sábado, 8 de diciembre de 2018

Metamorfosis


08-dic
Mat 17:1-13
1  Seis días después, Jesús tomó* consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó* aparte a un monte alto;
2  y se transfiguró delante de ellos; y su rostro resplandeció como el sol, y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz.
3  Y he aquí, se les aparecieron Moisés y Elías hablando con El.
4  Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús: Señor, bueno es estarnos aquí; si quieres, haré aquí tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
5  Mientras estaba aún hablando, he aquí, una nube luminosa los cubrió; y una voz salió de la nube, diciendo: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido; a El oíd.
6  Cuando los discípulos oyeron esto, cayeron sobre sus rostros y tuvieron gran temor.
7  Entonces se les acercó Jesús, y tocándolos, dijo: Levantaos y no temáis.
8  Y cuando alzaron sus ojos no vieron a nadie, sino a Jesús solo.
9  Mientras descendían del monte, Jesús les ordenó, diciendo: No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos.
10  Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que Elías debe venir primero?
11  Y respondiendo El, dijo: Elías ciertamente viene, y restaurará todas las cosas;
12  pero yo os digo que Elías ya vino y no lo reconocieron, sino que le hicieron todo lo que quisieron. Así también el Hijo del Hombre va a padecer a manos de ellos.
13  Entonces los discípulos entendieron que les había hablado de Juan el Bautista.

Mar 9:2-13
2  Seis días después, Jesús tomó* consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó* aparte, solos, a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos;
3  y sus vestiduras se volvieron resplandecientes, muy blancas, tal como ningún lavandero sobre la tierra las puede emblanquecer.
4  Y se les apareció Elías junto con Moisés, y estaban hablando con Jesús.
5  Entonces Pedro, interviniendo, dijo* a Jesús: Rabí, bueno es estarnos aquí; hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
6  Porque él no sabía qué decir, pues estaban aterrados.
7  Entonces se formó una nube, cubriéndolos, y una voz salió de la nube: Este es mi Hijo amado; a El oíd.
8  Y enseguida miraron en derredor, pero ya no vieron a nadie con ellos, sino a Jesús solo.
9  Cuando bajaban del monte, les ordenó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos.
10  Y se guardaron para sí lo dicho, discutiendo entre sí qué significaría resucitar de entre los muertos.
11  Y le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen los escribas que Elías debe venir primero?
12  Y El les dijo: Es cierto que Elías, al venir primero, restaurará todas las cosas. Y, sin embargo, ¿cómo está escrito del Hijo del Hombre que padezca mucho y sea despreciado?
13  Pero yo os digo que Elías ya ha venido, y le hicieron cuanto quisieron, tal como está escrito de él.

Luc 9:28-36
28  Y como ocho días después de estas palabras, Jesús tomó consigo a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar.
29  Mientras oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su ropa se hizo blanca y resplandeciente.
30  Y he aquí, dos hombres hablaban con El, los cuales eran Moisés y Elías,
31  quienes apareciendo en gloria, hablaban de la partida de Jesús, que El estaba a punto de cumplir en Jerusalén.
32  Pedro y sus compañeros habían sido vencidos por el sueño, pero cuando estuvieron bien despiertos, vieron la gloria de Jesús y a los dos varones que estaban con El.
33  Y sucedió que al retirarse ellos de El, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es que estemos aquí; hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías; no sabiendo lo que decía.
34  Entonces, mientras él decía esto, se formó una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube.
35  Y una voz salió de la nube, que decía: Este es mi Hijo, mi Escogido; a El oíd.
36  Después que la voz se oyó, Jesús fue hallado solo. Ellos se lo callaron, y por aquellos días no contaron a nadie nada de lo que habían visto.


Cuando de niño nos mudamos desde el centro de Canadá hasta la zona del Niagara en Ontario llegamos a nuestra nueva casa en la temporada de la espectacular invasión de las mariposas monarca, que venían de México. Se veían nubes de estos insectos de color naranja, que poco tiempo atrás fueron orugas sin ninguna capacidad de volar. El proceso de la metamorfosis revela lo que realmente son. La palabra griega μεταμορφόω se traduce "transfigurar" en nuestra lectura de hoy. Los 3 discípulos pueden ver a Jesús como realmente es. 

