sábado, 6 de junio de 2020

El producto de la fe (Hebreos 11)


Ésta es la famosa lista. En 10 ó 15 minutos puedes leer el capítulo entero. La primera parte de la lista, donde el autor describe lo que hizo cada uno por su fe, comienza con Abel y termina con una mujer, Rahab. Cuento 10 personas en esta parte. Cada uno hizo algo, fortalecido por su fe. La fe actúa, no es pasiva. La fe no sólamente afirma ciertas verdades, sino que es el motor de nuestra vida. Verás en cada uno de estos ejemplos que la fe no sigue las expectativas de la sociedad, sino que es atrevida. La fe es el ojo que ve la realidad que los demás no ven. Por eso es capaz de dar un salto en la oscuridad.

Lo que hicieron éstos fue en obediencia a la Palabra de Dios. Tomemos tiempo hoy para preguntar ¿Qué paso voy a dar, que indica que yo también deseo una patria mejor, una patria celestial (v 16)?

¿Te has dado cuenta que estas personas de fe tienen 2 clases de actuaciones? Por una parte ganaron grandes victorias contra todo pronóstico. Por otra parte aguantaron enorme oposición y sufrimiento. Éstos reciben el título, El Mundo no los merecía.



11:1- Tener fe es tener la plena seguridad de recibir aquello que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. 2- Nuestros antepasados fueron aprobados por Dios porque tuvieron fe. 3- Por fe sabemos que Dios formó el universo mediante su palabra, de modo que lo que ahora vemos fue hecho de cosas que no eran visibles.

4- Por fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio mejor que el de Caín, y por eso Dios le declaró justo y aceptó sus ofrendas. Así que, aunque Abel está muerto, sigue hablando por medio de su fe.

5- Por fe, Henoc fue llevado en vida para que no muriera, y ya no lo encontraron, porque Dios se lo había llevado. Y la Escritura dice que, antes de ser llevado, Henoc había agradado a Dios. 6- Pero no es posible agradar a Dios sin tener fe, porque para acercarse a Dios es necesario creer que existe y que recompensa a quienes le buscan.

7- Por fe, Noé, cuando Dios le advirtió que iban a suceder cosas que todavía no eran visibles, obedeció, y construyó la barca para salvar a su familia. Y por esa misma fe, Noé condenó a la gente del mundo y alcanzó la salvación que se obtiene por la fe.

8- Por fe, Abraham, cuando Dios lo llamó, obedeció y salió para ir al lugar que le iba a dar como herencia. Salió de su tierra sin saber a dónde iba, 9- y por la fe que tenía vivió como extranjero en la tierra que Dios le había prometido. Vivió en tiendas de campaña, lo mismo que Isaac y Jacob, que también recibieron esa promesa. 10- Abraham esperaba aquella ciudad que tiene cimientos firmes, de la cual Dios es arquitecto y constructor. 11- También por fe, Abraham recibió fuerzas para ser padre, porque creyó que Dios cumpliría sin falta su promesa, a pesar de que Sara no podía tener hijos y él ya era demasiado viejo. 12- Así que Abraham, aunque próximo el fin de sus días, tuvo descendientes tan numerosos como las estrellas del cielo y como la arena de la orilla del mar, que no se puede contar.

13- Todas estas personas murieron sin haber recibido las cosas que Dios había prometido; pero como tenían fe, las vieron de lejos y las saludaron reconociéndose a sí mismos extranjeros de paso por este mundo. 14- Y los que así hablan, claramente dan a entender que todavía andan en busca de una patria. 15- Si hubieran estado pensando en la tierra de donde salieron, bien podrían haber regresado a ella; 16- pero deseaban una patria mejor, es decir, la patria celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de que le llamen el Dios de ellos, pues les tiene preparada una ciudad.

17- Por fe, Abraham, cuando Dios le puso a prueba, tomó a Isaac para ofrecerlo en sacrificio. Estaba dispuesto a ofrecer a su hijo único, a pesar de que Dios le había prometido: 18- “Por medio de Isaac tendrás descendientes.” 19- Y es que Abraham reconocía que Dios tiene poder incluso para resucitar a los muertos; por eso recobró a su hijo, y así vino a ser un símbolo.

20- Por fe, Isaac prometió bendiciones futuras a Jacob y a Esaú. 21- Por fe, Jacob, ya a punto de morir, prometió bendiciones a cada uno de los hijos de José, y adoró a Dios apoyándose sobre la punta de su bastón. 22- Por fe, José, al morir, dijo que los israelitas saldrían más tarde de la tierra de Egipto, y dejó dispuesto lo que habían de hacer con sus restos mortales.

23- Por fe, al nacer Moisés lo escondieron sus padres durante tres meses; porque vieron que era un niño hermoso y no tuvieron miedo de las órdenes que el rey había dado de matar a los niños. 24- Y por fe, Moisés, ya adulto, no quiso llamarse hijo de la hija del rey de Egipto; 25- prefirió ser maltratado junto con el pueblo de Dios, antes que gozar por un tiempo de los placeres del pecado. 26- Consideró de más valor sufrir la deshonra del Mesías que gozar de la riqueza de Egipto, porque tenía la vista puesta en la recompensa que Dios le había de dar.

