viernes, 13 de mayo de 2011

El gran propósito

Aperitivo                            1 Juan 5:13-17
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    Cuando Juan escribe su evangelio, al final dice que su motivo ha sido para que creamos que Jesús es el Cristo el hijo de Dios y que creyendo tengamos vida en su nombre (Juan 20:30). Ahora en su epístola sigue con un claro propósito doble: estas cosas las escribe (5:13)  1 para que sepamos que tenemos vida eterna y 2 para que creamos.
    Este énfasis en la importancia de creer nos obliga a preguntar, ¿Qué significa creer? Si yo creo que el combustible que ofrece la gasolinera valdrá para seguir conduciendo, lleno el depósito. Confío en la gasolina. No creo en el combustible para darme mejor salud ni para ganar más dinero. Sólo para lo que son sus cualidades, para producir la explosión adecuada dentro de los cilindros del motor. Hay personas que dicen, “Creo en Dios”, pero no se nota que esa fe tenga ningún efecto. Creen en el dinero más que en Dios. El Dios en que creen es tan pequeño que no afecta sus vidas.
    Pero los que creen de verdad tienen vida porque han nacido de Dios (v 1). La primera reacción que se me ocurre al pensar que tengo en mí la vida de Dios es la alegría. Y confianza. Hoy me levanté no muy animado, pero sé que mi existencia no va a la deriva. Está asentada sobre la verdad de que formo parte de la familia de Dios. Mi nombre está escrito en el libro de la vida (Apocalipsis 3:5). Al final, meditando en esta verdad de la vida que Dios da, me encontré riéndome. Las cosas que desaniman no tienen importancia. Los que creemos vencemos al mundo (v 4).
    Confío en Cristo, no sólo como combustible, sin como aceite que protege contra la fricción, como batería para arrancar, como mecánico para la revisión y todo lo demás.
¿Le he dado gracias a Dios hoy por esta vida?

La fuente de todo amor

Aperitivo                            1 Juan 4:7-10
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    Todos conocemos el texto citado de esta epístola de Juan, Dios es amor. Pero a veces no nos paramos a pensar, ¿En qué consiste el amor? Tenemos aquí la contestación, en su forma negativa, y en su descripción positiva:
    El amor no consiste en que amemos a Dios, en la misma manera en que la placa solar no produce calorías. Sólo procesa una mínima parte de la fuente de luz, que es el sol.  Se puede decir que para la tierra el sol es la fuente de energía, como para todo ser viviente Dios es la fuente de amor.
    Entonces tenemos en el v 10 una descripción de lo que sí es el amor. Consiste en que Dios envió a su hijo en propiciación por nuestros pecados. Vemos lo siguiente:
¨ El amor consiste en acciones.
Dios hizo algo, envió a su unigénito hijo.
¨ El amor trata de igualar diferencias.
Jesús vino para pagar nuestra deuda.
¨ El amor va unido al sacrificio.
Dios no envió a su hijo a pasar unas vacaciones, sino a sufrir y morir para poder deshacer las obras del diablo.
    Por eso el espíritu que niega que Jesús vino en carne (v 2) no es de Dios porque sólo así pudo sufrir y morir.
Dime si me equivoco: el amor siempre tiene que pasar de palabras a acciones porque siempre hay diferencias que igualar. Siempre hay algo que puedes hacer en beneficio de la persona a quien amas. Si sólo sabemos decir, “Yo te amo”, eso no es amor. Incluso el decir “yo te amo” con el fin de conseguir algo de otra persona es lo contrario del amor, es egoísmo.
¿Con quién y cómo quiero reflejar el amor de Dios hoy?

¿Por qué vino Cristo al mundo?

