sábado, 14 de marzo de 2020

Diferentes grados de fe (Romanos 14)


Hay cristianos que son débiles en la fe. ¿Cómo se les identifica? Algunas veces por su escrupulosidad. Piensan que no pueden comer ciertas cosas por ser impuras o que hay que seguir ciertos ritos que les han enseñado. Mientras tanto, la persona con la fe más desarrollada entiende lo que dice Pablo en el v 14, que no hay nada impuro. ¿Te acuerdas que eso mismo se lo dijo Dios a Pedro (Hechos 10:15)?

La cuestión es ¿Cómo debe un cristiano más maduro tratar a estos débiles? Básicamente, no escandalizarlo mediante el uso de nuestra libertad, no criticarlos, no entrar en discusiones, y sobre todo, darles un abrazo de bienvenida, es decir, recibirlos. Estamos viendo la importancia de la palabra recibir. Primero, recibimos por fe la Palabra de Dios que nos salva. Y ahora, recibimos a los que tienen criterios distintos a los nuestros. ¿Qué piensas que será el resultado de todo esto?

Ah, también hay instrucciones para los débiles: no criticar a los que tienen una vista más amplia de las cosas.

Entre los principios importantes que presenta Pablo en esta epístola encontramos uno muy importante en el v 7- no vivimos para nosotros mismos. Como resultado, nuestra orientación es la seguridad de que tendremos que dar cuentas a Dios (v12). Así que, somos responsables por nuestros hermanos y a la vez quién vigila todo eso es Dios


Paz y mutua edificación

14:1- Recibid bien al que es débil en la fe y no entréis en discusiones con él. 2- Por ejemplo, hay quienes piensan que pueden comer de todo, mientras otros, que son débiles en la fe, solamente comen verduras. 3- Pues bien, el que come de todo no debe menospreciar al que no come ciertas cosas; y el que no come ciertas cosas no debe criticar al que come de todo, pues Dios también le ha aceptado. 4- ¿Quién eres tú para criticar al servidor de otro? Si queda bien o queda mal es asunto de su propio amo. Pero quedará bien, porque el Señor tiene poder para hacerle quedar bien. 

5- Asimismo hay quienes dan más importancia a un día que a otro, y hay quienes piensan que todos los días son iguales. Cada uno debe estar convencido de lo que cree. 6- El que guarda un determinado día, para honrar al Señor lo guarda. El que come de todo, para honrar al Señor lo come, y da gracias a Dios; y el que no come ciertas cosas, para honrar al Señor deja de comerlas, y también da gracias a Dios. 

7- Ninguno de nosotros vive para sí mismo ni muere para sí mismo. 8- Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. De manera que, así en la vida como en la muerte, del Señor somos. 9- Para eso murió Cristo y volvió a la vida: para ser Señor tanto de los muertos como de los vivos. 

10- ¿Por qué, entonces, criticas a tu hermano? ¿O por qué lo desprecias? Todos tendremos que presentarnos delante de Dios para que él nos juzgue. 11- Porque la Escritura dice:

“Juro por mi vida, dice el Señor, que ante mí todos doblarán la rodilla y todos alabarán a Dios.”

12- Así pues, cada uno de nosotros tendrá que dar cuenta de sí mismo a Dios.

No hagas tropezar a tu hermano

13- Por eso, basta ya de criticarnos unos a otros. Proponeos más bien no hacer nada que sea causa de que vuestro hermano tropiece, o que ponga en peligro su fe. 

14- Yo sé que no hay nada impuro en sí mismo; como creyente en el Señor Jesús, estoy seguro de ello. Si alguien piensa que una cosa es impura, será impura para él. 15- Pero si por aquello que tú comes, tu hermano se siente ofendido, tu conducta ya no se inspira en el amor. ¡Que tu comida no sea causa de que se pierda aquel por quien Cristo murió! 16- No deis, pues, lugar a que se hable mal de ese bien que tenéis. 17- Porque el reino de Dios no consiste en comer o beber ciertas cosas, sino en vivir en justicia, paz y alegría por medio del Espíritu Santo. 

18- El que de esta manera sirve a Cristo, agrada a Dios y es aprobado por los hombres. 19- Por lo tanto, busquemos lo que conduce a la paz y a la mutua edificación espiritual. 20- No eches a perder la obra de Dios por causa de la comida. En realidad, todos los alimentos son limpios; lo malo es comer algo que haga perder la fe a otros. 21- Es mejor que no comas carne ni bebas vino ni hagas nada que sea causa de que tu hermano tropiece. 

22- La fe que tienes, guárdala para ti mismo delante de Dios. ¡Dichoso aquel que usa de su libertad sin cargos de conciencia! 23- Pero el que no está seguro de si debe o no debe comer algo, se hace culpable al comerlo porque no lo come con la convicción que da la fe; y todo lo que no se hace con la convicción que da la fe, es pecado.

viernes, 13 de marzo de 2020

Una responsabilidad difícil (Romanos 13)


La frase clave de este capítulo se encuentra en el primer versículo, No hay autoridad que no venga de Dios. Podríamos pensar que el que rige en este mundo es Satanás, con textos como Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está bajo el poder del maligno. (1 Juan 5:19) La palabra que se traduce aquí "mundo" es kosmos. A veces al diablo se le llama kosmocrator (Efesios 6:12), el que domina sobre este mundo de oscuridad.