27- Por fe, Moisés dejó la tierra de Egipto, sin miedo al enojo del rey; y se mantuvo firme en su propósito, como si viera al Dios invisible. 28- Por fe, Moisés celebró la Pascua y mandó rociar las puertas con sangre, para que el ángel de la muerte no tocase al primogénito de ningún israelita. 29- Por fe, los israelitas pasaron el mar Rojo como si fuera tierra firme; luego, cuando los egipcios quisieron hacer lo mismo, se ahogaron.

30- Por fe cayeron los muros de la ciudad de Jericó al cabo de siete días de dar vueltas los israelitas alrededor de ellos. 31- Y por fe, Rahab, la prostituta, no murió junto con los desobedientes, porque había recibido bien a los espías de Israel.

32- ¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel y de los profetas. 33- Por la fe conquistaron países, hicieron justicia, recibieron lo que Dios había prometido, cerraron la boca de los leones, 34- apagaron fuegos violentos, se libraron de morir a filo de espada, sacaron fuerzas de flaqueza y llegaron a ser poderosos en la guerra, venciendo a los ejércitos enemigos.

35- Hubo mujeres que recobraron con vida a sus familiares muertos. Otros murieron en el tormento, sin aceptar ser liberados, a fin de resucitar a una vida mejor. 36- Otros sufrieron burlas y azotes, y hasta cadenas y cárceles. 37- Y otros fueron muertos a pedradas, aserrados por la mitad o muertos a filo de espada; anduvieron de un lado a otro vestidos solo con pieles de oveja o de cabra; faltos de todo, afligidos y maltratados.

38- Estos hombres, que el mundo ni siquiera merecía, anduvieron sin rumbo fijo por los desiertos, por los montes y por las cuevas y cavernas de la tierra. 39- Sin embargo, ninguno de ellos recibió lo que Dios había prometido, aunque fueron aprobados por la fe que tenían. 40- Y es que Dios, teniéndonos en cuenta a nosotros, había dispuesto algo mejor, para que solamente en unión con nosotros alcanzaran la perfección.


viernes, 5 de junio de 2020

3 grandes conclusiones (Hebreos 10)


Empecemos al final del capítulo.

A    Hay una vida que vivir - El justo vivirá por su fe (v 38)
B    Hay un peligro a evitar - si se vuelve atrás, dejará de agradarme (38)
C    Hay un futuro inevitable - Pronto, muy pronto vendrá el que tiene que venir (37) 

¿Cómo vivimos esta vida?

Acerquémonos (22)
Mantengamos (23)
Ayudémonos unos a otros (24 y 34)
Congreguémonos (25)
Animémonos (25)

Lo mismo que Jesús, venimos a hacer su voluntad (v 9) ¿Qué es la voluntad de Dios para nosotros? ¿Hay cosas viejas para quitar?

¿De qué trata este peligro (27-29)

Si alguien se vuelve atrás de su fe se considera que está pisoteando al Hijo de Dios.

¿Qué traerá esta "venida"

2 cosas: gran recompensa (v 35) para algunos y y castigo (29) para los que desprecian la sangre de Cristo.
No perdamos la confianza.

Esto es nuestra esperanza, y Jesús también está esperando (v 13) y nosotros colaborando.

Ineficacia de la antigua ley

10:1- La ley de Moisés era solamente una sombra de los bienes que habían de venir; no su verdadera realidad. Por eso la ley no puede hacer perfectos a quienes cada año se acercan a Dios para ofrecerle los mismos sacrificios. 2- Pues si la ley realmente pudiera purificarlos del pecado, ya no se sentirían culpables y dejarían de ofrecer sacrificios. 3- Pero estos sacrificios sirven más bien para hacerles recordar sus pecados cada año, 4- ya que la sangre de los toros y de los chivos no puede quitar los pecados.

El sacrificio de Cristo

5- Por eso Cristo, al entrar en el mundo, dijo a Dios:
“No quieres sacrificios ni ofrendas, sino que me has dado un cuerpo. 6- No te agradan los holocaustos ni las ofrendas para quitar el pecado. 7- Entonces dije: ‘Aquí vengo, tal como está escrito de mí en el libro, para hacer, oh Dios, tu voluntad.’ ”
8- En primer lugar dice que Dios no quiere ni le agradan sacrificios u ofrendas de animales, ni holocaustos para quitar el pecado, a pesar de que son cosas que la ley manda ofrecer. 9- Y después añade: “Aquí vengo para hacer tu voluntad.” Es decir, que quita aquellos sacrificios antiguos y pone en su lugar uno nuevo.

