Digamos lo que dijo Salomón (2 Crónicas 5-8)

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Somos el pueblo de Dios, el cuerpo de Cristo, la novia del Cordero. Somos también un templo santo para el Señor, una casa espiritual (1 Pedro 2:5). Tengamos el mismo esmero en la preparación de esta casa para Dios como Salomón tuvo con el templo, para poder decir todos los creyentes (6:41), Levántate, Señor y Dios; ven a descansar.

Lo único que cuenta (2 Crónicas 1-4)

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Salomón: el Señor su Dios estaba con él y lo hizo muy poderoso. 

Ofrendas (1 Crónicas 29)

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¿Te acuerdas de lo que dijo David cuando se le informó dónde tenía que hacer una ofrenda para que parase el ángel de la muerte? el propietario de la finca quiso regalársela a David pero el dijo, No ofreceré a Dios lo que no me cuesta nada (2 Samuel 24:24). Aquí (2 Crónicas 29:1) David nos recuerda que este templo que van a construir no es para un hombre, sino para Dios, y que él mismo ha hecho un gran esfuerzo en reunir los mejores materiales. Luego el pueblo sigue su ejemplo y se recoge una enorme ofrenda. Se le ve a David feliz, y el Nuevo Testamento nos recuerda que Dios ama al dador alegre. Algunos, contaminados por el egoísmo que nos rodea, han olvidado que mas bienaventurado es dar que recibir. 

Y el libro termina con la investidura de Salomón.

Puertas, tesoros, materiales (1 Crónicas 26-28)

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Cada persona aquí sabe cuál es su función. Nuestro rey Jesús, el Hijo de David, también quiere que sepamos cada uno cuál es nuestro don espiritual, nuestra vocación, nuestro ámbito de actividad. Una buena forma de empezar a saber estas cosas es ponernos a disposición de los hermanos, e iremos viendo dónde vemos fruto en los demás, qué es lo que nos da satisfacción. David observaba a sus hombres y colocaba donde mejor cabían. Dios hace lo mismo con nosotros. 

Un Dios de orden (1 Crónicas 23-25)

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En Hechos 13:38 leemos que David sirvió a su propia generación. Aquí en 1 Crónicas vemos algunos de los detalles y con qué esmero, siendo ya viejo, deja todo ordenado. En 1 Samuel 13:14 Dios dice a Saúl que encuentra en David un hombre conforme a su propio corazón. Dios es un Dios de orden, y a David le encanta agradarle, ordenando las cosas. Cuando echo un vistazo por mi cuarto me doy cuenta que me conviene caminar también por el camino del orden. Los soldados de Dios, que siguen a Jesús en la victoria del sacrificio y no de la violencia, tienen que llevar todo en su sitio.

¿Qué tiene de malo un censo? (1 Crónicas 19-22)

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Algunas de estas historias, ya las hemos leído en Samuel y Reyes. Pero hay aquí otro enfoque que nos ayuda a profundizar en el significado. Por ejemplo, antes leímos que Dios quiso probar a David pero aquí dice (22:1) que es Satanás quien quiere hacerle daño al pueblo. Y además ¿qué tiene de malo hacer un censo de los militares? Tal vez tienes una explicación. (No olvides que para hacer cualquier cosa Satanás necesita la autorización de Dios, como vemos en el libro de Job.

David, centrado en su Dios (1 Crónicas 16-18)

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El capítulo 18 resume algunas de las principales victorias de David pero le veo más "en su salsa" en los capítulos 16-17, con el tabernáculo, el arca, la presencia de Dios y el nombramiento de personal para los distintos oficios en el culto.

Sin embargo, para David las 2 cosas se unificaban: el campo de batalla y el culto, porque estaba haciendo la voluntad de Dios. En sus victorias demostraba la superioridad de su Dios. Nuestra vida tiene el mismo enfoque: no se nos envía a separarnos de la vida normal, sino demostrar en ella el amor y el poder de nuestro Dios.