Y ahora Dios nos exige someternos a esas autoridades. ¿Esto tiene explicación? No sólo la tiene, sino que es algo maravilloso. Por encima del kosmokrator está el pantocrator, el todopoderoso (2 Corintios 6:18). Aunque Satanás tiene atrapada a la humanidad, el Dios Creador sigue con el poder. El sol no se pone y la lluvia no cae y los reyes no reinan sin su autorización. La iglesia de primera generación entendió esto bien. Lo vemos en la confianza que expresan en Hechos 4:27-28. Se han dado cuenta que las decisiones de los judíos y Herodes y Pilato sirvieron para cumplir la voluntad de Dios.

Cuando por fe obedecemos el mandamiento de Dios, de vivir una vida de buenos ciudadanos, estamos dejando lugar para que Dios siga adelante con sus planes. El emperador de Roma a lo mejor no se da cuenta que está realizando la voluntad de Dios, pero Pablo sí, y nosotros sí, porque lo vemos repetido 3 veces al comienzo de este capítulo, está al servicio de Dios.

De ahí se entiende que pagaremos los impuestos y que nuestra vida será ejemplo para todos.

Y otra norma es que amemos al prójimo (creyentes y no creyentes) como a nosotros mismos (v 9).

El capítulo finaliza hablando de nuestra armadura en un mundo hostil. Es el Señor Jesucristo, con quien nos tenemos que revestir, el Jesús humilde y manso que se sacrificó por el mundo como nosotros por nuestro prójimo.


13:1- Todos deben someterse a las autoridades establecidas. Porque no hay autoridad que no venga de Dios, y las que hay, por él fueron puestas. 2- Así que quien se opone a la autoridad va en contra de lo ordenado por Dios; y los que se oponen serán castigados. 3- De hecho, los gobernantes no están para causar miedo a los que hacen lo bueno, sino a los que hacen lo malo. ¿Quieres vivir sin miedo a la autoridad? Pues pórtate bien, y la autoridad te aprobará 4- porque está al servicio de Dios para tu bien. Pero si te portas mal, entonces sí debes tenerle miedo; porque no en vano la autoridad lleva la espada, ya que está al servicio de Dios para dar su merecido al que hace lo malo. 

5- Por lo tanto es preciso someterse a las autoridades, no solo para evitar el castigo sino como un deber de conciencia. 6- También por esta razón pagáis impuestos: porque las autoridades están al servicio de Dios, y a eso están dedicadas. 

7- Dad a cada uno lo que le corresponde. A quien debáis pagar contribuciones, pagádselas; a quien debáis pagar impuestos, pagádselos; a quien debáis respeto, respetadlo; a quien debáis estimación, estimadlo. 8- No tengáis deudas con nadie, aparte de la deuda de amor que tenéis unos con otros, pues el que ama a su prójimo ya ha cumplido todo lo que la ley ordena. 

9- Los mandamientos dicen: “No cometas adulterio, no mates, no robes, no codicies”; pero estos y los demás mandamientos quedan comprendidos en estas palabras: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” 10- El que tiene amor no hace daño al prójimo; así que en el amor se cumple perfectamente la ley. 

11- En todo esto tened en cuenta el tiempo en que vivimos: que ya es hora de despertarnos del sueño. Porque nuestra salvación está ahora más cerca que al principio, cuando creímos en el mensaje. 12- La noche está muy avanzada y se acerca el día; por eso, dejemos de hacer las cosas propias de la oscuridad y revistámonos de luz, como un soldado se reviste de su armadura. 13- Portémonos con decencia, como en pleno día. No andemos en borracheras y comilonas, ni en inmoralidades y vicios, ni en discordias y envidias. 

14- Al contrario, revestíos del Señor Jesucristo como de una armadura y no busquéis satisfacer los malos deseos de la naturaleza humana.

jueves, 12 de marzo de 2020

Midiendo nuestra fe (Romanos 12)

Como dije respecto a Romanos 8, y como se podría decir sobre cualquier texto, esto es mucho para el poco tiempo que tenemos. Pero esta lectura diaria no pretende ser un estudio exhaustivo, sino que cada año vamos repasando estas lecturas del Nuevo Testamento, que es nuestro alimento diario.

En Romanos 12 hay algo interesante sobre el tema que nos propusimos al principio, es decir, estamos aprendiendo lo que Pablo dice aquí sobre la fe. Nos va a decir Pablo que hay diferentes medidas de fe.

Saltemos al versículo 3. Usando diferentes versiones de la Biblia trataremos de conseguir una vista completa de lo que Dios nos está diciendo. 

Nueva Versión Internacional - Por la gracia que se me ha dado, os digo a todos vosotros: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado.