10- Dios nos ha consagrado por cuanto su voluntad fue cumplida por Jesucristo al ofrecer su cuerpo en sacrificio una sola vez y para siempre. 11- Todo sacerdote judío oficia cada día, y sigue ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, aunque estos nunca pueden quitar los pecados. 12- Pero Jesucristo ofreció por los pecados un solo sacrificio para siempre, y luego se sentó a la derecha de Dios. 13- Allí está esperando hasta que Dios haga de sus enemigos el estrado de sus pies. 14- Así, por medio de una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los que han sido consagrados a Dios. 15- El mismo Espíritu Santo nos lo confirma, al decir:
16- “El pacto que haré con ellos después de aquellos días será este, dice el Señor: Pondré mis leyes en su corazón y las escribiré en su mente. 7- Y no me acordaré más de sus pecados y maldades.”
18- De modo que cuando los pecados han sido perdonados, no hay necesidad de más ofrendas por el pecado.


III. FE Y FORTALEZA EN EL SUFRIMIENTO

Exhortación a la fidelidad

19- Por tanto, hermanos, ahora podemos entrar con entera libertad en el santuario por medio de la sangre de Jesucristo, 20- siguiendo el camino nuevo, el camino de vida que él nos abrió a través del velo, es decir, a través de su propio cuerpo. 21- Jesús es nuestro gran sacerdote que está al frente de la casa de Dios. 22- Acerquémonos, pues, a Dios con un corazón sincero y una fe completamente segura, limpios nuestros corazones de mala conciencia y lavados nuestros cuerpos con agua pura.

23- Mantengámonos firmes, sin dudar, en la esperanza de la fe que profesamos, porque Dios cumplirá la promesa que nos ha hecho. 24- Procuremos ayudarnos unos a otros a tener más amor y hacer el bien. 25- No dejemos de asistir a nuestras reuniones, como hacen algunos, sino animémonos unos a otros; tanto más cuanto que vemos que el día del Señor se acerca.

26- Porque si seguimos pecando intencionadamente después de haber conocido la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados. 27- Solo queda la terrible amenaza del juicio y del fuego ardiente que destruirá a los enemigos de Dios. 28- Cuando alguien que desobedece a la ley de Moisés tiene dos o tres testigos en contra, se le condena a muerte sin compasión. 29- Pues bien, ¿no creéis que merecen mucho mayor castigo los que pisotean al Hijo de Dios y desprecian su sangre, los que insultan al Espíritu del Dios que los ama? Porque esa sangre es la que confirma el pacto, y con ella fueron consagrados. 30- Sabemos que el Señor ha dicho: “A mí me corresponde hacer justicia; yo pagaré.” Y también ha dicho: “El Señor juzgará a su pueblo.” 31- ¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios viviente!

32- Recordad los tiempos pasados, cuando acababais de recibir la luz y soportasteis con fortaleza los sufrimientos de una gran lucha. 33- Algunos fuisteis insultados y maltratados públicamente, y otros os unisteis en el sufrimiento con los que así eran tratados. 34- Tuvisteis compasión de los que estaban en la cárcel, y hasta con alegría os dejasteis quitar vuestros bienes, sabiendo que en el cielo tenéis algo mucho mejor, que permanece para siempre. 35- No perdáis, pues, vuestra confianza, porque ella os traerá una gran recompensa. 36- Necesitáis tener fortaleza en el sufrimiento, para hacer la voluntad de Dios y recibir lo que él ha prometido. 37- Pues la Escritura dice:
“Pronto, muy pronto vendrá el que tiene que venir. No tardará. 38- Mi justo por la fe vivirá; pero si se vuelve atrás, dejará de agradarme.”
39- Nosotros, sin embargo, no somos de los que se vuelven atrás y van a su condenación, sino de los que alcanzan la salvación porque tienen fe.


jueves, 4 de junio de 2020

El lugar donde vivimos (Hebreos 9)


El salmista David (es decir, el rey David, el guerrero David), tiene una expresión muy significativa: la casa de Dios. Su único deseo es vivir en la casa de Dios (Salmo 27:4). Hace la pregunta, ¿Quién puede residir en tu santuario? (Salmo 15:1) y, ¿Quién podrá estar en su lugar santo? (Salmo 24:3). Y muchos salmos más. 

David aprendió, o intuyó, lo que estamos leyendo en estos capítulos de Hebreos, que el tabernáculo, el templo de Dios, era una sombra, una copia del templo en el cielo. Él consiguió ver, no solamente la sombra (el tabernáculo de culto, que llevó a Jerusalén), sino la realidad que representaba esa sombra (Hebreos 8:5 y 10:1). David vivía en la presencia de Dios. Por eso empezó a bailar cuando al final consiguió llevar el arca de Dios a Jerusalén. 

Nuestro autor aquí indica los elementos esenciales, que son para nosotros también. Podemos vivir en la presencia de Dios. El candelabro (9:2) representa la luz del Espíritu Santo que ilumina (cuando meditamos en la Palabra) los panes, que representan la Palabra de Dios. Esta práctica nos lleva a quemar el incienso sobre el altar de oro, que es la oración. Y ese incienso pasa al lugar santísimo, a la misma presencia de Dios.

A ver si acabas bailando como David. Y también batallando contra el mal como él hacia.

