sábado, 26 de diciembre de 2009

Poder en la Palabra

Lectura cronológica 87 en los evangelios
Mateo 22:15-33; Mar 12:13-27; Lucas 20:20-40

     A veces estás en conversación con alguien y empiezas a darte cuenta que lo que le interesa no es el tema de la discusión, sino que te está tirando de la lengua para digas algo que puede usar en tu contra. Jesús, quien estuvo la noche anterior en oración (Lucas 21:37), no se desconcierta cuando le ponen trampas. Esta vez lleva el conflicto a otro nivel. ¡Hipócritas! llama a los fariseos, e ¡Ignorantes! a los saduceos. Como desenlace de este encuentro, a las multitudes se les aumenta la admiración por la enseñanza de Jesús y los enemigos abandonan su plan de atraparle.
     Seguro que en algún momento has leído o visto en una película cuando Dios habló con Moisés desde la zarza ardiendo. ¿Te dabas cuenta que había allí una enseñanza sobre la resurrección de los muertos?  Jesús dice a los incrédulos saduceos, que los muertos resucitan, aun Moisés lo enseñó, en aquel pasaje sobre la zarza ardiendo (Lucas 20:37). Esto es un ejemplo de la necesidad de sumergirse en la Palabra de Dios hasta que ella sea la formadora de nuestros pensamientos. Cuando lo piensas, esa conclusión está allí. Dios se presenta a Moisés como Dios de Abraham, difunto durante siglos. De haber pensado así, los saduceos habrían reformado su doctrina sobre la resurrección. Vemos aquí también un ejemplo del uso de la lógica para comprender las Escrituras, una especie de 1+1=2. Dios es el Dios de Abraham. Dios es Dios de vivos. Abraham está vivo. Hay vida después de la muerte.
     Los cristianos del siglo 21 tenemos que aplicar esta clase de inferencia a los textos del Nuevo Testamento que hablan del poder de Dios. Mi padre sabe que tengo necesidad (Lucas 12:30). Él se preocupa por mí. Por lo tanto yo no me preocupo.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Inteligentes y Tontos

Lectura cronológica 86 en los evangelios
Mateo 21:33-22:14; Marcos 12:1-12; Lucas 20:9-19
     Los jefes de los judíos no son tontos. Han comprendido (Mateo 21:45) que Jesús los está desprestigiando ante el pueblo. Y como pasa según el refrán, piensa el ladrón que todos son de su misma condición, no se les ocurre otra cosa que un combate ente ellos y el galileo. Con el inconveniente de que el pueblo está a favor de Jesús. Los jefes de los judíos no son inteligentes. Porque piensan que la única forma de mantener su posición es combatir a Jesús. Pero es al contrario, la única forma de salvarse es someterse a Jesús.
     Los obreros de la viña en la parábola de esta lectura podían haber disfrutado de la prosperidad de la viña. Pero en su maldad querían adueñarse. Y por lo tanto veían al propietario como rival. ¿Y cómo termina la historia? Esta parábola no la termina Jesús sino el mismo público (Mateo 21:41).
     ¡Cuántas veces perdemos beneficios mediante nuestra rebeldía! Rechazamos circunstancias que Dios ha puesto. Resistimos a las personas que él ha nombrado como autoridad. En vez de colaborar alegremente con el Rey Jesús, le seguimos a regañadientes, capitulando cuando no queda otro remedio. Obsesionados con nuestra "libertad", podemos ser tan inteligentes que nos escapamos de la bendición del Señor. La sentencia es terrible, El reino de Dios os será quitado (Mateo 21:41) y será dado a una nación que produzca sus frutos. Dios tiene grandes planes para ti. No te los pierdas.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Duelo en el Templo

Lectura cronológica 85 en los evangelios
Mateo 21:23-32; Mar 11:27-33; Lucas 20:1-8

     No solamente el pueblo madruga para ir al templo para escuchar a Jesús, sino que los principales sacerdotes han decidido hacer de estos días un tiempo de enfrentamiento con él. Ellos caminan siempre sobre la cuerda floja. Su gran miedo es la multitud. Como metan la pata, temen que les maten (Lucas 20:6). Su nombramiento al poder es mediante Herodes, que representa el poder romano. Por eso no caen bien. Además, son saduceos, que no creen en la resurrección. Hay que disfrutar de la vida aquí y olvidar el mas allá. El pueblo, sin embargo, necesita creer en algo. Así que, es un atrevimiento enfrentarse a Jesús delante de la multitud. Y, efectivamente, pierden este round. Donde más destacan es con el politiqueo y la traición.
     Jesús les toma la medida y les presenta con su peor fantasma, Juan Bautista. Desde que ellos y los fariseos rechazaron su mensaje de arrepentimiento, han perdido popularidad. Asunto cerrado, no pueden cuestionar la autoridad de Jesús porque ellos mismos no la tienen.
     Luego Jesús remata con una parábola sobre intenciones. Si das un mal paso, eso no quiere decir que te hayas encerrado en un camino sin retorno. Ellos, que son hombres de familia, comprenderán que el hijo que termina haciendo la voluntad de su padre es el que trae satisfacción. Los que son ejemplos en esto son las prostitutas y los que se han enriquecido a expensas del pueblo.

