sábado, 9 de febrero de 2019

Acompañando a Jesús en su hora final

9-febrero

Mateo  26:30, 26:36-46
30  Y después de cantar un himno, salieron hacia el monte de los Olivos.
36  Entonces Jesús llegó con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí mientras yo voy allá y oro.
37  Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse.
38  Entonces les dijo: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad conmigo.
39  Y adelantándose un poco, cayó sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras .
40  Vino entonces a los discípulos y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Conque no pudisteis velar una hora conmigo?
41  Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
42  Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si ésta no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
43  Y vino otra vez y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban cargados de sueño.
44  Dejándolos de nuevo, se fue y oró por tercera vez, diciendo otra vez las mismas palabras.
45  Entonces vino a los discípulos y les dijo: ¿Todavía estáis durmiendo y descansando? He aquí, ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.
46  ¡Levantaos! ¡Vamos! Mirad, está cerca el que me entrega.

Marcos   14:26, 14:32-42
26  Después de cantar un himno, salieron para el monte de los Olivos.
32  Y llegaron a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí hasta que yo haya orado.
33  Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho.
34  Y les dijo: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad.
35  Adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba que si fuera posible, pasara de El aquella hora.
36  Y decía: ¡Abba, Padre! Para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí esta copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras .
37  Entonces vino y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No pudiste velar ni por una hora?
38  Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
39  Se fue otra vez y oró, diciendo las mismas palabras.
40  Y vino de nuevo y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban muy cargados de sueño; y no sabían qué responderle.
41  Vino por tercera vez, y les dijo: ¿Todavía estáis durmiendo y descansando? Basta ya; ha llegado la hora; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores.
42  Levantaos, vámonos; mirad, está cerca el que me entrega.

Lucas 22:39-46
39  Y saliendo, se encaminó, como de costumbre, hacia el monte de los Olivos; y los discípulos también le siguieron.
40  Cuando llegó al lugar, les dijo: Orad para que no entréis en tentación.
41  Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra, y poniéndose de rodillas, oraba,
42  diciendo: Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
43  Entonces se le apareció un ángel del cielo, fortaleciéndole.
44  Y estando en agonía, oraba con mucho fervor; y su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre, que caían sobre la tierra.
45  Cuando se levantó de orar, fue a los discípulos y los halló dormidos a causa de la tristeza,
46  y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos y orad para que no entréis en tentación.


Los discípulos han llegado al final de su entrenamiento. ¡Unos 3 años! Suficiente para que sean soldados de primera. Como aquellos equipos de militares, rigurosamente preparados, perfectamente entrenados, totalmente coordinados y equipados, que entran a rescatar a unos rehenes. 

¿Qué es la misión que les encomienda Jesús en este momento crítico? Les da 2 motivos de oración. Primero, formar un equipo para acompañarle a él en su agonía (Mateo 26:38). Resultado: los encuentra dormidos. Habiendo participado yo en el entrenamiento de obreros cristianos, no se me ocurre ningún motivo de mayor desánimo que el ver que hayan abandonado un encargo tan sencillo. Se requiere la ayuda de un ángel (Lucas 22:44) para realizar lo que no hicieron los discípulos. Segundo motivo de oración, orar por ellos mismos para que no entren en tentación. Otra vez a dormir. Y caer en tentación. Jesús ya avisó, "seréis esparcidos, cada uno por su lado, y me dejaréis solo" (Juan 16:32). 

Todo recae sobre Jesús. Todos los pecados los llevará en la cruz. Ninguno de nosotros podemos decir, "he sido un héroe". Los discípulos se reagruparán. Empezarán de nuevo. Llegarán cada uno hasta su final. En el fondo son leales a Jesús, con la excepción de Judas Iscariote. 

Hoy es un buen día para levantarnos y reconocer nuestros fallos y renovar nuestro compromiso con Jesús y acompañarle en su obra.

viernes, 8 de febrero de 2019

¿A qué se dedica Jesús?

