sábado, 10 de octubre de 2020

Primera Actuación


LECTURA CRONOLÓGICA Nº 10 DE LOS EVANGELIOS

“También Jesús fue invitado con sus discípulos a la boda" Juan 2 
      
·         Juan está compartiendo con nosotros su primera semana con Jesús, que es como una especie de noviazgo. Ha encontrado lo que toda su vida viene deseando, el mismo Mesías, el enviado de Dios. El primer día es cuando Juan el Bautista anuncia la presencia del Cordero de Dios (1:29). El siguiente día (1:35) dos de los seguidores del Bautista se apuntan con Jesús. Al otro día (v 43) Jesús se propone ir a Galilea con su nuevo grupo. Tres días después (2:1), más o menos lo que dura un viaje a pie desde el Jordán hasta Caná, se presentan en la boda.

·         De los novios sabemos poco, pero lo que pasó con Jesús y su madre y sus discípulos es histórico. El grupito de hombres que le vienen siguiendo han visto su gloria y han creído en él (v 11). Jesús tendrá unos 30 años (Lucas 3:23). Desde los 12 años ha estado sujeto a José y María (Lucas 2:51). Son ellos los que le han llevado al templo y José en particular le ha enseñado el oficio de carpintero. Ahora llega el momento cuando quien va a dar órdenes es Jesús. Es María misma quien lo explica, cuando se dirige a los sirvientes, Haced todo lo que él os diga (Juan 2:5). Al comienzo de este relato Jesús dice, Todavía no ha llegado mi hora. Parece que se refiere a su momento de actuar públicamente. Pero a partir de este momento entra en pleno funcionamiento.

Fíjate en un detalle que introduce Juan: a través de este evangelio irá presentando motivos por creer en Jesús, aclarando al final (20:31) que todo el libro se escribió con este fin. Aquí los discípulos creen (v 11) al ver el primer milagro. Y salta al final (v 22) cuando su fe es robustecida después de la resurrección al hacer memoria de las primeras enseñanzas de Jesús.

El primer milagro - viene a traer alegría, a suplir lo que faltaba. ¿En qué situación nos ha puesto Dios para poner el toque que faltaba?

·         Gran contraste – Primero anima la fiesta y ahora va a estropear la “fiesta”. 18 años atrás hizo su primera inspección del templo (Lucas 2:42-49). Ahora inicia su actuación allí. Su celo por la casa de Dios (Juan 2:17) no le permite estar pasivo ante el espíritu comercial que embarga al pueblo de Dios. Ha elegido, no la vía diplomática, sino la del enfrentamiento.

¿A qué tipo de actuación me ha llamado Dios?

viernes, 9 de octubre de 2020

Aclaraciones


 LECTURA CRONOLÓGICA Nº 9 DE LOS EVANGELIOS

    Juan Bautista no quiere confusiones. Cuando le preguntan quién es, lo primero que aclara es quién no es, por si acaso. Aunque saben quién es, el hijo primogénito del sacerdote Zacarías. A lo mejor no han olvidado tampoco las circunstancias de su nacimiento milagroso. Entonces Juan se identifica, pero de una manera que los que tienen discernimiento espiritual le podrán identificar. Juan es una voz que clama en el desierto, preparando el camino del Señor, conforme a la profecía de Isaías. Jesús luego va a aclarar que no hay nadie más grande que Juan (Mateo 11:11).

    ¿Quiénes son éstos que quieren saber la identidad de Juan? El autor los llama "los judíos" (v 19). ¿No son todos judíos, Juan Bautista incluso? El Evangelista Juan utiliza este término, "los judíos", para designar la oposición. Esta expresión viene unas 60 veces en el Evangelio. Por ejemplo, en el 5:16 son los que persiguen a Jesús. Son el liderazgo del pueblo judío, son los que hemos leído en el 1:11, que no recibieron a Jesús. Son "los suyos". 

