sábado, 27 de junio de 2020

La esencia de la enseñanza de Juan (2 Juan)


Entendemos por algunos escritos patrísticos que el Apóstol Juan sobrevivió a los demás apóstoles y residía en Éfeso, ministrando también en las iglesias de las ciudades de la zona. Esta breve carta pudo ser dirigida a una de esas iglesias, aunque literalmente tiene como destinatario a "La señora elegida y sus hijos".

Siendo Juan ¿qué va a escribir? Naturalmente, que nos amemos los unos a los otros. Y utiliza un razonamiento circular para enfatizar esta enseñanza. ¿Qué es el amor? Consiste en vivir según los mandamientos de Dios. ¿Y qué es el mandamiento? Que vivamos en amor.

También advierte sobre el mismo peligro que avistaba en 1 Juan 4, los que sacan una nueva enseñanza de que Jesús no era humano. La forma de tratar a éstos es cerrarles todas las puertas, debido al veneno de su enseñanza, que borra la eficacia del sacrificio de Jesús por nuestro perdón.

¿Estás de acuerdo con Juan, que todo tiene que llevar al punto donde estamos viviendo para servirnos unos a otros en amor? Parece que Jesús enseñó algo así, En esto conocerán todos que sois mis discípulos, en que tenéis amor los unos hacia los otros (Juan 13:35). También en su gran oración Jesús pidió al Padre nuestra unidad (Juan 17:21-22). ¿Nos vale esta medida para determinar qué tal andamos como iglesia en el siglo 21?



Saludo

1:1- El anciano, a la comunidad escogida por Dios y a los que pertenecen a ella. Os amo de veras; y no solo yo, sino también todos los que han conocido la verdad. 2- Os amo por causa de la verdad que tenemos en nuestro corazón y que estará con nosotros para siempre. 3- Que Dios Padre, y Jesucristo Hijo del Padre, derramen su gracia sobre vosotros y os den misericordia y paz, en verdad y en amor.

El mandamiento del amor

4- Me he alegrado mucho de encontrar a algunos de los vuestros viviendo de acuerdo con la verdad, como el Padre nos ha mandado. 5- Ahora, queridos hermanos, os ruego que nos amemos los unos a los otros. Esto que os escribo no es un mandamiento nuevo, sino el mismo que recibimos desde el principio. 6- El amor consiste en vivir según los mandamientos de Dios, y el mandamiento, como ya lo habéis oído desde el principio, es que viváis en amor.

La verdadera fe en Jesucristo

7- Andan por el mundo muchos engañadores que no reconocen que Jesucristo vino como hombre verdadero. El que es así, es el engañador y el Anticristo. 8- Tened cuidado de no perder el resultado de nuestro trabajo; procurad recibir vuestra recompensa completa. 9- Cualquiera que pretenda ir más allá de lo que Cristo enseñó, no tiene a Dios; pero el que permanece en esa enseñanza, tiene al Padre y también al Hijo. 10- Si va a visitaros alguno que no lleve esta enseñanza, no le recibáis en casa ni le saludéis, 11- porque quien le salude se hará cómplice de sus malas acciones.

Despedida

12- Tengo mucho que deciros, pero no quiero hacerlo por carta. Espero ir a veros y hablar con vosotros personalmente, para que así nuestra alegría sea completa. 13- Los que pertenecen a esta comunidad hermana vuestra, igualmente escogida por Dios, os mandan saludos.



viernes, 26 de junio de 2020

El poder de creer (1 Juan 5)


A veces se oye expresiones como "Creo que va a llover". Eso no es la forma en que el Evangelio presenta el hecho de creer. Creer es estar convencido, de modo que afecta nuestras acciones y nuestro futuro. Juan 3:16-  “Tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna."
 
En el idioma original del Nuevo Testamento, el griego, se ve que "fe" y "creer" tienen la misma raíz. Creer es ejercer la fe.

El versículo 1 aquí nos da el resultado, somos hijos de Dios. Y el resto del capítulo nos da una cadena de efectos.
- El efecto de la fe es amor hacia los demás hijos de Dios. No se trata de un simple cariño humano, sino de la clase de amor que tiene efectos visibles.
- No solamente amamos a los hermanos de la raza que sean, sino que amamos a Dios, y eso produce obediencia. Todo emanando de nuestra decisión de creer en Dios. Cuando vemos a cualquier hermano que anda mal (v 16), nos disponemos a pedir a Dios por él. Pero no sólo eso, sino que y si vemos a un hermano con necesidades físicas, ponemos lo nuestro a su disposición. El que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él? Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad (1 Juan 3:17-18).