Los versículos 11 a 14 hablan del sacrificio de Jesús, que nos abre la puerta a la presencia de Dios. Si volvemos al tabernáculo de Moisés o al templo de Salomón, vemos 2 artículos fuera del lugar santo, que nos preparan para entrar. Hay un altar de bronce donde se sacrifica diariamente un cordero. Hay un lavabo de bronce, donde se lavan las manos y los pies. Así es como se consigue la limpieza total para entrar: la sangre de Cristo que apropiamos una vez para siempre, y la limpieza diaria, que enseñó Jesús cuando les lavó los pies a los discípulos (Juan 13).

Esa casa es nuestra para vivir allí y experimentar lo que decía David en el Salmo 27:4, 
Solo una cosa he pedido al Señor,
solo una cosa deseo:
estar en el templo del Señor
todos los días de mi vida,
para adorarle en su templo
y contemplar su hermosura. 

Eso lo hacemos mientras esperamos su regreso (Hebreos 9:28).


Ineficacia de los antiguos sacrificios

9:1- Ciertamente el primer pacto tenía sus normas para el culto, pero en un santuario terrenal. 2- La tienda había sido preparada de tal forma que en su primera parte, la llamada Lugar Santo, se encontraban el candelabro y la mesa con los panes consagrados a Dios. 3- Detrás del segundo velo se hallaba el llamado Lugar Santísimo, 4- donde había un altar de oro para quemar el incienso, y donde estaba el arca del pacto, totalmente cubierta de oro. En el arca había una jarra de oro que contenía el maná, y también se encontraba el bastón de Aarón, que había retoñado, y las tablas del pacto. 5- Encima del arca estaban los seres alados que significaban la presencia de Dios, y que cubrían con sus alas la tapa del arca.

Por ahora no es necesario entrar en más detalles sobre todo esto. 6- Dispuestas así las cosas, los sacerdotes entran continuamente en la primera parte de la tienda para celebrar los oficios del culto; 7- pero en la segunda parte entra únicamente el sumo sacerdote, y solo una vez al año. Y cuando entra tiene que llevar sangre de animales para ofrecerla por sí mismo y por los pecados que el pueblo comete sin darse cuenta. 8- Con esto, el Espíritu Santo nos da a entender que, mientras la primera parte de la tienda seguía sirviendo para el culto, el camino al santuario todavía no estaba abierto.

9- Todo esto es un símbolo para el tiempo presente; pues las ofrendas y sacrificios que allí se ofrecen a Dios no pueden hacer perfecta la conciencia de los que así le adoran. 10- Se trata únicamente de alimentos, bebidas y ciertas ceremonias de purificación, que son normas externas y que solo tienen valor mientras Dios no cambie las cosas.

Eficacia del sacrificio de Cristo

11- Pero Cristo ya vino, y él es ahora el sumo sacerdote de los bienes definitivos. El santuario donde actúa como sumo sacerdote es mejor y más perfecto, y no ha sido hecho por los hombres; es decir, no pertenece a esta creación. 12- Cristo ha entrado en el santuario, ya no para ofrecer la sangre de chivos y becerros sino su propia sangre. Ha entrado una sola vez y para siempre, y ha obtenido para nosotros la salvación eterna.

13- Es verdad que la sangre de los toros y de los chivos, y las cenizas de la becerra quemada en el altar, las cuales se esparcen sobre los que están impuros, tienen poder para consagrarlos y purificarlos por fuera. 14- Pero si esto es así, ¡cuánto más poder tendrá la sangre de Cristo! Pues Cristo, por medio del Espíritu eterno, se ofreció a sí mismo a Dios como sacrificio sin mancha, y su sangre limpia nuestra conciencia de las obras que llevan a la muerte, para que podamos servir al Dios viviente.

El nuevo pacto

15- Por eso, Jesucristo intervino con su muerte, a fin de unir a Dios y los hombres como mediador de un nuevo pacto o testamento, para que sean perdonados los pecados cometidos bajo el primer pacto y para que aquellos a quienes Dios ha llamado puedan recibir la herencia eterna que él les ha prometido.

16- Para que un testamento entre en vigor, tiene que comprobarse primero la muerte de la persona que lo otorgó. 17- Pues un testamento no tiene valor mientras vive el que lo otorga, sino solo después de su muerte. 18- Por eso, también el primer pacto se estableció con derramamiento de sangre. 19- Moisés anunció todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo; después tomó lana roja y una rama de hisopo, las mojó en la sangre de los becerros y los chivos mezclada con agua, y roció el libro de la ley y a todo el pueblo. 20- Entonces les dijo: “Esta es la sangre que confirma el pacto ordenado por Dios para vosotros.” 21- Moisés roció también con sangre el santuario y todos los objetos reservados para el culto. 22- Según la ley, casi todo tiene que ser purificado con sangre, y no hay perdón de pecados si no hay derramamiento de sangre. 23- De manera que tales sacrificios eran necesarios para purificar las cosas que son copia de lo celestial; pero las cosas propiamente celestiales necesitan mejores sacrificios que aquellos.