Pero no sólo Jesús experimenta un cambio, sino nosotros también. Somos transformados (la misma palabra, metamorfosis - 2 Corintios 3:18) mediante la contemplación de la gloria de Jesús. Es un proceso de renovación continua (Romanos 12:2). Estas lecturas diarias forman parte de lo que Dios utiliza para producir esta profunda renovación. Todos los días estamos expuestos a influencias terrenales mediante los medios como la televisión. El empaparnos de la Palabra de Dios es la influencia que nos hace volar, la cielovisión


viernes, 7 de diciembre de 2018

¿Quién habla por esa boca?


07-dic

Mat 16:21-28
21  Desde entonces Jesucristo comenzó a declarar a sus discípulos que debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día.
22  Y tomándole aparte, Pedro comenzó a reprenderle, diciendo: ¡No lo permita Dios, Señor! Eso nunca te acontecerá.
23  Pero volviéndose El, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres piedra de tropiezo; porque no estás pensando en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
24  Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
25  Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
26  Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?
27  Porque el Hijo del Hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y ENTONCES RECOMPENSARA A CADA UNO SEGUN SU CONDUCTA.
28  En verdad os digo que hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean al Hijo del Hombre venir en su reino.

Mar 8:31-38, 9:1
31  Y comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía padecer muchas cosas, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y después de tres días resucitar.
32  Y les decía estas palabras claramente. Y Pedro le llevó aparte y comenzó a reprenderle.
33  Mas El volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro y le dijo*: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!, porque no tienes en mente las cosas de Dios, sino las de los hombres.
34  Y llamando a la multitud y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame.
35  Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.
36  Pues, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?
37  Pues ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?
38  Porque cualquiera que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre también se avergonzará de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.
1        Y les decía: En verdad os digo que hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios después de que haya venido con poder.

Luc 9:22-27
22  diciendo: El Hijo del Hombre debe padecer mucho, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día.
23  Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.
24  Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mí, ése la salvará.
25  Pues, ¿de qué le sirve a un hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se destruye o se pierde?
26  Porque el que se avergüence de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y la del Padre, y la de los santos ángeles.
27  Pero en verdad os digo que hay algunos de los que están aquí, que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios.


Curiosamente ayer leímos como Pedro era el que había recibido una revelación de Dios y por lo tanto tenía conocimiento de que Jesús era el Mesías. Y, sin embargo, hoy vemos que Jesús oye en las palabras de Pedro la voz de Satanás (Mateo 16:33). Obviamente Pedro tiene "buenas intenciones" pero no le ha calado el mensaje de que Jesús tiene que morir por los pecados del mundo. Asume el rol de consejero de Jesús. Le toma aparte y le habla con palabras que suenan muy espirituales. Pero son palabras envenenadas.

El apóstol está proponiendo a Jesús una salida muy parecida a la que le ofreció Satanás en el desierto: haz algo espectacular para evitar el sufrimiento.

Somos seguidores de Jesús. Su camino es nuestro camino. Ten cuidado con las personas que te ofrecen un camino fácil.

jueves, 6 de diciembre de 2018

Cosas que no nos corresponde decir


06-dic

Mat 16:13-20
13  Cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?
14  Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; pero otros, Jeremías o uno de los profetas.
15  El les dijo*: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
16  Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
17  Y Jesús, respondiendo, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
18  Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
19  Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será atado en los cielos; y lo que desates en la tierra, será desatado en los cielos.
20  Entonces ordenó a los discípulos que a nadie dijeran que El era el Cristo.

Mar 8:27-30
27  Salió Jesús con sus discípulos a las aldeas de Cesarea de Filipo; y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo?
28  Y le respondieron, diciendo: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; pero otros, uno de los profetas.
29  El les preguntó de nuevo:  Pero vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Pedro, le dijo*: Tú eres el Cristo.
30  Y El les advirtió severamente que no hablaran de El a nadie.

Luc 9:18-21
18  Y mientras Jesús oraba a solas, estaban con El los discípulos, y les preguntó, diciendo: ¿Quién dicen las multitudes que soy yo?
19  Entonces ellos respondieron, y dijeron: Unos, Juan el Bautista, otros, Elías, y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado.
20  Y El les dijo: Y vosotros ¿quién decís que soy yo? Y Pedro respondiendo, dijo: El Cristo de Dios.
21  Pero El, advirtiéndoles severamente, les mandó que no dijeran esto a nadie,


Al ciego que vimos ayer el Señor le dijo que no paseara por el pueblo y que no dijera a nadie lo que le había pasado. Cada cosa tiene su momento. Jesús dice a los discípulos en la última noche que tiene muchas cosas que decirles pero ahora no lo podrían soportar. Me parece que Jesús dijo a dos personas que él era el Mesías. Una de ellas era la mujer samaritana. Sus propios discípulos debían aprender eso por el Espíritu de Dios, no por un libro de texto.

