Jesús se va sin terminar

Lectura cronológica 101 en los evangelios

Juan 16:5-33

     Cuando hacemos un chequeo a la condición de los 11 discípulos, los resultados no son muy alentadores. Rivalidad sobre quién va a ser el jefe. Falta de fe, que Jesús les recrimina muchas veces. Incomprensión de las enseñanzas básicas  que Jesús ha compartido repetidamente. El principal entre ellos está a punto de cometer de forma seria varias meteduras de pata. Con estas cualidades, pocas empresas les querrán contratar.

     Y consciente de esas cualidades, Jesús se despide y deja en sus manos todo el futuro de su empresa. Y les da garantías de éxito. El agente con el que cuenta es el Espíritu Santo. Va a ayudar de forma externa, creando en la gente ansias de enderezar sus vidas. Va a ayudar de forma interna. Tomará de lo mío y os lo hará saber.

     Lo que dice Jesús aquí es para nosotros también porque tenemos el mismo Espíritu Santo. Encontramos aquí (y también en Juan 15:7) la clave sobre pedir y recibir. No te lo pierdas. Tenemos la clave también para estar en plena victoria y dominio en medio de la tribulación. El hombre que está a punto de ser ejecutado por agentes del mundo dice, Confiad, yo he vencido al mundo.

Jesús pone condiciones

Lectura cronológica 100 en los evangelios

Juan 15:1-16:4

     Con esta lectura podemos hacer un ejercicio interesante y provechoso: notar las veces que Jesús pone condiciones y qué pasa si se cumplen o no.

1. Si el sarmiento (nosotros) no da fruto se quita.
2. Si da fruto se poda.
3. Si permanecemos en Jesús damos mucho fruto.
4. Si no permanecemos en él … (Juan 15:6).
5. Si su palabra permanece en nosotros y si pedimos (v 7) ...
6. Si damos mucho fruto demostramos que … (v 8)
7. Si guardamos su mandamientos permaneceremos en … (v 10)
8. Si el mundo nos odia … (v 18).
9. Si Jesús sufría persecución … (v 20)
10. Si Jesús no hubiese hecho grandes obras entre el pueblo … (24)

Espíritu y Paz

Lectura cronológica 99 en los evangelios

Juan 14:1-31

     Al final de este discurso Jesús dice, levantaos, vámonos de aquí. Estas son las últimas palabras en la mesa. Vimos hace tiempo que cuando venían de Jericó hacia Jerusalén ya había entrado el miedo en ellos. Ahora siguen con miedo. Todos ellos, igual que Judas, saben que hay un precio sobre la cabeza de Jesús. Ellos están turbados. Jesús les da una receta contra el miedo. Como ya les ha dicho en el pasado, No temáis a los que matan el cuerpo, ahora explica qué pasará. Tendrán una morada en la Casa del Padre. Espero que, de este capítulo, te sepas de memoria, por lo menos el versículo 8. Es un ancla de seguridad.

     Ahora empieza una enseñanza sobre el Espíritu Santo (llamado el Consolador, el que da fuerzas), que continúa en los siguientes dos capítulos. En algunas versiones es llamado Defensor, Amigo, Ayudador. Hasta este momento Jesús ha enseñado poco sobre el Espíritu. Cosas como que nos dará palabras cuando nos encontremos ante acusadores y que será dado a los que se lo piden. Hay que nacer del Espíritu.

     Termina dándoles paz. Hará lo mismo cuando los vea después de la resurrección. Están en una situación límite y les da paz. Creo que Jesús tiene paz para ti en este momento. Toma tiempo para absorber la lectura de Juan 14.

Koinonía

Lectura cronológica 98 en los evangelios

Mateo 26:26-29; Mar 14:22-25; Lucas 22:17-20; 1Co 11:23-26

     ¿Qué es lo que estaba deseando intensamente Jesús (Lucas 22:15) cuando planeaba comer la Pascua con sus discípulos? Era un momento de comunión, de Koinonía (palabra griega que significa compartir, participar, compenetración).

     Dice Pablo en 1Corintios 10:16  La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la participación en la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la participación en el cuerpo de Cristo? Había mucha incomprensión en los discípulos sobre qué estaba haciendo Jesús pero eso no impedía que sucediera esa comunión íntima a nivel espiritual. Cuando nos reunimos para celebrar la "mesa del Señor", la "comunión", la "eucaristía", se trata de un evento dotado de una fuerza trascendental, aunque nos encontremos en distintos niveles de comprensión. Al obedecer esa enseñanza de Jesús experimentamos la participación (koinonía) en el cuerpo de Cristo. Nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan (1 Corintios 10:17).

     También es un momento de separación. Judas ya no volverá a participar con los 12. Después del bocado, Satanás entró en él (Juan 13:27).

     He disfrutado leyendo estos 4 textos en columnas paralelas en la pantalla, viendo los pequeños detalles con los que cada autor, incluyendo Pablo, completan la escena.

