sábado, 11 de abril de 2020

Pablo el gran luchador (2 Corintios 10)


La lectura de 2 Corintios este año está siendo una nueva experiencia, una mirada al alma de Pablo. En especial, su concentración en la lucha por enderezar esa iglesia de Corinto donde ya ha invertido tanto tiempo. Su preocupación es tanta, que en Troas le vemos hacer algo que nunca hace, abandonar una puerta abierta (1 Corintios 2), por estar pendiente de las noticias sobre Corinto que le va a traer Tito. Desde allí va a Macedonia (más cerca de Corinto), donde al final recibe las noticias de Tito.

2 Corintios probablemente es su cuarta epístola (después de 1 y 2 Tesalonicenses y 1 Corintios). En las primeras 3 Pablo habla de la venida de Jesús como algo que él va a ver. Ya no vuelve a usar ese término hasta su última epístola, 2 Timoteo 4:6-8, donde habla también de su inminente ejecución.

Parece que después de esta lucha por la limpieza de la iglesia de Corinto se resigna al reconocimiento de que esa iglesia que él ha visto brotar desde Antioquía hasta Acaya, no ha respondido con el suficiente nivel de fidelidad que requiere la declaración de Jesús cuando dijo, Yo edificaré a mi iglesia (Mateo 16:18). Pablo ya está mirando otros campos (v 16). ¿Cuántos siglos necesitará la iglesia para ponerse en forma? (2 Pedro 3:9-15)

En nuestra lectura de este capítulo hay mucho que podemos aprender del v 4 sobre nuestra lucha.


III. NUEVA DEFENSA DE PABLO


Respuesta a la acusación de doblez

10:1- Yo, Pablo, os ruego, por la ternura y la bondad de Cristo. Se dice que cuando estoy entre vosotros soy muy tímido, y muy atrevido cuando estoy lejos. 2- Pues bien, os ruego que cuando vaya a veros no me obliguéis a ser atrevido con quienes nos acusan de hacer las cosas por motivos puramente humanos. ¡Estoy dispuesto a enfrentarme con ellos!

3- Es cierto que somos humanos, pero no luchamos como los hombres de este mundo. 4- Las armas que usamos no son las del mundo, sino que son poder de Dios capaz de destruir fortalezas. Y así destruimos las acusaciones 5- y toda altanería que pretenda impedir que se conozca a Dios. Todo pensamiento humano lo sometemos a Cristo, para que le obedezca, 6- y estamos dispuestos a castigar toda desobediencia, una vez que vosotros obedezcáis cabalmente.

7- Fijaos en lo que es evidente. Si alguno está seguro de ser de Cristo, debe tener presente que también nosotros somos de Cristo. 8- Y aunque yo insista un poco más de la cuenta en nuestra autoridad, no tengo por qué avergonzarme, pues el Señor nos dio la autoridad para haceros crecer espiritualmente y no para destruiros. 9- No quiero que parezca que trato de asustaros con mis cartas. 10- Hay quien dice que mis cartas son duras y fuertes, pero que en persona no impresiono a nadie ni impongo respeto al hablar. 11- Pero el que esto dice debe saber también que, tal como somos con palabras y por carta estando lejos de vosotros, así seremos también con hechos cuando estemos entre vosotros.

Respuesta a la acusación de altanería

12- Ciertamente, no nos atrevemos a igualarnos o a compararnos con esos que se alaban a sí mismos. Pero ellos cometen una tontería al medirse con su propia medida y al compararse unos con otros. 13- Nosotros no vamos a gloriarnos más allá de ciertos límites. Dios es quien señaló los límites de nuestro campo de trabajo y quien nos permitió llegar hasta vosotros en Corinto.

14- Por eso, no nos estamos saliendo de nuestros límites, como sería el caso si no hubiéramos estado antes entre vosotros. Nosotros fuimos los primeros en llevaros la buena noticia acerca de Cristo. 15- Y no presumimos con trabajos hechos por otros y saliéndonos de nuestros límites. Al contrario, esperamos poder trabajar más entre vosotros conforme vayáis teniendo más fe, aunque siempre dentro de esos límites nuestros.

