jueves, 7 de junio de 2012

Algo muy práctico


Aperitivo                      1 Juan 3:9-18
Menú completo           1 Juan 3

Otra vez nos sorprende Juan con sus afirmaciones tajantes. Y si no nos sorprende, debemos preguntarnos si hemos hecho una Biblia a nuestra medida en vez de usar la Biblia para acercarnos a Dios. ¡Somos hijos de Dios! Seremos semejantes a él cuando se manifieste. ¡No pecamos!

El que peca es del diablo. Los que permanecen en Jesús no pecan. Aquí nuestros traductores nos han aportado una “ayuda” indicando que el que practica el pecado es del diablo. Creo que es una correcta interpretación de la palabra “pecar”. Por lo menos, nos alivia de tener que cuestionar si somos del diablo cada vez que se nos va la mente tras alguna fantasía de tentación.

Juan, danos un ejemplo de lo que es auténtico pecado. “Todo aquel que no hace justicia y que no ama a su hermano no es de Dios... El que no ama a su hermano permanece en muerte”. Vale, Juan, yo amo a mi hermano y a mi hermana pero espero no tener que relacionarme demasiado con algunos. “El que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.” Juan, me iba gustando tu estilo pero ahora te estás metiendo conmigo. ¿Esos inmigrantes que vienen a la iglesia son mis hermanos? “Si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios.” Vale, reconozco que en mi corazón no sentía paz. Así que el amor se demuestra de formas muy concretas, y a menudo mediante el uso de cosas materiales. Haré lo que dices en el v 3, purificarme a mi mismo.

Una pregunta para ti, amigo lector:

¿Cómo sabemos que somos de Dios? (1 Juan 3:14 y 3:24)

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