viernes, 8 de junio de 2012

La esencia del amor


Aperitivo                      1 Juan 4:7-12
Menú completo           1 Juan 4

¿Qué importancia tiene el que Cristo haya venido en carne? (v 1) Si no vino en carne humana, no es un ser humano. Juan enfatiza que le ha tocado y visto (c 1). Es decir, que uno de los principales testigos presenciales de la vida de Jesús de Nazaret nos afirma que fue un hombre de carne y hueso. Si él no es un ser humano, entonces no puede llevar los pecados de la humanidad. Por eso los espíritus enemigos siembran el mensaje de que Cristo no vino en carne. Otra forma de quitarle eficacia al sacrificio de Jesús es como lo hace el Corán, negando su muerte, indicando que en el último momento se proveyó un sustituto. Pero el amor de Dios llegó hasta el final por nosotros.

En los vss 7-21 he subrayado por lo menos 20 ocasiones de las diferentes formas de la palabra “amor”. Juan nos define el amor mediante un ejemplo. Dios envió a su Hijo, no como espíritu con apariencia humana, sino con auténtico cuerpo humano. Los apóstoles conocieron el amor de Dios porque pasaron tiempo con Jesús. De hecho, la única manera en que un ser humano conocerá el amor de Dios será mediante el trato entre seres humanos. Juan afirma, “a Dios nadie le vio jamás” (v 12), para a continuación decir que su amor se ha perfeccionado en nosotros cuando nos amamos los unos a los otros.

Esto apoya la enseñanza de Jesús, de que la gente sabrá que somos sus discípulos cuando nos amamos los unos a los otros. Cuando ves un fallo en tu hermano, tu respuesta no va a ser la crítica, sino buscar una forma de ayudarle. Puedes orar por él, puedes hablar con él, puedes ser ejemplo de no devolver mal por mal, debes tener en mente que el amor de Cristo agotó todos los medios hasta conseguir el propósito de limpiarnos de pecado.

¿Amamos?

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