8-febrero
Juan 17
1  Estas cosas habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti,
2  por cuanto le diste autoridad sobre todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú le has dado.
3  Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
4  Yo te glorifiqué en la tierra, habiendo terminado la obra que me diste que hiciera.
5  Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera.
6  He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; eran tuyos y me los diste, y han guardado tu palabra.
7  Ahora han conocido que todo lo que me has dado viene de ti;
8  porque yo les he dado las palabras que me diste; y las recibieron, y entendieron que en verdad salí de ti, y creyeron que tú me enviaste.
9  Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me has dado; porque son tuyos;
10  y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo, mío; y he sido glorificado en ellos.
11  Ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guárdalos en tu nombre, el nombre que me has dado, para que sean uno, así como nosotros.
12  Cuando estaba con ellos, los guardaba en tu nombre, el nombre que me diste; y los guardé y ninguno se perdió, excepto el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera.
13  Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo para que tengan mi gozo completo en sí mismos.
14  Yo les he dado tu palabra y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
15  No te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del maligno.
16  Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
17  Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad.
18  Como tú me enviaste al mundo, yo también los he enviado al mundo.
19  Y por ellos yo me santifico, para que ellos también sean santificados en la verdad.
20  Mas no ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,
21  para que todos sean uno. Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
22  La gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno:
23  yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a mí.
24  Padre, quiero que los que me has dado, estén también conmigo donde yo estoy, para que vean mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.
25  Oh Padre justo, aunque el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste.
26  Yo les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos y yo en ellos.


En esta lectura cronológica venimos tocando un sólo tema cada día, de unos cuantos que se presentan. Por ejemplo, en los últimos días hemos visto cómo Jesús se ocupa de los discípulos hasta el momento en que le llevan al juicio. Como dice en Juan 13:1, los amó hasta el fin. Si has leído Juan 17 detenidamente, habrás visto un nuevo elemento: Jesús está orando, no sólo por los discípulos que están con él, sino también por ti. En el v 20, "no ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos". Jesús oraba por individuos como Pedro (Lucas 22:32), por el grupo, y también por todos sus futuros seguidores. Y lo sigue haciendo. Por lo cual El también es poderoso para salvar para siempre a los que por medio de El se acercan a Dios, puesto que vive perpetuamente para interceder por ellos (Hebreos 7:25). Y también Romanos 8:34-  ¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros

¿Piensas que esas oraciones serán contestadas? ¿Jesús va a edificar su iglesia como dijo a los discípulos? ¿Llegaremos a ser uno, como el Padre y el Hijo son uno (Juan 17:21)? ¿Cómo sabemos que esta petición por la unidad de los cristianos es algo que Dios quiere ahora mismo? Por este mismo texto que estamos leyendo, porque el motivo es que el mundo crea. Nuestro amor y nuestra unidad son el mayor instrumento para atraer el mundo a Jesús.

Hay muchos más hilos en esta lectura que podemos seguir para nuestro crecimiento. Los tienes delante tuyo, tienes todo el día para meditar en ello.

