sábado, 29 de enero de 2011

Política e injusticia

Vitaminas (Lectura mínima)       Hechos 24:24-27
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    La verdad no importa. El sacerdote y los que le han acompañado para acusar a Pablo delante del gobernador Félix sólo tienen el objetivo de eliminar a los cristianos. Por eso Pablo dice que tienen que probar (v 13) las cosas que dicen. En el siguiente capítulo veremos que trazan otro plan para matar a Pablo por el camino. Piensan que el fin justifica los medios.
    A Félix el gobernador tampoco le importa la verdad. Para no ofender a los judíos deja a Pablo en la cárcel (v 27). Está haciendo política. Había ofrecido soltar a Pablo a cambio de un soborno (v 26). En el siguiente capítulo Pablo se harta de estos juegos y apela al emperador.
    No nos sorprende cuando nos mienten. Sabemos que a muchos lo que les importa es que no les descubran. Algunos mienten por motivos económicos, también por mantener su “imagen”. Se habla también de “mentiras piadosas”. Dicen que hay que faltar a la verdad para no herir. No lo entiendo. Si Dios es todopoderoso, ¿no sabrá guiar a sus hijos a no herir sin decir mentiras?
    El motivo que da Pablo por no mentir (Efesios 4:25) es que somos miembros los unos de los otros. Entre creyentes que siguen a Jesús tiene que haber trasparencia. No cabe el politiqueo, o los complots porque siendo mi hermano un miembro mío si le hago sangrar es mi cuerpo el que sangra también.
    Hay personas que mienten por costumbre hasta el punto de casi no discernir a veces entre la verdad y la imaginación. Cuando nacemos de nuevo el Espíritu Santo se encarga de cambiar eso. Somos el pueblo de la luz, no de las tinieblas.
¿Siento amor por la verdad?

viernes, 28 de enero de 2011

Morir de sed

Vitaminas (Lectura mínima)       Hechos 23:12-22
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    Hubo un cura párroco en Villanueva de la Vera, José García Mora, conocido como el cura Mora, que escribía libros y artículos denunciando la hipocresía en las altas esferas. Cuentan que la oposición contra él creció tanto que para salvar su vida tuvo que escapar secretamente de noche.
    Vemos a Pablo, supuestamente a expensas de la justicia pero enfrentando otro complot de parte de sus enemigos que no confían en la justicia romana. Cuarenta hombres no comerán ni beberán hasta darle muerte. Se supone que las autoridades del pueblo al final los librarían de cumplir ese voto y morir de sed.
    Entendamos una cosa, o mejor dicho, dos cosas: Primero, que Dios tiene todo poder, de modo que lo único que va a prosperar será lo que se hace de la manera que a él le agrada, es decir, por el camino que trazó Cristo. Segundo, que cualquier estrategia que pretenda hacer daño o que requiera de engaño no gozará del beneplácito divino, así que tenemos aquí un instrumento para determinar cómo proceder ante las dificultades y la oposición: la fuerza humana y la maña no forman parte de nuestro arsenal. Cuando Jesús habló de ser prudentes, lo vinculaba con la sencillez. Pablo es prudente, por ejemplo, cuando reivindica sus derechos (22:25) y cuando manda a su sobrino a delatar el complot (23:17) e incluso cuando se identifica como fariseo (23:6). Pero no recurre a pretextos como hacen sus enemigos (23:15).
    Hay métodos que garantizan resultados. Contratando a un pistolero puedes eliminar a un enemigo. Pero sólo manteniendo tu relación con Dios puedes gozar de la auténtica protección divina.
¿De dónde viene mi protección?
(Salmo 121:2  Mi socorro viene del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra)

