sábado, 12 de octubre de 2019

El propósito de la Palabra de Dios (Mateo 12)

Veo 2 grupos con los que trata Jesús aquí. A los 2 grupos Jesús les enseña cómo usar la Palabra de Dios.
Primero los fariseos, que se consideran los maestros de todos los demás. Jesús les recuerda una asignatura que él les había dado, y que no han sabido aprovechar. A los fariseos les llamo los “sacafallos”. Es su oficio, observar y criticar. Les dice Jesús, no habéis entendido qué significan estas palabras de la Escritura: ‘Quiero que seáis compasivos, y no que me ofrezcáis sacrificios’. Porque ya les dijo antes (Mateo 9:13) que debían estudiar ese texto. Se entiende que la lectura de la Palabra de Dios da comprensión, que la Biblia no se lee como libro de reglas, sino para conocer a Dios.
Echemos un vistazo a Marcos 2, donde leemos el mismo relato, pero con una frase significativa de Jesús, El día de reposo se hizo para el hombre, y no el hombre para el día de reposo.
¿Qué diría Jesús acerca de algunas reglas que tenemos hoy?
El segundo grupo es “la gente” (12:46), que le avisan que le está buscando su madre. El Señor aprovecha para hacer una importante aclaración: la relación espiritual pesa más que la relación física. Lo que él dice acerca de su madre me recuerda lo que dijo también sobre Juan Bautista. Por muy grande que sea Juan como profeta, los seguidores de Jesús pueden ser más grandes haciéndose pequeños. Y por muy bienaventurada que sea María, la misma bienaventuranza la pueden disfrutar los que hacen la voluntad de Dios.

(Lucas 11:27-28  Y sucedió que mientras decía estas cosas, una de las mujeres en la multitud alzó su voz y le dijo: ¡Dichosa la matriz que te concibió y los senos que te criaron!  28- Pero El dijo: Al contrario, dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan).

viernes, 11 de octubre de 2019

Aspiraciones (Mateo 11)

¿Qué es lo que viene haciendo Jesús hasta ahora? 30 años de anonimato en Nazaret, en la provincia de Galilea, sin hacer nada espectacular, aprendiendo y practicando el oficio de carpintero. Juan Bautista lo presenta al público. Algunos empiezan a seguirle y él anuncia el Reino de Dios, respaldando su mensaje con milagros. Entre sus muchos seguidores elige a 12 (galileos todos ellos menos 1), a quienes envía por parejas por la misma provincia de Galilea para también anunciar el reino y hacer milagros.
Él sigue el mismo ritmo y alcanza enorme fama. Jesús es de Galilea y Galilea es de Jesús. La cosecha se está realizando. Llegará el momento cuando el sólo hablar con acento galileo le hace a uno sospechoso de ser seguidor de Jesús.
Pero hay alguien con enormes dudas, Juan Bautista en la cárcel por anunciar justicia. Hay una frase en inglés en la política actual, throw him under the bus, “tirarlo debajo del bus”, deshacerse de uno cuando ya no es útil. ¡Exactamente lo que podía sentir Juan! Él ha sido el presentador del Mesías (Isaías 40:3, preparad el camino del Señor). Este Mesías es el que va a liberar a los prisioneros (Isaías 61:1 y Lucas 4:18). ¿Qué pasa, Jesús?
El Mesías aprovecha el momento con dos declaraciones difíciles de reconciliar: una sobre Juan Bautista, es el más grande de los profetas, y la otra para ti, si quieres ser grande, hazte pequeño. No tienes que alcanzar fama, sólo tratar de ser pequeño.
Hay muchos que se cansan intentando ser grandes. Jesús dice, 28 »Venid a mí todos vosotros que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso. 29 Cargad con mi yugo y aprended de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestra alma. 30 Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana».

