sábado, 1 de enero de 2011

La Gloria

Texto de la semana          Juan 20:21-23
Menú completo de hoy     Juan 17

    Cuando Dios envió a su Hijo, fue de la siguiente manera: por amor a vosotros se hizo pobre siendo rico, para que vosotros con su pobreza fuerais enriquecidos (1 Corintios 8:9). Jesús se despojó a si mismo (Filipenses 2:7). Ahora, en Juan 17, hace una petición, Glorifica a tu Hijo (v 1). Se acerca el momento cuando todo el universo verá la gloria del Jesús. Sin embargo, sus discípulos ya la han visto. Vimos su gloria. (Juan 1:14). La palabra que se traduce gloria (doxa), tiene que ver con la estima, el enaltecimiento. ¡Qué cantidad de cosas hacen las personas para que se les tenga en estima. Jesús no tiene que hacer nada porque sabe (Juan 13:3) que el Padre le ha entregado todas las cosas. Por eso cantamos, Toda la gloria a Jesús.
    Pero no se la queda. Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me has amado, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado (17:22-23).
    ¿En qué forma sirve la gloria para que tengamos unidad? Muy sencillo, si sabes que Cristo te ha transmitido su gloria, entonces no tienes que subirte por encima de nadie porque no hay lugar más alto que el que tú ya ocupas. Somos realeza en incógnito. No tienes problema en servir a tu hermano porque él también lleva la gloria de Jesús y el servirle es como servir a Jesús. Y sirviéndose todos unos a otros, imagínate la unidad.
    ¿Sufres de falta de autoestima? En vez de maquillaje, date un baño de gloria. Jesús te da la gloria que recibió del Padre.
    Dirán de ti y de tu iglesia, como decían de Jesús, Vimos su gloria.
¿Me conformo con la gloria que Jesús me da?

viernes, 31 de diciembre de 2010

Nos hemos quedado cortos

Texto de la semana        Juan 20:21-23
Menú completo de hoy   Juan 16

    Jesús está preparando a sus discípulos para su ausencia. Ya les advirtió (Juan 14:3) que volverá para llevarlos a un lugar preparado. Mientras tanto su lugar es aquí donde los quieren matar (Juan 16:2). No se trata de una condición pasajera, sino que en el mundo tenéis tribulación (v 33). Los amigos de Jesús están ubicados en medio de sus enemigos.
    En este tiempo hay unas cuantas cosas que son la experiencia "normal" de los seguidores de Jesús.
  • Nuestra vida se centra en el amor los unos hacia los otros (Juan 13:34; Juan 15:12; Juan 15:17)
  • Tenemos la presencia de Jesús mediante el Espíritu Santo en nuestras vidas (Juan 14:16 y 25; Juan 15:26)
  • También es "normal" ganar la enemistad de todos los que no se han comprometido con él, los del "mundo", que está bajo el control del enemigo número 1. Por eso Jesús pide más adelante que seamos guardados del maligno pero no sacados del mundo (Juan 17:15). Aunque haya ocasiones de "visitación", cuando hallamos favor con todo el pueblo (Hechos 2:47), se trata de momentos puntuales y excepcionales.
A lo que vamos: creo que en todo esto nos hemos quedado cortos (si no es así, por favor escribe un comentario aclarando qué es lo que sucede; si este análisis es cierto, comenta qué pasos hay que tomar para corregir)
  • Nuestro amor es más de palabra que de hechos. No amamos como Jesús amó (Juan 15:12). A algunos nos sobran cosas cuando a nuestros hermanos les faltan.
  • En vez del Espíritu Santo nos hemos contaminado con el Espíritu del mundo. 
  • Nos hemos quedado cortos también en conseguir la enemistad del mundo. (Desde luego, esto no hay que procurarlo. Es suficiente que practiquemos el estilo de vida de los Amigos de Jesús.) Probablemente nos hemos hecho demasiado amigos del mundo. Es imposible que seamos enviados como el Padre envió al Hijo, sin resultar un estorbo para los poderes que rigen en el mundo.

    ¿Te has fijado lo fácil que hubiese sido para Jesús establecer su reino mediante la prepotencia? Hasta sus enemigos reconocían su capacidad de convocatoria (Juan 12:19). Podía haber reunido grandes multitudes para volcar la autoridad establecida. Con sus milagros podía haber eliminado cualquier resistencia. Pero tanto él como su precursor Juan Bautista se sometieron a la muerte. Formaba parte de su estrategia. Así venció al mundo (16:33).
(Comentario realizado en La Seu d'Urgell, 31/12/2010)
¿Nos proponemos llegar hasta el final?