Días bien aprovechados

Lectura cronológica 84 en los evangelios
Mateo 21:19-22; Mar 11:19-25; Lucas 21:37-38

     El programa de Jesús en estos días de Semana Santa es sencillo. De día (Lucas 21:37) él está enseñando en el templo. Y cuando oscurece, va al monte de los Olivos. No nos dice Lucas qué hacía allí pero sabemos que era para Jesús un lugar de oración. ¿A qué hora empezaba su enseñanza por la mañana? Pues, también nos da la pista Lucas. Todo el pueblo madrugaba para ir al templo a escucharle. Jesús ya dijo antes que el día tiene 12 horas cuando hay que trabajar y él las está apurando al máximo. Y parece que por el camino los discípulos reciben enseñanza. Noches de comunión, días de poder. Yo pido a Dios poder simplificar así mi horario, tiempo para Dios y tiempo para los más allegados y tiempo para servir a los que necesitan introducirse al mensaje de Jesús.
     ¿Y qué significa lo de la higuera? Marcos nos dice (11:20) que cuando pasaban al lado de la higuera vieron que se había secado desde las raíces. Algunos comentaristas lo entienden como ejemplo de lo que pasará con los dirigentes de Israel, que como no dan fruto van a caer bajo maldición. Lo que sí sabemos por la explicación de Jesús es que si tenemos fe no sólo podremos secar higueras, sino mover montañas. Todo lo que pedimos en oración creyendo lo recibiremos (Mat 21.22).
     Es significativo el apunte de Marcos, que nuestro tiempo de oración es tiempo de perdón. ¿Has orado hoy? ¿Has hecho el repaso de que si queda alguien por perdonar?

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Meta a la Vista

Lectura cronológica 83 en los evangelios
Juan 12:20-50

     Se podría decir que la Campaña de Galilea terminó con la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén como rey, montado sobre un burro y rodeado de miles de galileos, y que a partir de ese momento comienzan las preparaciones para la toma de Jerusalén, que se iniciará el Día de Pentecostés. Mientras tanto, Jesús se centra cada vez más en su obra mayor, el sacrifico por nuestros pecados. Se le ve en esta actitud con la llegada de los griegos que quieren verle. El Rey ya no despacha porque es la hora de su entrega. Se siente angustiado, incluso formula esta oración de Getsemaní, Padre sálvame de esta hora. Los presentes tienen el privilegio de escuchar al Hijo dirigiéndose al Padre y pidiendo que glorifique su nombre, y escuchar la respuesta del Padre, diciendo que ya lo ha glorificado y que lo volverá a hacer.
     Como siempre hay gente con el oído más afinado para escuchar las cosas espirituales. Para algunos nos es más que un trueno; para otros es la voz de un ángel. Podríamos preguntar qué quiere decir Jesús cuando dice si soy levantado atraeré a todos a mi mismo? Es una afirmación audaz. ¿Todos van a ser atraídos a Jesús? A continuación Juan explica que él decía esto para indicar de qué clase de muerte iba a morir. Y la gente le entiende. Porque se dan cuenta que si va a ser levantando, entonces no permanecerá para siempre. Y con la contestación que da Jesús le vemos haciendo lo mismo que hace con otras preguntas en este capítulo: profundiza en el tema, sin dar una respuesta directa. La gente de Jerusalén que le escucha tendrá que meditar en estas palabras y a lo mejor cuando llegue el día del Espíritu Santo alguno de ellos se dará cuenta que han escuchado a su Mesías y se entregará a él. Entre los que creen (v 46) hay muchos de la clase dirigente, pero la influencia más fuerte en su vida es el qué dirán. Entonces Jesús busca la oportunidad para seguir hablando de la luz, y la seriedad de rechazarla.
     Y el último versículo nos deja un pensamiento para nuestra meditación. El mandamiento es vida eterna. Esto nos recuerda un mandamiento que dio Jesús, de que trabajemos, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna (Juan 6:27).

