sábado, 12 de marzo de 2011

Esto no es manipulación

Aperitivo                          2 Corintios 8:1-9
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    Pablo, escribiendo desde Macedonia a los corintios, alaba a los macedonios por su gran generosidad (8:2). Pero entre los macedonios ha presumido (9:1) de la gran generosidad de los corintios. Parece que está intentando manipularles con el fin de sacarles dinero, porque de eso tratan estos 2 capítulos. Esforzándose por cumplir lo que le pidieron Pedro y Juan (Gálatas 2:10), Pablo está levantando un fondo grande para llevar a los pobres en Jerusalén.
    Ya mencionó antes (1 Corintios 16:1) la forma de preparar sus ofrendas. Ahora va apretando. Además de hacer que se avergüencen un poco por la generosidad de una iglesia pobre, les dice que ellos siendo tan espirituales deberían dar una ofrenda abundante (2 Corintios 8:7). Esto va a ser la prueba de su sinceridad. Les pone por ejemplo a Jesús, que se vació de toda su riqueza. Les recuerda que ya hace un año que se habían comprometido. Dice que quiere sentir orgullo de ellos. Les enseña que su ofrenda es como una siembra, que va a producir grandes beneficios. Dice que los que reciben esta ofrenda van a orar por ellos.
¡Pobre Pablo! ¿Qué haría hoy día en nuestro país, donde la principal preocupación de algunos cristianos es que los responsables de la iglesia no les manipulen para sacarles dinero? Nuestra historia de haber sido manipulados por sistemas religiosos en el pasado nos sirve de obstáculo para ser ahora “dadores alegres” (9:7).
    Estoy convencido de una cosa: Pablo está totalmente convencido de que esto va a ser bueno para los corintios.  También es obvio que él no está aprovechando personalmente, sino que está viviendo el ideal que empezó Jesús, donde la iglesia por todo el planeta comparte según necesidad.
¿Me estoy comportando de manera que Dios me ame? (9:7)

viernes, 11 de marzo de 2011

A veces nos da miedo hacer esto
Aperitivo                            2 Corintios 7:8-11
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    Por lo menos a mí me da miedo hacerlo. Veo que alguien está tomando decisiones que le perjudican y que necesita corrección. El miedo que siento es que si le llamo la atención sobre ese fallo, posiblemente se aleje de mí, y pierdo una amistad. Esto es puro egoísmo por mi parte. Además, cobardía.
    Hay personas que tienen como meta personal que la gente les considere un “buenazo”. Para conseguir esto, se cuidan mucho de nunca ofender, de siempre estar de acuerdo con los demás. Poco van a ayudar a alguien si no aprenden a corregir con amor.
    Pablo, para corregir los errores que ve entre los corintios, tiene cierto agravante: hay en esa iglesia gente quisquillosa que están buscando cualquier motivo por criticar al apóstol. Si no camina con pies de plomo, perderá la poca credibilidad que le queda entre ellos.
    ¿Qué es lo que ha hecho para que ahora pueda decir, sobreabundo de gozo (7:4), me regocijé aún más (v 7), ahora me gozo (v 9), mucho más nos gozamos (v 13), me gozo de que en todo tengo confianza en vosotros (v 16)? Por encima de todo, Pablo desea el bien de esas personas, y eso se nota. Él ha estudiado en oración la mejor forma de corregir sus deficiencias. Es evidente que la carta que les escribió antes fue con amor y no por enfado. Y ese esmero ha traído los resultados deseados. Ha conseguido que ellos actúen con limpieza (v 11).
    Podríamos decir, como excusa para no corregir a nadie, “yo no soy Pablo”. Pero esa no es la cuestión. En el día del juicio esas personas dirán, “El sabía que yo iba mal y no me dijo nada.” Es cierto que no tenemos la misma autoridad que Pablo. Pero no hay razón, siendo hijos del mismo Padre, por no tener el mismo amor.
¿Nuestro amor por los demás hace que les corrijamos con todo cariño?