16- También esperamos extendernos y anunciar el evangelio en otros lugares más allá de Corinto; pero sin meternos en campo ajeno, para no gloriarnos de trabajos hechos por otros. 17- Quien quiera gloriarse, que se gloríe del Señor. 18- Porque el hombre digno de aprobación no es el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien el Señor alaba.

viernes, 10 de abril de 2020

Lo hacemos al revés (2 Corintios 9)


Church Offering Pictures | Free download on ClipArtMagBajo la ley de Moisés los judíos estaban obligados a ofrendar la décima parte de sus ingresos para el templo. Jesús reconocía que algunos lo practicaban al pie de la letra (Mateo 23:23). En muchas iglesias hoy se sigue practicando el diezmo. Algunos lo hacen alegremente y a esos Dios les ama (2 Corintios 9:7). Y otros a regañadientes. Y otros siguen dando sus propinitas a Dios. Nuestra disposición de ofrendar un 10% o más tiene que ver con la manera en que hemos entendido la enseñanza de Jesús, quién dijo, “No acumuléis riquezas en la tierra... . Acumulad más bien vuestras riquezas en el cielo (Mateo 6:19-20). ¿Dónde prefieres tener tus tesoros, en valores que al final se van a perder, o en valores celestiales que vas a poder disfrutar por toda la eternidad. 
A veces hacemos las cosas al revés. Decimos ¿cuánto tengo que dar? en vez de ¿Cuánto puedo invertir? Parece que Pablo ve aquí a los corintios con doble ánimo. En principio, tienen buena voluntad (v 2), pero tiene miedo de que no cumplan con su buen propósito. Así que, utiliza todos los argumentos posibles para que ellos queden bien como creyentes responsables y cumplidores. Les dice que lo que dan es como una semilla que producirá gran rendimiento. Incluso, los pobres que reciben esta ayuda se pondrán a dar gracias a Dios y a orar por sus hermanos en Corinto. Es decir, que de una cosa material van a sacar un beneficio espiritual, que vale mucho más. 


9:1- En cuanto a la colecta para los hermanos en la fe, realmente no es necesario que os escriba, 2- porque ya conozco vuestra buena voluntad. Siempre digo con orgullo a los de Macedonia que desde el año pasado, vosotros, los de Acaya, habéis estado dispuestos a colaborar, y la mayoría de los de Macedonia se han animado al conocer vuestra buena disposición. 3- Sin embargo, os envío a estos hermanos para no quedar yo mal por sentirme tan orgulloso de vosotros cuando hablo de este asunto. Es decir, para que estéis verdaderamente preparados, 4- no sea que algunos de Macedonia vayan conmigo y encuentren que no lo estáis. Eso sería una vergüenza para nosotros, que hemos puesto en vosotros tanta confianza; por no hablar de la vergüenza que sería para vosotros mismos.

5- Precisamente por ello me ha parecido necesario pedir a estos hermanos que se adelanten y que os ayuden a completar la colecta que habíais prometido. Así, vuestra colecta estará dispuesta como una muestra de generosidad y no como una muestra de tacañería. 

Exhortación a la generosidad

6- Acordaos de esto: el que siembra poco, poco cosecha; el que siembra mucho, mucho cosecha. 7- Que cada uno dé según lo que haya decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. 8- Dios puede concederos con abundancia toda clase de bendiciones, para que, además de tener lo necesario, os sobre para ayudar a toda clase de buenas obras. 9- La Escritura dice:
“Ha dado generosamente a los pobres y su justicia permanece para siempre.”
10- Dios, que da la semilla que se siembra y el alimento que se come, os dará todo lo necesario para vuestra siembra, y la hará crecer y hará que vuestra generosidad produzca una gran cosecha. 11- Así tendréis toda clase de riquezas y podréis dar generosamente. Y la colecta que enviéis será motivo de que, por medio de nosotros, los hermanos den gracias a Dios. 12- Porque al llevar esta ayuda a los hermanos, no solamente les llevamos lo que les hace falta, sino que los movemos a dar muchas gracias a Dios.

13- Y alabarán a Dios, pues esta ayuda les demostrará que vosotros obedecéis al evangelio de Cristo, y también honrarán a Dios por vuestra contribución para ellos y para todos. 14- Además orarán por vosotros con mucho cariño, por la gran bondad que Dios os ha mostrado. 15- ¡Gracias a Dios, porque nos ha hecho un regalo tan grande que no tenemos palabras para expresarlo!

jueves, 9 de abril de 2020

Un tema muy sensible (2 Corintios 8)


