Vitaminas (Lectura mínima) Romanos 3:21-29
Menú completo Romanos 3
Si vas a ser un mensajero de Dios y si tu vida va a ser el medio principal de presentación de tu mensaje, entonces tienes que saber distinguir muy bien entro lo que Dios ha hecho y lo que tú has hecho. El testimonio de Pablo era “que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero” (1 Timoteo 1:15). Hay que tener mucho cuidado de presentarnos como “gente buena”
He conocido a vecinos de creyentes que decían, “parece gente tan buena que yo nunca podría ser uno de ellos”. Y eso es lo contrario de lo que queremos comunicar. Romanos 3 indica cómo es todo ser humano. No hay diferencia (v 22). Una de las grandes dificultades para que nuestros amigos conozcan la salvación de Dios es cuando dicen cosas como “siempre intento tratar bien a los demás”, o “lo más importante es estar en paz conmigo mismo”. Estas personas no han entendido que los cristianos no son personas que se han hecho buenas, sino pecadores rescatados por la sangre de Cristo. “No hay justo, ni aún uno” (Romanos 3:10).
¿Tienes algún amigo no creyente que se considera persona muy buena? Puedes decirle, “Qué pena. Si no fueras tan bueno podrías ser cristiano. Porque Dios no conoce a nadie que no sea pecador. Lo mejor que me pasó a mí era darme cuenta que me era imposible agradar a Dios. Entonces le pedí que me perdonara y empezó una nueva vida.” Esto es el mensaje de Romanos 3. Léelo detenidamente.
¿ Tengo claro que Dios solo salva a pecadores?