sábado, 9 de junio de 2012

Cosas que no caben en la mente


Aperitivo                      1 Juan 5:1-5
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Al finalizar esta epístola podríamos tocar muchos temas pero vamos a seguir el hilo de lo que venimos observando. El v 2 nos presenta otra verdad que difícilmente cabe en nuestra mente. Vimos en el 3:14 que podemos saber que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. Luego, en el 3:17 aprendimos que no amamos a Dios si no compartimos con los hermanos porque la forma de amar a Dios es amando a los hermanos. Ahora se nos da a entender que la forma de saber si amamos a los hijos de Dios es cuando amamos a Dios. ¿En qué quedamos? Sigo pensando que la solución no está en hacer acrobacias mentales. Aceptemos que el amor hacia Dios se demuestra amando a los hermanos. Aceptemos que el amor hacia los hermanos se demuestra obedeciendo los mandamientos de Dios. El Dios que es mayor que nuestro corazón (3:20) es también mayor que nuestro intelecto. Amemos y obedezcamos. Venzamos al mundo. Lo que vence es nuestra fe (5:4), no nuestra inteligencia. Conformémonos con el entendimiento que nos da (v 20) para conocer al que es verdadero.

En su preocupación por la victoria sobre el pecado nos da Juan una lección práctica. Si un cristiano ve a otro cristiano pecar, lo que hace es orar por su hermano (v 16). Cuando Dios escucha esa oración (basándonos en esa hermosa expresión de confianza del v 15), da vida al cristiano que había caído en pecado. Es decir, que somos protegidos de los malos efectos de nuestras malas decisiones mediante la oración de los que nos aman. ¿Has visto algún pecado en tu cónyuge? Ya sabes lo que puedes hacer. Hay que reconocer también que algunos se han opuesto a Dios de tal forma que se han hecho enemigos permanentes de Dios.

¿Acepto por fe lo que la mente no abarca?

viernes, 8 de junio de 2012

La esencia del amor


Aperitivo                      1 Juan 4:7-12
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¿Qué importancia tiene el que Cristo haya venido en carne? (v 1) Si no vino en carne humana, no es un ser humano. Juan enfatiza que le ha tocado y visto (c 1). Es decir, que uno de los principales testigos presenciales de la vida de Jesús de Nazaret nos afirma que fue un hombre de carne y hueso. Si él no es un ser humano, entonces no puede llevar los pecados de la humanidad. Por eso los espíritus enemigos siembran el mensaje de que Cristo no vino en carne. Otra forma de quitarle eficacia al sacrificio de Jesús es como lo hace el Corán, negando su muerte, indicando que en el último momento se proveyó un sustituto. Pero el amor de Dios llegó hasta el final por nosotros.

En los vss 7-21 he subrayado por lo menos 20 ocasiones de las diferentes formas de la palabra “amor”. Juan nos define el amor mediante un ejemplo. Dios envió a su Hijo, no como espíritu con apariencia humana, sino con auténtico cuerpo humano. Los apóstoles conocieron el amor de Dios porque pasaron tiempo con Jesús. De hecho, la única manera en que un ser humano conocerá el amor de Dios será mediante el trato entre seres humanos. Juan afirma, “a Dios nadie le vio jamás” (v 12), para a continuación decir que su amor se ha perfeccionado en nosotros cuando nos amamos los unos a los otros.

Esto apoya la enseñanza de Jesús, de que la gente sabrá que somos sus discípulos cuando nos amamos los unos a los otros. Cuando ves un fallo en tu hermano, tu respuesta no va a ser la crítica, sino buscar una forma de ayudarle. Puedes orar por él, puedes hablar con él, puedes ser ejemplo de no devolver mal por mal, debes tener en mente que el amor de Cristo agotó todos los medios hasta conseguir el propósito de limpiarnos de pecado.

¿Amamos?

jueves, 7 de junio de 2012

Algo muy práctico


Aperitivo                      1 Juan 3:9-18
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Otra vez nos sorprende Juan con sus afirmaciones tajantes. Y si no nos sorprende, debemos preguntarnos si hemos hecho una Biblia a nuestra medida en vez de usar la Biblia para acercarnos a Dios. ¡Somos hijos de Dios! Seremos semejantes a él cuando se manifieste. ¡No pecamos!