Cuando Pablo en el comienzo de su carrera consultó con los demás apóstoles en Jerusalén (Gálatas 2), llegaron a un acuerdo: la vocación de los 12 apóstoles de Jesús era con los judíos; a Pablo y a Bernabé les tocaba el mundo gentil (Gálatas 2:9). Y un detalle más, Pablo, no te olvides de los pobres en Jerusalén. Ahora, después de 3 grandes viajes de evangelización, Pablo siente que es el momento para cumplir con ese compromiso. Está recogiendo fondos en las iglesias que él ha establecido para entregar a los 12 apóstoles. Lo comentará en Hechos 24:27. Esto nos lleva al segundo gran tema de su segunda epístola a los corintios, LA COLECTA. Ya lo introdujo en 1 Corintios 16:1-4. 
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Han sido tantos temas delicados que Pablo ha tenido que manejar con esta complicada iglesia, que se le ve como malabarista. ¿Va a ser mejor ahora no hablar de dinero para no ofender? Lo que encontramos en los 2 siguientes capítulos forma la base para entender cómo los creyentes administramos las posesiones que Dios ha puesto en nuestras manos. Hay principios profundos y también revolucionarios. Por ejemplo, 13- No se trata de que por ayudar a los demás paséis vosotros necesidad. 14- Se trata más bien de que haya igualdad.

Pablo utiliza una forma genial para introducir la enseñanza sobre las ofrendas. En vez de hablar de los corintios, habla de los macedonios. Su táctica es "elevar" la generosidad a un nivel de competición. Y también halagos. Con el siguiente capítulo iremos rellenando detalles.


II. LA COLECTA


Las razones de la ofrenda

8:1 Ahora, hermanos, queremos contaros cómo se ha mostrado la bondad de Dios en las iglesias de Macedonia. 2- A pesar de las pruebas que han tenido que sufrir son muy felices; y a pesar de ser muy pobres, sus ofrendas han sido tan generosas como si fueran ricos. 3- Yo soy testigo de que han ofrendado lo que podían, y aun más de lo que podían. 4- Nos rogaron mucho que les permitiésemos tomar parte en esta ayuda para el pueblo de Dios. 5- Y todavía hicieron más de lo que esperábamos, pues se ofrecieron a sí mismos, primero al Señor y luego a nosotros, conforme a la voluntad de Dios. 6- Por eso hemos rogado a Tito que recoja entre vosotros esta bondadosa colecta que ya había comenzado a recoger.

7- Vosotros, que sobresalís en todo: en fe, en facilidad de palabra, en conocimientos, en buena disposición para servir y en el amor que aprendisteis de nosotros, sobresalid también en esta obra de caridad. 8- No os digo esto como un mandato. Solo quiero que conozcáis la buena disposición de otros, para daros la oportunidad de demostrar que vuestro amor es verdadero.

9- Porque ya sabéis que nuestro Señor Jesucristo, en su bondad, siendo rico se hizo pobre por causa vuestra, para que por su pobreza fuerais vosotros enriquecidos. 10- Por vuestro propio bien os doy este consejo: desde el año pasado, no solo comenzasteis a hacer algo al respecto, sino a hacerlo con entusiasmo. 11- Ahora pues, dentro de vuestras posibilidades, terminad lo que habíais comenzado, y terminadlo con la misma disposición que mostrasteis al principio, cuando decidisteis hacerlo.

12- Porque si de veras alguien quiere dar algo, Dios le aceptará la ofrenda que él haya hecho según sus posibilidades. Dios no pide lo que uno no tiene. 13- No se trata de que por ayudar a los demás paséis vosotros necesidad. 14- Se trata más bien de que haya igualdad. Ahora tenéis vosotros lo que a ellos les falta, y en otra ocasión tendrán ellos lo que os falte a vosotros, y de esta manera habrá igualdad. 15- Como dice la Escritura: “Ni le sobró al que había recogido mucho ni le faltó al que había recogido poco.”

Recomendaciones a favor de Tito y sus compañeros

16- Gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma preocupación que yo tengo por vosotros. 17- Pues aceptó mi encargo y, como está muy interesado por vosotros, va ahora a veros por su propia voluntad. 18- Junto con Tito os envío a un hermano de quien se habla muy bien en todas las iglesias, por lo mucho que ha trabajado en favor del evangelio. 19- Además, las iglesias lo escogieron para que viajara con nosotros y ayudara en este servicio de amor que estamos prestando para honrar al Señor y en prueba de nuestros deseos de ayudar.