Cuando estamos hablando de nuestra fe con personas nuevas, conviene a veces hacer más preguntas y menos respuestas. Conviene también estar pendiente de la dirección del Espíritu de Dios para saber si esa persona está en condiciones para que descarguemos todo nuestro conocimiento del Evangelio.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

No conformarse con menos


05-dic
Mar 8:13-21
13  Y dejándolos, se embarcó otra vez y se fue al otro lado.
14  Y se habían olvidado de tomar panes; y no tenían consigo en la barca sino sólo un pan.
15  Y El les encargaba diciendo: ¡Tened cuidado! Guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.
16  Y ellos discutían entre sí que no tenían panes.
17  Dándose cuenta Jesús, les dijo*: ¿Por qué discutís que no tenéis pan? ¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Tenéis el corazón endurecido?
18  TENIENDO OJOS, ¿NO VEIS? Y TENIENDO OIDOS, ¿NO OIS? ¿No recordáis
19  cuando partí los cinco panes entre los cinco mil? ¿Cuántas cestas llenas de pedazos recogisteis? Y ellos le dijeron*: Doce.
20  Y cuando partí los siete panes entre los cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos le dijeron*: Siete.
21  Y les dijo: ¿Aún no entendéis?


Mar 8:22-26
22  Llegaron* a Betsaida, y le trajeron* un ciego y le rogaron* que lo tocara.
23  Tomando de la mano al ciego, lo sacó fuera de la aldea; y después de escupir en sus ojos y de poner las manos sobre él, le preguntó: ¿Ves algo?
24  Y levantando la vista, dijo: Veo a los hombres, pero los veo como árboles que caminan.
25  Entonces Jesús puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y lo veía todo con claridad.
26  Y lo envió a su casa diciendo: Ni aun en la aldea entres.


No suelo aventurar explicaciones de por qué Jesús hace ciertas cosas. Pero pienso que esta curación del ciego en Marcos 8:22-26 tiene una enseñanza para todos. No se me ocurre ningún otro milagro que Jesús hiciera por etapas. El ciego ve, pero no bien. Espiritualmente eso nos pasa a muchos. Nos conformamos con un nivel de madurez que parece más bien una infancia. ¿Conoces a alguien que se conforma con ir al cielo pero quiere todos los beneficios que ofrece el mundo? Jesús ofrece al ciego la posibilidad de completar lo que se empezó. La intención de Dios para nosotros es que resultemos "hechos conforme a la imagen de su Hijo". 

¿Te vas a conformar con menos? ¿Quieres ser como los discípulos en Marcos 8:18, que tienen ojos pero no ven?

martes, 4 de diciembre de 2018

Parecidos a las moscas


04-dic

Ayer me equivoqué y puse un texto que ya habíamos visto hace algunas semanas. Pero tiene buena enseñanza y espero que te hayas aprovechado de las preguntas al final para profundizar un poco en el significado de compartir el Evangelio. Ahora reanudamos. Recordemos que a Jesús le queda como medio año antes de morir.

Mat 15:39
39  Y después de despedir a la muchedumbre, subió a la barca y fue a la región de Magadán.

Mar 8:10
10  Y subiendo enseguida a la barca con sus discípulos, fue a la región de Dalmanuta.
  
Mat 16:1-4
1  Entonces los fariseos y los saduceos se acercaron a Jesús, y para ponerle a prueba le pidieron que les mostrara una señal del cielo.
2  Pero respondiendo El, les dijo: Al caer la tarde decís: "Hará buen tiempo, porque el cielo está rojizo."
3  Y por la mañana: "Hoy habrá tempestad, porque el cielo está rojizo y amenazador." ¿Sabéis discernir el aspecto del cielo, pero no podéis discernir las señales de los tiempos?
4  Una generación perversa y adúltera busca señal, y no se le dará señal, sino la señal de Jonás. Y dejándolos, se fue.

Mar 8:11-12
11  Entonces salieron los fariseos y comenzaron a discutir con El, buscando de El una señal del cielo para ponerle a prueba.
12  Suspirando profundamente en su espíritu, dijo*: ¿Por qué pide señal esta generación? En verdad os digo que no se le dará señal a esta generación.