El que peca es del diablo. Los que permanecen en Jesús no pecan. Aquí nuestros traductores nos han aportado una “ayuda” indicando que el que practica el pecado es del diablo. Creo que es una correcta interpretación de la palabra “pecar”. Por lo menos, nos alivia de tener que cuestionar si somos del diablo cada vez que se nos va la mente tras alguna fantasía de tentación.

Juan, danos un ejemplo de lo que es auténtico pecado. “Todo aquel que no hace justicia y que no ama a su hermano no es de Dios... El que no ama a su hermano permanece en muerte”. Vale, Juan, yo amo a mi hermano y a mi hermana pero espero no tener que relacionarme demasiado con algunos. “El que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.” Juan, me iba gustando tu estilo pero ahora te estás metiendo conmigo. ¿Esos inmigrantes que vienen a la iglesia son mis hermanos? “Si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios.” Vale, reconozco que en mi corazón no sentía paz. Así que el amor se demuestra de formas muy concretas, y a menudo mediante el uso de cosas materiales. Haré lo que dices en el v 3, purificarme a mi mismo.

Una pregunta para ti, amigo lector:

¿Cómo sabemos que somos de Dios? (1 Juan 3:14 y 3:24)

miércoles, 6 de junio de 2012

Más allá de la comprensión humana


Aperitivo (Lectura mínima)         1 Juan 2:1-6
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Si alguien me dice que ha descubierto el método perfecto para ganar la lotería un día sí y otro también, pensaré que mi única equivocación sería fiarme de su método. ¿Qué es, entonces, lo que nos está afirmando Juan en el v 1? Ha descubierto la fórmula para no pecar y nos la ha puesto por escrito.

Ya nos dio en el capítulo anterior el sorprendente anuncio de que podemos entrar en el círculo íntimo con él y Jesús. Y nos dio el método seguro para tener el perdón de pecado. Pero ¡esto de no cometer pecado nunca! De no infringir jamás la santa ley de Dios (3:4), y además, puesto así al alcance de todo ser humano, me cuesta asimilarlo.

Pero ya habrás leído lo que viene a continuación: en el supuesto caso de que cometiese un pecado por infracción o por omisión, también hay solución, la misma sangre derramada del Cordero de Dios, que ahora se presenta como nuestro abogado de defensa.

Juan dice cosas que no caben en la mente humana. Por muchos estudios que realicemos no conseguiremos dar una explicación total de lo que afirma. ¡Qué frustración para los teólogos! Pero sí podemos hacer lo siguiente:
¨ Tomar en serio lo que dice Dios
¨ Tener el objetivo de aprovechar todos nuestro recursos
¨ No rebajar la enseñanza para que quepa en nuestra mente
¨ Alabar a Dios por la grandeza de lo que nos ofrece
¨ Practicar la confesión inmediata de todo pecado
Las epístolas de Juan son los únicos escritos de la Biblia que usan el término “anticristo”. Habla también en plural, muchos “anticristos” (v 18). Son personas que “salieron de nosotros”, que tuvieron contacto con la iglesia y se convirtieron en enemigos.

¿Cuenta Dios conmigo en la lucha contra el mal?

martes, 5 de junio de 2012

No hay diferencia


Aperitivo                      1 Juan 1
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Este capítulo tan breve lo puedes leer en menos que dos minutos, y luego decir, ya he hecho mi lectura para hoy. O bien, puedes tomar el tiempo suficiente para disfrutar de uno de los mensajes más prácticos que Dios tiene para ti.

Para entender las epístolas de Juan hay que notar sus “para que”. Él ha escrito esto para que nuestro gozo sea completo (v 4). En cuestión de segundos nos anuncia que Dios tenía un proyecto desde el principio, que él ha conocido personalmente, y en el que tú y yo podemos participar plenamente.

Juan se presenta como uno que ha tocado a Jesús físicamente. Si todos tuviésemos que pasar por la misma experiencia, imagínate la cola que se formaría para tocar a Jesús. Pero Juan nos hace entender que lo que él experimentó no fue solamente para beneficio propio, sino para compartir, y que lo que va a compartir no pierde nada de lo que él recibió. Habla de comunión. Podemos tener comunión con él. La comunión que él tiene es directamente con el Padre y con su Hijo Jesucristo.

Los 12 apóstoles fueron elegidos para conocer a Jesús y ser testigos para el mundo, de lo que conocieron. Si la transmisión de ese mensaje se hace de una forma meramente humana, entonces lo que Juan dejó comunicado a Policarpo sería sólo parcial. Luego, lo que éste transfirió a sus propios discípulos quedaría en menos de lo que él recibió, de modo que el conocimiento llega a nuestro tiempo muy diluido. Pero lo que escribió Juan va acompañado de un toque divino que llega directamente a nuestro espíritu. La relación con Jesús no es en la carne, sino en el espíritu. 