20- Queremos así evitar que se nos critique por esta gran colecta que estamos recogiendo, 21- y por eso procuramos hacer el bien, no solo delante del Señor sino también delante de los hombres. 22- Con ellos os envío también a otro de nuestros hermanos, que nos ha demostrado de muchas maneras su buena disposición, y mucho más ahora por la gran confianza que tiene en vosotros.

23- Si alguien pregunta acerca de Tito, decidle que es mi compañero y que trabaja conmigo para serviros. Y si preguntan acerca de los otros hermanos, decidles que son enviados de las iglesias y que honran a Cristo. 24- Y para que las iglesias lo sepan, demostradles que verdaderamente los amáis y que tenemos razón para estar orgullosos de vosotros.

miércoles, 8 de abril de 2020

Ahora sabemos lo que Pablo pretende (2 Corintios 7)


¿Has visto en este capítulo como Pablo está pendiente de la reacción de la iglesia en Corinto a sus intentos de corregir sus lagunas? No solamente 1) se ha enterado de sus muchos problemas y 2) se ha dirigido a enderezarlos, sino como buen maestro 3) va a evaluar su respuesta.

Lo que vemos es que, aunque todavía lucha con cierto rechazo (v 2), está contento. Hasta lleno de gozo (v 4). Recuerda como en el c 2 Pablo parte de Troas hacia Macedonia (un largo viaje) porque no ha dado con Tito, su mensajero con Corinto. Aquí vemos que se encuentran en Macedonia. Tito le informa que sí, que tiene seguidores fieles en Corinto (v 7). Me imagino a Pablo casi desplomándose de alivio. Veo difícil que una madre o un padre tuviese más amor por sus hijos que Pablo por sus hijos espirituales. Anteriormente les escribió con palabras muy duras (v 8) y le consta que ellos han vuelto a Dios (v 9). Termina diciendo, ¡Me alegro de poder confiar plenamente en vosotros! 

Este proceso tiene que ser practicado por todos los creyentes. La enseñanza y la amonestación son para hacer unos a otros (Colosenses 3:16). Sé que no lo hago lo suficiente. A veces me canso de intentar corregir a personas que cambian con lentitud. Pero tiene que ser mi anhelo que crezcan y mi alegría cuando se consigue.

A veces hay que entristecer, como reconoce Pablo en el v 8. Pero peor se sentiría de no haberlo hecho y dejarlos en su desobediencia.

En los siguientes capítulos veremos cómo se dirige a otro tema donde no se ve todavía cuál va a ser la reacción de los corintios. Eso lo verá él en persona. Van a ser muy interesantes los capítulos 8 y 9 de 2 Corintios.


7:1- Queridos hermanos, estas son las promesas que tenemos. Por eso debemos mantenernos limpios de todo lo que pueda mancharnos ya sea el cuerpo o el espíritu. Y en el temor de Dios debemos consagrarnos completamente a él.

Gozo de Pablo por la actitud de los corintios

2- ¡Hacednos sitio en vuestro corazón! Con nadie hemos sido injustos, a nadie hemos hecho daño y a nadie hemos explotado. 3- No digo esto para criticaros, porque, como ya os dije antes, os llevo en mi corazón para vivir juntos y morir juntos. 4- Tengo mucha franqueza para hablaros y me siento muy orgulloso de vosotros. En medio de todo lo que sufrimos me encuentro muy animado y lleno de gozo.

5- Desde que llegamos a Macedonia no hemos tenido ningún descanso, sino que en todas partes hemos encontrado dificultades: luchas a nuestro alrededor y temores en nuestro interior. 6- Pero Dios, que anima a los desanimados, nos animó con la llegada de Tito, 7- y no solo con su llegada sino también con los ánimos que traía a causa vuestra. Nos habló de lo mucho que deseáis vernos y de vuestra tristeza y preocupación por mí. Todo ello aumentó mi alegría.

8- Aunque la carta que os escribí os entristeció, ahora no lo lamento. Si antes lo lamenté viendo que aquella carta os había entristecido por un poco de tiempo, 9- ahora me alegro, no por la tristeza que os causó, sino porque esa tristeza hizo que volvierais a Dios. Soportasteis la tristeza de una manera que agrada a Dios, así que no os hicimos ningún daño; 10- pues la tristeza que se soporta de manera agradable a Dios, conduce a una conversión que da por resultado la salvación, y no hay nada que lamentar. ¡La tristeza del mundo es la que produce muerte!