jueves, 7 de febrero de 2019

La lucha por perfeccionar a los discípulos

7-febrero
Juan 16
1  Estas cosas os he dicho para que no tengáis tropiezo.
2  Os expulsarán de las sinagogas; pero viene la hora cuando cualquiera que os mate pensará que así rinde un servicio a Dios.
3  Y harán estas cosas porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
4  Pero os he dicho estas cosas para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os había hablado de ellas. Y no os dije estas cosas al principio, porque yo estaba con vosotros.
5  Pero ahora voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Adónde vas?"
6  Mas porque os he dicho estas cosas, la tristeza ha llenado vuestro corazón.
7  Pero yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré.
8  Y cuando El venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio;
9  de pecado, porque no creen en mí;
10  de justicia, porque yo voy al Padre y no me veréis más;
11  y de juicio, porque el príncipe de este mundo ha sido juzgado.
12  Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar.
13  Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir.
14  El me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber.
15  Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que El toma de lo mío y os lo hará saber.
16  Un poco más , y ya no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis.
17  Entonces algunos de sus discípulos se decían unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice: "Un poco más, y no me veréis, y de nuevo un poco, y me veréis" y "Porque yo voy al Padre"?
18  Por eso decían: ¿Qué es esto que dice: "Un poco"? No sabemos de qué habla.
19  Jesús sabía que querían preguntarle, y les dijo: ¿Estáis discutiendo entre vosotros sobre esto, porque dije: "Un poco más, y no me veréis, y de nuevo un poco, y me veréis"?
20  En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, pero el mundo se alegrará; estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
21  Cuando la mujer está para dar a luz, tiene aflicción, porque ha llegado su hora; pero cuando da a luz al niño, ya no se acuerda de la angustia, por la alegría de que un niño haya nacido en el mundo.
22  Por tanto, ahora vosotros tenéis también aflicción; pero yo os veré otra vez, y vuestro corazón se alegrará, y nadie os quitará vuestro gozo.
23  En aquel día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre, os lo dará en mi nombre.
24  Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo.
25  Estas cosas os he hablado en lenguaje figurado; viene el tiempo cuando no os hablaré más en lenguaje figurado, sino que os hablaré del Padre claramente.
26  En ese día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,
27  pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado y habéis creído que yo salí del Padre.
28  Salí del Padre y he venido al mundo; de nuevo, dejo el mundo y voy al Padre.
29  Sus discípulos le dijeron: He aquí que ahora hablas claramente y no usas lenguaje figurado.
30  Ahora entendemos que tú sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte; por esto creemos que tú viniste de Dios.
31  Jesús les respondió: ¿Ahora creéis?
32  Mirad, la hora viene, y ya ha llegado, en que seréis esparcidos, cada uno por su lado, y me dejaréis solo; y sin embargo no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
33  Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo.


Hemos visto en Juan 14 que lo que más necesitaban los discípulos era tener fe. La fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios (Romanos 10). Podíamos haber tomado nota en el 14:29 de cómo Jesús trataba de robustecer su fe. Más adelante, dice, van a creer porque verán el cumplimiento de lo que él decía en ese momento. Sus palabras son lo que producen la fe. Las situaciones difíciles de la vida son la oportunidad de poner a prueba esa fe. 

miércoles, 6 de febrero de 2019

Cómo tener el máximo gozo

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6-febrero
Juan 15
1  Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador.
2  Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto.
3  Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado.
4  Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
5  Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.
6  Si alguno no permanece en mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman.
7  Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho.
8  En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos.
9  Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
10  Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
11  Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea perfecto.
12  Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, así como yo os he amado.
13  Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos.
14  Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
15  Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he oído de mi Padre.
16  Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a vosotros, y os designé para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda.
17  Esto os mando: que os améis los unos a los otros.
18  Si el mundo os odia, sabéis que me ha odiado a mí antes que a vosotros.
19  Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero como no sois del mundo, sino que yo os escogí de entre el mundo, por eso el mundo os odia.
20  Acordaos de la palabra que yo os dije: "Un siervo no es mayor que su señor." Si me persiguieron a mí, también os perseguirán a vosotros; si guardaron mi palabra, también guardarán la vuestra.
21  Pero todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.
22  Si yo no hubiera venido y no les hubiera hablado, no tendrían pecado, pero ahora no tienen excusa por su pecado.
23  El que me odia a mí, odia también a mi Padre.
24  Si yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora las han visto, y me han odiado a mí y también a mi Padre.
25  Pero han hecho esto para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: "ME ODIARON SIN CAUSA."
26  Cuando venga el Consolador, a quien yo enviaré del Padre, es decir, el Espíritu de verdad que procede del Padre, El dará testimonio de mí,
27  y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.


¡Que te parece si pasamos un mes empapándonos en este capítulo! Merece la pena aprender de memoria y meditar en él palabra por palabra. Jesús, en su exquisito cuidado de los discípulos en sus últimas horas ya pasó de prevenirlos contra el peligro de tener miedo, sino que ahora les está dando instrucciones a largo plazo. 

Como tener plena satisfacción y gozo, cómo agradar a Dios, en fin, cómo tener una vida de máximo provecho. 