- El v 5 da una promesa contundente. Los que creemos vencemos al mundo. Cuando creemos, comenzamos a ver lo que es "el mundo". Al final de esta epístola, aquí en el v 19, vemos la descripción, el mundo entero está bajo el poder del maligno. Se trata de un sistema diseñado por Satanás, con intención de mantenernos en oscuridad y confusión y falsas esperanzas. Lo conseguirá si nos mantiene en un estado de no creer (v 10).
- Esta cadena de efectos de la fe incluye la protección (v 18) con la garantía de que el maligno no nos puede tocar.



La fe, raíz del amor

5:1- Todo aquel que cree que Jesús es el Mesías, es hijo de Dios; y el que ama a un padre, ama también a los hijos de ese padre. 2- Cuando amamos a Dios y hacemos lo que él manda, sabemos que amamos también a los hijos de Dios. 3- El amar a Dios consiste en obedecer sus mandamientos; y sus mandamientos no son una carga, 4- porque todo el que es hijo de Dios vence al mundo. Y nuestra fe nos ha dado la victoria sobre el mundo. 5- El que cree que Jesús es el Hijo de Dios vence al mundo.

El testimonio acerca del Hijo de Dios

6- La venida de Jesucristo quedó señalada con agua y sangre; no solo con agua, sino con agua y sangre. El Espíritu mismo es testigo de esto, y el Espíritu es la verdad. 7- Tres son los testigos: 8- el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres concuerdan. 9- Aceptamos el testimonio de los hombres, pero el testimonio de Dios es de mucho más valor, porque consiste en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.

10- El que cree en el Hijo de Dios lleva este testimonio en su propio corazón; el que no cree en Dios le deja por mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. 11- Este testimonio es que Dios nos ha dado vida eterna y que esta vida está en su Hijo. 12- El que tiene al Hijo de Dios tiene también la vida, pero el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

CONCLUSIÓN

13- Os escribo esto a vosotros que creéis en el Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna. 14- Tenemos confianza en Dios, porque sabemos que si le pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye. 15- Y así como sabemos que Dios oye nuestras oraciones, también sabemos que ya tenemos lo que le hemos pedido.

16- Si alguno ve que su hermano está cometiendo un pecado que no lleva a la muerte, debe orar, y Dios dará vida al hermano. Esto si se trata de un pecado que no lleva a la muerte. Hay pecado que lleva a la muerte y por ese pecado no digo que se deba orar. 17- Toda maldad es pecado, pero hay pecado que no lleva a la muerte.

18- Sabemos que el que tiene a Dios como Padre no sigue pecando, porque el Hijo de Dios cuida de él y el maligno no le toca. 19- Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está bajo el poder del maligno. 20- Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al Dios verdadero. Vivimos unidos al que es verdadero, es decir, a su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna. 21- Hijitos, guardaos de los dioses falsos.



jueves, 25 de junio de 2020

Detector de mentiras (1 Juan 4)


El mundo está plagado de falsos. Lo dice Juan mismo, en el v 1: el mundo está lleno de falsos profetas. Con lo que siempre existe la posibilidad de que nos estén dando una palabra que no es de Dios. En su preocupación por que nada estorbe nuestra intimidad con Dios nos da un método, que debemos usar, para identificar con claridad a los impostores.

  •  Lo que afirman acerca de Jesús
a. Los falsos dicen que Jesús no vino con cuerpo humano (v.2). Con eso impiden que Jesús sea el Salvador de los seres humanos. Nació como un hombre, y al presentarse como hombre se humillo a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte de la cruz (Filipenses 2).
b. Jesús no sólo vino como humano, es Hijo de Dios.   Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo,  Todo aquel que reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, vive en Dios y Dios en él. (vss 14,15)

  • Su actuación: la forma en que practican el amor de Dios. Todo aquel que ama es hijo de Dios y conoce a Dios, porque Dios es amor (vss 7,8).  A lo mejor estamo en estado de aprendizaje y no hemos llegado  a amar perfectamente todavía (v.18)

Juan 1:14-  Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros lleno de amor y de verdad. Y hemos visto su gloria, la gloria que como Hijo único recibió del Padre.

