sábado, 16 de abril de 2011

Buena memoria

Aperitivo                          2 Timoteo 1:1-5
Menú completo                2 Timoteo 1

    La primera carta de Pablo a Timoteo se suele situar después del viaje a España, cuando las iglesias que Pablo fundó antes se encuentran necesitadas de mucha atención y él no puede estar en todos los sitios. La segunda carta obviamente está escrita desde la cárcel. Ya todos los cuidados de la iglesia dependen de la obra del Espíritu Santo y de los hombres fieles que todavía andan en libertad.
    Pablo es ya anciano y físicamente desgastado por tanto trajín. Pero le vemos dando gracias a Dios por su buena memoria. Nunca hace sus oraciones sin acordarse de Timoteo (1:3). Se acuerda de su ayudante, se acuerda de sus lágrimas y de su fe y de la fe de su madre y su abuela.
    Al que posiblemente le falle algo la memoria es al hombre más joven. Dios le ha dado a Timoteo un don que evidentemente no está aprovechando. Cuando Pablo (y también los ancianos, como hemos visto) le impuso las manos, en ese momento se cristalizó la vocación de Timoteo como el aprendiz del apóstol. No es extraño que a ese don ahora le falte fuego. Siempre ha sido el ayudante y ahora es el responsable.¿Piensas que sus lágrimas (v 4) tendrían algo que ver con la necesidad de separarse de Pablo? Pablo era fuego puro; Timoteo separado del maestro se siente cojo. Pero no hay excusa. Hay que avivar. Ya es el momento de fortalecer su contacto directo con Dios. Ese don que tiene no es un don paulino, sino espiritual, un don del Espíritu Santo. Puede recibir fuego directamente de Dios.
    Hemos recibido el Espíritu de poder, de amor y de dominio propio (2 Timoteo 1:7). Cuando se aviva el amor por nuestro prójimo, entonces siempre encontramos algo útil que hacer.

Hoy mismo ¿puedo experimentar un avivamiento?

viernes, 15 de abril de 2011

Los olvidos

Aperitivo                          1 Timoteo 6:1-7
Menú completo                1 Timoteo 5:17-6:21

    Hace años tuve un accidente de coche cuyos detalles fueron borrados de mi mente. Todavía no sé lo que pasó. Hay temas que parecen tan severos que automáticamente nuestro cerebro los hunde en el olvido, por ejemplo, cuando algunos niños sufren abusos. Me parece que ciertos aspectos de la enseñanza de Jesús y de Pablo, que por ser tan chocantes nos producen un efecto parecido. Jesús dijo, si en las riquezas injustas no fuisteis fieles ¿quién os confiará lo verdadero? (Lucas 16). Pablo dice, raíz de todos los males es el amor al dinero (6:10). A veces nuestra forma de vivir indica que estamos obviando esta verdad. Sabemos muy bien que "por gracia sois salvos" pero no figuran en nuestro esquema verdades como "El que confía en sus riquezas caerá" (Proverbios 11:28); "No te fatigues en conseguir riquezas, deja de pensar en ellas" (Proverbios 23:4); "No podéis servir a Dios y a las riquezas" (Mateo 6:24); "El engaño de las riquezas ahoga la Palabra" (Mateo 13:22); "Jesús, mirando en derredor, dijo a sus discípulos: ¡Qué difícil será para los que tienen riquezas entrar en el reino de Dios!" (Mar 10:23); 
    En la iglesia de Éfeso hay personas ricas. Por su propio bien Pablo le manda a Timoteo que enseñe a los ricos a no poner su esperanza en las riquezas. A propósito, se entiende que los ricos son los que, después de proveerse de comida y de cama, todavía les queda algo de la nómina para el futuro (1 Timoteo 6:8). Si no hemos puesto la esperanza en las riquezas ¿por qué nos agarramos tanto a ellas?
    En Éfeso hay hombres que se dedican a la enseñanza de la Palabra de Dios. Pablo deja claro (5:17) que sus necesidades materiales y las de su familia deben ser cubiertas por los que se benefician de esa enseñanza. De esta manera a los ricos no les sobrará tanto y los obreros del Señor tendrán un sueldo digno.
    En Éfeso hay hombres que trabajan sin sueldo. Son los esclavos. En unas circunstancias tan limitadas ¿cómo es posible que necesiten que se les instruya? Un esclavo perezoso (6:1). Si rinden un buen servicio, están viviendo conforme a la doctrina de Jesucristo (6:3). Conclusión: Cada uno vamos a dar cuentas directamente a Dios, incluyendo los amos.
¿Sufro amnesia a la hora de ofrendar?

jueves, 14 de abril de 2011

El efecto de la doctrina

Aperitivo                           1 Timoteo 4:1-6
Menú completo                1 Timoteo 4:1-5:16