11- Vosotros soportasteis la tristeza, como a Dios agrada, ¡y ved ahora los resultados! Os hizo tomar en serio el asunto y defenderme. Os hizo enojar y también sentir miedo. Después deseasteis verme y os dispusisteis a castigar al culpable. Con todo lo cual habéis demostrado que nada tuvisteis que ver en ese asunto. 12- Así pues, cuando os escribí aquella carta no lo hice pensando en el ofensor ni en la persona ofendida, sino para que se viera delante de Dios vuestra preocupación por nosotros. 13- Y esto, para nosotros, ha sido un consuelo.

Sin embargo, mucho más que este consuelo que hemos recibido nos ha alegrado el ver que Tito está muy contento, pues todos le habéis dado nuevos ánimos. 14- Yo le había dicho a Tito que me sentía orgulloso de vosotros, y no he quedado mal. Al contrario, así como es verdad cuanto os hemos dicho a vosotros, también es verdad lo que le dijimos a Tito: que estamos orgullosos de vosotros. 15- Y el cariño que os tiene aumenta al recordar que todos le obedecisteis y le recibisteis con tan profundo respeto. 16- ¡Me alegro de poder confiar plenamente en vosotros!

martes, 7 de abril de 2020

No todo el mundo puede hacer este trabajo (2 Corintios 6)


Tú y yo tenemos un título, Colaboradores de Dios (6:1). Así se llama nuestra empresa. Somos los repartidores que llevan los productos divinos a las personas. Es un trabajo que requiere elevados estándares. Hay que cuidar la mercancía, ser afable, cumplir exactamente con las direcciones. Cuando traen paquetes a nuestra finca, que está en la carretera, algunas veces tengo que entrenar al conductor. Le digo por teléfono el kilómetro exacto y el triángulo con el copo de nieve que marca el sitio, y me pongo allí a esperar y veo que pasan tan tranquilamente, sin haberse fijado.

¿Qué son las cualidades de un Colaborador de Dios?

1. Su condición personal

Esto se encuentra en los vss 3-7. Léelos, a ver si quieres seguir en esta empresa o no. Me llama la atención que el mensaje que tenemos que entregar viene al final de la lista de cualidades. Primero tenemos que se un ejemplo, y después hablar. Y con el respaldo de esa vida hablaremos con poder.

2. Su equipo

Usamos armas de rectitud (v 7), nada de engaño, de prepotencia, de superioridad. Como nuestro trabajo es llevar un mensaje, recordemos el calzado del soldado de Jesús, La preparación para anunciar el evangelio de la paz. ¿Sabes de dónde viene la frase, más liado que la pata de un romano? Estos soldados no metían los pies en unas chanclas. Su seguridad dependía de haberse atado bien el calzado. El compartir el Evangelio requiere más preparación que el examen de teórica para sacar el carnet de conducir y es más importante. Cuando oigo a algún creyente decir, "a esa persona no le interesa el evangelio" a veces pienso, ¿se habrá preparado, en conocimiento de la Palabra, en oración y en ganarse a la persona, siendo un ejemplo atractivo?

3. Sus relaciones

Naturalmente, hay que llegar a toda clase de personas con el mensaje de Cristo pero nuestro nivel de creyente requiere una asociación asidua con creyentes maduros. Por eso Pablo habla del yugo en el v 14. Jesus nos dice, tomad mi yugo, somos Colaboradores de Dios, la mejor empresa que existe. Nuestro poder viene de nuestra pureza, y eso hay que mantenerlo en nuestra comunidad cristiana.

6:1- Como colaboradores, pues, en la obra de Dios, os rogamos que no desaprovechéis la bondad que Dios os ha mostrado. 2- Porque él dice en las Escrituras:
“En el momento oportuno te escuché; en el día de la salvación te ayudé.”
Y ahora es el momento oportuno. ¡Ahora es el día de la salvación!

Pruebas de la misión apostólica de Pablo

3- En nada damos mal ejemplo a nadie, para que nuestro trabajo no caiga en descrédito. 4- Al contrario, en todo damos muestras de que somos siervos de Dios, soportando con mucha paciencia los sufrimientos, las necesidades, las estrecheces, 5- los azotes, las prisiones, los alborotos, el trabajo duro, los desvelos y el hambre. 6- También lo demostramos por la pureza de nuestra vida, por nuestro conocimiento de la verdad, por nuestra tolerancia y bondad, por la presencia del Espíritu Santo en nosotros, por nuestro amor sincero, 7- por nuestro mensaje de verdad y por el poder de Dios en nosotros.

