Lucas, en su investigación sobre la vida de Jesús, ha descubierto un área especial que trata el Señor. Se nota desde las palabras de María cuando tiene su encuentro con Elisabet. Lucas 1:53, A LOS HAMBRIENTOS HA COLMADO DE BIENES y ha despedido a los ricos con las manos vacías. Va a ser Lucas quien traza algunas de las palabras de Jesús sobre la justicia de Dios a favor de los pobres.
Cuando el rey David hizo su oración por su hijo Salomón, quien le iba a suceder, dijo, (Salmo 72:2) Juzgue él a tu pueblo con justicia, y a tus afligidos con equidad. Y sin embargo cuando Salomón muere, hay una enorme protesta por parte de pueblo, de que hubo abuso de poder y que se había exprimido demasiado al pueblo. Tanto, que 10 de las 12 tribus se separan, formando una nueva nación.
En la preparación para la venida de Jesús, Juan Bautista anuncia que el que tiene dos túnicas dé una al que no tiene (Lucas 3:11).
Llega Jesús el Hijo de David, trayendo justicia. Aunque es rechazado por los jefes de su pueblo, sin embargo para los que le reciben comienza un nuevo día.
Pero, a diferencia de Salomón, Jesús vive entre los pobres. Es uno de ellos. Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza (Lucas 9:58).
Y en su enseñanza captamos un principio que recoge esos sentimientos que expresaba su madre, de que Dios favorece a los pobres. Lucas 6:20 - Volviendo su vista hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
¿Por qué tienen ventaja los pobres? Una cosa es obvia: cuanto más recursos materiales tengo, menos busco a Dios. En nuestra sociedad el dinero viene a ser un sustituto de Dios. Si no no tenemos, estamos más dispuestos a buscar a Dios, y por tanto a encontrarle. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá (Lucas 11:10).
lunes, 8 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)