de esto, Pablo salió de Atenas y se fue a Corinto. 2- Allí encontró a un judío llamado Áquila, natural de la región del Ponto. Poco antes, Áquila y su esposa Priscila habían llegado de Italia, de donde tuvieron que salir porque el emperador Claudio había ordenado que todos los judíos salieran de Roma. Pablo fue a visitarlos, 3- y como tenía el mismo oficio que ellos, que era hacer tiendas de campaña, se quedó a su lado para trabajar juntos. 4- Todos los sábados iba Pablo a la sinagoga, y trataba de convencer lo mismo a los judíos que a los no judíos. 5- Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se dedicó a anunciar el mensaje y a probar a los judíos que Jesús era el Mesías.  6- Pero ellos se pusieron en contra suya, y le insultaron, por lo que Pablo se sacudió las ropas en señal de protesta y les dijo:
–Vosotros tenéis la culpa de vuestra propia perdición. Yo no me hago responsable. De hoy en adelante me dirigiré a los que no son judíos. 7- Salió de allí y entró en casa de uno llamado Ticio Justo, que adoraba a Dios y vivía al lado de la sinagoga. 8- Crispo, jefe de la sinagoga, junto con toda su familia, creyó en el Señor; y también muchos de Corinto, al oir el mensaje, creyeron y fueron bautizados. 9- Una noche, el Señor dijo a Pablo en una visión: “No tengas miedo. Sigue anunciando el mensaje y no calles, 10- porque yo estoy contigo y nadie podrá hacerte daño, pues muchos de esta ciudad pertenecen a mi pueblo.” 11- Así que Pablo permaneció un año y medio en Corinto, enseñando entre ellos el mensaje de Dios. 12- Pero en el tiempo en que Galión era gobernador de Acaya, los judíos se juntaron contra Pablo. Le llevaron al tribunal 13- y dijeron al gobernador:
–Este hombre anda convenciendo a la gente de que deben adorar a Dios en una forma que va contra la ley. 14- Pablo estaba a punto de hablar, cuando Galión dijo a los judíos:
–Si se tratara de algún delito o crimen grave, yo, por supuesto, me tomaría la molestia de oiros a vosotros los judíos; 15- pero como se trata de palabras, de nombres y de vuestra ley, arregladlo vosotros mismos. Yo no quiero meterme en esos asuntos. 16- Y los echó del tribunal. 17- Entonces agarraron todos a una a Sóstenes, jefe de la sinagoga, y le golpearon allí mismo, delante del tribunal. Pero Galión no hacía el menor caso.

Regreso de Pablo a Antioquía

18- Pablo se quedó aún bastantes días en Corinto. Después se despidió de los hermanos y se embarcó con Priscila y Áquila para ir a la región de Siria. En Cencreas, antes de embarcar, se rapó la cabeza para cumplir una promesa que había hecho. 19- Cuando llegaron a Éfeso, Pablo, dejando a Priscila y Áquila, entró en la sinagoga para hablar con los judíos que se reunían allí. 20- Estos le rogaron que se quedara más tiempo, pero no quiso, 21- sino que se despidió diciendo:
–Si Dios quiere, volveré otra vez a visitaros.
Después se embarcó y partió de Éfeso. 22- Pasando por Cesarea, llegó a Jerusalén para saludar a los de la iglesia, y de allí se dirigió a Antioquía.


5. Tercer viaje misionero de Pablo


Pablo recorre Galacia y Frigia

23- Al cabo de cierto tiempo salió de nuevo a recorrer uno por uno los lugares de Galacia y Frigia, animando a todos los creyentes.

