Texto de la semana Juan 20:21-23
Menú completo de hoy Juan 17
Cuando Dios envió a su Hijo, fue de la siguiente manera: por amor a vosotros se hizo pobre siendo rico, para que vosotros con su pobreza fuerais enriquecidos (1 Corintios 8:9). Jesús se despojó a si mismo (Filipenses 2:7). Ahora, en Juan 17, hace una petición, Glorifica a tu Hijo (v 1). Se acerca el momento cuando todo el universo verá la gloria del Jesús. Sin embargo, sus discípulos ya la han visto. Vimos su gloria. (Juan 1:14). La palabra que se traduce gloria (doxa), tiene que ver con la estima, el enaltecimiento. ¡Qué cantidad de cosas hacen las personas para que se les tenga en estima. Jesús no tiene que hacer nada porque sabe (Juan 13:3) que el Padre le ha entregado todas las cosas. Por eso cantamos, Toda la gloria a Jesús.
Pero no se la queda. Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me has amado, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado (17:22-23).
¿En qué forma sirve la gloria para que tengamos unidad? Muy sencillo, si sabes que Cristo te ha transmitido su gloria, entonces no tienes que subirte por encima de nadie porque no hay lugar más alto que el que tú ya ocupas. Somos realeza en incógnito. No tienes problema en servir a tu hermano porque él también lleva la gloria de Jesús y el servirle es como servir a Jesús. Y sirviéndose todos unos a otros, imagínate la unidad.
¿Sufres de falta de autoestima? En vez de maquillaje, date un baño de gloria. Jesús te da la gloria que recibió del Padre.
Dirán de ti y de tu iglesia, como decían de Jesús, Vimos su gloria.
¿Me conformo con la gloria que Jesús me da?