viernes, 13 de marzo de 2020
Una responsabilidad difícil (Romanos 13)
La frase clave de este capítulo se encuentra en el primer versículo, No hay autoridad que no venga de Dios. Podríamos pensar que el que rige en este mundo es Satanás, con textos como Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está bajo el poder del maligno. (1 Juan 5:19) La palabra que se traduce aquí "mundo" es kosmos. A veces al diablo se le llama kosmocrator (Efesios 6:12), el que domina sobre este mundo de oscuridad.
Y ahora Dios nos exige someternos a esas autoridades. ¿Esto tiene explicación? No sólo la tiene, sino que es algo maravilloso. Por encima del kosmokrator está el pantocrator, el todopoderoso (2 Corintios 6:18). Aunque Satanás tiene atrapada a la humanidad, el Dios Creador sigue con el poder. El sol no se pone y la lluvia no cae y los reyes no reinan sin su autorización. La iglesia de primera generación entendió esto bien. Lo vemos en la confianza que expresan en Hechos 4:27-28. Se han dado cuenta que las decisiones de los judíos y Herodes y Pilato sirvieron para cumplir la voluntad de Dios.
Cuando por fe obedecemos el mandamiento de Dios, de vivir una vida de buenos ciudadanos, estamos dejando lugar para que Dios siga adelante con sus planes. El emperador de Roma a lo mejor no se da cuenta que está realizando la voluntad de Dios, pero Pablo sí, y nosotros sí, porque lo vemos repetido 3 veces al comienzo de este capítulo, está al servicio de Dios.
De ahí se entiende que pagaremos los impuestos y que nuestra vida será ejemplo para todos.
Y otra norma es que amemos al prójimo (creyentes y no creyentes) como a nosotros mismos (v 9).
El capítulo finaliza hablando de nuestra armadura en un mundo hostil. Es el Señor Jesucristo, con quien nos tenemos que revestir, el Jesús humilde y manso que se sacrificó por el mundo como nosotros por nuestro prójimo.
13:1- Todos deben someterse a las autoridades establecidas. Porque no hay autoridad que no venga de Dios, y las que hay, por él fueron puestas. 2- Así que quien se opone a la autoridad va en contra de lo ordenado por Dios; y los que se oponen serán castigados. 3- De hecho, los gobernantes no están para causar miedo a los que hacen lo bueno, sino a los que hacen lo malo. ¿Quieres vivir sin miedo a la autoridad? Pues pórtate bien, y la autoridad te aprobará 4- porque está al servicio de Dios para tu bien. Pero si te portas mal, entonces sí debes tenerle miedo; porque no en vano la autoridad lleva la espada, ya que está al servicio de Dios para dar su merecido al que hace lo malo.
5- Por lo tanto es preciso someterse a las autoridades, no solo para evitar el castigo sino como un deber de conciencia. 6- También por esta razón pagáis impuestos: porque las autoridades están al servicio de Dios, y a eso están dedicadas.
7- Dad a cada uno lo que le corresponde. A quien debáis pagar contribuciones, pagádselas; a quien debáis pagar impuestos, pagádselos; a quien debáis respeto, respetadlo; a quien debáis estimación, estimadlo. 8- No tengáis deudas con nadie, aparte de la deuda de amor que tenéis unos con otros, pues el que ama a su prójimo ya ha cumplido todo lo que la ley ordena.
9- Los mandamientos dicen: “No cometas adulterio, no mates, no robes, no codicies”; pero estos y los demás mandamientos quedan comprendidos en estas palabras: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” 10- El que tiene amor no hace daño al prójimo; así que en el amor se cumple perfectamente la ley.
11- En todo esto tened en cuenta el tiempo en que vivimos: que ya es hora de despertarnos del sueño. Porque nuestra salvación está ahora más cerca que al principio, cuando creímos en el mensaje. 12- La noche está muy avanzada y se acerca el día; por eso, dejemos de hacer las cosas propias de la oscuridad y revistámonos de luz, como un soldado se reviste de su armadura. 13- Portémonos con decencia, como en pleno día. No andemos en borracheras y comilonas, ni en inmoralidades y vicios, ni en discordias y envidias.
14- Al contrario, revestíos del Señor Jesucristo como de una armadura y no busquéis satisfacer los malos deseos de la naturaleza humana.
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