Versión de la Conferencia Episcopal - Por la gracia de Dios que me ha sido dada os digo a todos y a cada uno de vosotros: No os estiméis en más de lo que conviene, sino estimaos moderadamente, según la medida de la fe que Dios otorgó a cada cual

Versión Reina Valera Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

Traducción en Lenguaje Actual  Dios en su bondad me nombró apóstol, y por eso les pido que no se crean mejores de lo que realmente son. Más bien, véanse ustedes mismos según la capacidad que Dios les ha dado como seguidores de Cristo.

Lo que vemos es que Dios nos ha dado a cada uno cierta medida de fe. Para usar bien esta fe no tenemos que copiar a otros, ni tener delirios de grandeza. Lo que sí tenemos que hacer es evaluar lo que tenemos (preferiblemente con las aportaciones de nuestros hermanos en la fe) y ponerlo todo al servicio de Dios.

Lo comparo con el tiro al arco. Cada arco tiene sus correspondientes flechas. No vamos a
acertar usando flechas demasiado pesadas y no vamos a usar toda la potencia del arco con flechas demasiado pequeñas. Manteniendo en cuenta que nuestro arco de la fe es como un músculo que se desarrolla con el uso, debemos ir caminando con Dios y que él nos asesore sobre cada paso.

Entonces, cuando respondemos a la llamada (v 1) para presentar nuestros cuerpos a Dios, lo haremos de la manera que a él le agrade y a nosotros nos garantice el éxito.
En los vss 6 a 8 se nombran 7 dones que recibimos de Dios de la misma manera que todo lo demás, por la fe. Nos conviene estudiar esto a fondo y conocer cuál es nuestro don, para funcionar óptimamente.

A partir del v 9 hay una serie de instrucciones para vivir la vida cristiana de forma plena. No olvides que todo esto describe tu ADN, tu nueva naturaleza. 


II. SECCIÓN EXHORTATORIA

La vida nueva

12:1- Por tanto, hermanos míos, os ruego por la misericordia de Dios que os presentéis a vosotros mismos como ofrenda viva, consagrada y agradable a Dios. Este es el verdadero culto que debéis ofrecer. 2- No viváis conforme a los criterios del tiempo presente; por el contrario, cambiad vuestra manera de pensar, para que así cambie vuestra manera de vivir y lleguéis a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto. 

3- Por el encargo que Dios me ha dado en su bondad, os digo a todos que nadie piense de sí mismo más de lo que debe pensar. Antes bien, piense cada uno de sí con moderación, según los dones que Dios le haya concedido junto con la fe. 4- Porque así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros sirven para lo mismo, 5- así también nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo y estamos unidos unos a otros como miembros de un mismo cuerpo. 

6- Dios nos ha concedido diferentes dones, conforme a lo que quiso conceder a cada uno. Y si Dios nos ha concedido el don de profecía, hablemos según la fe que tenemos; 7- si nos ha concedido el don de servir a otros, sirvámosles bien. El que haya recibido el don de enseñar, dedíquese a la enseñanza; 8- el que haya recibido el don de animar a otros, dedíquese a animarlos. El que da, hágalo con sencillez; el que ocupa un puesto de responsabilidad, desempeñe su cargo con todo esmero; el que ayuda a los necesitados, hágalo con alegría.

Deberes de la vida cristiana

9- Amaos con toda sinceridad. Aborreced lo malo y seguid lo bueno. 10- Amaos como hermanos los unos a los otros, dándoos mutuamente preferencia y respeto. 11- Esforzaos, no seáis perezosos y servid al Señor con corazón ferviente. 12- Vivid alegres por la esperanza que tenéis; soportad con valor los sufrimientos; no dejéis nunca de orar. 

13- Ayudad en sus necesidades a los que pertenecen al pueblo santo; recibid bien a los que os visitan. 14- Bendecid a los que os persiguen; bendecidlos y no los maldigáis. 15- Alegraos con los que están alegres y llorad con los que lloran. 16- Vivid en armonía unos con otros. No seáis orgullosos, sino poneos al nivel de los humildes. No os tengáis por sabios. 

17- No paguéis a nadie mal por mal. Procurad hacer lo bueno delante de todos. 18- Hasta donde dependa de vosotros, haced lo posible por vivir en paz con todos. 19- Queridos hermanos, no os toméis la justicia por vuestra mano, sino dejad que sea Dios quien castigue; porque el Señor dice en la Escritura:

“A mí me corresponde hacer justicia; yo pagaré.”

20- Y también:

“Si tu enemigo tiene hambre dale de comer; si tiene sed dale de beber. Así harás que le arda la cara de vergüenza.”

21- No te dejes vencer por el mal. Al contrario, vence con el bien el mal.

miércoles, 11 de marzo de 2020

Gran motivo de esperanza (Romanos 11)


Si conoces el Antiguo Testamento, comprenderás mejor estos párrafos. Los primeros 24 versículos nos permiten ver cómo Dios obra y cómo no abandona nunca sus objetivos.