    La historia de las iglesias cristianas de los últimos siglos pasa por ciertas enseñanzas, nacidas principalmente en Alemania, que querían “modernizar” a la iglesia. Instalados en sus cátedras, estos hombres de gran inteligencia pretendían entre otras cosas suavizar el mensaje del evangelio, para que no fuera tan primitivo. Daban a entender que se trataba del buen uso del intelecto humano. Algunos de los que fueron arrastrados por este proceso acabaron prácticamente sin fe ninguna, ni mensaje de salvación. Estoy convencido de que Pablo acertó cuando decía, que escucharán a espíritus engañadores y doctrinas de demonios (4:1). Él se está refiriendo a una situación concreta donde se da mucha importancia al celibato y comer y no comer ciertas cosas. Pero los que se apartan del evangelio no son los inventores de la enseñanza, sino que se trata de la influencia de demonios.
    (Que nade piense que me estoy refiriendo a todos los teólogos alemanes y suizos etc. Hay grandes maestros que han sido de enorme ayuda provocándonos a tomar en serio el evangelio)
    Uno de los maestros que quería modernizar las creencias cristianas daba como título a su enseñanza, el Evangelio Social. Este apelativo se iba aplicando a un amplio abanico de sistemas eclesiales. Se habían fijado en que muchos cristianos no se preocupaban por los necesitados. PERO - No hace falta idear un nuevo sistema, sino practicar lo que Jesús y los apóstoles ya practicaron y enseñaron. Hace falta arrepentirnos de nuestro egoísmo. 1 Timoteo 5 da un ejemplo del cuidado de los necesitados, en especial las viudas. Me imagino que muchos dirían, “Me alegro de que hoy día nos cuida el gobierno porque pobre de mí si dependiese de los hermanos.”
¿Quién cuida mejor a sus necesitados, la sociedad en general o la iglesia?

miércoles, 13 de abril de 2011

Ganas de hacer algo importante

Aperitivo                          1 Timoteo 2:1-6
Menú completo                1 Timoteo 2 y 3

    Mi amigo Miguel preguntó a su amigo Paco, “¿Qué es tu mayor ambición?” La respuesta, (en voz grave y lenta), “Cuando yo ande por la calle, que la gente diga, Allí va Don Francisco.” Lo que no sé es cómo iba a conseguir ese reconocimiento.
    Si quieres ser obispo, eso es una buena ambición. Lo dice Pablo en 1 Timoteo 3:1. Timoteo, allí en Éfeso, tiene que estar pendiente de los que quieren hacer los trabajos de la iglesia. Tiene que enseñar las condiciones y luego hacer los nombramientos, como hacía también Pablo. La palabra "obispo" tiene como raíz la palabra skopos que se refiere a la observación cuidadosa. Es lo que hace un pastor. Mira bien por su rebaño. Los obispos en Éfeso eran los que cuidaban los grupos de creyentes que se reunían en casas. Alguien ha calculado que pudo haber por lo menos 100 grupos así en esa gran ciudad. Para que hubiese buena doctrina, cada grupo necesitaba un buen liderazgo. Había que atender a matrimonios, a creyentes nuevos cargados de conceptos falsos y vigilar contra personas peligrosas.
    Si quieres que la gente te ponga títulos, eso es una mala ambición. Pero si quieres atender a las distintas necesidades de los hermanos, adelante.
    No todos pueden ser obispos. Pero hay un oficio incluso más importante. Cuando Pablo dice, ante todo en el 2:1, está señalando lo más imprescindible de todo. Pedir es más necesario que presidir. El que ora tiene mayor alcance. Puede llegar hasta los reyes (2:2). Puede llegar a todas las personas. No se necesita una casta especial. Todos podemos orar. No se necesita un lugar especial. Se hace en todo lugar (2:8). La actitud de oración es la de rogar, de dependencia total de Dios. Conscientes del gran poder que tenemos en la oración se acompaña siempre de acción de gracias (2:1).
¿Cómo voy a usar mi poder hoy?

martes, 12 de abril de 2011

Un propósito en la vida

Aperitivo (Lectura mínima)   1 Timoteo 1:18-19
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    Después que sale la flecha del arco, ya no se puede modificar su trayectoria. Nosotros somos lanzados como flechas de Dios. El punto de arranque es nuestra conversión. Cuando Pablo todavía no había recobrado la vista, ni se había bautizado, Dios dijo, instrumento escogido me es este para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de reyes y de los hijos de Israel (Hechos 9:15). Luego se dio cuenta que Dios ya le tenía la carrera determinada desde el vientre de su madre (Gálatas 1:15). Llegó un momento también cuando esto fue reconocido por la iglesia (Hechos 13:2).
    Timoteo tuvo un momento también cuando fue disparado como flecha. Se hicieron profecías respecto a su ministerio (1 Tim 1:18). Posiblemente eso fue cuando Pablo le sacó de su iglesia (Hechos 16). Los presbíteros de la iglesia le impusieron las manos y él recibió un don de Dios (1 Tim 4:14). Ese momento todavía le es válido. También lo que han dicho acerca de ti es válido. Tienes que avivar el fuego de ese don (2 Tim 1:6). Tienes que militar la buena milicia por medio de esas profecías originales (1 Tim 1:18).
Ahora ha sido enviado a la gran ciudad de Éfeso para que la iglesia tenga buena doctrina (1:3). En algunos círculos hemos hecho una innecesaria separación entre lo que es doctrina y lo que es la práctica. Esto es un error fatal. Doctrina significa enseñanza. La doctrina que Pablo manda a Timoteo enseñar tiene un propósito. Este propósito no es que tengan más conocimiento que otros. Esta enseñanza es válida únicamente si produce amor nacido de corazón limpio, de buena conciencia y fe no fingida (1:5).
    Pablo contrasta la sana doctrina (1:10) con una serie de actividades injustas, que son el resultado de la mala enseñanza. La religión de estas personas se había convertido en palabrería. Daban más atención a las palabras que a la práctica.

