lunes, 11 de abril de 2011

El trabajo físico

Aperitivo                          2 Tes 3:7-10
Menú completo                2 Tes 3

    Después de 30 años de vivir en un piso de 84 metros cuadrados (sin ascensor), donde el esfuerzo físico se limitaba a subir la compra o las maletas hasta el quinto piso, ya vivimos en el quinto pino. No puedo dar un paseo por la finca sin observar un montón de trabajos físicos que quedan pendientes. En parte el aceptar este reto fue inspirado por las palabras de Pablo, que si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. (2 Tes 3:10). ¿Te has fijado en la importancia que da en estas epístolas al trabajo manual? En 1 Tesalonicenses 4, capítulo que que enseña sobre la venida de Jesús, el v 11 indica que en este tiempo hay que estar trabajando con las manos como forma de mantener un buen testimonio. 
    Pablo puso el ejemplo con su trabajo y fatiga día y noche, para no ser gravoso a nadie (1 Tes 2:9). Lo repite en 2 Tes 3:8. No han comido de balde el pan de nadie. Utiliza la expresión andar desordenadamente (3:6), para referirse a los que no quieren trabajar en lo físico.
    Sabemos que las iglesias de Macedonia, entre las que se encuentra Tesalónica, eran muy generosas (2 Corintios 8:1). Pero parece que en esta iglesia también se encuentran los que aprovechan esa generosidad. La iglesia no tiene que consentir eso. Los que quieren ser espirituales han de realizar trabajos físicos.
    Hay otro trabajo también, la oración (3:1). Pablo cuenta con ello para poder seguir adelante. Mediante la oración se navega por los escollos hasta arribar en el puerto de Dios, quien es fiel y nos guardará del mal. (v 3). Queda pendiente una reunión (2:1), cuando Dios reunirá todas las cosas en Cristo (Ef 1). No sabemos si estaremos vivos cuando venga, pero nos conformamos con la abundancia de su paz siempre (2 Tes 3:16).
¿Estas epístolas me ayudan a simplificar mi vida?

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