Pero vamos a saltar a los vss 24 y 25 para ver un gran motivo de esperanza. En general los comentaristas evangélicos entienden con estos textos que en los tiempos finales habrá un gran movimiento hacia Cristo en el pueblo judío. Cuando volví a leer hoy sobre los injertos, se me ocurrió algo que quisiera compartir contigo. Siempre me ha parecido raro que se injerte ramas silvestres (acebuche) en un tronco de auténtico olivo. Con otros frutales se hace lo contrario, aprovechando un tronco robusto y resistente pero obteniendo fruta de calidad con los injertos.

Los judíos son un pueblo que ha contribuido mucho a la humanidad (para bien y para mal): premios Nobel, Internet, psicoanálisis, política, finanzas, literatura, cine, etc. En gran parte la iglesia no se benefició de todo esto cuando el pueblo judío rechazó a su Mesías. Sin embargo, Dios hizo grandes cosas con las ramas de acebuche. Ahora, al producir la iglesia esa admiración por parte del pueblo judío (11:11) y que vuelvan a entrar mediante el re-injerto en la bendición que Dios les tiene asignada, la iglesia de Cristo podrá ser motivo de admiración para todo el mundo.

Hay mucho que no entendemos. Por eso me parece muy acertada la manera en que Pablo termina. ¿Quién conoce la mente del Señor y Quién podrá aconsejarle?... Gloria a Dios para siempre, Amen.


Los designios de Dios

11:1- Ahora pregunto: ¿Será que Dios ha rechazado a su pueblo? ¡De ninguna manera! Yo mismo soy israelita, descendiente de Abraham y perteneciente a la tribu de Benjamín. 2- Desde el principio, Dios había reconocido a los israelitas como su pueblo; y ahora no los ha rechazado. ¿No sabéis que la Escritura dice en la historia del profeta Elías que éste, en su oración a Dios, acusó al pueblo de Israel? Dijo:

3- “Señor, han matado a tus profetas y han destruido tus altares. Solo yo he quedado con vida y a mí también me quieren matar.”

4- Pero Dios le contestó:

“He apartado para mí siete mil hombres que no se han arrodillado ante el dios Baal.”

5- Pues, de la misma manera, ahora ha quedado un pequeño resto de ellos, que Dios, en su bondad, ha escogido. 6- Y si es por la bondad de Dios, ya no es por los hechos; porque si así fuera, la bondad de Dios ya no sería bondad. 7- Entonces, ¿qué? Pues que los israelitas no consiguieron lo que buscaban, en tanto que los que Dios escogió sí lo consiguieron. Los demás fueron endurecidos, 8- como dice la Escritura:

“Dios los hizo espiritualmente insensibles, y así siguen hasta el día de hoy. Les dio ojos que no ven y oídos que no oyen.”

9- También dice David:

“Que sus banquetes se les vuelvan trampas y redes, para que tropiecen y sean castigados. 10- Que sus ojos se queden ciegos y no vean; que su espalda se les doble para siempre.”

La salvación de los no judíos

11- Ahora pregunto: ¿Será que los judíos, al tropezar, cayeron para no levantarse? ¡De ninguna manera! Al contrario, al desobedecer los judíos, los demás han podido alcanzar la salvación y provocar así los celos de los israelitas. 12- Por eso, si el delito y el fracaso de los judíos han resultado beneficiosos para el mundo, para los no judíos, ¡mucho más beneficiosa será su plena restauración! 

13- Pero tengo algo que deciros a vosotros, los que no sois judíos. Puesto que Dios me ha enviado como apóstol a los no judíos, yo doy mucha importancia a este servicio mío. 14- Quiero que los de mi propia raza sientan celos de vosotros, para que así algunos de ellos alcancen la salvación. 15- Pues si el rechazo de los judíos ha significado para el mundo la reconciliación con Dios, ¿qué no significará el que ellos sean aceptados? ¡Nada menos que vida para los que estaban muertos! 

16- Pues si el primer pan que se hace de la masa está consagrado a Dios, también lo está la masa entera. Y si la raíz de un árbol está consagrada a Dios, también lo están las ramas. 17- De entre los judíos, que eran como las ramas naturales del olivo, algunos fueron cortados, y en su lugar fuiste injertado tú, que eras como una rama de olivo silvestre. Así llegaste a tener parte en la misma raíz y en la misma savia del olivo. 

18- Pero no te creas mejor que las ramas naturales. Y si te crees mejor, recuerda que no eres tú quien sostiene a la raíz sino que la raíz te sostiene a ti. 19- Tal vez dirás: “Sí, pero las ramas fueron cortadas para injertarme a mí en el olivo.” 20- Bien, pero fueron cortadas porque no tenían fe, mientras que tú estás ahí únicamente porque tienes fe. Así que no te jactes, sino más bien siente temor. 21- Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco a ti te perdonará. 

22- Mira, pues, qué bueno es Dios, aunque también qué severo. Ha sido severo con los que cayeron y ha sido bueno contigo. Pero tienes que vivir siempre de acuerdo con su bondad, pues de lo contrario también tú serás cortado. 23- Por otra parte, si los judíos abandonan su incredulidad serán injertados de nuevo, pues Dios tiene poder para volver a injertarlos. 24- Porque si tú, que no eres judío, fuiste cortado de un olivo silvestre e injertado contra lo natural en el olivo auténtico, ¡cuánto más los judíos, que son las ramas naturales del olivo auténtico, serán injertados nuevamente en su propio olivo!