¿Mi doctrina me lleva a practicar el amor?

lunes, 11 de abril de 2011

El trabajo físico

Aperitivo                          2 Tes 3:7-10
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    Después de 30 años de vivir en un piso de 84 metros cuadrados (sin ascensor), donde el esfuerzo físico se limitaba a subir la compra o las maletas hasta el quinto piso, ya vivimos en el quinto pino. No puedo dar un paseo por la finca sin observar un montón de trabajos físicos que quedan pendientes. En parte el aceptar este reto fue inspirado por las palabras de Pablo, que si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. (2 Tes 3:10). ¿Te has fijado en la importancia que da en estas epístolas al trabajo manual? En 1 Tesalonicenses 4, capítulo que que enseña sobre la venida de Jesús, el v 11 indica que en este tiempo hay que estar trabajando con las manos como forma de mantener un buen testimonio. 
    Pablo puso el ejemplo con su trabajo y fatiga día y noche, para no ser gravoso a nadie (1 Tes 2:9). Lo repite en 2 Tes 3:8. No han comido de balde el pan de nadie. Utiliza la expresión andar desordenadamente (3:6), para referirse a los que no quieren trabajar en lo físico.
    Sabemos que las iglesias de Macedonia, entre las que se encuentra Tesalónica, eran muy generosas (2 Corintios 8:1). Pero parece que en esta iglesia también se encuentran los que aprovechan esa generosidad. La iglesia no tiene que consentir eso. Los que quieren ser espirituales han de realizar trabajos físicos.
    Hay otro trabajo también, la oración (3:1). Pablo cuenta con ello para poder seguir adelante. Mediante la oración se navega por los escollos hasta arribar en el puerto de Dios, quien es fiel y nos guardará del mal. (v 3). Queda pendiente una reunión (2:1), cuando Dios reunirá todas las cosas en Cristo (Ef 1). No sabemos si estaremos vivos cuando venga, pero nos conformamos con la abundancia de su paz siempre (2 Tes 3:16).
¿Estas epístolas me ayudan a simplificar mi vida?

domingo, 10 de abril de 2011

Antes del día del Señor

Aperitivo                          2 Tes 2:1-6
Menú completo                2 Tes 1:11-2:17

    Pablo no solamente instruye que se mantenga la tranquilidad (1 Tes 4:11), trabajando de manera normal y ganándose la vida, sino que también advierte respecto al peligro de pensar que la venida del Señor está cerca (2 Tes 2:2). Cuando leemos que el tiempo del final está cerca (Apocalipsis 22:10), entendemos que no media entre nosotros y ese día ningún acontecimiento profético. Jesús nació de la virgen, enseñó el reino de Dios, fue crucificado y recibido arriba y derramó el Espíritu Santo, formando así la iglesia, y volverá. Pero no tenemos un calendario.
    El peligro del que advierte Pablo es el de calcular fechas como si hubiese una fórmula para poner en el calendario el día del que Jesús decía que nadie sabe ni el día ni la hora. Tanto Jesús como Pablo nos hablan de cosas que sucederán antes del fin. Mirad que nadie os engañe, 6 porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: “Yo soy el Cristo”; y engañarán a muchos. 7 Pero cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que así suceda; pero aún no es el fin, 8 pues se levantará nación contra nación y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos. (Marcos 13). Pablo habla de la apostasía (v 3). Esto tiene tremendas implicaciones. Significa echarse atrás. Pienso que muchos que de los que se llaman cristianos llegarán a negar el nombre de Cristo, sirviendo como primer paso para que los que se mantienen  formen una iglesia pura. Habrá sorpresas en varios sentidos.
    Los comprometidos con Cristo no necesitamos saber que de aquí a “x” años él volverá porque nuestro comportamiento se mantendrá igual. Seguiremos tranquilos y trabajando. Cuando llegue persecución tenemos el ejemplo de Pablo y de Jesús. Si te han enseñado un sistema muy completo de los últimos tiempos, trata de ser flexible. Aumenta tu conocimiento de la Palabra más que de sistemas.

¿Estoy disfrutando la tranquilidad de un hijo de Dios?