Apolos predica en Éfeso

24- Por aquel entonces llegó a Éfeso un judío llamado Apolos, natural de la ciudad de Alejandría. Era muy elocuente y conocía muy bien las Escrituras. 25- Estaba instruido en el camino del Señor, y hablaba con gran entusiasmo enseñando con claridad acerca de Jesús, aunque sólo conocía el bautismo de Juan. 26- Apolos se puso a hablar abiertamente en la sinagoga, y Priscila y Áquila, que le oyeron, le llevaron aparte y le explicaron con más exactitud el camino de Dios. 27- Cuando Apolos quiso pasar a la región de Acaya, los hermanos le dieron su apoyo, y escribieron una carta a los creyentes de aquella región para que le recibieran bien. Al llegar a Acaya ayudó mucho a los que, por la bondad de Dios, habían creído; 28- contradecía en público a los judíos con razones que ellos no podían rebatir, y basándose en las Escrituras demostraba que Jesús es el Mesías.

lunes, 17 de febrero de 2020

Una base sólida (Hechos 17)

En Atenas (17:16) Pablo modifica su estrategia. Algunos la ven como modelo para fundar iglesias en la sociedad occidental de hoy. Hay grandes iglesias en USA que se llaman "Mars Hill" (Areópago). Pero la obra más sólida de Pablo se estableció a partir de gente que buscaban a Dios en las sinagogas de los judíos. Por ejemplo, Tesalónica (v 1) y Berea (v 10) y todas las iglesias que sugirieron en su primer viaje (Hechos 13 y 14).

En este segundo viaje, como vemos en el mapa, Pablo realiza un gran circuito, estableciéndose principalmente en Corinto, en el capitulo 18, que veremos mañana.


En Tesalónica se basa en las Escrituras (v 2). En Berea los mismos nuevos creyentes cotejan con las Escrituras con lo que oyen de Pablo. Su primer sermón (Hechos 13) es básicamente un repaso del Antiguo Testamento.

Hay que entender que la Biblia es un solo libro. No hay 2 Dioses, ni 2 maneras de tratar con la humanidad. Lo que sí hay es una progresión en el desarrollo de la redención, que culmina en Cristo. En la Biblia conocemos a Dios. Uno de nuestros mayores privilegios es poder conocer la Biblia, recibiendo en cada nueva lectura una comprensión mas profunda y estableciendo (mediante nuestra obediencia, no sólo un conocimiento teórico) una sólida base para nuestra vida ahora y para la eternidad.

El alboroto de Tesalónica

 17:1- En su viaje, Pablo y Silas pasaron por Anfípolis y Apolonia y llegaron a Tesalónica, donde los judíos tenían una sinagoga. 2- Pablo, conforme a su costumbre, acudió a la sinagoga, y cada sábado, durante tres semanas, discutió con ellos. Basándose en las Escrituras, 3- les explicaba que el Mesías tenía que morir, y que después había de resucitar de entre los muertos. Les decía:
–Este mismo Jesús que yo os anuncio, es el Mesías. 4- Algunos de los judíos creyeron y se unieron a Pablo y Silas. También creyeron muchos griegos que adoraban a Dios, y muchas mujeres distinguidas. 5- Pero esto llenó de envidia a los judíos que no creían, quienes, habiendo reunido a unos malvados que andaban ociosos por la calle, alborotaron y perturbaron la ciudad. Llegaron a la casa de Jasón buscando a Pablo y Silas, para sacarlos y entregarlos al pueblo; 6- y como allí no los encontraron, arrastraron a Jasón y a otros hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando:
–¡Estos hombres, que han trastornado el mundo entero, también han venido aquí! 7- ¡Jasón los ha recibido en su casa! ¡Todos ellos están violando las leyes del césar, porque dicen que hay otro rey, que es Jesús! 8- Al oir estas cosas, la gente y las autoridades se inquietaron. 9- Pero Jasón y los demás dieron una fianza y fueron puestos en libertad.