Si alguien quiere tener un proyecto de aprender de memoria porciones de este capítulo, habrá elegido algo que durará por toda la eternidad. Podríamos estar en contacto y aprovechar juntos esta joya de las palabras de Jesús.

martes, 5 de febrero de 2019

Lo que más necesitan los discípulos en este momento

5-febrero

Juan 14:1-31
1  No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí.
2  En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros.
3  Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros.
4  Y conocéis el camino adonde voy.
5  Tomás le dijo: Señor, si no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino?
6  Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.
7  Si me hubierais conocido, también hubierais conocido a mi Padre; desde ahora le conocéis y le habéis visto.
8  Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta.
9  Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo he estado con vosotros, y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"?
10  ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os digo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí es el que hace las obras.
11  Creedme que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí; y si no, creed por las obras mismas.
12  En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre.
13  Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
14  Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.
15  Si me amáis, guardaréis mis mandamientos.
16  Y yo rogaré al Padre, y El os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre;
17  es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros.
18  No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
19  Un poco más de tiempo y el mundo no me verá más, pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.
20  En ese día conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
21  El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él.
22  Judas (no el Iscariote) le dijo: Señor, ¿y qué ha pasado que te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?
23  Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.
24  El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que oís no es mía, sino del Padre que me envió.
25  Estas cosas os he dicho estando con vosotros.
26  Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.
27  La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
28  Oísteis que yo os dije: "Me voy, y vendré a vosotros." Si me amarais, os regocijaríais porque voy al Padre, ya que el Padre es mayor que yo.
29  Y os lo he dicho ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, creáis.
30  No hablaré mucho más con vosotros, porque viene el príncipe de este mundo, y él no tiene nada en mí;
31  pero para que el mundo sepa que yo amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. Levantaos, vámonos de aquí.


Estamos en medio de lo que llaman el discurso del aposento alto (Juan 13-17). Vimos en el c 13 como la actuación de Judas le producía angustia a Jesús. Judas ha salido y vemos como Jesús dedica su atención plenamente a los 11 discípulos restantes. ¿Cómo les va a preparar para lo que viene? Declara en el v 1 no se turbe vuestro corazón. Lo repite en el v 27. ¡Cuántas veces les ha dicho que no tengan miedo! 

Jesús dijo a Pedro, he orado por ti para que tu fe no falle. Y este capítulo comienza con el mandato, Creed en Dios. Creed también en mí. Lo que más necesitan ellos es fe. Fe en las palabras de Jesús, fe en el Dios que vienen conociendo; fe, de que todo está bajo control. TODO. El escudo de la fe nos protege, nos permite ver que ningún ataque, ningún peligro, ningún fallo nuestro significa que Dios nos haya dejado.

lunes, 4 de febrero de 2019

Un último mandamiento de Jesús antes de morir (o quizá penúltimo)

04-febrero

Mateo  26:26-29
26  Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.
27  Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed todos de ella;
28  porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados.
29  Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

Marcos   14:22-25
22  Y mientras comían, tomó pan, y habiéndolo bendecido lo partió, se lo dio a ellos, y dijo: Tomad, esto es mi cuerpo.
23  Y tomando una copa, después de dar gracias, se la dio a ellos, y todos bebieron de ella.
24  Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos.
25  En verdad os digo: Ya no beberé más del fruto de la vid hasta aquel día cuando lo beba nuevo en el reino de Dios.

Lucas 22:15-20
15  y les dijo: Intensamente he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer;
16  porque os digo que nunca más volveré a comerla hasta que se cumpla en el reino de Dios.
17  Y habiendo tomado una copa, después de haber dado gracias, dijo: Tomad esto y repartidlo entre vosotros;
18  porque os digo que de ahora en adelante no beberé del fruto de la vid, hasta que venga el reino de Dios.
19  Y habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, lo partió, y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.
20  De la misma manera tomó la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros.

1 Corintios 11:23-25
23  Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan,
24  y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es para vosotros; haced esto en memoria de mí.
25  De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí.


¿Te has fijado que Pablo en Corintios utiliza las mismas palabras que su compañero Lucas? ¿Quién habrá compartido con quién? 

