sábado, 8 de diciembre de 2018

Metamorfosis


08-dic
Mat 17:1-13
1  Seis días después, Jesús tomó* consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó* aparte a un monte alto;
2  y se transfiguró delante de ellos; y su rostro resplandeció como el sol, y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz.
3  Y he aquí, se les aparecieron Moisés y Elías hablando con El.
4  Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús: Señor, bueno es estarnos aquí; si quieres, haré aquí tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
5  Mientras estaba aún hablando, he aquí, una nube luminosa los cubrió; y una voz salió de la nube, diciendo: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido; a El oíd.
6  Cuando los discípulos oyeron esto, cayeron sobre sus rostros y tuvieron gran temor.
7  Entonces se les acercó Jesús, y tocándolos, dijo: Levantaos y no temáis.
8  Y cuando alzaron sus ojos no vieron a nadie, sino a Jesús solo.
9  Mientras descendían del monte, Jesús les ordenó, diciendo: No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos.
10  Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que Elías debe venir primero?
11  Y respondiendo El, dijo: Elías ciertamente viene, y restaurará todas las cosas;
12  pero yo os digo que Elías ya vino y no lo reconocieron, sino que le hicieron todo lo que quisieron. Así también el Hijo del Hombre va a padecer a manos de ellos.
13  Entonces los discípulos entendieron que les había hablado de Juan el Bautista.

Mar 9:2-13
2  Seis días después, Jesús tomó* consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó* aparte, solos, a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos;
3  y sus vestiduras se volvieron resplandecientes, muy blancas, tal como ningún lavandero sobre la tierra las puede emblanquecer.
4  Y se les apareció Elías junto con Moisés, y estaban hablando con Jesús.
5  Entonces Pedro, interviniendo, dijo* a Jesús: Rabí, bueno es estarnos aquí; hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
6  Porque él no sabía qué decir, pues estaban aterrados.
7  Entonces se formó una nube, cubriéndolos, y una voz salió de la nube: Este es mi Hijo amado; a El oíd.
8  Y enseguida miraron en derredor, pero ya no vieron a nadie con ellos, sino a Jesús solo.
9  Cuando bajaban del monte, les ordenó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos.
10  Y se guardaron para sí lo dicho, discutiendo entre sí qué significaría resucitar de entre los muertos.
11  Y le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen los escribas que Elías debe venir primero?
12  Y El les dijo: Es cierto que Elías, al venir primero, restaurará todas las cosas. Y, sin embargo, ¿cómo está escrito del Hijo del Hombre que padezca mucho y sea despreciado?
13  Pero yo os digo que Elías ya ha venido, y le hicieron cuanto quisieron, tal como está escrito de él.

Luc 9:28-36
28  Y como ocho días después de estas palabras, Jesús tomó consigo a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar.
29  Mientras oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su ropa se hizo blanca y resplandeciente.
30  Y he aquí, dos hombres hablaban con El, los cuales eran Moisés y Elías,
31  quienes apareciendo en gloria, hablaban de la partida de Jesús, que El estaba a punto de cumplir en Jerusalén.
32  Pedro y sus compañeros habían sido vencidos por el sueño, pero cuando estuvieron bien despiertos, vieron la gloria de Jesús y a los dos varones que estaban con El.
33  Y sucedió que al retirarse ellos de El, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es que estemos aquí; hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías; no sabiendo lo que decía.
34  Entonces, mientras él decía esto, se formó una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube.
35  Y una voz salió de la nube, que decía: Este es mi Hijo, mi Escogido; a El oíd.
36  Después que la voz se oyó, Jesús fue hallado solo. Ellos se lo callaron, y por aquellos días no contaron a nadie nada de lo que habían visto.


Cuando de niño nos mudamos desde el centro de Canadá hasta la zona del Niagara en Ontario llegamos a nuestra nueva casa en la temporada de la espectacular invasión de las mariposas monarca, que venían de México. Se veían nubes de estos insectos de color naranja, que poco tiempo atrás fueron orugas sin ninguna capacidad de volar. El proceso de la metamorfosis revela lo que realmente son. La palabra griega μεταμορφόω se traduce "transfigurar" en nuestra lectura de hoy. Los 3 discípulos pueden ver a Jesús como realmente es. 

Pero no sólo Jesús experimenta un cambio, sino nosotros también. Somos transformados (la misma palabra, metamorfosis - 2 Corintios 3:18) mediante la contemplación de la gloria de Jesús. Es un proceso de renovación continua (Romanos 12:2). Estas lecturas diarias forman parte de lo que Dios utiliza para producir esta profunda renovación. Todos los días estamos expuestos a influencias terrenales mediante los medios como la televisión. El empaparnos de la Palabra de Dios es la influencia que nos hace volar, la cielovisión


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