jueves, 10 de marzo de 2011

Midiendo nuestra conciencia celestial
Aperitivo (Lectura mínima)   2 Corintios 5:1-6
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    Dos personas pasan por una gran tienda en el día de las super-rebajas. Una de ellas ha estudiado los folletos de publicidad y sabe que hay ciertas ofertas que merece la pena aprovechar. Además, se va fijando en cosas que puedan ser interesantes. Aprovecha al máximo las ocasiones. La otra persona reconoce que hay ofertas pero más bien va de paseo. Acompaña a su amiga pero tiene la mente en otra parte. No es capaz de concentrarse en las oportunidades.
    Así también algunos cristianos son vagamente conscientes de las ocasiones de prepararse para el cielo, pero les absorben otras cosas y no aprovechan las oportunidades espirituales. Pablo nos da aquí una forma de medir nuestra visión celestial.
¨ ¿Qué es lo que va a durar? Este cuerpo se deshace (5:1), pero estamos pendientes de una casa eterna.
¨ ¿Qué es nuestro anhelo? Pablo está deseando (5:4) llegar a ese lugar. Para él el morir es ganancia (Filipenses 1:21).
¨ ¿Vemos el tiempo en este cuerpo como oportunidad para ganancia eterna? (2 Cor 5:10) Es decir, todo lo que hacemos.
¨ ¿Estamos persuadiendo a los demás? (5:11)
¨ ¿Sentimos auténtica compasión por los demás? (5:14)
¨ ¿Nos vemos como siervos (ministros)? (5:18 y 6:3)
¨ ¿Nos sentimos auténticos colaboradores de Dios, hasta el punto de que lo único que nos llena es lo que le trae satisfacción a Dios? (6:1)
¨ ¿Nos estamos cuidando de las cosas impuras? (6:17)
¿Se ve en mí (5:17) que las cosas viejas pasaron?

miércoles, 9 de marzo de 2011

Restauración de relaciones

Aperitivo                          2 Corintios 3:1-5
Menú completo                2 Corintios 3 y 4

    He oído decir algo así, “en el cielo le tendré que aguantar pero aquí mantengo mis distancias”. Cuando la relación entre 2 creyentes se vuelve distante, siempre se puede reanudar y fortalecer, porque la base de esa relación es nuestra relación con Dios. Además, nosotros no elegimos a nuestros hermanos, sino que es Dios quien los establece. ¿Qué podemos aprender de la forma en que Pablo trata este grupo de creyentes que se han alejado de él?
¨ No dejar pasar el tiempo. A veces nos frustramos con una relación y rompemos el contacto, con la esperanza de que al pasar el tiempo las cosas vuelvan a su cauce. Lo que hace Pablo, aunque cancela la visita, es escribir una carta con muchas lágrimas (2:4). Si el otro no quiere, tenemos un proyecto más largo.
¨ Entender cuál es la base de la relación. En el caso de Pablo y la iglesia ellos son una carta de Cristo expedida por él (3:3). Eso es algo que no se borra. 
¨ Tener siempre la disposición de servir a los demás. Pablo dice (4:1) que no se cansa de servirles porque su ministerio (servicio) lo ha recibido de Dios. El es ministro del nuevo pacto (3:6) y por lo tanto ellos le necesitan. Él enfatiza que quiere ser su siervo (4:5). Nuestra vida es incompleta sin nuestros hermanos.
¨ Recordar que de nuestra relación de amor depende el que los demás puedan ver a Cristo (Juan 13:35). Si el dios de este mundo ha cegado el entendimiento de los incrédulos (4:4), pienso que una de sus principales tretas es producir discordia entre creyentes.
¨ Estar dispuestos a sufrir por amor a los hermanos (4:15). Parece que Pablo se preocupa más por ellos que por su propia persona. Eso siempre facilita las relaciones.
¿A quién damos mayor importancia? (4:5)

martes, 8 de marzo de 2011

Lo que cuesta entrenar un equipo

Aperitivo                          2 Corintios 1:13-24
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    Una cosa que aprendí después de llegar a España es que hay que estar preparado para contestar, ¿De qué equipo eres? A veces criticamos a nuestro equipo pero siempre es motivo de orgullo. Pablo está orgulloso (1:14) del equipo que él pudo entrenar durante sus 2 años en Corinto. Está anticipando el día cuando reciban el gran trofeo. Ellos están también orgullosos de su entrenador. Una de las traducciones de la Biblia dice, “Somos vuestro motivo de orgullo” (RV95).
    La iglesia en Corinto ha de tener como principal motivo de satisfacción, que su fundador es el apóstol a los gentiles. Él está mirando hacia el día del Señor Jesús, cuando podrá presentar esta iglesia como ofrenda agradable (Romanos 15:16) y poder “presumir” de ella. A mí me cuesta pensar en esos términos, pero la palabra “gloriarse” en sus distintas formas se encuentra más veces en 2 Corintios, que en todas las demás epístolas de Pablo. Se siente obligado (2 Corintios 12:11) a hacerles ver que no pueden pasar de él.
    Incluso en ausencia mantiene el contacto y aquí en el capítulo 2 expresa su satisfacción por la forma en que han respondido a unos pasos de corrección que les recetó. Dice que esa receta la escribió con muchas lágrimas (2:4). Yo pido a Dios que me dé un corazón como el de Pablo. Y que tú, por las personas que tienes bajo tu responsabilidad, que tengas una dedicación plena a su preparación.
    En su actual viaje, la ciudad de Corinto le pilla de paso y pensaba visitarles de ida y de vuelta pero debido a lo enrarecido de la relación decide preparar la visita mediante una carta. Les quiere tanto, que cancela una de las visitas. Esa doble visita les tenía que producir una doble alegría (1:15) porque toda relación entre creyentes ha de ser motivo de gozo. Todos somos del mismo equipo y celebramos juntos las victorias. Es interesante estudiar el contraste de gozo y tristeza en el 2:1-7. Hoy sería un buen día para traer gozo a alguien.
¿Qué es lo que le produce gozo a Pablo? (2:3)