Nos servimos de las armas de la rectitud, tanto para el ataque como para la defensa.  8- Unas veces se nos honra y otras se nos ofende. Unas veces se habla bien de nosotros y otras se habla mal. Nos tratan como a mentirosos, pese a que decimos la verdad. 9- Nos tratan como a desconocidos, pese a que somos bien conocidos. Estamos casi muertos, pero seguimos viviendo; nos castigan, pero no nos matan.

10- Parecemos tristes, pero siempre estamos contentos; parecemos pobres, pero hemos enriquecido a muchos; parece que no tenemos nada, pero lo tenemos todo.


3. Reconciliación con la comunidad


11- Hermanos corintios, os hemos hablado con toda franqueza. Os hemos abierto de par en par nuestro corazón. 12- No tenemos con vosotros ninguna clase de reservas; sois vosotros quienes tenéis reservas con nosotros. 13- Por eso os ruego, como un padre ruega a sus hijos, que seáis francos conmigo de la misma manera que yo lo he sido con vosotros.

Apartarse del mal

14- No os unáis en un mismo yugo con los que no creen, pues ¿qué tienen en común la justicia y la injusticia? ¿O qué unión puede haber entre la luz y la oscuridad? 15- No puede haber armonía entre Cristo y Belial ni entre un creyente y un incrédulo. 16- No puede haber nada en común entre el templo de Dios y los ídolos. Porque nosotros somos el templo del Dios viviente, como él mismo dijo:
“Viviré y andaré entre ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.”
17- Por eso también dice el Señor:
“Salid de en medio de ellos, y apartaos; no toquéis nada impuro. Entonces yo os recibiré 18- y seré un Padre para vosotros, y vosotros seréis mis hijos y mis hijas, dice el Señor todopoderoso.”

lunes, 6 de abril de 2020

Tu biografía en este capítulo (2 Corintios 5)


¿Pablo está hablando aquí de si mismo, o de ti también? Dice, por ejemplo, somos embajadores (v 20). Es decir, nosotros somos embajadores. ¿Estamos tú y yo incluidos en esa descripción? En otra ocasión lo dice en singular, soy embajador en cadenas, cuando está encarcelado (Efesios 6:20. 

Sabemos que sí estamos incluidos cuando dice que todos tenemos que comparecer en el juicio (v 10) y que Cristo murió por nuestra salvación (v 14). ¡Menos mal! 

Pero vamos al comienzo. La historia de: Tu Nombre Aquí 😮
  1. Empezaste muerto (v 14) Esto quiere decir separado de Dios y excluido de toda esperanza de tener una relación con él y de conocer su amor. Esta condición viene de los comienzos de la raza humana cuando Adán se rebeló contra Dios. Y, como vimos ayer, estabas ciego (2 Corintios 4:4).
  2. Este segundo evento no es una acción tuya, sino de Jesús (v 14), quién se interpuso, pagando la totalidad de tu culpa, dejándote la opción de salir de tu estado de desesperación. Lo mismo que Adán tomó una mala decisión, se te ofreció la posibilidad de tomar una buena decisión, aceptar el perdón que Jesús ganó.
  3. Alguien (v 11) te convenció. Es decir, que te sonó la alarma (que es el sentido de la palabra que en esta lectura se traduce reverencia.) Te metieron miedo porque sabían que de esta decisión dependía tu estado por toda la eternidad. Esa persona tuvo su propio motivo de miedo también, sabiendo que Dios le iba a pedir cuentas si no te avisaba.
  4. Experimentaste la reconciliación con Dios (v 20), aceptando su llamada. ¡Qué alivio! ¡Qué gran agradecimiento despertó en ti el saber que ya tenías un Padre Celestial que te amaba. Sabías que todo se había renovado (v 17).
  5. Te entraron ganas de compartir ese maravilloso mensaje. Te viste como embajador de Cristo (v 20), incapaz de contener la buena noticia que a ti te cambió. Tu intención era siempre agradar al Señor (v 9) y que nadie quedara fuera de esa familia de amor. Ya no vives para ti (v 15), el amor de Cristo te ha ganado.
  6. Sabes que mientras vives tienes ocasión para comunicar esta invitación a los demás. Pero es como el voto de matrimonio, mientras viven los 2. 
  7. Sabes que Dios está tomando nota de cómo cumples con este gran privilegio y que cuando te presentes ante él (v 10) no vale ninguna de las explicaciones que a veces damos por aplazar lo que él quiere que hagamos. Te sientes como Pablo cuando dice, ¡Ay de mi si no lo anuncio! (1 Corintios 9:16)
Hay personas en peligro que no se dan cuenta.