Juan conoce 2 variedades, los que son del mundo y los que son de Dios

No hace falta mucha explicación para estos textos sobre el amor (v 7). Pero sí, mucha meditación y práctica. Se trata de un baremo para identificar el terreno que nos queda por ganar en reflejar el amor de Dios en nuestras vidas.


3. La fe verdadera

4:1- Queridos hermanos, no creáis a todos los que dicen estar inspirados por Dios, sino ponedlos a prueba para ver si el espíritu que hay en ellos es de Dios. Porque el mundo está lleno de falsos profetas. 2- De esta manera podéis saber quién tiene el Espíritu de Dios: todo el que reconoce que Jesucristo vino como hombre verdadero tiene el Espíritu de Dios. 3- Pero el que no reconoce así a Jesús, no tiene el Espíritu de Dios; al contrario, tiene el espíritu del Anticristo. Habéis oído que ese espíritu ha de venir; pues bien, ya está en el mundo.

4- Hijitos, vosotros sois de Dios y habéis vencido a esos mentirosos, porque el que está en vosotros es más poderoso que el que está en el mundo. 5- Ellos son del mundo; por eso hablan de las cosas del mundo y los que son del mundo les escuchan. 6- En cambio, nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha, pero el que no es de Dios no nos escucha. En esto, pues, podemos conocer quién tiene el espíritu de la verdad y quién tiene el espíritu del engaño.


TERCER DESARROLLO TEMÁTICO

El amor, signo de comunión con Dios

7- Queridos hermanos, amémonos unos a otros, porque el amor procede de Dios. Todo aquel que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. 8- El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. 9- Dios ha mostrado su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. 10- El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.

11- Queridos hermanos, si Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos unos a otros. 12- A Dios nunca lo ha visto nadie; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros. 13- La prueba de que nosotros vivimos en Dios y que él vive en nosotros es que nos ha dado su Espíritu. 14- Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo. 15- Todo aquel que reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, vive en Dios y Dios en él.

16- Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor vive en Dios y Dios en él. 17- De esta manera se hace realidad el amor en nosotros, para que en el día del juicio tengamos confianza; porque nosotros somos en este mundo tal como es Jesucristo. 18- Donde hay amor no hay temor. Al contrario, el amor perfecto echa fuera el temor, pues el temor supone castigo. Por eso, el que teme no ha llegado a amar perfectamente. 19- Nosotros amamos porque él nos amó primero.

20- El que dice: “Yo amo a Dios”, pero al mismo tiempo odia a su hermano, es un mentiroso. Pues quien no ama a su hermano, al que ve, tampoco puede amar a Dios, al que no ve. 21- Jesucristo nos ha dado este mandamiento: que el que ama a Dios ame también a su hermano.


miércoles, 24 de junio de 2020

Lo que realmente eres(1 Juan 3)


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No es poca cosa que tú y yo seamos hijos de Dios (v 1). Esto quiere decir que nos ha limpiado de toda nuestra contaminación. Y que tenemos una relación especial con él. Y que viviremos con él por toda la eternidad. Y que somos sus representantes en la tierra. Y que todos sus demás hijos son nuestros hermanos.

A lo mejor tu vecino te miras y dice, "¿Ése es hijo de Dios? Pues, no se nota." No te preocupes, se va a notar. Primero en el trato que le das. Tu vecino irá sabiendo cómo es Dios por las las cualidades que demuestras. Somos partícipes de la naturaleza divina (2 Pedro 1:4). Además de eso, hay un evento cuando lo que tienes por dentro se verá por fuera. Aparecerá Jesús y seremos como él (v 2).

Ya en los Salmos se hablaba de esto: En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia, Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza (Salmo 17:15). La clave está en la vista. Nada más ver a Jesús seremos como él, porque le veremos tal como es.

La medida de esa semejanza está en lo que hemos crecido aquí mientras estábamos en este cuerpo, pasando tiempo con Dios, amando a nuestros hermanos y a nuestros enemigos, obedeciendo a Dios en cada detalle, meditando en la Palabra de Dios, que perdura para siempre. Ahora es el tiempo de purificarnos en preparación (v 3). Confesamos nuestros pecados y recibimos limpieza y perdón. Y el v 4 presenta el terrible contraste.

Aunque esto se cumple en el futuro, en el tiempo presente se puede identificar a los que son de Dios y los que no lo son. Esto se explica en el v 10.