La predicación en Berea

10- Llegada la noche, los hermanos hicieron salir sin demora a Pablo y Silas hacia Berea. En cuanto llegaron se dirigieron a la sinagoga de los judíos. 11- Estos judíos, que eran de mejores sentimientos que los de Tesalónica, recibieron de buena gana el mensaje, y día tras día estudiaban las Escrituras para comprobar la verdad de lo que oían. 12- Muchos de ellos creyeron, y también creyeron muchos de los griegos, tanto mujeres distinguidas como hombres. 13- Pero cuando los judíos de Tesalónica se enteraron de que Pablo estaba anunciando el mensaje de Dios también en Berea, se fueron allá y alborotaron a la gente. 14- En seguida los hermanos hicieron salir a Pablo hacia la costa, en tanto que Silas y Timoteo se quedaban en Berea. 15- Los que acompañaban a Pablo fueron con él hasta la ciudad de Atenas, y luego regresaron con instrucciones de que Silas y Timoteo se reunieran con él lo antes posible.

Pablo en Atenas

16- Mientras Pablo esperaba a Silas y Timoteo en Atenas, se sentía muy disgustado al ver que la ciudad estaba llena de ídolos. 17- Discutía en la sinagoga con los judíos y con otros que adoraban a Dios, y discutía igualmente cada día en la plaza con los que allí se reunían. 18- También algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos comenzaron a discutir con él. Unos decían:
–¿De qué habla ese charlatán?
Y otros:
–Parece que es propagandista de dioses extranjeros.
Decían esto porque Pablo les anunciaba la buena noticia acerca de Jesús y de la resurrección. 19- Entonces le llevaron al Areópago, el lugar donde acostumbraban a reunirse en consejo, y le preguntaron:
–¿Se puede saber qué nueva enseñanza es esta que nos traes? 20- Nos hablas de cosas extrañas y queremos saber qué significan. 21- Porque todos los atenienses, y también los extranjeros que vivían allí, solo se interesaban por oir y comentar las últimas novedades. 22- Pablo, levantándose en medio de ellos en el Areópago, dijo:
“Atenienses, por todo lo que estoy viendo, sois gente muy religiosa; 23- porque mirando los lugares donde celebráis vuestros cultos, he encontrado un altar que tiene esta inscripción: ‘A un dios desconocido’. Pues bien, de ese Dios que vosotros adoráis sin conocerlo, es del que yo os hablo. 24- “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él, es Señor del cielo y de la tierra. No vive en templos construidos por los hombres 25- ni necesita que nadie haga nada para él, pues él da a todos la vida, el aire y todo lo demás. 26- “A partir de un solo hombre hizo él todas las naciones, para que vivan en toda la tierra; y les ha señalado el tiempo y el lugar en que deben vivir, 27- para que busquen a Dios, y quizá, como a tientas, puedan encontrarle, aunque en verdad Dios no está lejos de cada uno de nosotros. 28- Porque en Dios vivimos, nos movemos y existimos; como también dijeron algunos de vuestros poetas: ‘Somos descendientes de Dios.’ 29- Siendo, pues, descendientes de Dios, no debemos pensar que Dios es como las imágenes de oro, plata o piedra que los hombres fabrican según su propia imaginación. 30- Dios, que pasó por alto aquellos tiempos de ignorancia de la gente, ahora ordena a todos, en todas partes, que se conviertan a él. 31- Porque Dios ha fijado un día en el cual juzgará al mundo con justicia, y lo hará por medio de un hombre que él escogió y al que aprobó delante de todos resucitándolo de la muerte.” 32- Al oir aquello de la resurrección, unos se burlaron y otros dijeron:
–Ya te oiremos hablar de eso en otra ocasión. 33- Entonces Pablo los dejó. 34- Sin embargo, algunos le siguieron y creyeron. Entre ellos estaba Dionisio, que era miembro del Areópago, y también una mujer llamada Dámaris, y otros más.

domingo, 16 de febrero de 2020

Dios tiene derecho a cambiar tus planes (Hechos 16)

Dios no es voluble, ni caprichoso. Vemos su plan a través de toda la Biblia, de redimir la humanidad sin obligar a nadie, y tener como hijos y herederos a los que reciben su oferta. Debido a que los seres humanos sí solemos ser inconstantes, Dios a veces tiene que tomar determinaciones que no entendemos. Y nos guía por caminos desconocidos.

