03-diciembre
Mateo 10:1-28
1
Entonces llamando a sus doce discípulos, Jesús les dio poder sobre los
espíritus inmundos para expulsarlos y para sanar toda enfermedad y toda
dolencia.
2 Y
los nombres de los doce apóstoles son éstos: primero, Simón, llamado Pedro, y
Andrés su hermano; y Jacobo, el hijo de Zebedeo, y Juan su hermano;
3
Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Jacobo,
el hijo de Alfeo, y Tadeo;
4
Simón el cananita, y Judas Iscariote, el que también le entregó.
5 A
estos doce envió Jesús después de instruirlos, diciendo: No vayáis por el
camino de los gentiles, y no entréis en ninguna ciudad de los samaritanos.
6
Sino id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
7 Y
cuando vayáis, predicad diciendo: "El reino de los cielos se ha
acercado."
8
Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad demonios;
de gracia recibisteis, dad de gracia.
9
No os proveáis de oro, ni de plata, ni de cobre para llevar en vuestros
cintos,
10
ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de sandalias, ni de
bordón; porque el obrero es digno de su sostén.
11
Y en cualquier ciudad o aldea donde entréis, averiguad quién es digno en
ella, y quedaos allí hasta que os marchéis.
12
Al entrar en la casa, dadle vuestro saludo de paz .
13
Y si la casa es digna, que vuestro saludo de paz venga sobre ella; pero
si no es digna, que vuestro saludo de paz se vuelva a vosotros.
14
Y cualquiera que no os reciba ni oiga vuestras palabras, al salir de esa
casa o de esa ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies.
15
En verdad os digo que en el día del juicio será más tolerable el
castigo para la tierra de Sodoma y
Gomorra que para esa ciudad.
16
Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sed astutos
como las serpientes e inocentes como las palomas.
17
Pero cuidaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os
azotarán en sus sinagogas;
18
y hasta seréis llevados delante de gobernadores y reyes por mi causa,
como un testimonio a ellos y a los gentiles.
19
Pero cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué hablaréis;
porque a esa hora se os dará lo que habréis de hablar.
20
Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro
Padre que habla en vosotros.
21
Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los
hijos se levantarán contra los padres, y les causarán la muerte.
22
Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre, pero el que persevere
hasta el fin, ése será salvo.
23
Pero cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque en verdad
os digo: no terminaréis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el
Hijo del Hombre.
24
Un discípulo no está por encima del maestro, ni un siervo por encima de
su señor.
25
Le basta al discípulo llegar a ser como su maestro, y al siervo como su
señor. Si al dueño de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más a los de su
casa!
26
Así que no les temáis, porque nada hay encubierto que no haya de ser
revelado, ni oculto que no haya de saberse.
27
Lo que os digo en la oscuridad, habladlo en la luz; y lo que oís al
oído, proclamadlo desde las azoteas.
Preguntas:
1. ¿Qué es lo que Jesús dijo a los discípulos que hicieran justo antes de enviarles a introducir en Evangelio del Reino en los pueblos de Galilea? (Mateo 9:37-38)
2. ¿Qué es lo primero que han de hacer al llegar a cualquier ciudad o pueblo? (Mateo 10:11)
3. ¿Qué es lo que convencerá a los oyentes de que el Reino ha llegado? (Mateo 10:1)
4. ¿Qué es lo que convencerá a la gente hoy de que somos del Reino de Cristo?
Juan 13 Juan 17
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