    Y ¿quién es Jesús? Se le llama "el Cordero de Dios" (v 29), el Mesías (v 41), el hijo de José (v 45). Y unos cuantos títulos más que encontrarás en tu lectura. Jesús se identifica como "el hijo del hombre" (v 51). 

    Los que quieren conocer a Jesús le van a seguir de cerca. Juan Bautista quiere asegurar que eso suceda. Siempre indica que viene otro. Sabe redirigir cada conversación en una preparación para el evento de la aparición en escena del Mesías. Sus interlocutores aquí conocen muy bien las Escrituras. Pero por muy buenas que sean las aclaraciones de los doctores de la iglesia, la única forma de que aclaremos cada uno quién es Jesús, va a ser mediante un contacto personal. Estos primeros discípulos (v 35), que pasan de ser seguidores de Juan a seguidores de Jesús, formarán parte de ese grupo de íntimos a quiénes se va a revelar de verdad, y a quiénes dirá, "ya no os llamo siervos, sino amigos" (Juan 15:15). Serán de los elegidos para estar con él y luego ser sus representantes (Marcos 3:14).

    Si algo deseo en lo que me queda de vida, es estar con él, conocerle. Es lo que deseo para mi familia, mis amigos y para ti que lees esto. TODO se aclara cuando pasamos tiempo con Jesús.

     ¿Quiénes son los que en este capítulo comienzan a seguir a Jesús? ¿Quién sería el otro de los 2 primeros (vss 35 y 40)? Imaginemos la emoción que debieron sentir a hacer declaraciones como la de Felipe en el v 45.

Padre, quiero seguir muy cerca de Jesús, hoy y todos los días.

 

jueves, 8 de octubre de 2020

Un viaje con propósito


LECTURA CRONOLÓGICA Nº 8 DE LOS EVANGELIOS


     Utilizando un poco mi imaginación veo largas colas de gente que viene de Jerusalén y de provincias para bautizarse después de escuchar la predicación de Juan Bautista.  
Quieren entrar en el agua. Quieren que su vida sea limpia. Salen del agua dejando allí sus pecados. 
     Jesús hace el largo viaje también, desde Galilea, y nos dice Mateo que llegó para ser bautizado por Juan. El hombre sin pecado entra en ese agua donde miles de personas han depositado su maldad. Su viaje no termina en el río.

     Cargando los pecados de esa generación y la nuestra, tiene otro destino. Llegará al único sitio donde definitivamente podrá deshacerse de los pecados del mundo. El Cordero de Dios vino para ser sacrificado en una cruz. 

"Al que no conoció pecado le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en él" (2 Corintios 5:21). Y el Padre está contento.

Combinando la lectura hoy de 3 Evangelios conseguimos una comprensión tres-dimensional de este evento clave en la historia de la humanidad, incluyendo la tentación de Jesús.


miércoles, 7 de octubre de 2020

¿Qué haremos?


LECTURA CRONOLÓGICA Nº 7 DE LOS EVANGELIOS

Lectura para hoy Mateo 3:1-12; Lucas 3:1-18


     Escuché a un autor en la presentación de un libro aclarar que no existe el pecado. Decía a todos los oyentes, "Vosotros sois seres de luz". Juan Bautista dice lo contrario. No se suele escuchar la pregunta, "¿Qué haremos?" que Juan Bautista escuchó a los recaudadores de hacienda, los soldados y las multitudes (Lucas 3). Bueno, sí, la gente dice, ¿Qué haremos? para divertirnos, o para hacer dinero o para enfrentar el calentamiento global etc. Pero eso no es la manera de preparar el camino del Señor.

     Y tampoco todos los que fueron a escuchar a Juan Bautista se hicieron esa pregunta. Mateo nos cuenta que los fariseos ("Nosotros ya somos buenos") y los saduceos ("Aprovechemos lo que se pueda en esta vida") son para Juan una camada de víboras. Aunque no lo dice en la lectura de hoy, los fariseos no llegan a bautizarse (Lucas 7:30). 