Vemos en este capítulo los 3 puntos que apuntamos en el capítulo 3,
1. sabemos que Dios nos ha llamado, (v 20)
2. nos dedicamos plenamente a ello,  (v 11)
3. lo hacemos con amor (v 14)

5:1- Nosotros somos como una casa terrenal, como una tienda de campaña no permanente; pero sabemos que si esta tienda se destruye, Dios nos tiene preparada en el cielo una casa eterna que no ha sido hecha por manos humanas. 2- De modo que suspiramos mientras vivimos en esta casa actual, pues quisiéramos mudarnos ya a nuestra casa celestial, 3- que nos cubrirá como un vestido para que no quedemos desnudos.

4- Mientras vivimos en esta tienda suspiramos afligidos, pues no quisiéramos ser desnudados, sino más bien ser revestidos de tal modo que lo mortal quede absorbido por la nueva vida. 5- Dios nos ha preparado para esto y nos ha dado el Espíritu Santo como garantía de lo que hemos de recibir. 6- Por eso, siempre tenemos confianza. Sabemos que mientras vivamos en este cuerpo estaremos como en el destierro, lejos del Señor. 7- Ahora no podemos verlo, sino que vivimos sostenidos por la fe; 8- pero tenemos confianza, y quisiéramos más bien salir de este cuerpo para ir a presentarnos ante el Señor.

9- En todo caso, procuramos agradar siempre al Señor, ya sea que dejemos este cuerpo o que sigamos en él. 10- Porque todos tenemos que presentarnos ante el tribunal de Cristo para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o lo malo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo.

El mensaje de la paz con Dios

11- Por eso, sabiendo que hay que tener reverencia al Señor, procuramos convencer a los hombres. Dios nos conoce muy bien, y espero que también vosotros nos conozcáis. 12- No es que hayamos comenzado otra vez a alabarnos a nosotros mismos, sino que os estamos dando una oportunidad de sentiros orgullosos de nosotros, para que podáis contestar a quienes presumen de las apariencias y no de lo que hay en el corazón. 13- Pues si estamos locos, es para Dios; y si no lo estamos, es para vosotros.

14- El amor de Cristo gobierna nuestras vidas desde que sabemos que uno murió por todos y que, por consiguiente, todos han muerto. 15- Y Cristo murió por todos, para que los que viven no vivan ya para sí sino para él, que murió y resucitó por ellos.

16- Así que nosotros ya no pensamos de nadie según los criterios de este mundo; y aunque antes pensábamos de Cristo según esos criterios, ahora ya no lo pensamos. 17- Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; han sido hechas nuevas. 18- Todo esto es obra de Dios, quien, por medio de Cristo, nos reconcilió consigo mismo y nos dio el encargo de anunciar la reconciliación. 19- Es decir que, en Cristo, Dios estaba reconciliando consigo mismo al mundo, sin tomar en cuenta los pecados de los hombres; y a nosotros nos encargó que diéramos a conocer este mensaje.

20- De modo que somos embajadores de Cristo, como si Dios mismo os rogara por medio de nosotros. Por eso, en el nombre de Cristo os rogamos que aceptéis la reconciliación con Dios. 21- Cristo no cometió pecado alguno, pero por causa nuestra Dios lo hizo pecado, para así, en Cristo, hacernos a nosotros justicia de Dios.

domingo, 5 de abril de 2020

El mayor motivo por trabajar fuerte (2 Corintios 4)


Dibujo Views: Ladrillos para colorear y pintarConocí un albañil que al empezar un trabajo, parece que le habían dado cuerda y le era imposible parar. Cuando tenía que esperar materiales o que el yeso se secara siempre encontraba algo que hacer, ordenando las cosas o terminando algo del otro día. Disfrutaba. Le resultaba incómodo estar parado. Ésa es la clase de dedicación que yo quisiera tener para cumplir con la labor que Dios me ha asignado. Pablo, aquí en el 4:1, empieza con un "por eso". El "eso" es lo que acaba de decir en el capítulo anterior. Y eso que leímos ayer ¿qué fue? Pablo (y tú) tenéis un encargo de parte de Dios. Por eso no nos desanimamos. Lo que hace está en su ADN. Ya nos contó que se trata de una obligación ineludible (1 Corintios 9:16), diciendo,  ¡Y ay de mí si no lo anunciase![ Así que tenemos mucha motivación por compartir el Evangelio con los que no lo conocen. Primero, que hemos sido designados por el Señor para hacerlo, segundo, que nos ha dado amor por las personas, y tercero el ¡ay! si no lo hacemos.


