lunes, 4 de enero de 2010

Una manera de enseñar

Lectura cronológica 96 en los evangelios
Mateo 26:20; Mar 14:17; Lucas 22:14-16,24-30; Juan 13:1-20

     Ya no veremos más a Jesús enseñando a las multitudes. Va a aprovechar al máximo con sus discípulos las horas que le quedan. Nos enteramos por Lucas que él estaba deseando intensamente este encuentro. Los evangelistas, especialmente Juan con 5 capítulos, nos admiten en estos momentos íntimos.

     No es que los discípulos se correspondan exactamente a los sentimientos del Maestro. En la última cena les vemos otra vez discutiendo quién será el primer ministro bajo este Rey. ¿No te gustaría escuchar sus argumentos? ¿Cómo te sentirías si preparas a alguien para una responsabilidad clave, y al final te das cuenta que no ha asimilado los principios básicos de la tarea? Pero Jesús sigue. Jesús tiene fe. Jesús escogió a los 12 después de una noche de oración y su conocimiento de ellos es capaz de captar su valor interior. Han sido 3 años de lealtad. La inversión producirá su fruto.
     Una de las enseñanzas más contundentes la reciben los discípulos mediante las acciones de Jesús. Ellos han pugnado por un puesto importante bajo un Rey que ahora les está lavando los pies. ¿A quién podemos lavarle los pies hoy, limpiar sus zapatos, sacarle la basura, lavarle los platos,  hacer un recado? Es una forma de enseñar. Es una forma de ser como Jesús.

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