Pablo tiene un plan. Ha visto que Dios va dando 2 cosas en todos los sitios donde presenta el Evangelio: muchas conversiones y muchas persecuciones, es decir, muchas bendiciones. Empezó con un pequeño círculo de ciudades en el primer viaje. En éste, el segundo, su plan es ampliar. Con el ojo puesto en Roma y en España, quiere reclamar para Jesús el territorio entremedio. De modo que quiere hacer su cosecha espiritual en la provincia romana de Asia, que está en el territorio que hoy ocupa Turquía (no el Asia de lejano oriente). La principal ciudad es Éfeso. Le vemos aquí en en el 16:6 frustrado porque Dios no aprueba su plan. Al final se aclara, no es Turquía, sino Grecia. Iglesias establecidas en varias ciudades.

Dios no sólo tiene derecho a cambiar tus planes, sino también a decírtelo en el momento que le parezca bien. Primero él aclara tu vocación, como hizo con Pablo en Hechos 13. Luego te va guiando paso por paso trayendo bendición a los que vas conociendo.

Al comienzo de este viaje Pablo encuentra al que será su aprendiz y compañero de toda la vida, Timoteo. ¿Por qué le circuncida, si acaba de ganar la batalla contra los judaizantes? Pues, Timoteo ha seguido la fe judía de su madre y es conocido en esos círculos. Así le respetarán más.

El plan de Dios incluye para Pablo y Silas la cárcel y una paliza. Todo ello lo considera como un sello de su apostolado.

¿Sabes de memoria Hechos 16:31?

Timoteo, compañero de Pablo y Silas

 16:1- Pablo llegó a Derbe y Listra, donde había un creyente llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente y de padre griego. 2- Los hermanos de Listra y de Iconio hablaban bien de él. 3- Pablo quiso que Timoteo le acompañase, pero antes le hizo circuncidar para que no se ofendieran los judíos que vivían en aquellos lugares, ya que todos sabían que el padre de Timoteo era griego. 4- En todos los pueblos por donde pasaban, comunicaban a los hermanos las instrucciones dadas por los apóstoles y los ancianos de la iglesia de Jerusalén, y les recomendaban que las guardasen. 5- Así que las iglesias se afirmaban en la fe y el número de creyentes aumentaba de día en día.

Una visión de Pablo

 6- Como el Espíritu Santo no les permitió anunciar el mensaje en la provincia de Asia, atravesaron la región de Frigia y Galacia, 7- y llegaron a la frontera de Misia. Desde allí pensaban entrar en la región de Bitinia, pero el Espíritu de Jesús tampoco se lo permitió. 8- Así que, pasando de largo por Misia, bajaron hasta el puerto de Tróade. 9- Aquí Pablo tuvo de noche una visión: vio a un hombre de la región de Macedonia que, puesto en pie, le rogaba: “Pasa a Macedonia y ayúdanos.” 10- Inmediatamente después de haber tenido Pablo aquella visión preparamos el viaje a Macedonia, seguros de que Dios nos estaba llamando para anunciar allí las buenas noticias.