jueves, 30 de diciembre de 2010

Los amigos de Jesús

Texto de la semana           Juan 20:21-23
Menú completo para hoy  Juan 15

    Como las 12 tribus de Israel constituían un pequeño enclave en medio de naciones hostiles pero bajo la protección de Dios, así los cristianos forman una nación santa (1 Pedro 2:9), ya no definida geográficamente, sino por sus características que la diferencian de la sociedad en general. Esta nueva nación empezó con 12 hombres elegidos por Jesús. Su cualidad principal era una intensa lealtad hacia el Maestro. Llegó el momento cuando él decía, Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor- pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre os las he dado a conocer (Juan 15:15).
    Los Amigos de Jesús son los que componen la nueva sociedad. La palabra “amigo” (griego – “filos”) forma la base de la palabra “amar” cuando Pedro le dice a Jesús, Tú sabes que te quiero (Juan 21:15). Se podría decir que la descripción principal de Los Amigos de Jesús es que son gente que se quieren. No hay que escribir una ley, de que hay que cuidar a los necesitados o respetar a los mayores porque estamos conectados directamente con la fuente de amor como el pámpano con la vid (Juan 15:5); nos ocupamos los unos de los otros por naturaleza. Así se pudo decir, No había entre ellos ningún necesitado (Hechos 4:35) en esta nueva sociedad. Mira la cadena de amor en Juan 15:9-17.
    Sobre gustos puede que no haya nada escrito, pero sobre preferencias personales sí. Dios no obliga a nadie. Cuando Jesús habla de las dos grandes divisiones en la humanidad, sus Amigos y el mundo (15:19), los hay que guardan su Palabra y los hay que persiguen a los suyos.. Se ve aquí la verdad del texto de la semana, Como el Padre me envió, así también yo os envío. La luz de Jesús y la nuestra brilla en medio de un ambiente hostil.
¿Acepto todo lo que conlleva ser amigo de Jesús?

miércoles, 29 de diciembre de 2010

El Buen Pastor provee para el futuro
Texto de la semana       Juan 10:1-18
Menú completo de hoy  Juan 14

Jesús ya habló del Espíritu Santo. A Nicodemo le dijo que había que nacer del Espíritu (Juan 3). En el 7:37 cuando invita a toda la gente a venir a beber, está hablando del Espíritu, que no ha venido todavía. Ahora, en su última noche con los discípulos, les comparte este secreto con más detalle.
Jesús observa el estado de ánimo de los discípulos. Se les va turbando el corazón (14:1). El ambiente es de preocupación. Se sienten huérfanos (v 18). Jesús no puede negar la aparente tragedia de su inminente muerte. Pero trata de explicarles lo que pasará de verdad. Al otro lado del túnel se está mucho mejor.
Primero les habla del futuro final, de las “habitaciones” que él va a preparar. Pablo luego utiliza este mismo término para hablar del cielo (2 Corintios 5:1). A Pablo no se le turba el corazón, sino que expresa su gran deseo de llegar a ese sitio.
En cuanto a cómo llegar allí, eso es de lo más sencillo. Hay un pastor, y somos sus ovejas. Él es el camino que cuando lo seguimos, nunca nos equivocaremos. Él es la verdad que, aunque nuestras mentes puedan estar llenas de interrogantes, nuestro corazón descansa sabiendo que con Jesús estamos en lo cierto. Él es la vida. Lo que vamos a tener en el futuro, lo tenemos ya en Cristo. Lo que la gente ahora considera vida está llena de trabas que cuando se quiten, se nos permitirá disfrutar plenamente.
Y en medio de estos tiempos difíciles, tenemos plena provisión para sobrevivir y triunfar mediante el Consolador. Jesús llama al Espíritu Santo Parakletos, el que acompaña para ayudar. Los discípulos tardaron algún tiempo en aprovechar estas promesas. Tú y yo las tenemos ahora en toda su fuerza. Por favor, devora este capítulo, y no olvides de aprovechar el v 13.
¿Me puede faltar algo que el Pastor olvidó?

martes, 28 de diciembre de 2010

Un ejemplo de amor

Texto de la semana       Juan 10:1-18
Menú completo de hoy  Juan 13

Hemos visto la especial relación de amor entre el Padre y el Hijo, y que también nosotros somos objeto de este amor. Pero la cadena de amor no termina con el amor de Dios hacia nosotros. Jesús dijo, Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros (Juan 13:34,35).
¿Se puede tomar en serio la idea de amar así a personas que no son de nuestra familia, y que quizá no correspondan a nuestra amistad? ¿El amor del Buen Pastor, que su vida da por las ovejas? Imagínate el efecto entre todos los cristianos si el ejemplo que pone Jesús formara parte de nuestra mentalidad.
En primer lugar los amó hasta el fin (13:1). Como dice en 1 Corintios 13, El amor nunca deja de ser. Jesús, en el momento en que su mente se ocupa del poder que se centra en su persona (Juan 13:3), se levanta de la cena, quita su manto, y adopta el atavío y la actividad de un criado. Esto es el amor con que nos hemos de amar los unos a los otros.
Jesús no pierde categoría cuando les lava los pies a los discípulos. A lo mejor pensaríamos, “Si me humillo así, se van a acostumbrar a que les dé este trato siempre.” El lavarle los pies a un hermano (o sacar la basura, u ofrecerle el manjar más suculento), forma parte del mismo milagro de Juan 12:24-26. Es la sepultura de la semilla, lo que garantiza su resurrección y multiplicación.
Lo que Jesús hizo como ejemplo dramático, lo recomienda como práctica continua, como actitud fija entre creyentes. Parece que no hay que preocuparse de que alguien se aproveche de nuestra “servicialidad”.
¿Cómo empiezo a formar esta actitud?

lunes, 27 de diciembre de 2010

Intimidad con el pastor

Texto de la semana       Juan 10:1-18
Menú completo hoy      Juan 12

¿Has visto donde pasa Jesús su última semana? En casa de Marta y María y Lázaro. Una frase que describe este trío de hermanos sería, los que escuchan la voz del Buen Pastor. Lázaro, de manera especial, se cuenta entre los que oyeron su voz desde los sepulcros (5:28). María era la que se sentaba a los pies de Jesús y oía su palabra (Lucas 10:39). Incluso Marta, aunque la conocemos como la que se ocupa demasiado de sus trabajos de anfitriona, cuando se entera de la llegada de Jesús, es la primera que sale a encontrarle (Juan 11:20) y da claro testimonio de su fe, Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo (11:27). La fe viene por el oír (Romanos 10), y ella tiene fe. Esta casa de Betania es el pequeño enclave donde Jesús, lejos de su hogar en Galilea, puede descansar. Las ovejas cuidan de su Pastor.
Aunque Jesús atiende a las multitudes en estos días, le vemos de manera especial con su pequeño rebaño (Ver Lucas 12:32). Vienen unos forasteros que quieren conocer al famoso galileo y buscan un enchufe (Juan 12:21) en uno de los discípulos que tiene nombre griego. No se nos informa de ninguna entrevista, aunque tanto Felipe como Andrés juntos los presentan. ¿Por qué da Jesús esa respuesta acerca del grano de trigo? Se está refiriendo claramente a su muerte inminente. Estando en el cuerpo, sólo puede relacionarse íntimamente con un número reducido de seguidores. Para tener mucho fruto tiene que morir.
Ahora ese fruto somos tú y yo, juntamente con todos los forasteros que quisieran acercarse al Maestro. Tú en tu trabajo y yo en mi pueblo extremeño podemos tener íntima comunión con Jesús. Nos concede todas las entrevistas que queremos. Es más, se nos concede también entregar nuestras vidas para tener fruto en otras vidas.
¿Cómo valoro mi intimidad con Jesús?

domingo, 26 de diciembre de 2010

El túnel

Texto de la semana       Juan 10:1-18
Menú completo de hoy  Juan 11

Con la resurrección de Lázaro tenemos el séptimo y último milagro (si no contamos el trueno del c 12) que cuenta Juan (aparte de la resurrección de Jesús mismo). Tal impacto resulta de este evento, que los jefes de los judíos consideran prudente no solamente matar a Jesús, sino también dar muerte otra vez a Lázaro (12:10). Sería como hundir un balón de aire en el agua. La historia de Lázaro le sirve a Jesús para enseñar que él es la vida (11:25). Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Todos los milagros en el evangelio de Juan tienen su enseñanza, aparte de afirmar la autoridad de Jesús. La resurrección de Lázaro enseña sobre la muerte y la vida. Nos da, de forma gráfica, otra perspectiva de la muerte. Me acuerdo de la impresión que llevé en un entierro donde la familia decía, en su “último” adiós, para siempre, para siempre. Pero en Cristo la muerte no es así. Es como un túnel que atraviesa la montaña. Desde fuera ves entrar los vehículos y parece que les traga la montaña. Pero luego salen, para llegar a su destino.
Es cierto que Jesús llora ante la tumba de Lázaro y ¡quién no! La muerte siempre es un momento de dolor. Pero es un momento. Es esencial que los cristianos vivamos esta vida desde la perspectiva de la eternidad. Cuando Jesús, como Buen Pastor, da su vida por sus ovejas, es pasar por el túnel. Pongo mi vida para volverla a tomar. (Juan 10:17). Él llegó a ser las primicias para todos los que le siguen (1 Corintios 15:20). Abrió el túnel.
Sería un ejercicio muy útil redactar la diferencia entre los que ven la muerte como paso a otra vida y los que la ven como callejón sin salida. En el trato con los demás, en las cosas materiales...
¿Como demuestro que creo en la resurrección?