La salvación final de Israel

25- Hermanos, quiero que sepáis este designio secreto de Dios, para que no os creáis sabios: En parte el pueblo de Israel se ha endurecido, pero solo hasta que hayan entrado todos los que no son de Israel. 26- Cuando esto suceda, todo Israel alcanzará la salvación, pues la Escritura dice:

“De Sión vendrá el libertador y apartará de Jacob la maldad. 27- Este será mi pacto con ellos cuando yo quite sus pecados.”

28- En cuanto al evangelio, los judíos son tenidos por enemigos de Dios a fin de daros oportunidad a vosotros; pero Dios todavía los ama, porque escogió a sus antepasados. 29- Pues lo que Dios da no lo quita, ni revoca su llamamiento. 30- En tiempos pasados, vosotros desobedecisteis a Dios; pero ahora que los judíos han desobedecido, Dios tiene compasión de vosotros. 31- De la misma manera, ellos han desobedecido ahora, pero solamente para que Dios tenga compasión de vosotros y para que, también ahora, tenga compasión de ellos. 32- Porque Dios sujetó a todos por igual a la desobediencia con el fin de tener por igual compasión de todos. 

33- ¡Qué profundas son las riquezas de Dios, y su sabiduría y entendimiento! Nadie puede explicar sus decisiones ni llegar a comprender sus caminos. 34- Pues, 
“¿quién conoce la mente del Señor? ¿Quién podrá aconsejarle? 35- ¿Quién le ha dado algo antes, para luego exigirle que lo devuelva?” 
36- Porque todas las cosas vienen de Dios, y existen por él y para él. ¡Gloria para siempre a Dios! Amén.

martes, 10 de marzo de 2020

La estrategia de Dios (Romanos 10)


Pablo mismo había tenido un gran deseo de servir a Dios (v 2) persiguiendo a cristianos. Así que, entiende lo que le pasa a su pueblo. Dios le habló a Pablo de forma directa en el camino a Damasco, y él quiere que sus compatriotas tengan la misma experiencia. Por eso, aunque su misión es a los no judíos, se entrega a la oración por los judíos. Esto tal vez sea lo más importante que los padres pueden hacer por sus hijos.

Encontramos aquí grandes verdades. Ahora nos aclara (v 4) por qué no hace falta la ley. No es que sea mala, sino que los que tienen a Cristo, en su ADN, cuando siguen a su Señor, cumplirán todos los requisitos de la ley de Dios. Naturalmente, para esto necesitamos conocimiento, y eso es el propósito de la epístola a los romanos.

Tenemos material para sumar a nuestras armas espirituales. Romanos 10:9-10 es de los textos de esta epístola que hay que aprender de memoria.

Vemos la intención de Dios, de utilizar a la iglesia no judía para despertar otra vez a su pueblo, diciendo os pondré celosos (v 20), es decir, que verán que ahora Dios ha favorecido a otro pueblo. Pero, en mi opinión, esto sucederá cuando se cumpla la petición de Jesús en Juan 17 por los creyentes, que sean uno (en amor, no en organización humana).


Israel y el evangelio

10:1- Hermanos, el deseo de mi corazón y mi oración a Dios por los israelitas es que alcancen la salvación. 2- En favor suyo puedo decir que tienen un gran deseo de servir a Dios; solo que ese deseo no está basado en el verdadero conocimiento. 3- Pues no reconociendo que es Dios quien hace justos a los hombres, tratan de ser justos por sí mismos sin someterse a lo establecido por Dios. 

4- Porque la ley se cumple en Cristo para que sean hechos justos todos los que tienen fe. 5- Acerca de la justicia que se basa en cumplir la ley, Moisés escribió: “Quien cumpla la ley, vivirá por ella.” 6- Pero acerca de la justicia que se basa en la fe, dice: “No pienses ‘¿Quién subirá al cielo?’ –esto es, para hacer que Cristo baje– 7- o ‘¿Quién bajará al abismo?’ ” –esto es, para hacer que Cristo suba de entre los muertos. 8- ¿Qué es, pues, lo que dice?: “La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón.” Esta palabra es el mensaje de fe que predicamos. 9- Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor, y con tu corazón crees que Dios lo resucitó, alcanzarás la salvación. 10- Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia y con la boca se confiesa a Jesucristo para alcanzar la salvación. 

11- La Escritura dice: “El que confía en él no se verá defraudado.” 12- No hay diferencia entre judíos y no judíos, pues el mismo que es Señor de todos da con abundancia a cuantos le invocan. 13- Acerca de esto dice: “Todos los que invoquen el nombre del Señor alcanzarán la salvación.” 14- Pero, ¿cómo lo van a invocar, si no han creído en él? ¿Y cómo van a creer, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oir, si nadie les anuncia el mensaje? 15- ¿Y cómo van a anunciarlo, si no hay quien los envíe? Como dice la Escritura: “¡Qué hermosa es la llegada de los que traen buenas noticias!” 

