Jerusalén es el lugar de comienzo de la iglesia. Pero Jesús preveía una familia mundial no centrada en ninguna sede geográfica. En el libro de Hechos estamos viendo cómo se desplaza la actividad de Jerusalén a Antioquía de Siria (la tercera ciudad más grande del imperio romano en ese tiempo, después de Roma y Alexandría). Los 3 viajes misioneros de Pablo tienen su comienzo en Antioquía.
Jerusalén ha tenido una influencia importante en el desarrollo de Antioquía:
- Los creyentes huyendo de la persecución acaban introduciendo el evangelio en Antioquía (Hechos 11:20) ✮✮✮✮✮
- La noticia de la buena respuesta a esta evangelización lleva a los responsables en Jerusalén a enviar a Bernabé a encargarse del desarrollo (Hechos 11:22-23) ✮✮✮✮✮
- Otros "maestros" quieren convencer de su particular punto de vista (Hechos 15:1) ✰✰✰✰✰ cero estrellas
Estos últimos, si consiguen su propósito habrán puesto fin al ministerio de Pablo entre los gentiles y habrán negado la instrucción que Dios dio a Pedro en Hechos 10.
Por eso Pablo y Bernabé regresan a Jerusalén donde se encuentran los 12 apóstoles, para que puedan seguir predicando el Evangelio sin Trabas y que los que se convierten no tengan que pasar por el judaísmo para seguir a Jesús.
3. La
asamblea de Jerusalén
Decisión de los apóstoles y los ancianos
15:1- Por aquel
tiempo, algunos que habían ido de Judea a Antioquía comenzaron a enseñar a los
hermanos que no podían ser salvos si no se sometían al rito de la circuncisión,
conforme a la práctica establecida por Moisés. 2- Pablo y Bernabé tuvieron por
esto una fuerte discusión con ellos. Luego se decidió que Pablo, Bernabé y
algunos otros fueran a Jerusalén, a tratar este asunto con los apóstoles y
ancianos de la iglesia de aquella ciudad.
3- Enviados, pues, por los de la iglesia de Antioquía, al pasar por las regiones de Fenicia y Samaria contaron cómo los no judíos habían dejado sus antiguas creencias para seguir a Dios. Y todos los hermanos se alegraron mucho de estas noticias. 4- Al llegar a Jerusalén, Pablo y Bernabé fueron recibidos por la iglesia, y por los apóstoles y ancianos, y contaron todo lo que Dios había hecho con ellos. 5- Pero algunos fariseos que habían creído se levantaron y dijeron: "Es preciso circuncidar a los creyentes que no son judíos, y mandarles que cumplan la ley de Moisés."
6- Se reunieron entonces los apóstoles y los ancianos para estudiar este asunto. 7- Después de mucho discutir, Pedro se levantó y dijo: "Hermanos, ya sabéis que hace tiempo Dios me escogió entre vosotros para comunicar la buena noticia de la salvación a los no judíos, para que también ellos crean. 8- Y Dios, que conoce los corazones, mostró que los aceptaba, pues les dio el Espíritu Santo a ellos lo mismo que a nosotros. 9- Dios no ha hecho ninguna diferencia entre ellos y nosotros, ya que también ha purificado sus corazones por medio de la fe. 10- Así pues, ¿por qué desafiáis a Dios imponiendo sobre estos creyentes una carga que ni nosotros ni nuestros antepasados hemos podido soportar? 11- En realidad, nosotros creemos que somos salvados gratuitamente por la bondad del Señor Jesús, lo mismo que ellos."
12- Todos escucharon en silencio lo que Bernabé y Pablo decían acerca de las señales y milagros que Dios había hecho por medio de ellos entre los no judíos. 13- Cuando terminaron de hablar, Santiago dijo: "Hermanos, oídme: 14- Simón nos ha contado cómo Dios favoreció por primera vez a los no judíos, escogiendo también de entre ellos un pueblo para sí mismo. 15- Esto está de acuerdo con lo que escribieron los profetas, como dice la Escritura:
3- Enviados, pues, por los de la iglesia de Antioquía, al pasar por las regiones de Fenicia y Samaria contaron cómo los no judíos habían dejado sus antiguas creencias para seguir a Dios. Y todos los hermanos se alegraron mucho de estas noticias. 4- Al llegar a Jerusalén, Pablo y Bernabé fueron recibidos por la iglesia, y por los apóstoles y ancianos, y contaron todo lo que Dios había hecho con ellos. 5- Pero algunos fariseos que habían creído se levantaron y dijeron: "Es preciso circuncidar a los creyentes que no son judíos, y mandarles que cumplan la ley de Moisés."