lunes, 7 de marzo de 2011

Viernes    Pensando en cada uno
Aperitivo                       2 Corintios 1:1-7
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    Algunos han calculado que 1 Corintios fue escrito en primavera, y 2 Corintios en el mismo año después del verano. Habrá sido un verano muy duro para Pablo. En la primera parte de 2 Corintios 1 se repiten palabras como aflicción y tribulación. Parece que los que llevan esta carta a Corinto les informan a la iglesia de las enormes dificultades que tuvo Pablo. Nosotros no sabemos qué ha sido. Pero lo que sí podemos saber es que por encima del sufrimiento está el consuelo que da Dios. Cuento aquí unas 10 veces palabras como consolación.
    Cuando yo estoy en cama por causa de algún problema físico, lo que estoy deseando es que piensen en mí, y que me hagan la vida fácil. Pero Pablo, como Jesús en la cruz, piensa en los demás. Veremos en esta epístola su gran preocupación por iglesias y por individuos. Le sigue amenazando algún peligro y por eso pide (1:11) que oren por él.
    ¿Qué es lo que hemos visto al final de 1 Corintios? La visita (16:17) que le hicieron algunos desde Corinto a Éfeso donde se encontraba fue un punto memorable para él. No solamente el calor humano, sino también las noticias
    Ah, también está pensando en cada uno de ellos en 1 Corintios  16:1. Los conoce y sabe que sus buenas intenciones de ayudar a los pobres no se cumplirán si no lo hacen sistemáticamente. Por eso se instituye lo de la ofrenda cada semana. Más adelante, en 2 Corintios 8, veremos cómo Pablo lucha para que esta ofrenda sea un fiel reflejo de amor entre iglesias.
¿En qué manera Dios me ha consolado en mis dificultades?

domingo, 6 de marzo de 2011

Tabú

Vitaminas                           1 Cor 16:1-4
Menú completo                  1 Corintios 16
    Había un comerciante en una iglesia de Madrid, que iba aprendiendo a compartir con cierta generosidad sus bienes. Su negocio prosperaba. Disfrutaba ayudando junto con sus hermanos a personas menos afortunadas. Pero alguien que vivía en su casa empezaba a preocuparse. El refrán que se escuchab era, “Se están aprovechando de ti”. Con el tiempo esa preocupación le hizo mella y al final no solamente dejó de ofrendar, sino que, convencido de que había sido “un primo”, dejó la iglesia.
    Los pastores aprenden a tratar con guantes de seda la enseñanza sobre las ofrendas. Hay que tener mucho cuidado de no ofender. Parece que Pablo no aprendió. Habla muy directo y da órdenes. La razón es que Pablo cuenta con una correcta disposición de los hermanos. El escribe para quienes quieren practicar toda la enseñanza cristiana. Si alguien se ofende por la mención de dinero, él por lo menos ha enseñado la Palabra de Dios. Lo veremos con mayor detalle en 2 Corintios 8 y 9.
    La ofrenda para los santos (16:1) es un proyecto de ayuda para los creyentes en Jerusalén, que son pobres. Me imagino que habría comentarios como, “Que dejen de ir tanto al templo y se busquen un curro”, o, “Yo también tengo mis responsabilidades familiares”.
    Pablo no quiere que fracase este proyecto. Les indica que 1– Ellos no son los únicos; participan con todas las iglesias de Galacia. 2– Hay que ser sistemático. Semana que cobras, semana que aportas proporcionalmente según has ganado. 3– Los que van a manejar la ofrendas son personas de confianza para evitar acusaciones.
¿He ganado la batalla del dinero?