¿De quién está
hablando Pablo cuando dice, “cuerpo” (v 16), “familia” (19) y “edificio” (21)?
Ya vimos ayer que el cuerpo de Cristo es la iglesia. La familia de Dios somos
nosotros. El edificio es el templo donde habita Dios, compuesto de todas las
piedras que se establecen sobre la principal que es Cristo. Su énfasis está en
LA UNIDAD ENTRE TODOS LOS CREYENTES EN CRISTO. Los gentiles, que son los recién
llegados, no ocupan un lugar inferior en este edificio.
El único problema que tiene Dios para edificar su iglesia
como Cristo anunció en Mateo 16:18 es cuando ponemos resistencia. A veces
parece que no queremos que la obra de Dios esté bien coordinada (Efesios 2:21)
Cuando Dios quiere que nos juntemos para aprender los unos de los otros y para
servirnos los unos a los otros, ponemos excusas:
- Es que no congeniamos
- Es que ya lo hemos intentado
- No me apetece salir de mi casa y mi pueblo
- El tiene ideas peligrosas
- Tengo mis costumbres
- Que me llame a mí primero
¡Y Dios sigue esperando un templo para habitar!
¿Quiero que Dios tenga su templo?