Cuando Pablo en el comienzo de su carrera consultó con los demás apóstoles en Jerusalén (Gálatas 2), llegaron a un acuerdo: la vocación de los 12 apóstoles de Jesús era con los judíos; a Pablo y a Bernabé les tocaba el mundo gentil (Gálatas 2:9). Y un detalle más, Pablo, no te olvides de los pobres en Jerusalén. Ahora, después de 3 grandes viajes de evangelización, Pablo siente que es el momento para cumplir con ese compromiso. Está recogiendo fondos en las iglesias que él ha establecido para entregar a los 12 apóstoles. Lo comentará en Hechos 24:27. Esto nos lleva al segundo gran tema de su segunda epístola a los corintios, LA COLECTA. Ya lo introdujo en 1 Corintios 16:1-4.
Han sido tantos temas delicados que Pablo ha tenido que manejar con esta complicada iglesia, que se le ve como malabarista. ¿Va a ser mejor ahora no hablar de dinero para no ofender? Lo que encontramos en los 2 siguientes capítulos forma la base para entender cómo los creyentes administramos las posesiones que Dios ha puesto en nuestras manos. Hay principios profundos y también revolucionarios. Por ejemplo, 13- No se trata de que por ayudar a los demás paséis vosotros necesidad. 14- Se trata más bien de que haya igualdad.
Pablo utiliza una forma genial para introducir la enseñanza sobre las ofrendas. En vez de hablar de los corintios, habla de los macedonios. Su táctica es "elevar" la generosidad a un nivel de competición. Y también halagos. Con el siguiente capítulo iremos rellenando detalles.
II. LA COLECTA
Las
razones de la ofrenda
8:1 Ahora, hermanos,
queremos contaros cómo se ha mostrado la bondad de Dios en las iglesias de
Macedonia. 2- A pesar de las pruebas que han tenido que sufrir son muy felices;
y a pesar de ser muy pobres, sus ofrendas han sido tan generosas como si fueran
ricos. 3- Yo soy testigo de que han ofrendado lo que podían, y aun más de lo
que podían. 4- Nos rogaron mucho que les permitiésemos tomar parte en esta
ayuda para el pueblo de Dios. 5- Y todavía hicieron más de lo que esperábamos,
pues se ofrecieron a sí mismos, primero al Señor y luego a nosotros, conforme a
la voluntad de Dios. 6- Por eso hemos rogado a Tito que recoja entre vosotros
esta bondadosa colecta que ya había comenzado a recoger.
7- Vosotros, que
sobresalís en todo: en fe, en facilidad de palabra, en conocimientos, en buena
disposición para servir y en el amor que aprendisteis de nosotros, sobresalid
también en esta obra de caridad. 8- No os digo esto como un mandato. Solo
quiero que conozcáis la buena disposición de otros, para daros la oportunidad
de demostrar que vuestro amor es verdadero.
9- Porque ya sabéis que
nuestro Señor Jesucristo, en su bondad, siendo rico se hizo pobre por causa
vuestra, para que por su pobreza fuerais vosotros enriquecidos. 10- Por vuestro
propio bien os doy este consejo: desde el año pasado, no solo comenzasteis a
hacer algo al respecto, sino a hacerlo con entusiasmo. 11- Ahora pues, dentro
de vuestras posibilidades, terminad lo que habíais comenzado, y terminadlo con
la misma disposición que mostrasteis al principio, cuando decidisteis hacerlo.
12- Porque si de veras
alguien quiere dar algo, Dios le aceptará la ofrenda que él haya hecho según
sus posibilidades. Dios no pide lo que uno no tiene. 13- No se trata de que por
ayudar a los demás paséis vosotros necesidad. 14- Se trata más bien de que haya
igualdad. Ahora tenéis vosotros lo que a ellos les falta, y en otra ocasión
tendrán ellos lo que os falte a vosotros, y de esta manera habrá igualdad. 15- Como
dice la Escritura: “Ni le sobró al que había recogido mucho ni le faltó al que
había recogido poco.”
Recomendaciones
a favor de Tito y sus compañeros
16- Gracias a Dios que
puso en el corazón de Tito la misma preocupación que yo tengo por vosotros. 17-
Pues aceptó mi encargo y, como está muy interesado por vosotros, va ahora a
veros por su propia voluntad. 18- Junto con Tito os envío a un hermano de quien
se habla muy bien en todas las iglesias, por lo mucho que ha trabajado en favor
del evangelio. 19- Además, las iglesias lo escogieron para que viajara con
nosotros y ayudara en este servicio de amor que estamos prestando para honrar
al Señor y en prueba de nuestros deseos de ayudar.
20- Queremos así evitar
que se nos critique por esta gran colecta que estamos recogiendo, 21- y por eso
procuramos hacer el bien, no solo delante del Señor sino también delante de los
hombres. 22- Con ellos os envío también a otro de nuestros hermanos, que nos ha
demostrado de muchas maneras su buena disposición, y mucho más ahora por la
gran confianza que tiene en vosotros.
23- Si alguien pregunta
acerca de Tito, decidle que es mi compañero y que trabaja conmigo para
serviros. Y si preguntan acerca de los otros hermanos, decidles que son
enviados de las iglesias y que honran a Cristo. 24- Y para que las iglesias lo
sepan, demostradles que verdaderamente los amáis y que tenemos razón para estar
orgullosos de vosotros.
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