     Pedro también escuchó a los oyentes decir ¿Qué haremos? (Hechos 2:37). Se había cumplido la promesa de Jesús de que el mundo se convencería de pecado. Podemos los cristianos hacernos la misma pregunta ¿Qué haremos? pero pensando en cómo tener impacto en la sociedad, cómo conseguir que la gente se fije en su necesidad. Pienso que el Señor podría contestar mediante:

  • Un potente predicador como Juan Bautista o Pedro en el día de Pentecostés. Sin embargo, sospecho que el mensaje de ese predicador se dirigiría primero a los mismos creyentes, y tal vez con las mismas palabras que Juan: él que tiene dos, que comparta. Dos túnicas, dos pares de botas, dos pisos...
  • Una potente luz mediante el testimonio visible de los hijos de Dios. En esto sabrán que sois mis discípulos, en que tenéis amor los unos para con los otros (Juan 13:35)
     Juan Bautista fue lleno del Espíritu Santo desde antes de nacer. Pedro fue lleno del Espíritu Santo en el Día de Pentecostés. Cuando venga el Espíritu Santo al pueblo de Dios la gente se convencerá de pecado y se arrepentirá y Dios será glorificado.

Dibujo para pintar. Se puede imprimir o usar las pinturas online. Dibujo para pintar: pincha aquí: 





martes, 6 de octubre de 2020


¿Quién Crece?


LECTURA CRONOLÓGICA Nº 6 DE LOS EVANGELIOS

Lectura para hoy Lucas 2:39-52

     ¿Qué fallo vemos en este cuadro? (No hay silla- v 46). ¿Qué está haciendo Jesús en el templo a los 12 años? Según algunas versiones del Nuevo Testamento él contesta a su madre que tiene que estar en la casa de su Padre. Otras dicen los asuntos de su Padre. La palabra original en el griego se presta a ambos aspectos. 
 
    Jesús a los 12 años ya distingue entre su Padre verdadero y el hombre fiel que ha estado a su disposición desde pequeño, aunque María sigue refiriéndose a José como su padre (v 48).

     Cuando medito en el hecho de que "el niño crecía" (v 40 y 52) es para darme cuenta hasta qué punto el Hijo de Dios bajó desde su posición como Creador (Juan 1:1). El que es la fuente de toda sabiduría ahora está creciendo en sabiduría porque se ha auto-despojado y va camino a una muerte de cruz (Filipenses 2:6-8). 

     Aunque reconocemos el grandísimo privilegio que tenían los que pudieron escuchar a Jesús a partir de sus 12 añitos, nuestro privilegio no es menos. Se nos permite el mismo acercamiento a Jesús mediante su Palabra. Juan Bautista crecía (Lucas 1:80) aunque era lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su Madre. 

     Parece que los que no crecen son los maestros del templo, aunque se asombran de la sabiduría del niño. Estos son los que sabían en teoría que el niño iba a nacer en Belén. Pero no se adaptan a la nueva realidad que Dios está introduciendo entre su pueblo. Ellos siguen inmersos en su "sabiduría" y su inmovilidad. Cuando Jesús introduzca su reino no los va a reclutar a ellos, sino a unos rudos pescadores dispuestos a crecer.

Padre mío, no permitas que yo deje de crecer. Y toda mi familia, que mantengamos nuestra línea directa contigo, creciendo al ritmo que tú has preparado para nosotros. 

lunes, 5 de octubre de 2020

¿Qué hace Pepe?


LECTURA CRONOLÓGICA Nº 5 DE LOS EVANGELIOS


     Algunos piensan que a José se le llama Pepe por lo del Latín, Pater Putativus, es decir, el "supuesto padre" (Lucas 3:23). Si yo fuera José, escribiría un libro, "Mis Aventuras con el Niño Jesús", pero este hombre santo se conforma con el ejercicio de su función como padre, sabiendo que no lo es, como proveedor de alimento y como protector del Mesías, que está en peligro de extinción cuando Herodes manda matar a los inocentes. 