Mat 16:4-12
4  Una generación perversa y adúltera busca señal, y no se le dará señal, sino la señal de Jonás. Y dejándolos, se fue.
5  Los discípulos, al pasar al otro lado, se habían olvidado de tomar panes.
6  Y Jesús les dijo: Estad atentos y guardaos de la levadura de los fariseos y saduceos.
7  Y ellos discutían entre sí, diciendo: Lo dice porque no tomamos panes.
8  Pero Jesús, dándose cuenta, dijo: Hombres de poca fe, ¿por qué discutís entre vosotros que no tenéis pan?
9  ¿Todavía no entendéis ni recordáis los cinco panes para los cinco mil, y cuántas cestas recogisteis?
10  ¿Ni los siete panes para los cuatro mil, y cuántas canastas recogisteis?
11  ¿Cómo es que no entendéis que no os hablé de los panes? Pero guardaos de la levadura de los fariseos y saduceos.
12  Entonces entendieron que no les había dicho que se guardaran de la levadura de los panes, sino de la enseñanza de los fariseos y saduceos.


Hace algunos días puse como título algo así como "Enfrentamiento con los de siempre". Estos fariseos me recuerdan las moscas en una tarde de verano. Las ahuyentas y reagrupan y vuelven por otro lado. Ahora los fariseos se han unido con sus propios contrincantes los saduceos. Si juntamos estos 2 textos vemos que Jesús suspira profundamente (me suena a exasperación) y les llama generación adúltera. Está harto de ellos. No son fieles a su Dios. Son fieles a su firme intención de eliminar a Jesús, aunque tengan que unirse 2 grupos encontrados. 

En este momento tampoco sus propios discípulos le resultan de much alivio. ¿Todavía no entendéis?  Como escribí hace 2 días, a veces hay que repetir las lecciones muchas veces. Y Jesús, con mucha paciencia lo hace. Esto es cuando él dice, "¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Tenéis el corazón endurecido?" (Marcos 8:17). Creo que tenemos entre nosotros personas que son ejemplo de esa paciencia con los discípulos endurecidos.

lunes, 3 de diciembre de 2018

Jesús ya tiene ayudantes


03-diciembre
Mateo 10:1-28  
1  Entonces llamando a sus doce discípulos, Jesús les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
2  Y los nombres de los doce apóstoles son éstos: primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; y Jacobo, el hijo de Zebedeo, y Juan su hermano;
3  Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Jacobo, el hijo de Alfeo, y Tadeo;
4  Simón el cananita, y Judas Iscariote, el que también le entregó.
5  A estos doce envió Jesús después de instruirlos, diciendo: No vayáis por el camino de los gentiles, y no entréis en ninguna ciudad de los samaritanos.
6  Sino id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
7  Y cuando vayáis, predicad diciendo: "El reino de los cielos se ha acercado."
8  Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
9  No os proveáis de oro, ni de plata, ni de cobre para llevar en vuestros cintos,
10  ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de sandalias, ni de bordón; porque el obrero es digno de su sostén.
11  Y en cualquier ciudad o aldea donde entréis, averiguad quién es digno en ella, y quedaos allí hasta que os marchéis.
12  Al entrar en la casa, dadle vuestro saludo de paz .
13  Y si la casa es digna, que vuestro saludo de paz venga sobre ella; pero si no es digna, que vuestro saludo de paz se vuelva a vosotros.
14  Y cualquiera que no os reciba ni oiga vuestras palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies.
15  En verdad os digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo  para la tierra de Sodoma y Gomorra que para esa ciudad.
16  Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sed astutos como las serpientes e inocentes como las palomas.
17  Pero cuidaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas;
18  y hasta seréis llevados delante de gobernadores y reyes por mi causa, como un testimonio a ellos y a los gentiles.
19  Pero cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué hablaréis; porque a esa hora se os dará lo que habréis de hablar.
20  Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.
21  Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y les causarán la muerte.
22  Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre, pero el que persevere hasta el fin, ése será salvo.
23  Pero cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque en verdad os digo: no terminaréis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombre.
24  Un discípulo no está por encima del maestro, ni un siervo por encima de su señor.
25  Le basta al discípulo llegar a ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al dueño de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más a los de su casa!
26  Así que no les temáis, porque nada hay encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de saberse.
27  Lo que os digo en la oscuridad, habladlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas.