Esto es el proceso que menciona Pablo en 2 Corintios 3:18, donde somos transformados. La palabra "transformar" es el griego, metamorfo-o. Igual que la mariposa, cuando lo interior se exterioriza.
Ahora no tenemos alas. Pero la oruga se transformará en mariposa.

No pierdas ningún detalle de este capítulo. Léelo con atención (son 4 minutos), y cada vez que lo vuelvas a leer, a ver si no te salen nuevos descubrimientos sobre Dios y tu relación con él.

3:1- Mirad cuánto nos ama el Padre, que se nos llama hijos de Dios, y lo somos. Por eso, los que son del mundo no nos conocen, pues no han conocido a Dios. 2- Queridos hermanos, ya somos hijos de Dios. Y aunque aún no se ha manifestado lo que seremos después, sabemos que cuando Jesucristo aparezca seremos como él, porque le veremos tal como es.

3- Todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, de la misma manera que Jesucristo es puro. 4- Todo el que peca comete maldad, porque el pecado es la maldad. 5- Ya sabéis que Jesucristo vino al mundo para quitar los pecados y que él no tiene pecado alguno. 6- Así pues, todo el que permanece unido a él no sigue pecando; pero nadie que peca lo ha visto ni lo ha conocido.

7- Hijitos míos, que nadie os engañe: el que practica la justicia es justo, como él es justo; 8- pero el que comete pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Precisamente para esto ha venido el Hijo de Dios: para deshacer lo hecho por el diablo. 9- Ninguno que sea hijo de Dios comete pecado, porque tiene la vida que Dios le ha dado; y no puede seguir pecando porque es hijo de Dios. 10- Se sabe quiénes son los hijos de Dios y quiénes son los hijos del diablo, porque quien no hace el bien o no ama a su hermano, no es de Dios.

2. El mandamiento del amor

11- Este es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros. 12- No seamos como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Pues porque los hechos de Caín eran malos, y los de su hermano, buenos. 13- Hermanos míos, no os extrañéis si los que son del mundo os odian.

14- Nosotros hemos pasado de la muerte a la vida, y lo sabemos porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama, aún está muerto. 15- Todo el que odia a su hermano es un asesino, y vosotros sabéis que ningún asesino puede tener vida eterna en sí mismo. 16- Conocemos qué es el amor porque Jesucristo dio su vida por nosotros; así también, nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos. 17- Si uno es rico y ve que su hermano necesita ayuda, pero no se la da, ¿cómo puede tener amor de Dios en su corazón? 18- Hijitos míos, que nuestro amor no sea solamente de palabra, sino que se demuestre con hechos.

Confianza delante de Dios

19- De esta manera sabremos que somos de la verdad y podremos sentirnos seguros delante de Dios. 20- Si nuestro corazón nos acusa de algo, Dios es más grande que nuestro corazón y lo sabe todo. 21- Queridos hermanos, si nuestro corazón no nos acusa, tenemos confianza delante de Dios 22- y él nos dará todo lo que le pidamos, porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.

23- Y su mandamiento es que creamos en su Hijo Jesucristo y que nos amemos unos a otros como él nos mandó. 24- Los que obedecen sus mandamientos viven en él, y él vive en ellos. Y en esto sabemos que él vive en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.


martes, 23 de junio de 2020

¡No te muevas! (1 Juan 2)


No olvidemos que Juan pretende que tengamos la misma relación con Dios que él y los demás apóstoles tienen, como nosotros tenemos comunión con Dios el Padre y con su Hijo Jesucristo (1 Juan 1:3). Podemos estar tan cerca de Dios como él. Los apóstoles tienen una función única pero no tienen más acceso al Padre Celestial que nosotros. Como vimos en Hebreos 4:16, Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios lleno de amor.


Yo soy la #vid; y vosotros los #sarmientos | Imágenes de jesus ...Cada uno tendrá sus propias experiencias, como Santa Teresa de Ávila (autora de "Las Moradas"). Las experiencias son individuales pero esta relación con nuestro Papá es para cada uno de nosotros. Podemos tener la misma paz y gozo. ¡Y fruto! Lo que dice Juan hacia el final de este capítulo sobre la permanencia, es decir, mantenernos unidos a Jesús. Es importante saber que lo que recibimos cuando nos convertimos a Cristo (v 24) no necesita sustituirse por otra cosa; permaneceremos unidos a Dios para siempre. 
Al principio como bebés, pero con alimento como esto que nos está dando Juan, vamos madurando. Es como algunas aplicaciones en nuestro teléfono móvil: se instala una vez, y se sigue usando siempre. A veces se actualiza pero la función es la misma. Con lo que tenemos aquí en este capítulo puedes actualizar tu relación con Dios.

