Como dije respecto a Romanos 8, y
como se podría decir sobre cualquier texto, esto es mucho para el poco tiempo
que tenemos. Pero esta lectura diaria no pretende ser un estudio exhaustivo,
sino que cada año vamos repasando estas lecturas del Nuevo Testamento, que es
nuestro alimento diario.
En Romanos 12 hay algo interesante sobre el
tema que nos propusimos al principio, es decir, estamos aprendiendo lo que
Pablo dice aquí sobre la fe. Nos va a decir Pablo que hay diferentes
medidas de fe.
Saltemos al versículo 3. Usando diferentes
versiones de la Biblia trataremos de conseguir una vista completa de lo que
Dios nos está diciendo.
Nueva
Versión Internacional
- 3 Por la gracia que
se me ha dado, os digo a todos vosotros: Nadie tenga un concepto de sí más alto
que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación,
según la medida de fe que Dios le haya dado.
Versión
de la Conferencia Episcopal -
Por la gracia de Dios que me ha sido dada os digo a todos y a cada uno de
vosotros: No os estiméis en más de lo que conviene, sino estimaos
moderadamente, según la medida de la fe que Dios otorgó a cada cual.
Versión
Reina Valera Digo,
pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no
tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de
sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
Traducción en Lenguaje
Actual Dios en su bondad me nombró apóstol, y por eso les
pido que no se crean mejores de lo que realmente son. Más bien, véanse
ustedes mismos según la capacidad que Dios les ha dado como seguidores de
Cristo.
Lo que vemos es que Dios nos ha dado a cada
uno cierta medida de fe. Para usar bien esta fe no tenemos que copiar a otros,
ni tener delirios de grandeza. Lo que sí tenemos que hacer es evaluar lo que
tenemos (preferiblemente con las aportaciones de nuestros hermanos en la fe) y
ponerlo todo al servicio de Dios.
Lo comparo con el tiro al arco. Cada arco
tiene sus correspondientes flechas. No vamos a
acertar usando flechas demasiado
pesadas y no vamos a usar toda la potencia del arco con flechas demasiado
pequeñas. Manteniendo en cuenta que nuestro arco de la fe es como un
músculo que se desarrolla con el uso, debemos ir caminando con Dios y que él
nos asesore sobre cada paso.
Entonces, cuando respondemos a la llamada (v
1) para presentar nuestros cuerpos a Dios, lo haremos de la manera que a él le
agrade y a nosotros nos garantice el éxito.
En los vss 6 a 8 se nombran 7 dones que
recibimos de Dios de la misma manera que todo lo demás, por la fe. Nos conviene
estudiar esto a fondo y conocer cuál es nuestro don, para funcionar
óptimamente.
A partir del v 9 hay una serie de
instrucciones para vivir la vida cristiana de forma plena. No olvides que todo
esto describe tu ADN, tu nueva naturaleza.
II. SECCIÓN
EXHORTATORIA
La vida nueva
12:1- Por
tanto, hermanos míos, os ruego por la misericordia de Dios que os presentéis a
vosotros mismos como ofrenda viva, consagrada y agradable a Dios. Este es el
verdadero culto que debéis ofrecer. 2- No viváis conforme a los criterios del
tiempo presente; por el contrario, cambiad vuestra manera de pensar, para que
así cambie vuestra manera de vivir y lleguéis a conocer la voluntad de Dios, es
decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.
3- Por el encargo que Dios me ha dado en su bondad, os digo a todos que nadie piense de sí mismo más de lo que debe pensar. Antes bien, piense cada uno de sí con moderación, según los dones que Dios le haya concedido junto con la fe. 4- Porque así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros sirven para lo mismo, 5- así también nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo y estamos unidos unos a otros como miembros de un mismo cuerpo.
6- Dios nos ha concedido diferentes dones, conforme a lo que quiso conceder a cada uno. Y si Dios nos ha concedido el don de profecía, hablemos según la fe que tenemos; 7- si nos ha concedido el don de servir a otros, sirvámosles bien. El que haya recibido el don de enseñar, dedíquese a la enseñanza; 8- el que haya recibido el don de animar a otros, dedíquese a animarlos. El que da, hágalo con sencillez; el que ocupa un puesto de responsabilidad, desempeñe su cargo con todo esmero; el que ayuda a los necesitados, hágalo con alegría.
3- Por el encargo que Dios me ha dado en su bondad, os digo a todos que nadie piense de sí mismo más de lo que debe pensar. Antes bien, piense cada uno de sí con moderación, según los dones que Dios le haya concedido junto con la fe. 4- Porque así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros sirven para lo mismo, 5- así también nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo y estamos unidos unos a otros como miembros de un mismo cuerpo.
6- Dios nos ha concedido diferentes dones, conforme a lo que quiso conceder a cada uno. Y si Dios nos ha concedido el don de profecía, hablemos según la fe que tenemos; 7- si nos ha concedido el don de servir a otros, sirvámosles bien. El que haya recibido el don de enseñar, dedíquese a la enseñanza; 8- el que haya recibido el don de animar a otros, dedíquese a animarlos. El que da, hágalo con sencillez; el que ocupa un puesto de responsabilidad, desempeñe su cargo con todo esmero; el que ayuda a los necesitados, hágalo con alegría.
Deberes de la vida
cristiana
9-
Amaos con toda sinceridad. Aborreced lo malo y seguid lo bueno. 10- Amaos como
hermanos los unos a los otros, dándoos mutuamente preferencia y respeto. 11-
Esforzaos, no seáis perezosos y servid al Señor con corazón ferviente. 12-
Vivid alegres por la esperanza que tenéis; soportad con valor los sufrimientos;
no dejéis nunca de orar.
13- Ayudad en sus necesidades a los que pertenecen al pueblo santo; recibid bien a los que os visitan. 14- Bendecid a los que os persiguen; bendecidlos y no los maldigáis. 15- Alegraos con los que están alegres y llorad con los que lloran. 16- Vivid en armonía unos con otros. No seáis orgullosos, sino poneos al nivel de los humildes. No os tengáis por sabios.
17- No paguéis a nadie mal por mal. Procurad hacer lo bueno delante de todos. 18- Hasta donde dependa de vosotros, haced lo posible por vivir en paz con todos. 19- Queridos hermanos, no os toméis la justicia por vuestra mano, sino dejad que sea Dios quien castigue; porque el Señor dice en la Escritura:
13- Ayudad en sus necesidades a los que pertenecen al pueblo santo; recibid bien a los que os visitan. 14- Bendecid a los que os persiguen; bendecidlos y no los maldigáis. 15- Alegraos con los que están alegres y llorad con los que lloran. 16- Vivid en armonía unos con otros. No seáis orgullosos, sino poneos al nivel de los humildes. No os tengáis por sabios.
17- No paguéis a nadie mal por mal. Procurad hacer lo bueno delante de todos. 18- Hasta donde dependa de vosotros, haced lo posible por vivir en paz con todos. 19- Queridos hermanos, no os toméis la justicia por vuestra mano, sino dejad que sea Dios quien castigue; porque el Señor dice en la Escritura:
“A mí me corresponde hacer justicia; yo pagaré.”
20-
Y también:
“Si tu enemigo tiene hambre dale de comer; si tiene sed
dale de beber. Así harás que le arda la cara de vergüenza.”
21- No te dejes vencer por el mal. Al contrario, vence
con el bien el mal.
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