Vitaminas (Lectura mínima): 1 Corintios 12:21-31
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Pablo ya ha comentado (1:7) que a esta iglesia no les falta ningún don. ¿Por qué entonces reina entre ellos la confusión que vemos en este capítulo? ¿Y por qué tantos problemas entre ellos como hemos visto en los 11 capítulos anteriores?
El ojo está diciendo a la mano, “paso de ti” (v 21). Cuando pensamos que podemos prescindir de un hermano en la fe porque no nos cae bien o porque está en error o porque nos irrita o porque pensamos que nos obstaculiza o porque se cree superior o porque no es de mi raza, estamos cayendo en el error de Corinto. El cuerpo ha de ser coordinado por el cerebro, no por los gustos de cada miembro.
En este mogollón de miembros, que son los diferentes dones que Dios da a la iglesia, lo que falta es el cerebro. Ya hemos leído que Cristo es la cabeza (c 11). ¿Recuerdas lo de la mente de Cristo? Se trata de que nos hagamos más pequeños. Así Dios puede hacer lo que quiere.
¿Estoy dispuesto a que Cristo sea la cabeza?