Parábola del Sembrador - Mateo 13:1-23; Marcos 4:1-25; Lucas 8:4-18
Tengo delante en pantalla 3 columnas, que tú puedes ver también pinchando arriba. (Si no te salen columnas puedes cambiar la configuración) Quiero hacerme una idea de la introducción a esta parábola usando los 3 evangelios sinópticos. Mateo dice, Ese mismo día. Así que estamos en el mismo día en que sus parientes querían llevarse a Jesús porque pensaban que se había vuelto loco. Y él respondía que su madre y sus hermanos son los que oyen la Palabra de Dios y la practican. Con Marcos entendemos que utilizó una barca como plataforma para dirigirse a la multitud. Y Lucas nos da un detalle interesante. Estas personas venían de varias ciudades. Y yo me hago una pregunta: ¿no acudirían multitudes hoy para escuchar a Jesús? ¿Qué clase de milagros harían falta para que al anunciar una campaña de evangelización se presentaran casi toda la ciudad (Hechos 13:44)? Porque con el ministerio de Pablo pasaba lo mismo.
Pero en el caso de estas multitudes en la playa de Genesaret no hubo anuncios. Al contrario, la gente preguntaba ¿dónde está Jesús? Meditando en esta verdad hago la misma pregunta: ¿Dónde está Jesús en el siglo 21? Hay una clara respuesta, Jesús está presente en su pueblo, en su cuerpo, que es la iglesia, es decir, el conjunto de todos los que siguen al Cordero. Pero resulta que en una misma ciudad se habla de varias iglesias. ¿Cuántos cuerpos tiene Jesús? ¿Nuestra unidad como cristianos es de boquilla, o está Jesús realmente coordinando todo su cuerpo?
¿No estás de acuerdo conmigo que sería un milagro enorme y de alta capacidad de convocatoria si dentro de un mismo barrio o de un mismo pueblo todos los auténticos creyentes en Jesús asumiesen la responsabilidad de amarse unos a otros, de edificarse, corregirse, abrazarse? ¿No sería esto una magna atracción para incrédulos, gentes de otras religiones, los que ahora no acuden? ¿Es posible que nos estemos conformando con mucho menos de lo que Dios tiene pensado? ¿Es ésta la asignatura pendiente que tiene Jesús, que dijo Yo edificaré mi iglesia?
Bueno, ya llegaremos a la parábola de sembrador, que algo tiene que ver con el tema del poder de atracción de Jesús. Porque dentro de todas las confesiones cristianas es necesario reconocer, no sólo a los que no son trigo (para ello tenemos otra parábola), sino también a los que se han malogrado. El mundo tiene que reconocer que los que han caído en la trampa de las riquezas, los que han durado poco y los que no han retenido la Palabra no representan a Cristo por mucho que se llamen creyentes.
Nuestro esquema de lectura sólo nos permite un día para meditar en la parábola del sembrador y los 4 terrenos. Pero si sumamos las horas que disponemos, podremos sacar buen provecho del día. Quiero seguir meditando en ello mientras voy a la finca para hacer limpieza de la gran membrillada que tuvimos ayer con gente de Mérida, Madrid, Talayuela y amigos de aquí en el pueblo. Y quedo pendiente de los descubrimientos que vas a compartir aquí con tus comentarios.