La predicación en Filipos

 11- Nos embarcamos, pues, en Tróade y fuimos directamente a la isla de Samotracia, y al día siguiente navegamos a Neápolis. 12- Después nos dirigimos a Filipos, que es una colonia romana y la ciudad más importante de aquella parte de Macedonia; y allí nos quedamos varios días. 13- Un sábado, pensando que en las afueras de la ciudad, junto al río, tendrían los judíos un lugar de oración, fuimos allá; y nos sentamos y hablamos del evangelio a las mujeres que se habían reunido. 14- Una de ellas se llamaba Lidia; procedía de la ciudad de Tiatira y era vendedora de telas finas de púrpura. A esta mujer, que adoraba a Dios, el Señor la movió a poner toda su atención en lo que Pablo decía. 15- Fue bautizada junto con toda su familia, y después nos rogó:
–Si pensáis que de veras soy creyente en el Señor, venid a alojaros en mi casa.
Y nos obligó a quedarnos. 16- Una día, cuando íbamos al lugar de oración, salió a nuestro encuentro una muchacha poseída por un espíritu de adivinación. Era una esclava, que con sus adivinaciones daba a ganar mucho dinero a sus amos. 17- Aquella muchacha comenzó a seguirnos a Pablo y a nosotros, gritando:
–¡Estos hombres son servidores del Dios altísimo y os anuncian el camino de salvación! 18- Así lo hizo durante muchos días, hasta que Pablo, ya molesto, terminó por volverse y decir al espíritu que la poseía:
–¡En el nombre de Jesucristo te ordeno que salgas de ella!
En aquel mismo momento, el espíritu la dejó. 19- Pero los amos de la muchacha, viendo perdidas sus esperanzas de seguir ganando dinero con ella, cogieron a Pablo y a Silas y los llevaron ante las autoridades, a la plaza principal. 20- Los presentaron a los jueces, diciendo:
–Estos judíos están alborotando nuestra ciudad 21- y enseñan costumbres que nosotros no podemos admitir ni practicar, porque somos romanos. 22- Entonces la gente se levantó contra ellos, y los jueces ordenaron que les quitaran la ropa y los azotaran con varas. 23- Después de haberlos azotado mucho, los metieron en la cárcel y ordenaron al carcelero que los vigilase con el mayor cuidado. 24- Recibida esta orden, el carcelero los metió en el lugar más profundo de la cárcel y les sujetó los pies en el cepo. 25- Alrededor de la medianoche, mientras Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios, y los demás presos les estaban escuchando, 26- hubo un repentino temblor de tierra, tan violento que sacudió los cimientos de la cárcel. Al momento se abrieron todas las puertas, y a todos los presos se les soltaron las cadenas. 27- Con esto despertó el carcelero, que, al ver abiertas las puertas de la cárcel, sacó su espada para matarse, pensando que los presos habían huido. 28- Pero Pablo le gritó:
–¡No te hagas ningún daño, que todos estamos aquí! 29- Entonces el carcelero pidió una luz, entró corriendo y, temblando de miedo, se echó a los pies de Pablo y Silas. 30- Luego los sacó y les preguntó:
–Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31- Ellos contestaron:
–Cree en el Señor Jesús y serás salvo tú y tu familia. 32- Y hablaron del mensaje del Señor a él y a todos los de su casa. 33- A aquella misma hora de la noche, el carcelero les lavó las heridas, y luego él y toda su familia fueron bautizados. 34- Los llevó después a su casa y les dio de comer; y él y su familia estaban muy contentos por haber creído en Dios. 35- Por la mañana, los jueces mandaron unos guardias al carcelero con orden de poner en libertad a Pablo y Silas. 36- El carcelero dijo a Pablo:
–Los jueces me han ordenado que os suelte, así que ya podéis iros. 37- Pero Pablo dijo a los guardias:
–A nosotros, que siendo ciudadanos romanos nos han azotado públicamente sin habernos juzgado, y nos han metido en la cárcel, ¿quieren ahora ponernos a escondidas en libertad? ¡Pues no! ¡Que vengan ellos mismos a sacarnos! 38- Los guardias comunicaron estas palabras a los jueces, que se asustaron al oir que se trataba de ciudadanos romanos. 39- Entonces fueron a disculparse ante Pablo y Silas, y los sacaron y les rogaron que se marcharan de la ciudad. 40- Al salir de la cárcel, Pablo y Silas se dirigieron a casa de Lidia, y después de ver a los hermanos y animarlos, se fueron de allí.