Preguntas:
1. ¿Qué es lo que Jesús dijo a los discípulos que hicieran justo antes de enviarles a introducir en Evangelio del Reino en los pueblos de Galilea? (Mateo 9:37-38)
2. ¿Qué es lo primero que han de hacer al llegar a cualquier ciudad o pueblo? (Mateo 10:11)
3. ¿Qué es lo que convencerá a los oyentes de que el Reino ha llegado? (Mateo 10:1)
4. ¿Qué es lo que convencerá a la gente hoy de que somos del Reino de Cristo?
Juan 13       Juan 17  

domingo, 2 de diciembre de 2018

Enseñanza repetida

02-dic 


Mat 15:29-38
29  Y pasando Jesús de allí, vino junto al mar de Galilea, y subiendo al monte, se sentó allí.
30  Y vinieron a El grandes multitudes trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos y los pusieron a sus pies y El los sanó;
31  de modo que la muchedumbre se maravilló al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban restaurados, los cojos caminaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel.
32  Entonces Jesús, llamando junto a sí a sus discípulos, les dijo: Tengo compasión de la multitud, porque hace ya tres días que están conmigo y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos sin comer, no sea que desfallezcan en el camino.
33  Y los discípulos le dijeron*: ¿Dónde conseguiríamos nosotros en el desierto tantos panes para saciar a una multitud tan grande?
34  Jesús entonces les dijo*: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos respondieron: Siete, y unos pocos pececillos.
35  Y El mandó a la multitud que se recostara en el suelo;
36  y tomó los siete panes y los peces; y después de dar gracias, los partió y empezó a darlos a los discípulos, y los discípulos a las multitudes.
37  Y comieron todos y se saciaron; y recogieron de lo que sobró de los pedazos, siete canastas llenas.
38  Los que comieron fueron cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.

Mar 7:31-37, 8:1-9
31  Volviendo a salir de la región de Tiro, pasó por Sidón y llegó al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis.
32  Y le trajeron* a uno que era sordo y que hablaba con dificultad, y le rogaron* que pusiera la mano sobre él.
33  Entonces Jesús, tomándolo aparte de la multitud, a solas, le metió los dedos en los oídos, y escupiendo, le tocó la lengua con la saliva;
34  y levantando los ojos al cielo, suspiró profundamente y le dijo*: ¡Effatá!, esto es: ¡Abrete!
35  Y al instante se abrieron sus oídos, y desapareció el impedimento de su lengua, y hablaba con claridad.
36  Y Jesús les ordenó que a nadie se lo dijeran; pero mientras más se lo ordenaba, tanto más ellos lo proclamaban.
37  Y se asombraron en gran manera, diciendo: Todo lo ha hecho bien; aun a los sordos hace oír y a los mudos hablar.

8:1  En aquellos días, cuando de nuevo había una gran multitud que no tenía qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo*:
2  Tengo compasión de la multitud porque hace ya tres días que están conmigo y no tienen qué comer;
3  y si los despido sin comer a sus casas, desfallecerán en el camino, pues algunos de ellos han venido de lejos.
4  Sus discípulos le respondieron: ¿Dónde podrá alguien encontrar lo suficiente para saciar de pan a éstos aquí en el desierto?
5  Y El les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos respondieron: Siete.
6  Entonces mandó a la multitud que se recostara en el suelo; y tomando los siete panes, después de dar gracias, los partió y los iba dando a sus discípulos para que los pusieran delante de la gente; y ellos los sirvieron a la multitud.
7  También tenían unos pocos pececillos; y después de bendecirlos, mandó que éstos también los sirvieran.
8  Todos comieron y se saciaron; y recogieron de lo que sobró de los pedazos, siete canastas.
9  Los que comieron eran unos cuatro mil; y los despidió.

El mapa de arriba tiene la letra en portugués pero lo entendemos. Cuando Jesús multiplicó los panes para 5.000 personas, estaba al norte de Mar de Galilea. Cuando lo de los 4.000 se encontraba en otro viaje al sur. No se trata de un mismo evento contado en diferentes maneras por distintos cronistas. Por lo tanto cuando en Mateo 15:33 los discípulos piensan que se trata de una tarea imposible, están demostrando que Jesús tenía razón cuando en una ocasión les llama duros de corazón. Además, Jesús utilizó estos dos milagros similares (Marcos 8:19-20) para una importante enseñanza. 

¿Alguna vez ha sido necesario decirte 2 veces la misma cosa para que aprendieras? ¿O mil veces?