PUEDES TENER LA MISMA RELACIÓN CON JESÚS QUE TUVO JUAN. Él era un pecador que tuvo que confesar sus pecados. Al hacerlo, quedó totalmente limpio. Cuando nosotros confesamos nuestros pecados (v 9), quedamos igualmente limpios y santos.

¿Le he dado gracias a Dios por la comunión con él?

lunes, 4 de junio de 2012

Destino final


Aperitivo                      2 Pedro 3:8-12
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Pedro el pescador tendría un aprecio especial por la magnitud de los desastres ecológicos producidos por los derrames de petróleo en nuestras costas. Nadie como las personas que viven del mar sentirían así el gran valor de las aguas. Ahora Dios pone en boca de Pedro las palabras, “La tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste” (v 5). Un ejemplo de esto es la investigación reciente que indica que dos tercios de nuestro oxígeno es producido por organismos acuáticos.

No es justo que haya que fregar cada piedra de la playa por un accidente causado por la codicia humana, y que con todo eso no se pueda restaurar las cosas como antes. Pero sabemos que la única justicia total vendrá cuando la injusticia sea extirpada. Esperamos cielos nuevo y tierra nueva en los cuales mora la justicia (v 13). El protagonista final no será el agua, sino el fuego. Cuando el mundo pasó por el diluvio, pudo brotar nueva vida de la misma tierra. Pero esta vez todo lo material ha de purificarse.

Ha pasado tanto tiempo, que podríamos dudar del cumplimiento de las palabras de Jesús. Pero Pedro nos da una clave que conviene que asimilemos lo mejor posible, y sobre todo que creamos. Nos permite ver las cosas desde el punto de vista de Dios. Él no está limitado por el tiempo como nosotros. Para Él un día es como mil años. Cuando decida actuar, puede comprimir el progreso de 1000 años en un día. Pero luego, mil años son como un día. Mientras la tierra da mil vueltas al sol, para Dios es como una vuelta que da la tierra sobre su eje. Es el Dios de la paciencia.
Su paciencia tiene un solo objeto, el mismo objeto por el que estuvo dispuesto a sacrificar a su Hijo. No quiere que nadie perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento (v 9). Su paciencia es para salvación (v 15). Cuando decimos “Hágase tu voluntad en la tierra, estamos pidiendo la salvación de los que no le conocen.

¿Cómo debemos andar (v 11)?

domingo, 3 de junio de 2012

Cuando sucede lo peor


Aperitivo                      2 Pedro 2:9-11
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Pedro ahora se vuelve profeta y pinta una escena de lo más desoladora. Habla de maestros en la iglesia que practican el libertinaje y arrastran a muchos creyentes detrás de ellos. Tienen los ojos llenos de adulterio, están habituados a la codicia, y son hijos de maldición.

Aunque tamañas tragedias pueden ocurrir en cualquier época, podemos notar ciertos momentos históricos cuando estos detalles eran la norma. Me vienen a la mente los tiempos de los Medici, cuando el predicador Savanarola fue quemado por anunciar la verdad y denunciar el papado y todo su séquito. Ha habido sectas en nuestro tiempo como los Niños de Dios, que seguían al que antes había sido un predicador evangélico y que llevó a multitud de jóvenes a la prostitución masiva.
En medio de esta desgarradora descripción nos da Pedro una promesa sólida: “El Señor sabe librar” (v 9). Lot fue librado por ángeles de la inmundicia de Sodoma (incluso reconociendo que él tampoco fue un testimonio brillante).

En todo tiempo Dios tiene escondidos a los suyos, que son los que no se dejan arrastrar. El Señor ha dado su garantía personal y ha puesto salvaguardas, para no tener que repetir el castigo universal del diluvio. Primero eligió a Abraham por dar una garantía de continuidad (Gén 18:19). Luego con el establecimiento de la iglesia entre todas las razas, el Espíritu Santo va cuidando de que la luz del evangelio no se ahogue, sino que en algún lugar se mantenga una llamita, por tenue que sea.

En el siguiente capítulo veremos de lo que es capaz la paciencia de Dios por amor a esta humanidad rebelde.

¿Quiero aprovechar el poder de Dios para librar a los piadosos?