No pierdas la oportunidad para aprender esto versículos de memoria y meditar en ellos.

jueves, 10 de octubre de 2019

Instrucciones para todos (Mateo 10)

¿Qué es lo que Jesús da a los 12, para que puedan cumplir su misión? Les da poder, autoridad. ¿Qué es lo que nos da a nosotros? Mateo 28:18-19  Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra.  19- Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Podemos aprender mucho de las palabras de Jesús para sus ayudantes. Obviamente, en el v 17, por ejemplo, estas instrucciones tienen vigencia no sólo para esta campaña.
Principio clave a través de toda la preparación de los apóstoles, ¡No tengáis miedo! Es un mandamiento, no una sugerencia.
Nos prepara advirtiendo de los peligros y nos anima recordándonos que hay una recompensa.

miércoles, 9 de octubre de 2019

Ayudantes y desayudantes de Jesús (Mateo 9)

Los hombres que llevan al paralítico están ayudando a Jesús. Veremos más acerca de su misión y sus métodos en otros evangelios.
Jesús vino para enfermos, no para sanos. Alguna vez he dicho a alguien que me viene recitando sus virtudes, ¡qué pena que no puedes ser cristiano por ser tan bueno por tu propia cuenta!
Los ciegos curados son ayudantes que no ayudan porque no le hacen caso a las instrucciones.
Los fariseos, que se erigen en defensores del pueblo, en vez de ayudar, estorban porque no están en la onda de Dios.
El llamar a Mateo (funcionario del imperio romano) es un reclutamiento sorpresa porque la gente piensa que el Mesías les va a librar de la dominación romana.
El tema de los odres es clave. El vino nuevo del Evangelio no cabía en un sistema de rituales y requisitos. Personalmente, creo que repetidas veces el Señor tiene un vino nuevo para ofrecer a su pueblo y que a muchos les cuesta recibir porque no distinguen entre contenido y continente. Creo que en nuestro tiempo el Espíritu de Dios quiere hacer algo muy concreto, uniendo a todos sus auténticos hijos para formar ese pueblo que va a ser sal y luz, y que pierdan peso las denominaciones que nos separan.
Jesús pide a sus discípulos (ayudantes) que pidan al Padre más ayudantes (Mateo 9:37-38). Él ya ha mostrado que hay un pueblo preparado y es la hora de una gran cosecha. No necesitan 6 años de seminario.

martes, 8 de octubre de 2019

¿Cómo ocupa Jesús su tiempo? (Mateo 8)

Hemos comentado que después de 30 años de preparación Jesús se lanza y no para. Esto es lo que vemos en el capítulo 8 de Mateo. Nada más terminar su enseñanza requieren su atención un leproso, un centurión, la suegra de Pedro y una multitud de endemoniados y enfermos, y luego sus propios discípulos y unos endemoniados violentos.
Creo que en Mateo 8:24 tenemos la única ocasión de ver a Jesús dormido. Muy cansado debió estar, tomando en cuenta el dormitorio que eligió.
No olvidemos su costumbre (Lucas 5:16) de retirarse para orar en preparación para estas jornadas.

lunes, 7 de octubre de 2019

El Contraste (Mateo 7)

Encuentro la palabra “pero” en el Sermón del Monte 18 veces. Por ejemplo, Habéis oído que se dijo: "AMARÁS A TU PRÓJIMO y odiarás a tu enemigo." Pero yo os digo…
De modo que una clave para entender nuestro comportamiento ante la sociedad será la comprensión de que seguimos unos principios diferentes. Somos la luz contra las tinieblas. Somos la sal contra la insipidez.
Aquí en el capítulo 7 se nos invita a entrar por la puerta estrecha. No nos dejamos seducir por lo “popular”, no vamos automáticamente con la mayoría, no nos vemos obligados a llevar la última moda. Tenemos criterios propios basados en la voluntad de Dios, y eso a la larga va a ser nuestro gran atractivo.

domingo, 6 de octubre de 2019

¿Ante el público o a escondidas? (Mateo 6)

Pensando en lo que dice Jesús sobre el efecto de nuestras acciones, me pregunto si no hay un posible conflicto. En Mateo 5:14-16 nos dice que somos la luz del mundo, animándonos a brillar públicamente. Pero ahora en Mateo 6:1 nos advierte que no hagamos nuestras obras de justicia delante de la gente para llamar la atención.
Como muchas cosas en la Biblia, es sencillo de entender cuando tomamos un momento para reflexionar.
a.   Nuestra luz (plural, el cuerpo, la iglesia) ha de brillar públicamente. Ningún individuo tiene que figurar. Cuando Jesús enseña que cuidemos de usar nuestra generosidad para llamar la atención, llega a usar el singular (No lo anuncies al son de la trompeta), ningún cristiano tiene que compartir con los necesitados para ponerse medallas
b.   Es decir, que el mundo tiene que ver a la iglesia como una sociedad modélica, pero que ningún individuo debe tratar de impresionar a los demás.