El acceso a Dios

24- Porque Cristo no entró en el santuario construido por los hombres, que era solamente una figura del santuario verdadero, sino que entró en el mismo cielo, donde ahora se presenta delante de Dios para rogar en nuestro favor. 25- Y no entró para ofrecerse muchas veces en sacrificio, como hace cada año todo sumo sacerdote, que entra en el santuario para ofrecer sangre ajena. 26- Si ese fuera el caso, Cristo habría tenido que morir muchas veces desde la creación del mundo. Pero no es así.

Ahora, al final de los tiempos, Cristo ha aparecido una sola vez y para siempre, ofreciéndose a sí mismo en sacrificio para quitar el pecado. 27- Y así como todos han de morir una sola vez y después vendrá el juicio, 28- así también Cristo ha sido ofrecido en sacrificio una sola vez para quitar los pecados de todos. Después aparecerá por segunda vez, pero ya no en relación con el pecado sino para salvar a los que le esperan.


miércoles, 3 de junio de 2020

¡Hemos llegado! (Hebreos 8)


Dios está haciendo lo siguiente: 
* Nos da un sacerdote que está sentado en el cielo (v 1), que oficia en un templo eterno.
* Este sacerdote solo tuvo que ofrecer un sacrificio, una sola vez, que fue su propio cuerpo. En el Video que resume esta sección, del 8 al 10 podemos ver el esquema claramente. 
* Dios se ha unido con los hombres (v 6). Literalmente este texto dice, es también el mediador de un mejor pacto
* Está escribiendo sus leyes en nuestro corazón y colocándolas en nuestra mente.
* No se acordará de nuestros pecados (v 12), es decir, que nos ve perfectos.

Estamos viendo un Dios que no suelta a los que rescata. Llega hasta el límite para asegurar que no le volvamos a abandonar. No es de extrañar, entonces, que escuchemos advertencias tan drásticas como vimos en el c 6, y que se ampliará en el c 10, Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados, sino cierta horrenda expectación de juicio, y la furia de UN FUEGO QUE HA DE CONSUMIR A LOS ADVERSARIOS. (Hebreos 10:26-27)

La intención de Dios, v 11 - todos me conocerán, es decir, que nadie tiene excusa.



Imperfección del antiguo culto

8:1- Lo más importante de cuanto estamos diciendo es que nuestro sumo sacerdote es de tal naturaleza que se ha sentado en el cielo, a la derecha del trono de Dios, 2- y oficia como sacerdote en el verdadero santuario, construido por el Señor y no por los hombres. 3- Todo sumo sacerdote es designado para presentar ofrendas y sacrificios, por lo cual es necesario que Jesucristo también tenga algo que ofrecer.

4- Si él estuviera en la tierra, ni siquiera sería sacerdote, pues aquí ya hay sacerdotes que presentan las ofrendas dispuestas por la ley de Moisés. 5- Pero ellos prestan su servicio valiéndose de cosas que no son sino copia y sombra de lo que hay en el cielo. Y sabemos que son copia porque, cuando Moisés iba a construir el santuario, Dios le dijo: “Presta atención y hazlo todo según el modelo que te mostré en el monte.” 6- En cambio, nuestro sumo sacerdote, oficiando un culto mucho mejor, ha unido a Dios y los hombres mediante un pacto mejor, basado en mejores promesas.

Imperfección del primer pacto

7- Si el primer pacto hubiera sido perfecto, no habría sido necesario el segundo. 8- Pero Dios encontró imperfecta a aquella gente, y dijo:
“El Señor dice: Vendrán días en los que haré un nuevo pacto con Israel y con Judá. 9- Este pacto no será como el que hice con sus antepasados, cuando los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto. Como ellos no cumplieron mi pacto, yo los abandoné, dice el Señor. 10- El pacto que haré con Israel después de aquellos días será este, dice el Señor: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. 11- Ya no será menester que unos a otros, compatriotas o parientes, tengan que instruirse para conocer al Señor, porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor. 12- Yo les perdonaré sus maldades y no me acordaré más de sus pecados.”
13- Cuando Dios habla de un nuevo pacto es porque ha declarado viejo al primero; y a lo que está viejo y anticuado, poco le falta para desaparecer.

martes, 2 de junio de 2020

Un personaje misterioso (Hebreos 7)


Conectamos aquí  con el Antiguo Testamento, concretamente el Salmo 110 y Génesis. En mi experiencia, cuando tratamos el tema del sacerdote Melquisedec, es algo teórico, y no nos impacta mucho. Después de leer este capítulo ¿qué es lo que entiendes?

Conocemos la historia de Abraham y este rey/sacerdote (Génesis 14). Abraham con su pequeño ejército gana una victoria, en la única operación militar que él realiza, y libera a sus parientes, que fueron llevados cautivos. A la vuelta llega a su encuentro el misterioso Melquisedec para bendecir a Abraham, quien le reconoce como sacerdote de Dios y le paga el 10% de lo que ha ganado, cantidad que luego se tipifica en la ley de Moisés.

