¡PERDIÓ LA CONTINUIDAD DE SU DINASTÍA!
El segundo es no completar con detalles el encargo de Dios.
¡ES DESTITUIDO COMO REY (1 Samuel 15:26-29)
El tercero lo veremos más adelante
¡Saúl pierde su vida!
Con Dios no se juega. Algunos niños aprenden a presentar una sonrisa inocente cuando han sido descubiertos en desobediencia. Es su manera de aplacar el enfado de los mayores. Parece que Saúl ha aprendido a hacer lo mismo. Incluso viene dominando el lenguaje religioso. Dice al profeta, ¡Bendito seas del SEÑOR! He cumplido el mandamiento del SEÑOR.
No vale ni lenguaje religioso ni sacrificios ni promesas cuando Dios ha dado claras instrucciones. Recordemos este texto: ¿Se complace el SEÑOR tanto en holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la voz del SEÑOR? He aquí, el obedecer es mejor que un sacrificio, y el prestar atención, que la grosura de los carneros.
El hombre conforme al corazón de Dios
Lee despacio el capítulo 16. Vuélvelo a leer. Entonces ponte a orar como tantas veces hacía Samuel. Pídele a Dios que levante de entre nuestros jóvenes a alguien que le va a seguir de todo corazón, como David.