Cuando Judas se va

Lectura cronológica 97 en los evangelios

Primera parte: Mateo 26:21-25; Mar 14:18-21; Lucas 22:21-23; Juan 13:21-30

     La cizaña queda en el campo (Mateo 13:29) hasta el final por un motivo: está entrelazado con el trigo, y se podría perder algo del trigo si se arranca la cizaña. Judas queda entre los 12 apóstoles hasta el final. Ahora es cuando Jesús arregla el asunto.

     Primero, el anuncio de que el traidor está presente. Y los discípulos, que antes discutían quién iba a ser el mayor, ahora tratan de señalar quién va a ser el traidor. Después, la identificación, y luego la salida para realizar el trabajo más nefando en la historia de la humanidad (juntamente con las maquinaciones del sumo sacerdote) y para nunca volver.

Segunda parte: Mateo 26:31-35; Mar 14:27-31; Lucas 22:31-38; Juan 13:31-38

     Judas se fue. Ahora le toca a Pedro. ¿Te has fijado en un detalle que presenta Lucas, que nos indica que su negación de Jesús no será definitiva? Nos dice en el 22:23 qué ha pasado y qué va a pasar. Es un buen modelo para cuando quieres ayudar a un hermano inestable. Y junto con Pedro van todos (Mateo 26:31).

     La enseñanza sobre la espada (Lucas 22:36) merece una meditación profunda, tomando en cuenta también lo que dice Jesús en Mateo 26:52.

     El apóstol Juan, allí presente, se fija en las palabras de Jesús: es el momento de su glorificación; nos ha legado un nuevo mandamiento, que define toda la actuación de un cristiano, como definía también toda la actuación de Jesús.

Una manera de enseñar

Lectura cronológica 96 en los evangelios

Mateo 26:20; Mar 14:17; Lucas 22:14-16,24-30; Juan 13:1-20

     Ya no veremos más a Jesús enseñando a las multitudes. Va a aprovechar al máximo con sus discípulos las horas que le quedan. Nos enteramos por Lucas que él estaba deseando intensamente este encuentro. Los evangelistas, especialmente Juan con 5 capítulos, nos admiten en estos momentos íntimos.

     No es que los discípulos se correspondan exactamente a los sentimientos del Maestro. En la última cena les vemos otra vez discutiendo quién será el primer ministro bajo este Rey. ¿No te gustaría escuchar sus argumentos? ¿Cómo te sentirías si preparas a alguien para una responsabilidad clave, y al final te das cuenta que no ha asimilado los principios básicos de la tarea? Pero Jesús sigue. Jesús tiene fe. Jesús escogió a los 12 después de una noche de oración y su conocimiento de ellos es capaz de captar su valor interior. Han sido 3 años de lealtad. La inversión producirá su fruto.

     Una de las enseñanzas más contundentes la reciben los discípulos mediante las acciones de Jesús. Ellos han pugnado por un puesto importante bajo un Rey que ahora les está lavando los pies. ¿A quién podemos lavarle los pies hoy, limpiar sus zapatos, sacarle la basura, lavarle los platos,  hacer un recado? Es una forma de enseñar. Es una forma de ser como Jesús.

¿Se dan cuenta de lo que hacen?

Lectura cronológica 95 en los evangelios

Mateo 26:14-19; Mar 14:10-16; Lucas 22:3-13

     Si pinchas el texto de arriba para verlo en Bible Gateway, y lo organizas en columnas podrás comparar el texto de los 3 evangelios. Verás que es Lucas quien da más detalles sobre la traición de Judas y la preparación de la Pascua.

     ¿Pensaba Judas que estaba actuando por su cuenta? En un sentido es así porque él ha elegido hace tiempo servir al dinero en vez de a Jesús (Juan 12:6). De modo que, cuando Satanás entra en él (Lucas 22:3), simplemente está aprovechando esa disposición de Judas. El guión lo escribe Dios, sirviéndose de las cualidades de cada uno de los actores. Incluso, Jesús le va a servir a Judas de apuntador, indicando (Juan 13:27) cuándo hay que ejecutar su plan.

     ¿Sabe el dueño del aposento alto que al cederle a Jesús el lugar para celebrar la Pascua que su casa será la escena de uno de los eventos más trascendentales para la humanidad, el establecimiento del Nuevo Pacto, y la enseñanza final de Jesús para sus discípulos? Aunque no sabemos cómo se llama, al admitir esta invasión de su propiedad, este hombre se está inmortalizando como María con su perfume y como José de Arimatea con su tumba, todo puesto al servicio de Jesús.

     Según los comentaristas, es probable que los discípulos se establezcan en esta casa y que es el mismo "aposento alto" donde llega el Espíritu Santo en Hechos 2. Como María y como este propietario, si escuchamos la voz de Dios tendremos ocasión para usar nuestra propiedad mucho más allá de una simple inversión económica.