martes, 11 de octubre de 2011

Tiempo de Transición


Segunda lectura:          Vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estaba allí con ellos

    ¿No te extraña un poco que Juan Bautista, cumplida su misión de preparar el camino para Jesús, siga bautizando (v 23)? ¿Y no te extraña un poco que Jesús parece asumir ese ministerio con sus discípulos (v 22)? ¿Qué hace Jesús bautizando? Luego Juan (el evangelista) amplía la descripción explicando que Jesús mismo no entraba en el agua a bautizar, sino sus discípulos (4:2). 
    Lo normal en la vida de Jesús va a ser que él pone el ejemplo predicando y sanando, y que luego manda a sus discípulos a hacer lo mismo. En este caso les está permitiendo hacer lo que saben (porque han estado antes con Juan Bautista). Están realizando una actividad familiar, en la que se encuentran cómodos. Y Jesús va con ellos y está allí con ellos. Es un tiempo de transición. Y también un tiempo de reclutamiento. Porque como él dio a las tinajas de la purificación (2:6) un uso más fuerte, también pasará del símbolo de purificación (bautismo) al cambio de la sociedad.
    Este es el tema de la discusión entre los seguidores de Juan y algún representante del establecimiento judío (3:25). ¿Están en competición Juan y Jesús? Para Juan Bautista esto no es problema. "Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de El." El que tiene la novia es el novio, pero el amigo del novio, que está allí y le oye, se alegra en gran manera con la voz del novio. Y por eso, este gozo mío se ha completado (28, 29).
    Tal vez en los últimos años hemos vivido también tiempos de transición. Distintos grupos de cristianos actuando cada uno por su cuenta. Esto es algo provisional. Para nosotros mismos y como testimonio al mundo, todo el protagonismo ha de pasar a Cristo. Las personalidades humanas perderán visibilidad.
¿Qué pasará cuando él crezca (v 30)?