¿Te acuerdas que los primeros cristianos se reunían el domingo (Hechos 20:7)? ¿Y qué fue el motivo de esa reunión? PARA PARTIR EL PAN. También esa noche hubo predicación porque estaba Pablo. Pero lo esencial era tomar el pan y el vino. Hay poder en el hecho de comer y beber en memoria de Jesús. 

1 Corintios 11:25 dice, "cuántas veces la bebáis". No sé con qué frecuencia lo hacían pero he oído que algunas personas no quieren tomar la comunión con tanta frecuencia para que no llegue a ser rutina. Sin embargo no he escuchado esa excusa respecto a la comida diaria. La solución a la "rutina" no es hacerlo con menos frecuencia, sino que nuestro corazón entienda el significado de lo que estamos haciendo.

domingo, 3 de febrero de 2019

¿Por qué Pedro está tan confiado?

03-febrero

Mateo  26:31-35
31  Entonces Jesús les dijo: Esta noche todos vosotros os apartaréis por causa de mí, pues escrito está: "HERIRÉ AL PASTOR, Y LAS OVEJAS DEL REBAÑO SE DISPERSARAN."
32  Pero después de que yo haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
33  Entonces Pedro, respondiendo, le dijo: Aunque todos se aparten por causa de ti, yo nunca me apartaré.
34  Jesús le dijo: En verdad te digo que esta misma noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces.
35  Pedro le dijo: Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré. Todos los discípulos dijeron también lo mismo.

Marcos   14:27-31
27  Y Jesús les dijo: Todos vosotros os apartaréis, porque escrito está: "HERIRÉ AL PASTOR, Y LAS OVEJAS SE DISPERSARAN."
28  Pero después de que yo haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
29  Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se aparten, yo, sin embargo, no lo haré.
30  Y Jesús le dijo: En verdad te digo que tú, hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces.
31  Pero Pedro con insistencia repetía: Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos decían también lo mismo.

Lucas 22:31-38
31  Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para zarandearos como a trigo;
32  pero yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos.
33  Y Pedro le dijo: Señor, estoy dispuesto a ir contigo tanto a la cárcel como a la muerte.
34  Pero Jesús le dijo: Te digo, Pedro, que el gallo no cantará hoy hasta que tú hayas negado tres veces que me conoces.
35  Y les dijo: Cuando os envié sin bolsa, ni alforja, ni sandalias, ¿acaso os faltó algo? Y ellos contestaron: No, nada.
36  Entonces les dijo: Pero ahora, el que tenga una bolsa, que la lleve consigo, de la misma manera también una alforja, y el que no tenga espada, venda su manto y compre una.
37  Porque os digo que es necesario que en mí se cumpla esto que está escrito: "Y CON LOS TRANSGRESORES FUE CONTADO"; pues ciertamente, lo que se refiere a mí, tiene su cumplimiento.
38  Y ellos dijeron: Señor, mira, aquí hay dos espadas. Y El les dijo: Es suficiente.

Juan 13:36-38
36  Simón Pedro le dijo: Señor, ¿adónde vas? Jesús respondió: Adonde yo voy, tú no me puedes seguir ahora, pero me seguirás después.
37  Pedro le dijo: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora mismo? ¡Yo daré mi vida por ti!
38  Jesús le respondió: ¿Tu vida darás por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo sin que antes me hayas negado tres veces.


Respecto a la pregunta que expresamos al principio ¿Por qué Pedro tiene tanta confianza en si mismo? no sabemos con claridad qué le ha pasado pero hay algunas cosas que sí sabemos. 1. Satanás va a por él (Lucas 22:31). 2. No es la primera vez. En el pasado Pedro expresa el consejo satánico de que Jesús no vaya a la cruz. Parece que todavía no ha renunciado a sus ambiciones de un reino terrenal. Y podemos tratar de leer su mente. Quizá quiere ser como los soldados fieles de David que arriesgaban su vida por su señor cuando le perseguía Saúl. Resumiendo, no tiene todavía una visión espiritual de las cosas. 

¿Por qué no abandona Pedro del todo? Mira la explicación en Lucas 22:32.