Hay 2 cosas que Juan quiere aclarar (vss 1 y 2). Primero, que esta nueva vida que tenemos en Jesús no nos inducirá a ningún pecado. Al contrario, esta relación con Dios nos impulsará siempre a vivir sin ofender a Dios. Segundo, por si alguien piensa que ese pecado que cometió, ese fallo que te tomó por sorpresa, si piensas que eso te va a dejar tumbado, hay un mensaje importante. Jesús, nuestro abogado llevará tu caso al Padre mismo y dirá, "Yo pagué por este hijo tuyo. Sus fallos ya no cuentan." Y no olvidemos tampoco la condición para recibir ese perdón: los pecados, hay que confesarlos a Dios.

Hace años aprendí de memoria el versículo 28. Si lo llevas en tu mente también, te dará una fuerza y una confianza en que su regreso a la tierra será para ti un momento de suma alegría.

2:1- Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no cometáis pecado. Aunque si alguno comete pecado, tenemos ante el Padre un abogado, que es Jesucristo el Justo. 2- Jesucristo se ofreció en sacrificio para que nuestros pecados sean perdonados; y no solo los nuestros sino los de todo el mundo.


2. El mandamiento del amor

3- Si obedecemos los mandamientos de Dios, podemos estar seguros de que hemos llegado a conocerle. 4- Pero quien dice: “Yo le conozco” y no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no hay verdad en él. 5- En cambio, en el que guarda su palabra se ha perfeccionado verdaderamente el amor de Dios; de ese modo sabemos que estamos unidos a él. 6- El que dice que está unido a Dios, debe vivir como vivió Jesucristo.

El nuevo mandamiento

7- Queridos hermanos, este mandamiento que os escribo no es nuevo: es el mismo que habéis recibido desde el principio. Este mandamiento antiguo es el mensaje que ya oísteis. 8- Sin embargo, esto que os escribo es un mandamiento nuevo, que es verdad tanto en Cristo como en vosotros, porque la oscuridad va pasando y ya brilla la luz verdadera.

9- Quien dice que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad. 10- El que ama a su hermano vive en la luz y no hay nada que le haga caer en pecado. 11- Pero el que odia a su hermano vive y anda en la oscuridad, y no sabe a dónde va porque la oscuridad lo ha dejado ciego.

3. La fe verdadera

12- Hijitos, os escribo porque Dios os ha perdonado vuestros pecados haciendo honor a su nombre. 13- Padres, os escribo porque habéis conocido al que ya existía desde el principio. Jóvenes, os escribo porque habéis vencido al maligno. 14- Os he escrito a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que ya existía desde el principio. Os he escrito también a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes y habéis aceptado la palabra de Dios en vuestro corazón, y porque habéis vencido al maligno.

15- No améis al mundo ni lo que hay en el mundo. Quien ama al mundo no ama al Padre, 16- porque nada de lo que el mundo ofrece viene del Padre, sino del mundo mismo. Y esto es lo que el mundo ofrece: los malos deseos de la naturaleza humana, el deseo de poseer lo que agrada a los ojos y el orgullo de las riquezas. 17- Pero el mundo se va acabando, con todos sus malos deseos; en cambio, el que hace la voluntad de Dios vive para siempre.

La verdad y la mentira

18- Hijitos, esta es la hora última. Vosotros habéis oído que viene el Anticristo; pues bien, ahora han aparecido muchos anticristos. Por eso sabemos que es la hora última. 19- Han salido de entre nosotros, aunque en realidad no eran de los nuestros, porque si lo hubieran sido se habrían quedado con nosotros. Pero ha sucedido así para que se vea claramente que no todos son de los nuestros.

20- Cristo, el Santo, os ha consagrado con el Espíritu, y todos tenéis conocimiento. 21- Os escribo, pues, no porque ignoréis la verdad, sino porque la conocéis y sabéis que ninguna mentira puede proceder de la verdad. 22- ¿Quién es el mentiroso? Precisamente el que dice que Jesús no es el Mesías. Ese es el Anticristo, pues niega tanto al Padre como al Hijo. 23- Nadie que niega al Hijo tiene al Padre; pero el que se declara a favor del Hijo, tiene también al Padre.