lunes, 21 de diciembre de 2009

Un Rey con Autoridad

Lectura cronológica 82 en los evangelios
     Jesús tiene autoridad sobre la naturaleza. Con su palabra manda que se seque la higuera. Tiene autoridad en la casa de Dios, limpiándola de la explotación económica que han establecido allí. Tiene autoridad también entre el pueblo. Leemos incluso que los jefes de los judíos le tenían miedo (Marcos 11:18). Va quedando claro que si él no quiere, no le van a matar. No hay forma. Más adelante seguirán con el mismo dilema, temiendo que el pueblo se alborote por Jesús (Mateo 26:6). La solución sería que alguno de los íntimos de Jesús les indicase cómo atraparle en ausencia de la multitud.
     El día anterior entró en la ciudad como rey, y hoy está actuando como rey. Algunos podrían pensar en David, que después de consolidar su autoridad entró en Jerusalén y estableció allí el culto, trayendo el arca de Dios. Jesús no sólo limpia el templo, sino que lo ocupa, enseñando allí diariamente (Lucas 19:47). Luego, a los que vienen a atraparle les va a reprochar su método recordándoles que él estaba presente en público diariamente (Mateo 26:55) .
     Una reflexión: desde el comienzo de esta lectura cronológica de los 4 evangelios vengo pensando en cómo Jesús aprovecha el tiempo. Duerme agotado en una barca en medio de la tempestad. Está a disposición de la gente continuamente, y sobre todo se dedica a los 12 apóstoles. ¿Y yo? ¿Estoy invirtiendo mi tiempo en una empresa eterna? ¿Por qué perdí inútilmente esas horas ayer? Podría excusarme diciendo que ni soy Jesús ni tengo sus circunstancias. También podría decir que estoy haciendo las cosas lo mejor que puedo. O podría aspirar a seguir sus pasos y hacer que cada hora cuente. Para ello tengo que regresar a Marcos 1:35 donde se ve su costumbre de madrugar y pasar un tiempo con su Padre para tener claro lo que iba a hacer ese día. De esa manera él puede decir Mi Padre nunca deja de trabajar y yo tampoco (Juan 5:17, Biblia en Lenguaje Sencillo).
     Me propongo seguir también a Pablo quien dijo, He trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí (1 Corintios 15:10).

domingo, 20 de diciembre de 2009

El Rey entra en su ciudad



Lectura cronológica 81 en los evangelios


     Este es el día que lleva esperando Jerusalén durante 700 años (Zacarías 9:9). Los que esperaban que el reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro (Lucas 19:12) pueden pensar que ya llegó. Me imagino las especulaciones de los jefes de los judíos. ¿El curandero de Galilea al final nos va a estropear la fiesta? Arropado de tanta gente llegada de todas partes para la Pascua, será muy difícil realizar su plan de matar a Jesús. Su estrategia depende del sigilo, la oscuridad y la traición (Mateo 26:4).
     Jesús, llegando a la ciudad, llora (Lucas 19:41) porque Jerusalén, al rechazar a su rey verdadero, está abriendo la puerta para que vengan los ejércitos de Roma y la destruyan.
     Son especialmente interesantes algunos detalles que anota Juan. Los que inician esta entrada triunfal son peregrinos que han venido a la fiesta. No son gente de Jerusalén. Probablemente muchos de ellos le han acompañado desde Galilea, aumentando continuamente al pasar por Perea y Jericó. Luego se juntan gente de Jerusalén, que son los mismos que presenciaron el milagro de Lázaro.
     Con tantos seguidores podemos imaginarle organizando una toma de la ciudad. Por muy preparados que estén los romanos, sería difícil resistirse contra un levantamiento de casi toda la población judía de varias provincias. Pero Jesús está realizando otro propósito. Al cumplir la profecía, Hija de Sión, tu Rey viene a ti humilde y montado en una asna y en un pollino, bestia de carga, está dando a todos en Jerusalén la oportunidad de aceptarle o rechazarle. Y le rechazan. A lo suyo vino y los suyos no le recibieron (Juan 1:11). Y esta forma de presentarse les va a servir más adelante para convencer a Pilato que crucifique a Jesús (Juan 19:19).
     Jesús nació para reinar. Lo sabían los magos. Herodes trató inútilmente de impedírselo. No sólo en la entrada triunfal en el Domingo de Ramos, sino en todo momento de su vida antes y después, e incluso en su muerte, Él estaba en control. Y sigue. Ahora está sentado en un trono, y corresponde a los que decimos ser sus seguidores decirle al unísono, "Reina entre tu pueblo hasta que no quede resistencia a tu reino".