Vitaminas (Lectura mínima) Lucas 15:1-7
Menú completo Lucas 15
Jesús contó muchas parábolas, historias que nos enseñan distintos aspectos del Reino de los Cielos. Pero en este capítulo hay una sola enseñanza expresada mediante 3 historias que repiten lo mismo. ¿Qué es lo que tiene tanta importancia para que Jesús lo repita tres veces? Todo arranca de la escena que vemos al comienzo del capítulo. Jesús otra vez es el objeto de crítica por parte de la “gente religiosa” por su trato tan familiar con las personas mal vistas. “Dime con quién andas y yo te diré quién eres.” De modo que Jesús no podría ser una persona buena.
Jesús quiere que no quepa la menor duda quiénes son personas importantes para él. No es que Jesús admita trato con pecadores, sino que su único trato es con pecadores que reconozcan serlo. Como el médico (Lucas 5:31), que sólo trabaja con enfermos.
Tres veces, con la oveja perdida, la moneda perdida y el hijo perdido Jesús nos dice que su Padre se centra en buscar personas perdidas. Por lo tanto el principal trabajo del Hijo y de todos los que le seguimos es buscar personas perdidas.
La sociedad actual también indica quiénes son “dignos” de nuestra atención. Lo “correcto” es mantener distancias, y codearse con personas "correctas", no como Jesús que recibía a pecadores y comía con ellos. Tenemos que aprender a sentirnos cómodos con las personas marginadas. Esto requiere un esfuerzo. Si las personas a las que Dios quiere ayudar no se sienten a gusto con nosotros no le llegarán a conocer.
¿Hay alguien que no se siente cómodo conmigo?