jueves, 25 de junio de 2020

Detector de mentiras (1 Juan 4)


El mundo está plagado de falsos. Lo dice Juan mismo, en el v 1: el mundo está lleno de falsos profetas. Con lo que siempre existe la posibilidad de que nos estén dando una palabra que no es de Dios. En su preocupación por que nada estorbe nuestra intimidad con Dios nos da un método, que debemos usar, para identificar con claridad a los impostores.

  •  Lo que afirman acerca de Jesús
a. Los falsos dicen que Jesús no vino con cuerpo humano (v.2). Con eso impiden que Jesús sea el Salvador de los seres humanos. Nació como un hombre, y al presentarse como hombre se humillo a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte de la cruz (Filipenses 2).
b. Jesús no sólo vino como humano, es Hijo de Dios.   Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo,  Todo aquel que reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, vive en Dios y Dios en él. (vss 14,15)

  • Su actuación: la forma en que practican el amor de Dios. Todo aquel que ama es hijo de Dios y conoce a Dios, porque Dios es amor (vss 7,8).  A lo mejor estamo en estado de aprendizaje y no hemos llegado  a amar perfectamente todavía (v.18)

Juan 1:14-  Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros lleno de amor y de verdad. Y hemos visto su gloria, la gloria que como Hijo único recibió del Padre.

Juan conoce 2 variedades, los que son del mundo y los que son de Dios

No hace falta mucha explicación para estos textos sobre el amor (v 7). Pero sí, mucha meditación y práctica. Se trata de un baremo para identificar el terreno que nos queda por ganar en reflejar el amor de Dios en nuestras vidas.


3. La fe verdadera

4:1- Queridos hermanos, no creáis a todos los que dicen estar inspirados por Dios, sino ponedlos a prueba para ver si el espíritu que hay en ellos es de Dios. Porque el mundo está lleno de falsos profetas. 2- De esta manera podéis saber quién tiene el Espíritu de Dios: todo el que reconoce que Jesucristo vino como hombre verdadero tiene el Espíritu de Dios. 3- Pero el que no reconoce así a Jesús, no tiene el Espíritu de Dios; al contrario, tiene el espíritu del Anticristo. Habéis oído que ese espíritu ha de venir; pues bien, ya está en el mundo.

4- Hijitos, vosotros sois de Dios y habéis vencido a esos mentirosos, porque el que está en vosotros es más poderoso que el que está en el mundo. 5- Ellos son del mundo; por eso hablan de las cosas del mundo y los que son del mundo les escuchan. 6- En cambio, nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha, pero el que no es de Dios no nos escucha. En esto, pues, podemos conocer quién tiene el espíritu de la verdad y quién tiene el espíritu del engaño.


TERCER DESARROLLO TEMÁTICO

El amor, signo de comunión con Dios

7- Queridos hermanos, amémonos unos a otros, porque el amor procede de Dios. Todo aquel que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. 8- El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. 9- Dios ha mostrado su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. 10- El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.

11- Queridos hermanos, si Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos unos a otros. 12- A Dios nunca lo ha visto nadie; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros. 13- La prueba de que nosotros vivimos en Dios y que él vive en nosotros es que nos ha dado su Espíritu. 14- Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo. 15- Todo aquel que reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, vive en Dios y Dios en él.

16- Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor vive en Dios y Dios en él. 17- De esta manera se hace realidad el amor en nosotros, para que en el día del juicio tengamos confianza; porque nosotros somos en este mundo tal como es Jesucristo. 18- Donde hay amor no hay temor. Al contrario, el amor perfecto echa fuera el temor, pues el temor supone castigo. Por eso, el que teme no ha llegado a amar perfectamente. 19- Nosotros amamos porque él nos amó primero.

20- El que dice: “Yo amo a Dios”, pero al mismo tiempo odia a su hermano, es un mentiroso. Pues quien no ama a su hermano, al que ve, tampoco puede amar a Dios, al que no ve. 21- Jesucristo nos ha dado este mandamiento: que el que ama a Dios ame también a su hermano.


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