martes, 10 de marzo de 2020

La estrategia de Dios (Romanos 10)


Pablo mismo había tenido un gran deseo de servir a Dios (v 2) persiguiendo a cristianos. Así que, entiende lo que le pasa a su pueblo. Dios le habló a Pablo de forma directa en el camino a Damasco, y él quiere que sus compatriotas tengan la misma experiencia. Por eso, aunque su misión es a los no judíos, se entrega a la oración por los judíos. Esto tal vez sea lo más importante que los padres pueden hacer por sus hijos.

Encontramos aquí grandes verdades. Ahora nos aclara (v 4) por qué no hace falta la ley. No es que sea mala, sino que los que tienen a Cristo, en su ADN, cuando siguen a su Señor, cumplirán todos los requisitos de la ley de Dios. Naturalmente, para esto necesitamos conocimiento, y eso es el propósito de la epístola a los romanos.

Tenemos material para sumar a nuestras armas espirituales. Romanos 10:9-10 es de los textos de esta epístola que hay que aprender de memoria.

Vemos la intención de Dios, de utilizar a la iglesia no judía para despertar otra vez a su pueblo, diciendo os pondré celosos (v 20), es decir, que verán que ahora Dios ha favorecido a otro pueblo. Pero, en mi opinión, esto sucederá cuando se cumpla la petición de Jesús en Juan 17 por los creyentes, que sean uno (en amor, no en organización humana).


Israel y el evangelio

10:1- Hermanos, el deseo de mi corazón y mi oración a Dios por los israelitas es que alcancen la salvación. 2- En favor suyo puedo decir que tienen un gran deseo de servir a Dios; solo que ese deseo no está basado en el verdadero conocimiento. 3- Pues no reconociendo que es Dios quien hace justos a los hombres, tratan de ser justos por sí mismos sin someterse a lo establecido por Dios. 

4- Porque la ley se cumple en Cristo para que sean hechos justos todos los que tienen fe. 5- Acerca de la justicia que se basa en cumplir la ley, Moisés escribió: “Quien cumpla la ley, vivirá por ella.” 6- Pero acerca de la justicia que se basa en la fe, dice: “No pienses ‘¿Quién subirá al cielo?’ –esto es, para hacer que Cristo baje– 7- o ‘¿Quién bajará al abismo?’ ” –esto es, para hacer que Cristo suba de entre los muertos. 8- ¿Qué es, pues, lo que dice?: “La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón.” Esta palabra es el mensaje de fe que predicamos. 9- Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor, y con tu corazón crees que Dios lo resucitó, alcanzarás la salvación. 10- Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia y con la boca se confiesa a Jesucristo para alcanzar la salvación. 

11- La Escritura dice: “El que confía en él no se verá defraudado.” 12- No hay diferencia entre judíos y no judíos, pues el mismo que es Señor de todos da con abundancia a cuantos le invocan. 13- Acerca de esto dice: “Todos los que invoquen el nombre del Señor alcanzarán la salvación.” 14- Pero, ¿cómo lo van a invocar, si no han creído en él? ¿Y cómo van a creer, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oir, si nadie les anuncia el mensaje? 15- ¿Y cómo van a anunciarlo, si no hay quien los envíe? Como dice la Escritura: “¡Qué hermosa es la llegada de los que traen buenas noticias!” 

16- Pero no todos han aceptado el evangelio. Ya lo dice Isaías: “Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje?” 17- Así pues, la fe resulta de oir el mensaje, y el mensaje llega por la palabra de Cristo. 18- Pero pregunto: ¿Será tal vez que no oyeron el mensaje? ¡Claro que lo oyeron! Porque la Escritura dice:

“La voz de ellos salió por toda la tierra; hasta los últimos rincones del mundo llegaron sus palabras.”

19- Y vuelvo a preguntar: ¿Será que los de Israel no han entendido? En primer lugar, Moisés dice:

Yo os pondré celosos de un pueblo que no es pueblo; haré que os enojéis contra un pueblo que no quiere entender.”

20- Luego, Isaías se atreve a decir:

“Los que no me buscaban me encontraron; me mostré a los que no preguntaban por mí.”

21- Y refiriéndose a los israelitas dice Isaías: “Todo el día extendí mis manos a un pueblo desobediente y rebelde.”

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