Lectura
Somos el pueblo de Dios, el cuerpo de Cristo, la novia del Cordero. Somos también un templo santo para el Señor, una casa espiritual (1 Pedro 2:5). Tengamos el mismo esmero en la preparación de esta casa para Dios como Salomón tuvo con el templo, para poder decir todos los creyentes (6:41), Levántate, Señor y Dios; ven a descansar.
sábado, 24 de agosto de 2019
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