16- Pero no todos han aceptado el evangelio. Ya lo dice Isaías: “Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje?” 17- Así pues, la fe resulta de oir el mensaje, y el mensaje llega por la palabra de Cristo. 18- Pero pregunto: ¿Será tal vez que no oyeron el mensaje? ¡Claro que lo oyeron! Porque la Escritura dice:

“La voz de ellos salió por toda la tierra; hasta los últimos rincones del mundo llegaron sus palabras.”

19- Y vuelvo a preguntar: ¿Será que los de Israel no han entendido? En primer lugar, Moisés dice:

Yo os pondré celosos de un pueblo que no es pueblo; haré que os enojéis contra un pueblo que no quiere entender.”

20- Luego, Isaías se atreve a decir:

“Los que no me buscaban me encontraron; me mostré a los que no preguntaban por mí.”

21- Y refiriéndose a los israelitas dice Isaías: “Todo el día extendí mis manos a un pueblo desobediente y rebelde.”

lunes, 9 de marzo de 2020

Pablo sale de su vocación (Romanos 9)


En los capítulos 9-11 Pablo establece un fuerte vínculo entre el Evangelio (lo que Dios hace mediante Cristo) y lo que empezó en el Antiguo Testamento. A la vez vamos conociendo mejor a Pablo mismo mediante unas inserciones autobiográficos. El título que nos da la versión DHH a estos capítulos es

La Salvación de Israel.

  1. Los privilegios de Israel (9:1-13)
  2. La autonomía de Dios (9:14-29)
  3. Los judíos y el Evangelio (9:30-33)
  4. Israel y el Evangelio (10:1-21, el capítulo entero)
  5. Los designios de Dios (11:1-10)
  6. La salvación de los no judíos (11:11-24)
  7. La salvación final de Israel (11:25-36)

Pablo comienza con un testimonio personal que nos sirve de ejemplo de una manera especial. Dios le llamó para llevar el Evangelio a los no judíos. Pero nos confiesa que lleva una enorme carga sobre sus hombros y un dolor crónico en su corazón, la condición de su propio pueblo, Israel. Hace la lista de todos sus privilegios pero reconoce que los han rechazado. En vez de recibir la palabra de Dios con fe, la han confrontado con rebeldía.

He escuchado a Evangélicos hablar de sus familiares sin evidenciar esa preocupación que tenía Pablo. Un creyente me dijo, mi cuñado no tiene el menor interés en el Evangelio y vi que lo había descartado. Le dije, de todos modos vamos a casa de tu cuñado a ver cómo nos recibe. Fuimos, y la pareja nos abrieron las puertas semana tras semana, y no sólo se convirtieron, sino que llegó a pastorear una congregación

Algunos parece que ni siquiera se preocupan por sus propios hijos. Hay que aprender de este ejemplo de Pablo.

Dios es el alfarero y nosotros la arcilla (9:21). Podemos colaborar con él o no, pero en ningún caso criticarle. Nos está enseñando Pablo cómo tratar temas que no entendemos.

Al final de este capítulo Pablo nos recuerda que solamente por LA FE podemos ser auténtico pueblo de Dios, no por reglas o raza.

10. La salvación de Israel

Los privilegios de Israel


9:1- Como creyente que soy en Cristo, digo la verdad, no miento. Además, mi conciencia, guiada por el Espíritu Santo, me asegura que esto es verdad: 2- siento una gran tristeza y en mi corazón tengo un dolor continuo, 3- y hasta querría estar yo mismo bajo maldición, separado de Cristo, si así pudiera favorecer a mis hermanos, los de mi propia raza. 4- Son descendientes de Israel y Dios los adoptó como hijos. Dios estuvo entre ellos con su presencia gloriosa y les dio los pactos, la ley de Moisés, el culto y las promesas. 5- Son descendientes de nuestros antepasados; y de su raza, en cuanto a lo humano, vino el Mesías, el cual es Dios sobre todas las cosas, alabado por siempre. Amén. 

6- Pero no es que las promesas de Dios a Israel hayan quedado sin cumplir. Lo que sucede es que no todos los descendientes de Israel son verdadero pueblo de Israel 7- ni todos los descendientes de Abraham son verdaderamente sus hijos, sino que Dios le había dicho: “Tu descendencia vendrá por medio de Isaac.” 8- Esto nos da a entender que nadie es hijo de Dios solamente por pertenecer a cierta raza; al contrario, solo quienes son hijos en cumplimiento de la promesa de Dios son considerados verdaderos descendientes. 9- Porque esta es la promesa que Dios hizo a Abraham: “Por este tiempo volveré, y Sara tendrá un hijo.” 

10- Pero eso no es todo. Los dos hijos de Rebeca lo fueron de un mismo padre, nuestro antepasado Isaac, 11- (11-13) y antes que ellos nacieran, cuando aún no habían hecho nada ni bueno ni malo, Dios anunció a Rebeca: “El mayor será siervo del menor.” Lo cual también está de acuerdo con la Escritura que dice: “Amé a Jacob y aborrecí a Esaú.” Así quedó confirmado el derecho que Dios tiene de escoger, de acuerdo con su propósito, a los que quiere llamar, sin tener en cuenta lo que hayan hecho.