24- Por eso, guardad en vuestro corazón el mensaje que oísteis desde el principio; y si lo que oísteis desde el principio queda en vuestro corazón, también vosotros permaneceréis unidos con el Hijo y con el Padre. 25- Esto es precisamente lo que Jesucristo nos ha prometido: la vida eterna.

26- Os estoy escribiendo acerca de quienes tratan de engañaros. 27- Pero vosotros tenéis el Espíritu Santo con el que Jesucristo os ha consagrado, y no necesitáis que nadie os enseñe porque el Espíritu que él os ha dado os enseña todas las cosas, y sus enseñanzas son verdad y no mentira. Permaneced unidos a Cristo, conforme a lo que el Espíritu os ha enseñado. 28- Ahora pues, hijitos, permaneced unidos a Cristo, para que tengamos confianza cuando él aparezca y no sintamos vergüenza delante de él cuando venga.


SEGUNDO DESARROLLO TEMÁTICO

1. Liberación del pecado

29- Puesto que sabéis que Jesucristo es justo, sabed también que todo aquel que hace lo que es justo es hijo de Dios.

lunes, 22 de junio de 2020

Podemos tener la misma relación que Juan (1 Juan 1)


Los 12 apóstoles son un grupo único e irrepetible. Estuvieron con Jesús. Cuando hubo que designar un sustituto de Judas, una de las condiciones era eso; había que nombrar a alguien de entre los hombres que nos han acompañado todo el tiempo que el Señor Jesús estuvo entre nosotros, desde que fue bautizado por Juan hasta que subió al cielo. (Hechos 1:21-22). Los 12 apóstoles son los cimientos de la iglesia (Apocalipsis 21:14).

Pero cuando Juan escribe esta epístola, ya no está Jesús presente físicamente. Sin embargo, está experimentando una auténtica comunión con él y con el Padre. Esta comunión, o unión, es la máxima relación que se puede tener. En esta relación se siente el amor de Dios, se mantiene comunicación con él, se comparte todo con él, se recibe mensajes de Dios. Esta relación continuará por toda la eternidad.

El deseo de Juan, escribiendo a todos los creyentes, es compartir esa comunión con nosotros, para que tengáis comunión con nosotros, como nosotros tenemos comunión con Dios el Padre y con su Hijo Jesucristo. No pudimos andar con Jesús por Galilea, pero sí podemos tener intimidad con él ahora.

Esta misma intención la tuvo Pedro cuando dice, que habéis llegado a tener una fe tan preciosa como la nuestra, porque nuestro Dios y Salvador Jesucristo es justo.

Incluso, hay una bendición especial para los que han creído sin ver. Jesús dijo a otro apóstol, Tomás, "¿Crees porque me has visto? ¡Dichosos los que creen sin haber visto!"

Juan sabe que hay una condición para tener comunión: limpieza. Por eso el énfasis en esta epístola en la victoria sobre el pecado.

Éste es un capítulo breve. Puedes leerlo y volverlo a leer y sumergirte en este baño del amor de Dios. Si no lo sabíamos antes, el pecado se deja atrás confesándoselo a Dios. Juan da primera importancia a la eficacia de la sangre de Jesús.


INTRODUCCIÓN

La palabra de vida

1:1- Os escribimos acerca de lo que ya existía desde el principio, de lo que hemos oído y de lo que hemos visto con nuestros propios ojos. Porque lo hemos visto y lo hemos tocado con nuestras manos. Se trata de la palabra de vida. 2- Esta vida se manifestó: nosotros la vimos y damos testimonio de ella, y os anunciamos esa vida eterna que estaba con el Padre y se nos ha manifestado.

3- Os anunciamos, pues, lo que hemos visto y oído, para que tengáis comunión con nosotros, como nosotros tenemos comunión con Dios el Padre y con su Hijo Jesucristo. 4- Os escribimos esto para que nuestra alegría sea completa.




PRIMER DESARROLLO TEMÁTICO

1. Comunión con Dios

5- Este es el mensaje que Jesucristo nos enseñó y que os anunciamos: Dios es luz y en él no hay ninguna oscuridad. 6- Si decimos que tenemos comunión con él y al mismo tiempo vivimos en la oscuridad, mentimos y no actuamos con verdad. 7- Pero si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces tenemos comunión entre nosotros y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado.

8- Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no hay verdad en nosotros; 9- pero si confesamos nuestros pecados, podemos confiar en que Dios, que es justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad. 10- Si decimos que no hemos cometido pecado, dejamos a Dios por mentiroso y no hemos aceptado verdaderamente su palabra.

domingo, 21 de junio de 2020

Pedro quiere que no olvidemos esto (2 Pedro 3)


Pedro no ha sido tan prolífico escribiendo como Juan o Pablo. 2 epistolitas donde nos comunica el mensaje de su corazón. Y aquí en 2 Pedro 3 es donde lo resume todo. ¿Qué es lo que expresa su gran corazón hacia esas preciosas ovejas (1 Pedro 5:2)?

1. Que Jesús va a regresar y que estemos preparados. Los que cuestionan esto son burladores que quieren vivir de una manera desenfrenada. V 12 - 12- Esperad la llegada del día de Dios, y haced lo posible por apresurarla.
2. Que tengamos la perspectiva de Dios. Es admirable el cambio que ha experimentado este discípulo que figuraba entre los que le preguntaron a Jesús, Señor, ¿vas a restablecer en este momento el reino de Israel? (Hechos 1:6). Hay un importante motivo por el aplazamiento de ese reino.
3. Nos toca a nosotros, por nuestra manera de vivir y de comunicar el Evangelio, hacer los preparativos para la venida de Jesús. El pensamiento central va en el versículo 9: Lo que sucede es que tiene paciencia con vosotros, pues no quiere que nadie muera, sino que todos se vuelvan a DiosEl pescador por excelencia quiere que sigamos pescando.
4. Pedro afirma que Lo que escribe Pablo es importante, que está al nivel de las Escrituras del Antiguo Testamento.


El regreso del Señor

3:1- Esta es, queridos hermanos, la segunda carta que os escribo. En las dos, con mis consejos, he tratado de haceros pensar rectamente. 2- Acordaos de lo que en otro tiempo dijeron los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador, que los apóstoles os enseñaron. 3-

Sobre todo tened esto presente: que en los días últimos vendrá gente que vivirá de acuerdo con sus propios malos deseos y que, en son de burla, 4- preguntará: “¿Qué pasó con aquella promesa de que Cristo iba a regresar? Ya murieron nuestros padres, y todo sigue igual desde la creación del mundo.” 5- Esa gente no quiere darse cuenta de que el cielo ya existía desde tiempos antiguos, y de que por mandato de Dios la tierra surgió del agua y por medio del agua. 6- También por el agua del diluvio fue destruido el mundo de entonces. 7- Pero los cielos y la tierra que ahora existen están reservados para el fuego por el mismo mandato de Dios. Ese fuego los quemará en el día del juicio y de la perdición de los malos.

 8- Además, queridos hermanos, no olvidéis que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 9- No es que el Señor se demore en cumplir su promesa, como algunos suponen. Lo que sucede es que tiene paciencia con vosotros, pues no quiere que nadie muera, sino que todos se vuelvan a Dios.

10- Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. Entonces los cielos se desharán con un ruido espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, quedará sometida al juicio de Dios. 11- Puesto que todo va a ser destruido de esa manera, ¡con cuánta santidad y devoción debéis vivir!

12- Esperad la llegada del día de Dios, y haced lo posible por apresurarla. Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los elementos se derretirán entre las llamas; 13- pero nosotros esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva que Dios ha prometido, en los que todo será justo y bueno. 14- Por eso, queridos hermanos, mientras esperáis estas cosas, haced todo lo posible para que Dios os encuentre en paz, sin mancha ni culpa.

15- Tened en cuenta que la paciencia con que nuestro Señor nos trata es para nuestra salvación. Acerca de lo cual también os ha escrito nuestro querido hermano Pablo, según la sabiduría que Dios le ha dado. 16- En cada una de sus cartas os ha hablado de esto, aunque hay en ellas puntos difíciles de entender que los ignorantes y los débiles en la fe tuercen, como tuercen las demás Escrituras, para su propia perdición.

Conclusión

17- Por eso, queridos hermanos, ya que sabéis de antemano estas cosas, tened cuidado, para que no os arrastren los engaños de los malvados ni caigáis de vuestra firme posición. 18- Conoced mejor a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y creced en su amor. ¡Gloria a él ahora y para siempre! Amén.