Hay una barrera grande que vencer en el cumplimiento de este encargo, la ceguera de las personas, que sufren por causa de un ser llamado el dios de este mundo (v 3). El apostolado de Pablo, precisamente fue "que les abras los ojos y no anden más en la oscuridad, sino en la luz; para que no sigan bajo el poder de Satanás, sino que sigan a Dios" (Hechos 26:18). ¿Ahora entiendes por qué Pablo pasaba tanto tiempo en oración? Es su método de combatir las grandes potencias espirituales que dominan en la sociedad. En tu oración tienes que empezar a ver por fe la emoción de esas personas cuando vean por primera vez  la brillante luz del evangelio del Cristo glorioso. Parece (v 6) que va a ser en ti, en tu propio corazón donde van a ver esa luz.

Cuando Dios nos encarga algo, nos da la gracia y la fe para completarlo. Pablo habla aquí (vss 7-14) de la fe que nos estimula a hablar, aunque estemos en medio de muchas dificultades.

En el vs 16 Pablo repite su tema, Por eso no nos desanimamos. Sabe que detrás de su trabajo está el gran poder de Dios. Ha conseguido (v 18) ver lo que no se ve. Parece que el mismo enemigo que trae ceguera a los incrédulos también ataca a los mismos creyentes con la misma arma. Tenemos que andar con los ojos abiertos.


Anunciadores de Jesucristo

4:1- Por eso no nos desanimamos, pues Dios, en su misericordia, nos ha encargado este trabajo. 2- Hemos rechazado las cosas vergonzosas que se hacen a escondidas, y no actuamos con astucia ni falseamos el mensaje de Dios. Al contrario, decimos solamente la verdad, y de esta manera nos recomendamos a la conciencia de todos delante de Dios.

3- Y si el mensaje de salvación que predicamos es oscuro, lo es solamente para los que se pierden. 4- Pues como ellos no creen, el dios de este mundo les ha cegado el entendimiento para que no vean la brillante luz del evangelio del Cristo glorioso, imagen viva de Dios.

5- No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor; nosotros nos declaramos simplemente servidores vuestros por amor a Jesús. 6- Porque Dios, que mandó que la luz brotara de la oscuridad, es quien ha hecho brotar su luz en nuestro corazón, para que por medio de ella podamos conocer la gloria de Dios que brilla en el rostro de Jesucristo.

Confianza en medio de los sufrimientos

7- Pero tenemos esta riqueza en nosotros, como en vasijas de barro, para mostrar que ese poder tan grande viene de Dios y no de nosotros. 8- Así, aunque llenos de problemas, no nos encontramos sin salida; tenemos preocupaciones, pero no nos desesperamos. 9- Nos persiguen, pero no estamos abandonados; nos derriban, pero no nos destruyen.

10- Dondequiera que vamos llevamos en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, para que también su vida se muestre en nosotros. 11- Pues nosotros, los que vivimos, siempre estamos expuestos a la muerte por causa de Jesús, para que también su vida se muestre en nuestro cuerpo mortal. 12- De ese modo, la muerte actúa en nosotros, y en vosotros actúa la vida.

13- La Escritura dice: “Tuve fe y por eso hablé.” De igual manera, nosotros, con esa misma actitud de fe, creemos y también hablamos. 14- Porque sabemos que Dios, que resucitó de la muerte al Señor Jesús, también nos resucitará a nosotros con él y, juntamente con vosotros, nos llevará a su presencia. 15- Todo esto ha sucedido para vuestro bien, para que, siendo muchas las bendiciones de Dios, muchos sean también los que le den gracias, para la gloria de Dios.

16- Por eso no nos desanimamos, pues aunque por fuera vamos envejeciendo, por dentro nos rejuvenecemos día a día. 17- Lo que sufrimos en esta vida es cosa ligera que pronto pasa, pero nos trae como resultado una gloria eterna mucho mayor y más abundante. 18- Porque no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve, ya que las cosas que se ven son pasajeras y las que no se ven son eternas.