6- Se reunieron entonces los apóstoles y los ancianos para estudiar este asunto. 7- Después de mucho discutir, Pedro se levantó y dijo: "Hermanos, ya sabéis que hace tiempo Dios me escogió entre vosotros para comunicar la buena noticia de la salvación a los no judíos, para que también ellos crean. 8- Y Dios, que conoce los corazones, mostró que los aceptaba, pues les dio el Espíritu Santo a ellos lo mismo que a nosotros. 9- Dios no ha hecho ninguna diferencia entre ellos y nosotros, ya que también ha purificado sus corazones por medio de la fe. 10- Así pues, ¿por qué desafiáis a Dios imponiendo sobre estos creyentes una carga que ni nosotros ni nuestros antepasados hemos podido soportar? 11- En realidad, nosotros creemos que somos salvados gratuitamente por la bondad del Señor Jesús, lo mismo que ellos."
12- Todos escucharon en silencio lo que Bernabé y Pablo decían acerca de las señales y milagros que Dios había hecho por medio de ellos entre los no judíos. 13- Cuando terminaron de hablar, Santiago dijo: "Hermanos, oídme: 14- Simón nos ha contado cómo Dios favoreció por primera vez a los no judíos, escogiendo también de entre ellos un pueblo para sí mismo. 15- Esto está de acuerdo con lo que escribieron los profetas, como dice la Escritura:
16- ‘Después de esto volveré y reconstruiré la casa caída de David; reconstruiré sus ruinas y la volveré a levantar, 17- para que los demás busquen al Señor junto con todas las naciones que han sido consagradas a mi nombre. 18- El Señor, que dio a conocer estas cosas desde tiempos antiguos, ha dado su palabra.’
19- “Por lo tanto, considero que no se debe imponer la
carga de la ley a aquellos que, no siendo judíos, dejan sus antiguas creencias
para seguir a Dios. 20- Basta con escribirles que se aparten de todo lo que
haya sido contaminado por los ídolos, que eviten toda inmoralidad sexual y que
no coman carne de animales estrangulados o ahogados, ni tampoco sangre. 21- Porque
desde los tiempos antiguos hay en cada pueblo quienes predican la ley de
Moisés, que se lee en las sinagogas todos los sábados.”
22- Los apóstoles y los ancianos, con toda la iglesia,
decidieron enviar a algunos de ellos con Pablo y Bernabé a Antioquía.
Escogieron a Judas, también llamado Barsabás, y a Silas, que eran hombres de
importancia entre los hermanos, 23- y con ellos mandaron la siguiente carta:
“Nosotros, los apóstoles y ancianos, hermanos vuestros, saludamos a los hermanos no judíos que viven en Antioquía, Siria y Cilicia. 24- Hemos sabido que algunas personas han ido de aquí sin nuestra autorización, y que os han molestado con sus palabras y os han confundido. 25- Por eso, de común acuerdo, nos ha parecido bien escoger a algunos de entre nosotros para que vayan a veros junto con nuestros muy queridos hermanos Bernabé y Pablo, 26- quienes han puesto sus vidas en peligro por la causa de nuestro Señor Jesucristo. 27- Así que os enviamos a Judas y Silas: ellos hablarán personalmente con vosotros para explicaros todo esto. 28- Pues ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponeros más cargas que estas indispensables: 29- que no comáis carne de animales ofrecidos en sacrificio a los ídolos, que no comáis sangre ni tampoco carne de animales ahogados, y que evitéis toda inmoralidad sexual. Si os guardáis de estas cosas, actuaréis correctamente. Que os vaya bien.”30- Ellos, después de despedirse, se dirigieron a Antioquía y, habiendo reunido a la comunidad, les entregaron la carta. 31- Cuando los hermanos la leyeron, se alegraron mucho por el consuelo que les ofrecía. 32- Y como Judas y Silas también eran profetas, consolaron y animaron a los hermanos hablando largamente con ellos. 33- Al cabo de algún tiempo, los hermanos los despidieron con saludos de paz, para que regresaran junto a quienes los habían enviado. 34- 35- Pero Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía y, junto con otros muchos, siguieron enseñando y anunciando el mensaje de la buena noticia del Señor.
4. Segundo
viaje misionero de Pablo
Pablo y Bernabé se separan36- Algún tiempo después, Pablo dijo a Bernabé: "Vayamos a visitar otra vez a los hermanos en todas las ciudades donde hemos anunciado el mensaje del Señor, para ver cómo siguen." 37- Bernabé quería llevar con ellos a Juan, el también llamado Marcos; 38- pero a Pablo no le pareció oportuno llevarle, porque Marcos los había abandonado en Panfilia y no había permanecido con ellos en el trabajo. 39- Fue tan serio el desacuerdo, que terminaron separándose: Bernabé se llevó a Marcos y se embarcó para Chipre, 40- mientras Pablo esccogió a Silas, y encomendado por los hermanos al amor del Señor, salió de allí 41- y pasó por Siria y Cicilicia animando a los hermanos en las iglesias.