Nada más, y luego silencio sobre Melquisedec durante algunos siglos. 

Entonces es David, profetizando sobre el Mesías, el Cristo, quien saca a Melquisedec del olvido y le nombra una sola vez, haciendo un vínculo directo con el profetizado Hijo de David. 

Nada más (aparte de algunas tradiciones hebreas), pero el autor de Hebreos tiene el discernimiento espiritual para ver que el orden de Melquisedec sirve para apoyar lo que está enseñando en esta epístola. Hemos visto que los receptores de esta carta tienen la necesidad de robustecer su fe en Jesús para no apartarse de la fe. Si alguno de ellos siente la necesidad de un sacerdocio como tenían en el templo, podrá ver aquí que aunque Jesús no pertenece a la tribu sacerdotal de Leví, es de un rango superior. Él se destaca sobre todo el resto.

Hay líderes religiosos, que con gran sutileza se pintan a si mismos como "lo más nuevo", llegando a dar la impresión de que ellos son el relevo de Jesús. Si nos anclamos en esta enseñanza de Hebreos, estaremos armados contra el engaño que presenta, por ejemplo, el Libro de Mormón y otras enseñanzas de siglos recientes. ¡Si tienes a Jesús, lo que él te da es totalmente suficiente!


Jesús, sacerdote como Melquisedec

7:1- Este Melquisedec fue rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo. Cuando Abraham regresaba de la batalla en la que había derrotado a los reyes, Melquisedec salió a su encuentro y lo bendijo; 2- entonces Abraham le entregó la décima parte de todo lo que había ganado en la batalla. El nombre Melquisedec quiere decir, en primer lugar, “rey de justicia”; y como era de Salem, que quiere decir “paz”, significa también “rey de paz”. 3- Nada se sabe de su padre, de su madre o de sus antepasados; ni tampoco se habla de su nacimiento o de su muerte; y así, a semejanza del Hijo de Dios, es sacerdote para siempre.

4- Ahora bien, fijaos en lo importante que sería Melquisedec, que nuestro propio antepasado Abraham le entregó la décima parte del botín arrebatado a los reyes en la batalla. 5- Según la ley de Moisés, los sacerdotes, descendientes de Leví, tienen el derecho de recibir del pueblo el diezmo de todo, a pesar de tratarse de sus parientes y descender de Abraham lo mismo que ellos. 6- Pero Melquisedec, aun sin ser descendiente de Leví, le tomó aquella décima parte a Abraham, que había recibido las promesas de Dios. Y Melquisedec bendijo a Abraham; 7- y nadie puede negar que el que bendice es superior al bendecido.

8- Aquí, en esta vida, los que reciben la décima parte son hombres mortales; pero la Escritura habla de Melquisedec como de uno que todavía vive. 9- Y se puede decir que los sacerdotes, que descienden de Leví y que ahora reciben el diezmo, dieron también el diezmo a Melquisedec al dárselo Abraham. 10- Porque, en cierto sentido, cuando Melquisedec salió al encuentro de Abraham, este ya llevaba en su cuerpo a sus descendientes, que aún no habían nacido.

Los dos sacerdocios

11- El pueblo de Israel recibió la ley por medio de los sacerdotes levitas, descendientes de Aarón. Ahora bien, si en verdad estos hubieran podido hacer perfectos a los que seguían la ley, no habría sido necesario que apareciera otro sacerdote, ya no de la clase de Aarón sino de la clase de Melquisedec. 12- Porque al cambiar el sacerdocio se tiene que cambiar también la ley; 13- y nuestro Señor, de quien la Escritura dice esto, pertenece a otra tribu de Israel, de la que no ha salido ningún sacerdote. 14- Porque es bien sabido que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, y Moisés no dijo nada de esa tribu cuando habló del sacerdocio.

15- Esto es aún más claro si el nuevo sacerdote que aparece es uno como Melquisedec. 16- Este no fue sacerdote según una ley que establece de qué familia debe venir, sino según el poder de una vida indestructible. 17- Porque esto es lo que Dios dice de él:
“Tú eres sacerdote para siempre, de la misma clase que Melquisedec.”
18- Así que el mandato anterior quedó cancelado porque era débil e inútil, 19- pues la ley de Moisés no perfeccionó nada; y en su lugar tenemos una esperanza mejor, por la cual nos acercamos a Dios.

Superioridad del sacerdocio de Jesús

20- Dios garantizó esto con un juramento. Los otros sacerdotes fueron nombrados sin juramento alguno, 21- pero en el caso del Señor sí que hubo un juramento, pues en la Escritura le dice:
“El Señor hizo un juramento y no va a desdecirse: ‘Tú eres sacerdote para siempre.’ ”
22- De este modo, Jesús es quien garantiza un pacto mejor que el primero. 23- Los otros sacerdotes fueron muchos, porque la muerte les impedía seguir viviendo; 24- pero como Jesús no muere, su oficio sacerdotal no pasa a nadie más. 25- Por tanto, puede salvar para siempre a los que se acercan a Dios por medio de él, pues vive para siempre, para interceder por ellos delante de Dios.

