miércoles, 29 de junio de 2011

Nuestra actitud

Vitaminas             Apocalipsis 22:11-21
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    Hay muchas reacciones ante la garantía de que Jesús vuelve. Hay burladores (2 Pedro 3:3). Yo de pequeño sentía miedo hasta asegurarme de que estaba entre los que seguían a Jesús. A mi suegra no le gustaba salir sin hacer las camas por si viniese el Señor y los vecinos viesen el desorden en la casa. Los últimos versículos de la Biblia indican cuál ha de ser nuestra actitud. Somos la novia cuyo prometido sigue en el frente. Aunque hay contacto a distancia, todo nuestro ser está deseando que vuelva. Cuando gritamos, “Ven, Señor Jesús”, estamos expresando el resumen de todas nuestras oraciones. Él es digno de reinar y decimos, “venga tu reino”.
    En este última escena vemos un cambio en el trato de Dios con la humanidad. Es algo terrible (v 11). Desde tiempos de Caín, Dios viene diciendo, te doy la oportunidad de enmendar tu camino. Ahora dice, Queda como estás. Como para congelarnos la sangre. Gracias a Dios que nosotros y nuestros amigos estamos todavía en el tiempo cuando Dios dice, “Y el que tiene sed, venga. El que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.”
    Cuando Eva y Adán pecaron en el Edén, Dios tomó medidas para que no comiesen del árbol del la vida (Gén 3:22) y viviesen para siempre. Ya no hay motivo de mantener vedado ese fruto. Podemos comer. Podemos entrar en la ciudad. Si alguien tiene un concepto de un Dios cruel, que lea el Apocalipsis. LO ÚNICO QUE DIOS QUIERE ES NUESTRO BIEN. ¡Dios es amor! Lleva miles de años rectificando nuestros errores, pagando el máximo precio, con el fin de ¿qué? ¿Sólo para restaurarnos al estado que teníamos antes de Adán? No, el amor de Dios es tan enorme que ahora nuestra condición es superior a la de Adán.
Señor, ¿cómo es que me amaste tanto?
No habrá más noche, ni lágrimas. Guardemos esta escena como aliciente para todo lo que hacemos ahora en la tierra. Y también la advertencia, ¡Vengo pronto!

Todos juntos

Vitaminas                          Apocalipsis 21:1-8
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    ¿Cómo sería una ciudad como una novia (v 2)? El pueblo de Dios como ciudad habla de mucha variedad de pueblos todos juntos. La figura de la esposa en su boda representa la relación entre la iglesia y el Señor Jesucristo. El Apocalipsis es un libro de figuras. Léela  con regularidad meditando en cada una es estas figuras. No hace falta buscar ningún sentido fantástico, sino el sentido central de cada símbolo. Tampoco tienes que escribir ningún libro, sólo disfrutar. Por ejemplo la palabra “hermoseada” en el v. 2.  Jesús tendrá plena satisfacción con la esposa que él ha ganado.
    Se acabó la muerte. Se acabó el dolor, las lágrimas. Si es Dios mismo quien limpia las lágrimas (v 4) podemos entender que hasta ese momento quedan memorias dolorosas. Pero igual que la sangre de Cristo nos quita los pecados para siempre, el pañuelo de Dios servirá como terapia definitiva. A lo mejor ayer te consolaron y hoy volviste a llorar. Cuando Dios te diga, “no llores”, será porque jamás habrá motivo de volver a llorar.
    Pero algunos quedan fuera. ¿Quiénes son los que no vencen? Primero los cobardes (v 7). Personas que se han cobijado bajo la falsa seguridad que ofrece el mundo – como por ejemplo las riquezas (Marcos 10:24). Luego los incrédulos, que rechazaron la oportunidad de confiar en Jesús. También los abominables y homicidas, personas cuya actuación representa lo contrario a la voluntad de un Dios de amor. Luego los fornicarios, hechiceros, idólatras, mentirosos – tendrán su parte en el lago que arde. ¿Cuál es tu primera impresión al leer estas terribles palabras? ¿No nos sirve de motivo para quitar de nuestra vida todo obstáculo que pudiese impedir que otras personas entren en la Santa Ciudad?
¿A quién quisiera llevar conmigo para que estemos juntos por la eternidad?
Vamos a guardar la ESPERANZA reflejada en este capítulo. Servimos a un Dios que hace nuevas todas las cosas.

