Vitaminas (Lectura mínima) Lucas 8:1-8
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Leyendo despacio los versículos 1 y 2 de Lucas 8 vemos que hay dos grupos de personas que acompañan a Jesús en sus viajes. En ese respecto él está cumpliendo el rol de un rabino típico. Por una parte están los aprendices que reconocen su autoridad como maestro, y por otra parte la ayuda económica viene de mujeres piadosas y pudientes. Lo que tienen en común estas mujeres es el hecho de haber sido sanadas por Jesús. Parece que hay 3 principales: María Magdalena, Juana (de la nobleza) y Susana.
Son personas que lo deben todo al Señor y la mejor forma de expresar su gratitud es mediante el generoso uso de sus bienes a la vez que aprenden del Maestro y completan su formación. Los que sois generosos reflejáis la misma actitud del Señor que siendo rico se hizo pobre por nosotros (2 Corintios 8:9).
Es decir, que la buena semilla de la Palabra está reproduciendo en vosotros esa vida de Jesús. La semilla sembrada en vuestro corazón cayó en buena tierra! Seréis sembradores también, haciendo amigos mediante las riquezas injustas (Lucas 16:9). Seréis contados entre los hermanos y la madre de Jesús (8:21), que oyen la Palabra y la obedecen.
Sin duda alguna, cuando llega la Palabra de Dios a nuestras vidas produce una reacción de entrega, de generosidad. El que ha sido perdonado mucho también ama mucho (7:47). Es imposible haber conocido de verdad a Dios, y luego regatear lo que le “tenemos que dar“. El que conoce a Cristo quiere entregarle todo.
¿Cómo me afecta el haber conocido a Cristo?