Menú completo 1 Juan 1
A veces pensamos, “¡Qué tremendo hubiese sido poder caminar con Jesús y sus discípulos! Sería una gran ventaja.” Juan nos está diciendo aquí que nosotros podemos tener lo que él tuvo. Jesús también lo dijo, “Bienaventurados los que no vieron y creyeron” (Juan 20:29). Lo que Juan ha visto y oído y tocado, nos lo comunica (1 Juan 1:3). Existe una auténtica transferencia espiritual mediante las palabras escritas.
Jesús habló a sus discípulos para que su gozo fuera completo (Juan 15:11). Juan nos hace la misma garantía: “Estas cosas os escribimos para que vuestro gozo sea completo” (v 4). Si quitamos 20 siglos a nuestro tiempo y nos encontramos en Galilea, no tenemos ninguna ventaja sobre la gente que vivirán más adelante. Pablo mismo dice que a Jesús no hay que conocerle según la carne (2 Corintios 5:16). Jesús dijo que aunque alguien volviese de la muerte, los incrédulos seguirían sin creer (Lucas 16:31).
Los que no tienen la oportunidad de visitar “tierra santa” no están en desventaja. Dios mediante el Espíritu Santo en la Palabra se acerca a cada uno. Así nuestro gozo puede ser completo. Dios se comunica con nosotros de manera igualmente directa como lo hizo con los 12 apóstoles.
A Juan y Pedro y Santiago les limpió de todo pecado. A nosotros nos limpia igual por el mismo proceder, la confesión de nuestros pecados (v 9). Esta verdad en sí es suficiente como para saltar de gozo. Los 12 apóstoles son el cimiento de la ciudad de Dios (Apocalipsis 21:14). De modo que las piedras que somos, edificadas encima estamos igualmente cerca de Dios que habita toda la ciudad.
¿Estoy aprovechando al máximo las ventajas que tengo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario