Vitaminas (Lectura mínima) 1
Tesalonicenses 3:1-5
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Tesalonicenses 3
Dos veces en este breve capítulo dice Pablo que había algo
que no podía soportar. No se trata del calor o del frío o de las privaciones
económicas. Todo eso lo soporta. Ni siquiera encuentra insoportables las
persecuciones que sufre por causa del evangelio, porque cuando salió de
Tesalónica huyendo de los enemigos, en seguida se metió en otra ciudad para
predicar como venía haciendo.
Lo que no soporta este hombre es no saber cómo están
sus hijos. Cuando leo esto me pregunto por qué no me preocupan más las
personas. Y tengo que reconocer que me falta mucho por llegar a estar tan cerca
del amor de Cristo como estaba Pablo.
Hay otra cosa muy difícil de soportar, que es la soledad.
Pero Pablo está dispuesto a quedar solo, con el fin de tener noticias de este
querido grupo de personas, así que prosigue con su trabajo en Corinto (Hechos
18) sin el apoyo de Timoteo y Silas.
Ya hemos comentado que para algunas personas Pablo resulta
demasiado radical para considerarle como modelo. Pero él simplemente seguía a
Cristo que también era radical, llegando a ofrecer su vida en sacrificio por
los demás. El evangelio es radical, produce cambios radicales en nosotros, de
modo que nuestros valores cambian y se elimina el egoísmo. Lo que frena el
evangelio es precisamente que estemos dispuestos a soportar situaciones que a
Dios no le agradan.
¿Qué es lo que no soporto?