domingo, 27 de noviembre de 2011


Opiniones sobre Jesús

Juan 7:11-52
 Ahora dejamos por un tiempo los sinópticos. Mateo, Marcos y Lucas no incluyen tanto como Juan sobre el ministerio de Jesús en Jerusalén. Jesús, que no iba a acompañar a su familia a Jerusalén (Juan 7:8), ahora aparece en la mitad de la fiesta y enseña en el templo. 
     Al hacer esta lectura me hacía pensar en un mar donde las olas van para acá y allá. Podemos escuchar lo siguiente:
  • Los hermanos de Jesús parecen no tomarle en serio (3-5)
  • El mundo le odia (7)
  • Los judíos le buscan (11)
  • Unos dicen él es bueno
  • Otros dicen extravía a la gente (12)
  • No hablan abiertamente por temor a los judíos (término que utiliza Juan para referirse a la oposición organizada) (13)
  • Se maravillan de su enseñanza aunque no pertenezca a ninguna escuela rabínica (15)
  • Hay un elemento que quiere matar a Jesús (19)
  • Reacción popular: tienes un demonio (20)
  • Le admiran al recordar la curación en Juan 5 (21)
  • Están enfadados porque sanó en sábado (23)
  • El pueblo sospecha que los gobernantes han aceptado a Jesús (26)
  • Ellos no están de acuerdo (27)
  • Algunos quieren detenerle (30)
  • Muchos creen en él por los milagros (31)
  • Los jefes de los judíos deciden prenderle ya (32)
  • El pueblo barrunta que Jesús irá al exilio a propagar su mensaje en otras colonias judías (35)
  • Algunos llegan a la conclusión de que él es el profeta que anunció Moisés (40)
  • Se debate si él es el Cristo, con la pega de que viene de Galilea (41)
  • La multitud se divide por causa de Jesús (43)
  • Otra vez quieren pararle los pies (44) sin éxito
  • Conclusión de los alguaciles (46), Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla y se niegan a arrestarlo
  • Los jefes de los judíos dicen que ninguno de ellos ha creído en Jesús (48)
  • Uno de ellos adelanta una débil pero válida defensa de Jesús (Nicodemo, 51)

     ¿Te da un poco de risa tanto comentario y tanta inconstancia? Evidentemente, habiendo sido cosechada Galilea, queda Jerusalén por cosechar, tarea que encargará Jesús a los apóstoles en Hechos 1:8. La gente tiene que llegar a una decisión: o aceptar a Jesús como Rey, o rechazarle. Tus vecinos y amigos también. No cometas el error de acusarles de un rechazo definitivo. Muchos de ellos no han visto un auténtico ejemplo de amor cristiano, que les convencerá de la trascendencia de Jesús. Si no han entendido tus palabras, necesitan observar tus hechos.