jueves, 27 de enero de 2011

El exclusivismo

Vitaminas            Hechos 22:12-21
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    Pablo no es tonto. Él entiende la mentalidad de esa multitud enfurecida porque él mismo fue antes uno de los principales perseguidores de la iglesia. Como buen conocedor de su pueblo, él sabe perfectamente cómo salvar su pellejo y evitar que le procesen. Hay una cosa principal que tiene que cuidar. Ésta tiene que ver con la relación con otras razas. ¿Qué va a hacer ahora Pablo en este momento crítico? Empieza dando un sencillo testimonio.
    A los que quieren matar a Pablo no les importa que él hable a los gentiles. Siempre el judaísmo ha admitido a cualquier raza para que se conviertan a la ley de Moisés. Tampoco reaccionan cuando nombra a Jesús de Nazaret. Siempre ha habido maestros entre el pueblo con ideas diferentes.
    Pero cuando le oyen decir que Dios le ha mandado directamente con un mensaje a los gentiles, entonces entienden que sus sospechas están fundadas. El crimen de Pablo es abrir una nueva puerta, y entonces ellos ya no tienen exclusividad como pueblo de Dios. Ellos demuestran hasta qué punto entienden el amor de Dios cuando deciden que la mejor solución es matar a Pablo.
    Hoy día quizá no seamos tan brutos pero en cualquier grupo que haya conocido el mensaje de Dios existe el peligro de decir, "Todos los demás están equivocados menos nosotros”. O se dice, “Siempre se han hecho las cosas así y ni Dios las puede cambiar. Decimos como los discípulos de Jesús, “Se lo prohibimos porque no nos sigue” (Marcos 9:38). Mientras nos sigue a nosotros puede actuar pero cuidado con empezar algo nuevo. ¿Cómo saber si alguien es de Dios? Pablo nos explica en su última carta (2 Timoteo 2) que el que sabe es Dios. Que no discutamos sobre palabras y que usemos bien la palabra de verdad, apartándonos de toda maldad. Esto es el signo de los que invocan el nombre de Cristo.
¿Estoy tan abierto como Dios?

miércoles, 26 de enero de 2011

El “premio” de un cristiano

Vitaminas (Lectura mínima)       Hechos 21:10-14
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    Pablo ya está avisado de antes. En todas las ciudades ha escuchado que va a sufrir en Jerusalén (20:23). Ahora (21:12) los que le quieren, tratan de impedir que siga. ¿Te suena a algo? Es como cuando Pedro dice a Jesús (Mateo 16:22) que no vaya a morir en Jerusalén y Jesús contesta, “Quítate de delante de mí, Satanás.” En este caso también los creyentes se resignan diciendo “Hágase la voluntad del Señor” (Hechos 21:14).
    Pablo, igual que nosotros, está sirviendo bajo el plan que dejó el Maestro, “Como el Padre me envió así yo os envío”. En primer lugar, como es de esperar, los que quieren hacerle daño difunden una mentira. Dicen que Pablo enseña que los judíos abandonen su ley, cosa insólita cuando él mismo sigue guardando la ley. Luego se aprovechan de la confusión (v 29), todo con el fin de eliminarle. Pablo ha escapado tantas veces, que ahora piensan no perder el tiempo. Intentan matarlo (v 31) en el acto. Se está cumpliendo lo que dijo Jesús en Juan 16:2, “Cualquiera que os mate pensará que rinde servicio a Dios”. También se cumple lo de Mateo 10:18, de que estas ocasiones servirán para dar testimonio. Pablo está a la altura del momento. Le vemos al final de este capítulo ante una enorme y silenciosa muchedumbre, dispuesto a predicar el evangelio.
    No es justo que a un siervo de Dios que ha sufrido tanto por su fe, ahora le toque este recibimiento tan brusco. En cualquier sociedad humana Pablo podría ya descansar sobre sus laureles. ¿Cuándo llegará el momento para que los cristianos descansemos de las injusticias? Pablo está deseando ese momento (su corona de justicia - 2 Timoteo 4:8) pero no ha llegado todavía. Lo que a veces nos pasa es que intentamos escaparnos como recomendó Pedro y como recomendaron los amigos de Pablo.
¿Acepto el “premio” que me dan?

martes, 25 de enero de 2011

Las palabras más tristes

Vitaminas (Lectura mínima)       Hechos 20:25-31
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    En este tercer viaje Pablo hace más o menos el mismo recorrido que en el segundo. Su retorno en barco no le permite parar en Éfeso donde acaba de invertir 3 años de su vida. Pero desde el puerto de Mileto llama a los responsables para despedirse de ellos porque tiene el convencimiento (v 25) de que no les volverá a ver. Pero eso no es lo que más le entristece. Hay algo peor. Según el v 29 – algunos de ellos mismos se transformarán en lobos rapaces. Lo que Pablo pide en oración para esta iglesia es que sean arraigados y cimentados en amor (Efesios 3:17). Es decir, que se haga entre ellos la voluntad de Dios igual como en el cielo. Pero no todos lo experimentarán. Los hay como hemos visto en Demetrio, que quieren servirse de la religión para fines egoístas.
    El argumento principal de Pablo es lo que ellos han visto en él durante estos 3 años. “Sabéis cómo me he comportado” (v 18). Ha sufrido, ha llorado, ha compartido todo lo que sabe. No ha jugado con el evangelio dejando algo en el tintero con el fin de que todos queden pendientes del maestro. Después de tres años ellos tienen todo el conocimiento necesario para andar por buen camino (v 31). Si alguien va detrás de los falsos maestros, esto significará un abandono del camino del Señor.
    Si tú te sientes responsable por algunas personas, niños o mayores, conviene hacer una meditación profunda en Hechos 20.

