miércoles, 9 de octubre de 2019

Ayudantes y desayudantes de Jesús (Mateo 9)

Los hombres que llevan al paralítico están ayudando a Jesús. Veremos más acerca de su misión y sus métodos en otros evangelios.
Jesús vino para enfermos, no para sanos. Alguna vez he dicho a alguien que me viene recitando sus virtudes, ¡qué pena que no puedes ser cristiano por ser tan bueno por tu propia cuenta!
Los ciegos curados son ayudantes que no ayudan porque no le hacen caso a las instrucciones.
Los fariseos, que se erigen en defensores del pueblo, en vez de ayudar, estorban porque no están en la onda de Dios.
El llamar a Mateo (funcionario del imperio romano) es un reclutamiento sorpresa porque la gente piensa que el Mesías les va a librar de la dominación romana.
El tema de los odres es clave. El vino nuevo del Evangelio no cabía en un sistema de rituales y requisitos. Personalmente, creo que repetidas veces el Señor tiene un vino nuevo para ofrecer a su pueblo y que a muchos les cuesta recibir porque no distinguen entre contenido y continente. Creo que en nuestro tiempo el Espíritu de Dios quiere hacer algo muy concreto, uniendo a todos sus auténticos hijos para formar ese pueblo que va a ser sal y luz, y que pierdan peso las denominaciones que nos separan.
Jesús pide a sus discípulos (ayudantes) que pidan al Padre más ayudantes (Mateo 9:37-38). Él ya ha mostrado que hay un pueblo preparado y es la hora de una gran cosecha. No necesitan 6 años de seminario.

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