Texto de la semana – Romanos 11:30-36
Menú completo Romanos 16
¿A cuántos individuos puedes contar en Romanos 16, entre los que reciben saludos y los que envían saludos? Cuando hagas la cuenta podemos contrastar resultados. No son nombres solamente, sino personas que han ayudado, colaboradores, los que han expuesto su vida por Pablo. Son iglesias que se reúnen en diferentes casas, Son personas amadas, parientes, apóstoles, gente estimada, escogidos en el Señor, una “madre” de Pablo. Son santos y personas que han hospedado a Pablo. Son personas con oficio concreto. Hay uno con pluma en mano, escribiendo mientras Pablo dicta, y le da tiempo insertar su propio saludo.
Son la iglesia, en Roma y en Corinto, donde se encuentra Pablo en ese momento. De repente nos damos cuenta que Pablo no ha estado escribiendo una tesis doctoral para que le otorguen un título. Escribe pensando en Epeneto, en Urbano y todos los demás que forman la vanguardia de la iglesia cristiana en Roma. He leído de un gran predicador que cuando prepara su sermón está pensando en la hermana tal y en el hermano Fulano, en personas concretas que serán alimentadas con sus palabras.
Debe de ser obvio pero a veces nos olvidamos, de que NO HAY IGLESIA SIN PERSONAS Y SIN RELACIONES. Lo que le estimula a Pablo a esforzarse y escribir esta epístola es el pensar en individuos a los que quiere.
No recomiendo la memorización de Romanos 16, por lo menos no antes de aprender los otros 15 capítulos. Son nombres difíciles de pronunciar. Pero podemos quedarnos con estas palabras, que para el Dios que venimos conociendo en toda su compasión y toda su soberanía, Al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amen.
Cuando pienso en los creyentes que conozco ¿qué misión siento de parte del Señor?