Segunda lectura: Vino Jesús con sus discípulos a la
tierra de Judea, y estaba allí con ellos
¿No te extraña un poco que Juan
Bautista, cumplida su misión de preparar el camino para Jesús, siga bautizando
(v 23)? ¿Y no te extraña un poco que Jesús parece asumir ese ministerio con sus
discípulos (v 22)? ¿Qué hace Jesús bautizando? Luego Juan (el evangelista) amplía la descripción
explicando que Jesús mismo no entraba en el agua a bautizar, sino sus
discípulos (4:2).
Lo normal en la vida de Jesús va a ser que él pone el ejemplo
predicando y sanando, y que luego manda a sus discípulos a hacer lo mismo. En este
caso les está permitiendo hacer lo que saben (porque han estado antes con Juan
Bautista). Están realizando una actividad familiar, en la que se encuentran
cómodos. Y Jesús va con ellos y está allí con ellos. Es un tiempo de transición.
Y también un tiempo de reclutamiento. Porque como él dio a las tinajas de la purificación
(2:6) un uso más fuerte, también pasará del símbolo de purificación
(bautismo) al cambio de la sociedad.
Este es el tema de la discusión
entre los seguidores de Juan y algún representante del establecimiento judío
(3:25). ¿Están en competición Juan y Jesús? Para Juan Bautista esto no es
problema. "Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de
El." El que tiene la novia es el novio, pero el amigo del novio, que está
allí y le oye, se alegra en gran manera con la voz del novio. Y por eso, este
gozo mío se ha completado (28, 29).
Tal vez en los últimos años hemos
vivido también tiempos de transición. Distintos grupos de cristianos actuando
cada uno por su cuenta. Esto es algo provisional. Para nosotros mismos y como
testimonio al mundo, todo el protagonismo ha de pasar a Cristo. Las
personalidades humanas perderán visibilidad.
¿Qué pasará cuando él crezca (v 30)?