26- De modo que Jesús es precisamente el sumo sacerdote que necesitábamos. Él es santo, sin maldad y sin mancha, apartado de los pecadores y puesto más alto que el cielo. 27- No es como los otros sumos sacerdotes, que tienen que matar animales y ofrecerlos cada día en sacrificio, primero por sus propios pecados y luego por los pecados del pueblo. Jesús ofreció el sacrificio una sola vez y para siempre, cuando se ofreció a sí mismo.

28- La ley de Moisés designa sumos sacerdotes a hombres imperfectos; mientras que el juramento de Dios, posterior a la ley, designa sumo sacerdote a su Hijo, que ha sido hecho perfecto para siempre.


lunes, 1 de junio de 2020

Avanzar hasta el fin (Hebreos 6)


Podríamos combinar frases de dos versículos para resumir la esencia de este capítulo: sigamos adelante (v 1) hasta el fin (v 11). El cristiano no solamente debe cuidar de no abandonar su fe, como venimos viendo, sino que tiene que edificar sobre el fundamento donde queda establecido. 

¡Qué bueno es saber que podemos seguir hacia delante, que nos quedan nuevas experiencias con el Señor y que a la vez todo lo que hemos aprendido en el pasado nos sirve como infraestructura para combinar con lo que vamos edificando. Todo chasco y torpeza que experimentamos en la vida quedará como peldaño para nuestro aprendizaje. 

Como leí recientemente, "no desperdicies tus errores". Si en nuestra trayectoria nos vemos abrumados por experiencias "negativas", lo peor que podemos hacer es abandonar. Vimos una frase en el capítulo 4 que hay que recordar: Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios lleno de amor, para que tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de la necesidad. Acércate en este momento a tu Papá. Y si lees esto en tiempo de pandemia y de confinamiento, no olvides que Dios no te va a transmitir ningún virus. Sus abrazos son limpios y llenos de afecto y de poder. Más adelante veremos otro texto de invitación, Hebreos 10:22 - Acerquémonos, pues, a Dios con un corazón sincero y una fe completamente segura... Es el momento de dar un paso hacia tu siguiente experiencia con Dios.

Por si estamos titubeando, encontramos una necesaria advertencia. Lo peor que podemos hacer es abandonar la fe porque eso nos cierra una puerta (v 6). Con Dios no se juega. No es hoy no y mañana sí. Es avanzar hasta el fin. Los que abandonan quedan peor que antes. Pues los que han conocido al Señor y Salvador Jesucristo, y han escapado así de las impurezas del mundo, si otra vez se dejan enredar y dominar por ellas, quedan peor que antes (2 Pedro 2:20). Me recuerda las palabras de Jesús en Juan 15:6 - El que no permanece unido a mí será echado fuera, y se secará como los sarmientos que se recogen y se queman en el fuego.

Pero no hay que tener miedo. Este capítulo termina con esperanza que nos da confianza. El ancla que nos une con el trono de Dios, la ha puesto Jesús mismo, nuestro fiel sacerdote. Creo que podemos confiar en él ¿no?


6:1- Así que sigamos adelante hasta llegar a ser adultos, dejando atrás las primeras enseñanzas acerca de Cristo. No volvamos otra vez a asuntos elementales, como la conversión y el abandono de las obras que llevan a la muerte, o como la fe en Dios, 2- las enseñanzas sobre el bautismo, el imponer las manos a los creyentes, la resurrección de los muertos y el juicio eterno.

3- Es lo que haremos, si Dios lo permite. 4- Porque a los que una vez recibieron la luz, y saborearon el don de Dios, y tuvieron parte en el Espíritu Santo 5- y saborearon el buen mensaje de Dios y el poder del mundo venidero, 6- si caen de nuevo no se les puede hacer volver a Dios, porque ellos mismos están crucificando otra vez al Hijo de Dios y exponiéndolo a la burla de todos. 7- Son como la tierra empapada de la lluvia que la riega: si da una cosecha útil a quienes la trabajan, recibe la bendición de Dios; 8- pero si da espinos y cardos, no sirve para nada, sino que cae bajo la maldición de Dios y finalmente será quemada.

9- Pero aunque hablamos así, queridos hermanos, estamos seguros de que vosotros os encontráis en el primer caso, es decir, en camino de salvación. 10- Porque Dios es justo y no olvidará lo que habéis hecho y el amor que le habéis mostrado al ayudar a los hermanos en la fe, como aún lo estáis haciendo. 11- Pero deseamos que cada uno de vosotros siga mostrando hasta el fin ese mismo entusiasmo, para que se realice completamente vuestra esperanza. 12- No queremos que os volváis perezosos, sino que sigáis el ejemplo de quienes por medio de la fe y la constancia están recibiendo la herencia que Dios les ha prometido.

Promesa y juramento

13- Cuando Dios hizo la promesa a Abraham, juró por su propia vida porque no había otro superior a él por quien jurar, 14- y dijo: “Sí, yo te bendeciré mucho y haré que tu descendencia sea numerosa.” 15- Abraham esperó con paciencia y recibió lo que Dios le había prometido. 16- Cuando los hombres hacen un juramento, lo hacen por alguien superior a ellos mismos; y cuando garantizan algo mediante un juramento, ya no queda nada por discutir.