Aperitivo                            1 Juan 3:6-8
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    El primer hombre nacido, Caín, era fratricida. Mató a su único hermano por envidia, por un asunto religioso. Su padre Adán fue quien abrió la puerta para que el diablo tuviese libre acceso a la raza humana. La misión de Jesucristo fue llegar a la tierra y deshacer las obras del diablo (1 Juan 3:8). Ahora Dios nos manda hacer dos cosas: 1– Creer en Jesucristo. 2– Amar a nuestros hermanos (v 23).
    Cuando tomamos la decisión de salir de la familia del diablo y entrar en la familia de Jesús, sucede en nosotros un cambio tan profundo que resultamos desconocidos para la sociedad (v 1). Nos ven, que tenemos el mismo cuerpo y trabajamos en la misma empresa, pero como ellos no son hijos de Dios, no nos pueden comprender. Por lo tanto no nos ha de extrañar que hablen de nosotros como seres extraños. ¿Cómo van a entender que vivimos por el bien de los demás en vez de por el placer? Al final sucede lo que dice el versículo 13, el mundo llega a odiarnos. A Jesús no le habrían odiado si él se hubiese conformado más al estilo de vida de su tiempo.
    Por si nos queda alguna duda de si realmente hemos entrado en esta nueva familia, tenemos la promesa del v 1, que Dios nos amó tanto, que nos ha hecho sus hijos. También tenemos la prueba de este cambio, en que ahora amamos a personas que antes nos caían gordas (v 14). ¡Ojo! (v 17) si eres capaz de enterarte de personas que pasan necesidades y no abres tu corazón (con bolso incluido) hacia ellos.
    Juan mismo experimentó este cambio. Él era de los que quería matar a sus enemigos religiosos (Lu 9:48) porque no sabía de qué espíritu era. Ahora sabe (1 Juan 3:24) que tiene un Espíritu de amor.
¿Cuál es mi misión en este mundo?

miércoles, 11 de mayo de 2011

Lo ideal y lo real

Aperitivo                            1 Juan 2:1-6
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Hemos visto que según Pedro podemos tener grandes aspiraciones. ¿Que te parece esta intención de Juan, “para que no pequéis”. Lo dice en serio, a la vez que enfatiza qué hacer cuando pecamos. Se me ocurren algunos errores que debemos evitar.
¨ Aspirar a menos de lo que Dios ofrece (1)
¨ Olvidar que somos pecadores (1)
¨ Pensar que estamos en Cristo aunque no guardemos su Palabra (5 y 29)
¨ Conformarnos con un nivel inferior (6)
¨ Dar importancia a apariencias
¨ Pensar que Dios se cansará de perdonar
    Cada vez que aceptamos el perdón de nuestras ofensas contra Dios, estamos experimentando lo que es estar totalmente limpios. En ese momento estamos en condiciones para vivir una vida que agrada a Dios, como el plato limpio está en condiciones para llenarse de buena comida. Si Dios no nos justifica de los pecados que hemos cometido, no podemos llegar nunca a una práctica de santidad. El camino para no pecar pasa por la justificación y el perdón.
    ¿Has oído decir, “Eso de la salvación gratis no me convence. Es demasiado fácil.”? La respuesta es sencilla. La salvación es demasiado valiosa como para ganarla uno mismo. Lo único que podemos hacer es recibirla y vivir plenamente la vida que Dios nos da.
    Para los creyentes que reciben esta carta el mandamiento de amarse unos a otros es antiguo (v 7) porque ya conocen las enseñanzas de Jesús. Pero siempre es nuevo porque cuanto más tiempo andamos con Jesús más fino podemos hilar a la hora de demostrar ese amor a los hermanos y a los que llegarán a serlo.
¿Aspiro a amar como Jesús me amó?

lunes, 9 de mayo de 2011

No estás en desventaja

Aperitivo (Lectura mínima)     1 Juan 1:1-4
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    A veces pensamos, “¡Qué tremendo hubiese sido poder caminar con Jesús y sus discípulos! Sería una gran ventaja.” Juan nos está diciendo aquí que nosotros podemos tener lo que él tuvo. Jesús también lo dijo, “Bienaventurados los que no vieron y creyeron” (Juan 20:29). Lo que Juan ha visto y oído y tocado, nos lo comunica (1 Juan 1:3). Existe una auténtica transferencia espiritual mediante las palabras escritas.
    Jesús habló a sus discípulos para que su gozo fuera completo (Juan 15:11). Juan nos hace la misma garantía: “Estas cosas os escribimos para que vuestro gozo sea completo” (v 4). Si quitamos 20 siglos a nuestro tiempo y nos encontramos en Galilea, no tenemos ninguna ventaja sobre la gente que vivirán más adelante. Pablo mismo dice que a Jesús no hay que conocerle según la carne (2 Corintios 5:16). Jesús dijo que aunque alguien volviese de la muerte, los incrédulos seguirían sin creer (Lucas 16:31).
    Los que no tienen la oportunidad de visitar “tierra santa” no están en desventaja. Dios mediante el Espíritu Santo en la Palabra se acerca a cada uno. Así nuestro gozo puede ser completo. Dios se comunica con nosotros de manera igualmente directa como lo hizo con los 12 apóstoles.
    A Juan y Pedro y Santiago les limpió de todo pecado. A nosotros nos limpia igual por el mismo proceder, la confesión de nuestros pecados (v 9). Esta verdad en sí es suficiente como para saltar de gozo. Los 12 apóstoles son el cimiento de la ciudad de Dios (Apocalipsis 21:14). De modo que las piedras que somos, edificadas encima estamos igualmente cerca de Dios que habita toda la ciudad.
¿Estoy aprovechando al máximo las ventajas que tengo?

