Aperitivo 2 Corintios 3:1-5
Menú completo 2 Corintios 3 y 4
He oído decir algo así, “en el cielo le tendré que aguantar pero aquí mantengo mis distancias”. Cuando la relación entre 2 creyentes se vuelve distante, siempre se puede reanudar y fortalecer, porque la base de esa relación es nuestra relación con Dios. Además, nosotros no elegimos a nuestros hermanos, sino que es Dios quien los establece. ¿Qué podemos aprender de la forma en que Pablo trata este grupo de creyentes que se han alejado de él?
¨ No dejar pasar el tiempo. A veces nos frustramos con una relación y rompemos el contacto, con la esperanza de que al pasar el tiempo las cosas vuelvan a su cauce. Lo que hace Pablo, aunque cancela la visita, es escribir una carta con muchas lágrimas (2:4). Si el otro no quiere, tenemos un proyecto más largo.
¨ Entender cuál es la base de la relación. En el caso de Pablo y la iglesia ellos son una carta de Cristo expedida por él (3:3). Eso es algo que no se borra.
¨ Tener siempre la disposición de servir a los demás. Pablo dice (4:1) que no se cansa de servirles porque su ministerio (servicio) lo ha recibido de Dios. El es ministro del nuevo pacto (3:6) y por lo tanto ellos le necesitan. Él enfatiza que quiere ser su siervo (4:5). Nuestra vida es incompleta sin nuestros hermanos.
¨ Recordar que de nuestra relación de amor depende el que los demás puedan ver a Cristo (Juan 13:35). Si el dios de este mundo ha cegado el entendimiento de los incrédulos (4:4), pienso que una de sus principales tretas es producir discordia entre creyentes.
¨ Estar dispuestos a sufrir por amor a los hermanos (4:15). Parece que Pablo se preocupa más por ellos que por su propia persona. Eso siempre facilita las relaciones.
¿A quién damos mayor importancia? (4:5)
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