martes, 28 de junio de 2011

. . . Ellos se juntan

Vitaminas                         Apocalipsis 20:7-12
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    ¡Vaya encuentro (v 10)! El diablo (o dragón, o serpiente antigua, o Satanás – v 2) es empujado por la trampilla y se encuentra con sus compinches, la bestia y el falso profeta. Lo prendió el ángel, así de sencillo. Están todos juntos en su lugar. Luego llegará un tercer grupo (21:8). ¿Por qué mil años en vez de ir directamente a la eternidad? Sería interesante profundizar en el tema. Los mártires ahora van a reinar (v 4).
    En el v 4 se presenta una clara elección, adorar o morir. Muchas veces nos enfrentamos a decisiones similares en pequeña escala. Cuando el dinero tiene tanta importancia que mentimos para no perder un poco de ella, estamos evitando una pequeña “muerte” personal y perdiendo un beneficio eterno.
Cuidado con los intentos de identificar a la bestia y la mujer montada encima. Cuando Jesús acusa a los jefes de los judíos de la sangre de los profetas, no está diciendo que el judaísmo sea el anticristo. En cualquier grupo hay una tendencia a acumular poder, y luego defender ese poder hasta el punto de olvidarse de los principios originales. En cualquier grupo se encuentra también la gente pequeña que está bajo los poderosos. El encontrarse en un grupo determinado no identifica al miembro con la alta política del algunos responsables del grupo. Puede que no haya perdido su fe todavía, o que hayan rechazado la fe por el mal ejemplo de sus líderes. La viuda pobre (Lucas 21:2) con su contribución a la economía del templo no era responsable de la muerte de Jesús. Es la hora de buscar la manera de practicar la esencia de 2 Tim 2:19– Dios sabe quiénes son los suyos, y hay que apartarse de la maldad. Nuestra “etiqueta” ha de ser nuestra forma de vivir, de amarse unos a otros.
¿Busco activamente a los que son de Dios?
¿Qué es lo que hay que guardar para tener nuestro nombre escrito en el libro de la vida de la vida (v 15)? Es el Libro del Cordero (13:8). Allí se apuntan los que le siguen. Todos podemos seguir al Cordero como los de l4:4.

lunes, 27 de junio de 2011

Después de la falsa, la verdadera

Vitaminas                   Apocalipsis 19:1-10
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    ¿Qué es lo que me hace pensar en Caín? Religioso, fratricida, falso. Hasta este momento (Ap 19:2) la tierra no se ha limpiado se su crimen. Con el anuncio de las bodas del Cordero con su Esposa se termina la primera fase del proyecto que Dios inició desde tiempos de Eva y Adán. La segunda fase no tendrá una segunda parte parecida a “El Imperio Contraataca”. Estamos presenciando la culminación de la historia de la humanidad tal y como la conocemos. A partir de la boda que se menciona (vss 7-9) no habrá más enemigos que puedan hacer daño a la raza hecha en imagen y semejanza de Dios. Parece que el número queda fijo. Todos los niños que van a nacer ya han nacido.
    ¿Cómo será la siguiente fase, la vida total en la que conoceremos plenamente el amor de nuestro Salvador? No queda mucho espacio en la Biblia para esta descripción. Se nos lleva hasta la boda, y después será experimentar plenamente el amor de Cristo. A su iglesia la ama, como ningún marido jamás ha amado a su esposa. Jesús arde en deseos de ver terminada la labor de eliminar la oposición, la religión falsa, y empezar la relación con una esposa totalmente limpia. La esposa mira todos los días al cielo esperando el anuncio de su amado. Este libro terminará con la expresión de ese deseo, “Ven, Señor Jesús” (22:20).
    Ella se ha preparado (19:7). Eso es nuestra responsabilidad mientras esperamos. Como en el Antiguo Testamento existía el gran misterio de cómo se iba a pagar por los pecados, en el Nuevo tenemos el misterio de cómo los cristianos que conocemos y somos apareceremos sin vestigios de los pecados que nos agarran.
    Ahora no sólo se alaba a Dios por la creación, y la redención, sino por su juicio que deja todo limpio y ordenado. La pareja se puede casar porque ya han amueblado el piso.
¿Hay algo que me ilusiona más que esta boda?

Guardemos la confianza de que todo lo que hace Dios es justo (19:2)

domingo, 26 de junio de 2011

Escapar

Vitaminas (Lectura mínima)     Apocalipsis 18:1-4
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    ¿Quién es el responsable de la sangre derramada de todos los profetas (Lucas 11:49)? Jesús se está dirigiendo a los líderes religiosos. En el Apocalipsis (18:24) se encuentra a Babilonia culpable de la sangre de los profetas y de los santos mártires. Es decir, que los que mataron también a Jesús están incluidos en esta ciudad/mujer sentada sobre la bestia. No olvidemos que se trata de la religión establecida por Dios. ¿Cómo han podido pasar a la traición, de templo del Espíritu Santo a habitación de demonios (v 2)? Este capítulo nos da algunas pistas. La fornicación (v3) se refiere a alianzas con el poder terrenal en vez de la dependencia del Dios eterno. Recordemos que la mujer acaba sentada sobre la bestia. Siempre es peligroso cuando la iglesia pretende tener poder aparte del que da Dios.
    Cuando vemos que esto sucede, hay unas instrucciones sencillas pero que hay que entender bien. “Salid de ella, pueblo mío” (v 4). Aunque se trata de instrucciones especialmente para los últimos tiempos, sin embargo tienen validez en todo momento de la historia de la iglesia. De hecho se han visto continuamente salidas, protestas (así llegaron a llamarse algunos “protestantes”) cuando la “iglesia” se estaba haciendo poderosa o rica.
    ¿A dónde hay que escapar? ¡A una renovación de la lealtad con Jesús y su Palabra! Esto implica que tendremos compasión de los que siguen atrapados. Mantendremos una estrecha relación con todos los que siguen a Jesús.
    Nuestro mejor ejemplo de cómo “salir” es la forma en que Jesús y sus discípulos reaccionaron a las jugadas políticas de la clase gobernante de los judíos. 1–Formar una nueva y pura sociedad (Mateo 5-7). 2–Reconocer la autoridad de los fariseos (Mt 23:2). 3–Mantener la denuncia del mal que observaban (Mt 23:4). 4–Estar dispuestos a sufrir y morir.

¿Acepto que Dios sea mi única protección?

Hay una clara instrucción para guardar: “No participéis de sus pecados” (v 4). No hagamos las cosas porque todo el mundo lo hace.