Agua y Fuego

Aperitivo                          2 Pedro 3:5-10
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    La intención de Pedro en escribir estas cartas es clara: que no olvidemos las palabras de los profetas y de Jesús y de los apóstoles (v 2). Uno de los profetas que le interesa es Isaías quien en el 66:15 dice, Porque he aquí que el Señor vendrá con fuego y sus carros como un torbellino, para descargar su ira con furor y su reprensión con llama de fuego. Otro es Sofonías, Ni su plata ni su oro podrán librarlos en el día de la ira del Señor, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo (Sof 1:18). Son profetas que hablan del día del Señor. Hubo otro “día”, cuando la humanidad fue destruida por medio de un elemento que es esencial para la vida en la tierra, el agua, en tiempos de Noé (3:6). El agua ya estaba allí, sólo hacía falta abrir las fuentes (Génesis 7:11) El siguiente día de juicio será por fuego.
    Muchas veces he oído hablar de este tema con el fin de despertar a las personas que no han puesto su fe en Jesús, pero para Pedro es un tremendo motivo de estar en forma los creyentes. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios (3:11,12). Me viene bien esta exhortación. Además, coincide con uno de mis textos preferidos en Proverbios, que habla de la importancia de la diligencia. Si vamos a procurar con diligencia ser hallados sin mancha (v 14), hay que concentrarnos en ello, no se puede atender con diligencia a varias cosas a la vez. Hay que responder en seguida a indicaciones de alarma. Y Dios es paciente. De esa paciencia depende la salvación (v 15) que él desea que tengan todos (v 9).
¿Estoy alerta?

domingo, 8 de mayo de 2011

Privilegios

Aperitivo                          2 Pedro 1:1-4
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    Lo habré comentado en varias ocasiones pero es que me impresiona mucho. Mi fe es igualmente preciosa que la de San Pedro (2 Pedro 1:1). Esto me da a entender que él no tiene ninguna ventaja sobre mí. Él vivió en tierra santa. Yo, que nunca he pisado esas playas, no tengo por qué pensar que haya perdido algo. Esto me hace pensar en unas conferencias de fin de milenio en Jerusalén, a las que estaba apuntado, y que fueron canceladas por problemas de seguridad en esas fechas. Tengo que reconocer que no sentía gran decepción.
    Pedro tuvo el privilegio de vivir día y noche con Jesús el Hijo de Dios. Sin embargo mi fe es igualmente preciosa que la suya porque por fe andamos y no por vista (2 Corintios 5:7).
    Pedro participó con Jesús en comidas y escuchó palabras maravillosas. Pero Judas también escucho las mismas palabras y terminó su carrera como hijo de perdición. Pero esas palabras son para mí las preciosas y grandísimas promesas, por las que llego a ser participante de la naturaleza divina (2 Pedro 1:4).
    Cuando Pedro se hundía en el agua fue la mano de Jesús mismo la que le sacó. Cuando Satanás buscaba hundir a Pedro, fue Jesús quién oró por el para que su fe no faltara (Lucas 22:32). Sin embargo yo tengo la garantía de un procedimiento mediante el cual jamás caeré (1:10).
    Pedro estuvo presente en el monte santo y escuchó la voz de Dios mismo hablando (1:17). Pero él mismo me afirma que tengo algo más seguro, la palabra profética. Se ve que tiene cierta prisa en escribir estas cosas porque le queda poco tiempo (1:14).
    También para mí hay peligro, el que después de haber conocido el camino, volverme atrás (2:21)
¿Quién es el privilegiado?