17- Pues bien, Dios quiso mostrar claramente a quienes habían de recibir la herencia que él les prometía, que estaba dispuesto a cumplir la promesa sin cambiar nada de ella. Por eso garantizó su promesa mediante el juramento. 18- De estas dos cosas que no pueden cambiarse y en las que Dios no puede mentir, recibimos un firme consuelo quienes hemos buscado la protección de Dios y hemos confiado en la esperanza que él nos ha dado. 19- Esta esperanza mantiene firme y segura nuestra alma, lo mismo que el ancla mantiene firme el barco. Es una esperanza que ha penetrado hasta detrás del velo en el templo celestial, 20- donde antes entró Jesús para abrirnos camino, llegando él así a ser sumo sacerdote para siempre, de la misma clase que Melquisedec.

domingo, 31 de mayo de 2020

¿Por qué esto es difícil de explicar? (Hebreos 5)


Me acuerdo de un acto en el Monasterio de Yuste, donde presentaban un libro de parte de la Unión Europea, recién traducido al español. Estaba presente el director del Museo del Prado, explicando el cuadro de Tiziano. Cuando dijo, "aquí esta María la mediatriz", el hombre sentado a mi lado, un sacerdote de La Vera, se volvió a mí y dijo, "Hay un sólo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre", citando de  1 Timoteo 2:5.

La dificultad que tiene el autor de Hebreos para explicar lo del sacerdocio de Jesús (5:11) no es debido solamente al tema que se está tratando, sino al poco nivel de madurez que han alcanzado los lectores. Tienen unas cuantas ideas infantiles, como pudieron tener también los asistentes a la conferencia en Yuste. Es tan importante que vayamos conociendo bien el texto de la Biblia, para agudizar nuestro entendimiento.

Repasemos el tema de este capítulo en el video.

¡Nadie puede sustituir a Jesús! Él es el sustituto nuestro, tomando nuestro lugar y pagando por nuestra desobediencia. 

Hebreos nos amplía el entendimiento del Antiguo Testamento. Aquí hay una referencia al Salmo 2:7, donde el Padre designa a su Hijo como el único que tiene autoridad en la tierra. También se refiere al Salmo 110:4, donde Melquisedec, el sacerdote que bendijo a Abraham, es presentado como iniciador de una nueva clase de sacerdocio, a la cual pertenece Cristo. 

Nos ayuda también Hebreos a entender el Evangelio. Vemos que la oración de Jesús en Getsemaní (v 7) sí fue escuchada, de la misma manera en que nosotros somos librados de dolencias y sufrimientos, no en la tierra ahora, sino en la resurrección que nos espera.

5:1- Todo sumo sacerdote es escogido entre los hombres, designado para representarlos delante de Dios y para presentar ofrendas y sacrificios por los pecados. 2- Y como el sacerdote está sujeto a las debilidades humanas, puede tener compasión de los ignorantes y extraviados; 3- y a causa de su propia debilidad tiene que ofrecer sacrificios por sus pecados tanto como por los pecados del pueblo. 4- Nadie puede tomar este honor para sí mismo; es Dios quien llama y da el honor, como en el caso de Aarón.

5- De la misma manera, Cristo no se designó sumo sacerdote a sí mismo, sino que Dios le dio ese honor cuando le dijo:
“Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy.”
6- Y también le dijo en otra parte de las Escrituras:
“Tú eres sacerdote para siempre, de la misma clase que Melquisedec.”
7- Cristo, mientras vivía en este mundo, con voz fuerte y muchas lágrimas oró y suplicó a Dios, que tenía poder para librarle de la muerte; y por su obediencia, Dios le escuchó. 8- Así que Cristo, a pesar de ser Hijo, por lo que sufrió aprendió a obedecer; 9- y al perfeccionarse de esa manera, llegó a ser fuente de salvación eterna para todos los que le obedecen; 10- y Dios lo designó sumo sacerdote de la misma clase que Melquisedec.

Exhortación a progresar en la fe

11- Tenemos mucho que decir sobre este asunto, pero es difícil de explicar porque sois lentos para entender. 12- Al cabo de tanto tiempo deberíais ser ya maestros; en cambio, necesitáis que se os expliquen de nuevo las cosas más sencillas de las enseñanzas de Dios. Habéis vuelto a ser tan débiles que, en vez de comida sólida, tenéis que tomar leche. 13- Y los que se alimentan de leche son como niños de pecho, incapaces de juzgar rectamente. 14- La comida sólida es para los adultos, para los que ya saben juzgar porque están acostumbrados a distinguir entre el bien y el mal.

Los que piensan que lo mejor es salirse de una iglesia imperfecta necesitan comprender que el único perfecto es Jesús, y que acercándonos a él vamos a madurar y vamos a mejorar nuestra capacidad de ayudar a las personas débiles.