La autonomía de Dios 

14- ¿Diremos por esto que Dios es injusto? ¡De ninguna manera! 15- Porque Dios dijo a Moisés: “Tendré misericordia de quien yo quiera tenerla y tendré compasión de quien bien me parezca.” 16- Así pues, no depende de que el hombre quiera o se esfuerce, sino de que Dios tenga compasión. 17- En la Escritura, Dios le dice al faraón: “Te hice rey precisamente para mostrar en ti mi poder, y para darme a conocer en toda la tierra.” 18- De modo que Dios tiene compasión de quien él quiere tenerla y endurece el corazón a quien quiere endurecérselo. 

19- Quizá tú me dirás: “Siendo así, ¿de qué va a culpar Dios al hombre, si nadie puede oponerse a su voluntad?” 20- Pero tú, hombre, ¿quién eres para pedirle cuentas a Dios? ¿Acaso la olla de barro le dirá al que la hizo: “Por qué me has hecho así”? 21- El alfarero tiene el poder de hacer lo que quiera con el barro, y de un mismo barro puede hacer una vasija para uso especial y otra para uso común. 

22- Pues bien, Dios, queriendo dar un ejemplo de castigo y mostrar su poder, soportó con mucha paciencia a aquellos que merecían el castigo e iban a ser destruidos. 23- Al mismo tiempo quiso dar a conocer en nosotros la grandeza de su gloria, pues tuvo compasión de nosotros y nos preparó de antemano para que tuviéramos parte en ella. 24- Así que Dios nos llamó, a unos de entre los judíos y a otros de entre los no judíos. 25- Como se dice en el libro de Oseas:

“A los que no eran mi pueblo, los llamaré pueblo mío; a la que no era amada, la llamaré amada mía.”

26- Y en el mismo lugar donde se les dijo:

‘Vosotros no sois mi pueblo’, serán llamados hijos del Dios viviente.”

27- En cuanto a los israelitas, Isaías dijo:

“Aunque los descendientes de Israel sean tan numerosos como la arena del mar, solamente un resto de ellos alcanzará la salvación, 28- porque muy pronto cumplirá plenamente el Señor su palabra en todo el mundo.”

29- Como el mismo Isaías había dicho antes:

“Si el Señor todopoderoso no nos hubiera dejado descendencia, ahora mismo estaríamos como Sodoma y Gomorra.”

Los judíos y el evangelio

30- ¿Qué diremos a esto? Que Dios, por medio de la fe, ha hecho justos a los paganos, que no buscaban la justicia. 31- En cambio, los israelitas, que querían basar su justicia en el cumplimiento de la ley, no lo consiguieron. 32- ¿Por qué? Pues porque basaban su justicia en sus propios hechos y no en la fe. Por eso tropezaron con aquella piedra de tropiezo 33- que se menciona en la Escritura:
“Yo pongo en Sión una roca, una piedra con la cual tropezarán; pero quien confíe en ella no quedará defraudado.

domingo, 8 de marzo de 2020

Más que vencedores (Romanos 8)


Pues, no, no podemos limitarnos solamente a un día para sacar algo del capítulo 8 de Romanos. Mejor, un mes, y unos compañeros para compartir descubrimientos y cantar juntos las verdades que afloran aquí.

Pero vamos a anclar el v 1 en nuestras mentes, para no olvidar nunca como comienza este capítulo. No hay condenación. Dios nos ve con agrado por que nos ha cubierto y nos ha empapado con la bondad de Cristo.

Creo que es bueno leerlo de un tirón aunque resulta difícil. Mejor leerlo muchas veces y en diferentes versiones, llegando a una lectura todo seguido.

Paro, por ejemplo, en el v 11. ¿De qué está hablando Pablo? Algunos piensan que se refiere al día de la resurrección cuando recibiremos un nuevo cuerpo. Te comparto mis razones por pensar que se trata de otra cosa. En primer lugar, venimos viendo el tema de nuestra victoria sobre el pecado en este cuerpo, por ejemplo, Romanos 6:4-5. Y no cabe duda de que necesitamos un poder muy superior para luchar en el día a día contra el mal. En segundo lugar, no habla del cuerpo mortal como algo que será sustituido por un cuerpo resucitado (como en 1 Corintios 15), sino que la nueva vida infundirá nuestro cuerpo mortal para poder en todo momento agradar a Dios. Y me parece que no hace falta comprenderlo del todo, sino creerlo, para experimentar esta vida. En tercer lugar, hay otros textos que confirman esta verdad de que el Espíritu Santo suministra el poder de la resurrección para vivir una vida celestial aquí en la tierra, por ejemplo Colosenses 1:29 y 3:1.

Ya ves por qué no se trata de un capítulo (Romanos 8) para acabar en un día. Pero vamos a alimentarnos para hoy, y volver otro día a por más.