¿Soy capaz de decir lo que Pablo dice en el 20:26?

lunes, 24 de enero de 2011

Hablar para engañar

Vitaminas (Lectura mínima)       Hechos 19:23-34
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    A veces decimos una cosa y pensamos otra. Una vez pedí un artículo en una tienda donde no me conocían. La señora salió de la trastienda con algo parecido a lo que quería y me dijo que era lo único que había. Lo compré y luego descubrí que era defectuoso. Volví a la tienda donde me parecía que me habían tomado por turista que iba de paso. La señora volvió a entrar en la trastienda y me sacó el artículo exacto que había pedido diciendo, “No lo había visto”.
    Nuestro “amigo” Demetrio dice una cosa y piensa otra. Vemos a la multitud diciendo, “Grande es Diana de los Efesios” pero los que han organizado la manifestación ya se han delatado diciendo “de este oficio tenemos nuestra riqueza” (v 25). La religión les sirve como fuente de dinero a los plateros. La gente ni sabe por qué se han reunido (32).
    A Pablo, en cambio, le vemos trabajando duramente en un taller para pagar sus propios gastos. No tiene tiempo (v 12) para visitar a todos los enfermos, así que sus mandiles son llevados para que Dios sane a los enfermos sin que Pablo cobre nada. Es posible que siga con Aquila (ver 18:2), que es del mismo oficio y se ha trasladado a Éfeso (18:26).
    Cuanto más sencilla nuestra vida menos tenemos que disimular. El reino de los cielos es sencillo. No vendemos nada. A los que nos beneficiamos de los servicios de otro hermano, no se nos cobra, sino que pedimos el privilegio de ayudar al hermano. Nuestro tesoro está en el cielo y no en la tierra (Mateo 19:20).

¿Tengo algo que ocultar?

domingo, 23 de enero de 2011

Mucho que hacer

Vitaminas (Lectura mínima)       Hechos 18:1-4
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    Cuando tenemos demasiadas cosas que hacer algunos hacen menos porque la confusión les confunde. Otros intentan hacer un poco de todo y no acaban con nada. Los que son guiados por Dios (los cristianos) aprenden a recibir del Señor instrucciones y proceder con confianza. Recordemos que el Señor a Pablo le cambiaba de ruta cuando quiso ir hace Asia.
    En Hechos 18 es fácil liarse con tantos lugares y viajes que Lucas está cubriendo en poco espacio. Este mapa nos ayuda a entender que lo que ha hecho Pablo es dar la vuelta por el mar Egeo entre lo que ahora son Grecia y Turquía. Ha sembrado el evangelio en todas esas ciudades y entonces vuelve a completar el ciclo subiendo a saludar a la iglesia (v 22) en Jerusalén.
    Un lugar clave en este viaje es Corinto. Resulta ser una de sus estancias más largas (v 11). A veces cuando hay mucho que hacer hay que elegir la actividad más productiva y concentrarse en ella. En Corinto comienza la próspera colaboración con Aquila y Priscila. Cuando hay mucho que hacer el Señor preparará los colaboradores que le hemos pedido (Ver Mateo 9:37 y 38). También entra en escena otro siervo de Dios, Apolos, de Egipto.
    ¿Pasó Pablo por un momento de desánimo en Corinto? En medio del jaleo Dios le dice en visión que siga adelante porque hay mucho que hacer. No es malo que se nos ofrezcan muchas oportunidades. Lo malo es cuando no tenemos claro qué elegir y cuando no sabemos escuchar la clara dirección de Dios. Puede que Dios nos ponga muchas cosas pero nunca demasiadas.
¿Tengo clara la dirección de Dios para hoy?