9-febrero
Mateo 26:30, 26:36-46
30 Y después de cantar un himno, salieron hacia
el monte de los Olivos.
36 Entonces Jesús
llegó con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí mientras yo voy allá y oro.
37 Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse.
38 Entonces les dijo: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad conmigo.
39 Y adelantándose un poco, cayó sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras .
40 Vino entonces a los discípulos y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Conque no pudisteis velar una hora conmigo?
41 Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
42 Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si ésta no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
43 Y vino otra vez y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban cargados de sueño.
44 Dejándolos de nuevo, se fue y oró por tercera vez, diciendo otra vez las mismas palabras.
45 Entonces vino a los discípulos y les dijo: ¿Todavía estáis durmiendo y descansando? He aquí, ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.
46 ¡Levantaos! ¡Vamos! Mirad, está cerca el que me entrega.
37 Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse.
38 Entonces les dijo: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad conmigo.
39 Y adelantándose un poco, cayó sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras .
40 Vino entonces a los discípulos y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Conque no pudisteis velar una hora conmigo?
41 Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
42 Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si ésta no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
43 Y vino otra vez y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban cargados de sueño.
44 Dejándolos de nuevo, se fue y oró por tercera vez, diciendo otra vez las mismas palabras.
45 Entonces vino a los discípulos y les dijo: ¿Todavía estáis durmiendo y descansando? He aquí, ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.
46 ¡Levantaos! ¡Vamos! Mirad, está cerca el que me entrega.
Marcos 14:26, 14:32-42
26 Después de cantar un himno, salieron para el
monte de los Olivos.
32 Y llegaron a un
lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos
aquí hasta que yo haya orado.
33 Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho.
34 Y les dijo: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad.
35 Adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba que si fuera posible, pasara de El aquella hora.
36 Y decía: ¡Abba, Padre! Para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí esta copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras .
37 Entonces vino y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No pudiste velar ni por una hora?
38 Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
39 Se fue otra vez y oró, diciendo las mismas palabras.
40 Y vino de nuevo y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban muy cargados de sueño; y no sabían qué responderle.
41 Vino por tercera vez, y les dijo: ¿Todavía estáis durmiendo y descansando? Basta ya; ha llegado la hora; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores.
42 Levantaos, vámonos; mirad, está cerca el que me entrega.
33 Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho.
34 Y les dijo: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad.
35 Adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba que si fuera posible, pasara de El aquella hora.
36 Y decía: ¡Abba, Padre! Para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí esta copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras .
37 Entonces vino y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No pudiste velar ni por una hora?
38 Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
39 Se fue otra vez y oró, diciendo las mismas palabras.
40 Y vino de nuevo y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban muy cargados de sueño; y no sabían qué responderle.
41 Vino por tercera vez, y les dijo: ¿Todavía estáis durmiendo y descansando? Basta ya; ha llegado la hora; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores.
42 Levantaos, vámonos; mirad, está cerca el que me entrega.
Lucas
22:39-46
39 Y saliendo, se encaminó, como de costumbre,
hacia el monte de los Olivos; y los discípulos también le siguieron. 40 Cuando llegó al lugar, les dijo: Orad para que no entréis en tentación.
41 Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra, y poniéndose de rodillas, oraba,
42 diciendo: Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
43 Entonces se le apareció un ángel del cielo, fortaleciéndole.
44 Y estando en agonía, oraba con mucho fervor; y su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre, que caían sobre la tierra.
45 Cuando se levantó de orar, fue a los discípulos y los halló dormidos a causa de la tristeza,
46 y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos y orad para que no entréis en tentación.
Los discípulos han llegado al final de su entrenamiento. ¡Unos 3 años! Suficiente para que sean soldados de primera. Como aquellos equipos de militares, rigurosamente preparados, perfectamente entrenados, totalmente coordinados y equipados, que entran a rescatar a unos rehenes.
¿Qué es la misión que les encomienda Jesús en este momento crítico? Les da 2 motivos de oración. Primero, formar un equipo para acompañarle a él en su agonía (Mateo 26:38). Resultado: los encuentra dormidos. Habiendo participado yo en el entrenamiento de obreros cristianos, no se me ocurre ningún motivo de mayor desánimo que el ver que hayan abandonado un encargo tan sencillo. Se requiere la ayuda de un ángel (Lucas 22:44) para realizar lo que no hicieron los discípulos. Segundo motivo de oración, orar por ellos mismos para que no entren en tentación. Otra vez a dormir. Y caer en tentación. Jesús ya avisó, "seréis esparcidos, cada uno por su lado, y me dejaréis solo" (Juan 16:32).
Todo recae sobre Jesús. Todos los pecados los llevará en la cruz. Ninguno de nosotros podemos decir, "he sido un héroe". Los discípulos se reagruparán. Empezarán de nuevo. Llegarán cada uno hasta su final. En el fondo son leales a Jesús, con la excepción de Judas Iscariote.
Hoy es un buen día para levantarnos y reconocer nuestros fallos y renovar nuestro compromiso con Jesús y acompañarle en su obra.
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