Conocemos la historia del “Santo Job”, el de la paciencia. Y los largos discursos de sus amigos. ¿Cómo llegar esta vez a este relato de forma que realmente nos sirva de alimento para nuestro crecimiento espiritual?
Para empezar, captemos el drama del escenario:
- · Dios reta a Satanás y éste devuelve el reto
- · ¿Qué hace Satanás? 4 mensajes de desastres, calculados para romper cualquier confianza que tuviese Job en la bondad de Dios
1. Un ataque relámpago que resultaba en el robo de gran parte de sus posesiones
2. La pérdida de sus ovejas y criados
3. En lo que parece un golpe final pierde sus camellos y no le queda nada
4. Pero Satanás no ha terminado: como último toque mata a todos los hijos de Job
- · La reacción inmediata de Job no es lo que esperamos, e indica la dirección que va a tomar el resto del libro: después de rasgar su ropa y afeitar su cabeza se dispone a adorar al Señor con esa expresión clásica, El Señor ha dado; el Señor ha quitado. ¡Bendito sea el nombre del Señor!
- · Entonces el reto continúa…
- · Y Job se mantiene a pesar de perder el apoyo de su mujer.
Ya que hemos sufrido con Job su desgracia, sigamos sufriendo con él en su lamento y en las palabras de desconsuelo de sus amigos.
Pensemos: ¿cómo explicarías a un amigo el propósito de Dios en permitir todo esto?