Así que, tenemos más Ps. Padre, Proveedor, Protector. José escucha la voz de Dios y se conforma con cumplir lo que se le manda. Es un hombre fiel y merecedor de su galardón. 

Resumamos:

  • Obedeciendo instrucciones divinas se casa con María en vez de dejarla
  • Lleva a su mujer de Nazaret a Belén para el censo (y para que el niño nazca conforme a la profecía)
  • Según instrucción divina se levanta de noche y escapa a Egipto
  • Según instrucción divina regresa de Egipto a Palestina
  • Por iniciativa propia, confirmada por sueños, decide ir a Nazaret en vez de Belén
  • Sigue manteniendo a su familia con su oficio de carpintero, teniendo como aprendiz a Jesús, que será conocido también como "el carpintero" (Marcos 6:3)
     Y los "magos" o "sabios" que inician nuestra lectura de hoy: ¿qué impresión te producen? A mí me llama la atención que los sabios de Israel (Mateo 2:4) no llegan a cruzar los 10 kilómetros de Jerusalén a Belén para conocer a su Rey, teniendo los enormes recursos de las Escrituras. Sin embargo los extranjeros, con sólo la luz de una estrella, y su insistencia, llegan a ver al niño. 

    Y el rey Herodes - tiene que ser el más tonto de todos. En primer lugar parece respetar las Escrituras buscando dónde ha de nacer el Mesías. Pero luego piensa que mediante su fuerza militar va a anular las profecías matando al niño. Ahora, 2000 años después, nuestro calendario sigue basándose en el nacimiento de ese niño, y tiene más seguidores dispuestos a dar su vida por él que ningún otro personaje de la historia.

domingo, 4 de octubre de 2020

El Nombre


LECTURA CRONOLÓGICA nº 4 DE LOS EVANGELIOS



El ángel le dice a José, le pondrás por nombre "Jesús" (Mateo 1:21), dándole también el motivo de usar ese nombre. El ángel también le dice a María (Lo puedes ver en este video) antes de su concepción que su nombre será Jesús (Lucas 1:31). Los 2, José y María, el día de su circuncisión, le nombran oficialmente "Jesús".

"Jesús" es el equivalente de "Josué" en hebreo, nombre de 2 personajes importantes: primero el sucesor de Moisés, y luego un sacerdote al que le tocó un papel clave en la historia de Israel. El significado de "Josué" y de "Jesús" es, "Dios salva". El pueblo de Israel, a pesar de su continua rebeldía, ha visto vez tras vez la mano de Dios salvándoles de muchos peligros. Con el nacimiento del Hijo de Dios viene la salvación definitiva, ya no de un enemigo exterior, sino de esa perversidad que llevan dentro, que es la raíz de todo su sufrimiento.

Los primeros en recibir la noticia del nacimiento son gente sencilla, pastores que en ese momento están con sus rebaños. Se les dice, "Os ha nacido… un salvador" No se trata solamente del niño de María, sino también de los pastores y de todo su pueblo.

Y no solamente de ese pueblo, sino de todas las naciones, como es reconocido por el profeta Simeón (Lucas 2:31-32). Jesús es el Salvador de su pueblo, de todos los pueblos y mío y tuyo. Así que, en el caso de que Jesús naciera en octubre (ver este comentario), estamos en fechas para hacer como los pastores, adorarle, de aquí a Noche Buena, y el resto del año.

Jesús es recibido por pastores, que están en el mismo campo donde otro pastorcito fue llamado y de quien este niño es llamado hijo (Lucas 1:32). En el templo también hay 2 personas que están pendientes de su llegada, acompañadas de otro grupo (Lucas 2:38). Cuando él regrese, también hay un pueblo esperando, todos los que aman su venida (2 Timoteo 4:8), esperando ansiosamente (Filipenses 3:20).