El tema de los sufrimientos es muy útil. Y el tema de la oración. Y las promesas de los vss. 28 y 29. Y la expresión "más que vencedores". Y no olvidemos que todo esto es nuestro por medio de la fe, es decir, recibir lo que Dios ha preparado para nosotros. Pablo, te has pasado.

9. El Espíritu nos da vida

8:1- Así pues, ahora no hay ya ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, 2- porque la ley del Espíritu que da vida en Cristo Jesús te ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. 3- Porque Dios ha hecho lo que no pudo hacer la ley de Moisés, que era incapaz de hacerlo a causa de la debilidad humana: Dios envió a su Hijo en la misma débil condición del hombre pecador y como sacrificio por el pecado, para de este modo condenar al pecado en la propia debilidad de nuestra condición. 4- Y lo hizo para que podamos cumplir lo que la ley exige, pues ya no vivimos conforme a la naturaleza del hombre pecador sino conforme al Espíritu. 

5- Los que viven conforme a lo débil de la condición humana se preocupan solo de las cosas humanas; pero los que viven conforme al Espíritu se preocupan de las cosas del Espíritu. 6- Ahora bien, preocuparse solo de lo que es humano lleva a la muerte; en cambio, preocuparse de las cosas del Espíritu lleva a la vida y la paz. 7- Los que se preocupan solo de las cosas humanas son enemigos de Dios, porque ni quieren ni pueden someterse a su ley. 8- Por eso, los que viven sometidos a los deseos de la débil condición humana no pueden agradar a Dios. 

9- Pero vosotros ya no vivís conforme a tales deseos, sino conforme al Espíritu, si es que realmente el Espíritu de Dios vive en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. 10- Pero si Cristo vive en vosotros, el espíritu vive porque Dios os ha hecho justos, aun cuando el cuerpo esté destinado a la muerte por causa del pecado. 11- Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús vive en vosotros, el mismo que resucitó a Cristo dará nueva vida a vuestros cuerpos mortales por medio del Espíritu de Dios que vive en vosotros. 

12- Así pues, hermanos, tenemos un deber, que no es el de vivir conforme a los deseos de la débil condición humana. 13- Porque si vivís conforme a esos deseos, moriréis; pero si los hacéis morir por medio del Espíritu, viviréis. 14- Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. 15- Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud que os lleve otra vez a tener miedo, sino el Espíritu que os hace hijos de Dios. Por este Espíritu nos dirigimos a Dios, diciendo: “¡Abbá!, ¡Padre!” 

16- Este Espíritu es el mismo que se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. 17- Y por ser sus hijos tendremos también parte en la herencia que Dios nos ha prometido, la cual compartiremos con Cristo, si en verdad sufrimos con él para después estar con él en su gloria.

La esperanza de la gloria


18- Considero que los sufrimientos del tiempo presente no son nada si los comparamos con la gloria que habremos de ver después. 19- La creación espera con gran impaciencia el momento en que se manifieste que somos hijos de Dios. 20- Porque la creación perdió toda su razón de ser, no por propia voluntad, sino por aquel que así lo dispuso; pero le quedaba siempre la esperanza 21- de ser liberada de la esclavitud y la destrucción, para alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios. 

22- Sabemos que hasta ahora la creación se queja y sufre como una mujer con dolores de parto. 23- Y no solo sufre la creación, sino también nosotros que ya tenemos el Espíritu como anticipo de lo que hemos de recibir. Sufrimos intensamente esperando el momento en que Dios nos adopte como hijos, con lo cual serán liberados nuestros cuerpos. 24- Y en esa esperanza hemos sido salvados. 

Ahora bien, si lo que se espera está ya a la vista, entonces no es esperanza, porque ¿a qué esperar lo que ya se está viendo? 25- Pero si lo que esperamos es algo que aún no vemos, con constancia hemos de esperarlo. 26- De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. 27- Y Dios, que examina los corazones, sabe qué quiere decir el Espíritu, porque el Espíritu ruega conforme a la voluntad de Dios por los del pueblo santo.

Más que vencedores

28- Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes le aman, de quienes él ha llamado de acuerdo con su propósito. 29- A los que de antemano Dios había conocido, los destinó desde un principio a ser como su Hijo, para que su Hijo fuera el mayor entre muchos hermanos. 30- Y a los que Dios destinó desde un principio, también los llamó; y a los que llamó los hizo justos; y a los que hizo justos les dio parte en su gloria. 

31- ¿Qué más podríamos decir? ¡Si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros! 32- Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas? 33- ¿Quién podrá acusar a los que Dios ha escogido? ¡Dios es quien los hace justos! 34- ¿Quién podrá condenarlos? Cristo Jesús es el que murió; más aún, el que resucitó, y además está a la derecha de Dios rogando por nosotros. 35- ¿Quién podrá separarnos del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la muerte violenta...?   36- Como dice la Escritura:

“Por causa tuya estamos siempre expuestos a la muerte; nos tratan como a ovejas llevadas al matadero.”

37- Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38- Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente ni lo futuro, 39- ni lo alto ni lo profundo ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús, nuestro Señor!